Revista Electrónica Educare (Educare Electronic Journal) EISSN: 1409-4258 Vol. 26(3) SETIEMBRE-DICIEMBRE, 2022: 1-16
doi: https://doi.org/10.15359/ree.26-3.20
https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/educare
educare@una.ac.cr
[Cierre de edición el 01 de Setiembre del 2022]
Isabel Dans-Álvarez-de-Sotomayor
Universidade de Santiago de Compostela
Santiago de Compostela, España
isabel.dans@usc.es
https://orcid.org/0000-0003-0676-4127
Pablo César Muñoz-Carril
Universidade de Santiago de Compostela
Lugo, España
pablocesar.munoz@usc.es
https://orcid.org/0000-0001-5417-8136
Mercedes González-Sanmamed
Universidade da Coruña
A Coruña, España
mercedes.gonzalez.sanmamed@udc.es
https://orcid.org/0000-0002-3410-6810
Recibido • Received • Recebido: 19 / 08 / 2021
Corregido • Revised • Revisado: 22 / 07 / 2022
Aceptado • Accepted • Aprovado: 21 / 08 / 2022
Resumen:
Objetivo. Este artículo centra su foco de atención en las percepciones que manifiestan adolescentes respecto al empleo de las redes sociales. Concretamente, su objetivo principal es determinar qué aspectos relacionados con las redes sociales preocupan a la juventud de la ciudad de A Coruña (España). Metodología. El estudio se ha realizado con una metodología cuantitativa con un diseño no experimental del tipo ex post facto, se utilizó un cuestionario que respondieron 1144 adolescentes de 4.º ESO. Resultados. Los resultados muestran que la adicción y el engaño son las cuestiones que suscitan mayor preocupación. Además, se han encontrado diferencias significativas entre las personas participantes: las mujeres conocen mejor los riesgos, y los hombres, con un perfil de rendimiento académico bajo, son más atrevidos y se sienten más condicionados en su estado de ánimo en función de las redes sociales que utilizan. Conclusiones. Las personas menores sí conocen los peligros de las redes sociales, se muestran reticentes a exponer públicamente a sus familias y manifiestan percepciones diferentes sobre su propia imagen y la de sus amistades.
Palabras claves: Redes sociales; adolescencia; identidad; relaciones entre pares; derecho a la privacidad.
Abstract:
Aim. This article focuses on adolescents’ perceptions regarding the use of social media. Specifically, it mainly aims to determine which aspects related to social media are of concern to adolescents from A Coruña (Spain). Method. The study was conducted using a quantitative methodology with a non-experimental design of the ex post facto type and a questionnaire that 1144 adolescents from 4th ESO (Compulsory Secondary Education) answered. Results. The result shows that addiction and deception are the issues of greater concern. Furthermore, there are significant differences between the participants: women are more aware of the risks, and men, with a low academic performance profile, are more daring and feel more conditioned in their mood depending on the social media they use. Conclusions. Young people do know the dangers of social media are reluctant to publicly expose their families, and express different perceptions about their own image and that of their friends.
Keywords: Social networks; adolescence; identity; peer relationship; right to privacy.
Resumo:
Objetivo. Este artigo concentra sua atenção nas percepções que os adolescentes manifestam sobre o uso das redes sociais. Especificamente, seu objetivo principal é determinar quais aspectos relacionados às redes sociais preocupam os adolescentes da Corunha (Espanha). Metodologia. O estudo foi realizado sob uma metodologia quantitativa com desenho não experimental do tipo ex post facto, utilizando um questionário a que responderam 1144 adolescentes do 4º ESO (o Ensino Secundário Obrigatório). Resultados. Os resultados mostram que o vício e o engano são as questões que mais preocupam. Além disso, foram encontradas diferenças significativas entre os participantes: as mulheres estão mais atentas aos riscos e os homens, com baixo perfil de desempenho acadêmico, são mais ousados e se sentem mais condicionados em seu humor dependendo das redes sociais que utilizam. Conclusão. Os jovens conhecem os perigos das redes sociais, relutam em expor publicamente suas famílias e expressam diferentes percepções sobre sua própria imagem e a de seus amigos.
Palavras-chave: Redes sociais; adolescência; identidade; relação entre pares; direito à privacidade.
Entre los estudios actuales sobre juventud y redes sociales, cabe destacar aquellos que abordan la frecuencia y tipologías de uso, así como las preferencias en cuanto a la elección de los dispositivos (Anderson y Jiang, 2018; Livingstone et al., 2018). En estas investigaciones, se analizan, entre otras temáticas, las razones y motivaciones que sustentan el empleo de las redes sociales y las consecuencias que originan, sobre todo, en lo referido a peligros, abusos y demás problemáticas. Se asume que se trata de medios sociales propios de la realidad cotidiana de adolescentes y del mundo global (Ballesteros Guerra y Picazo Sánchez, 2019), y se reclama la necesidad de un abordaje educativo tanto desde la familia como en la escuela.
Son significativas las investigaciones que no solo describen el panorama, sino que alertan sobre la saturación que las redes producen. Así, se habla de infoxicación u obesidad informativa y se proponen distintas formas de desconexión como la denominada dieta digital (González-Cortés et al., 2020; Massip, 2018). Parece, pues, que encontrar el equilibrio oportuno para compensar la necesidad de socialización juvenil sin prescindir de las relaciones presenciales requiere ayuda en tiempos de hiperconectividad. En este sentido, se reconoce que el arte de navegar con seguridad cuenta con faros y guías a través de las orientaciones que pueden proporcionar las personas adultas. Precisamente ahí convergen las conclusiones de la mayoría de los estudios sobre la mediación parental y docente (Shin y Kang, 2016), en las que también se insiste en la necesidad de un alto componente ético y técnico para afrontar el acompañamiento y el apoyo en este campo (Suárez-Perdomo et al., 2018).
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que en la adolescencia se protagoniza una cultura compartida en la red, y que ello propicia un modo particular de concretar libremente sus relaciones. El ocio y aprendizaje de las experiencias vividas en cada conexión influyen en la construcción personal de cada chica o chico. En esta línea discurren los estudios sobre identidad digital juvenil, con importantes implicaciones en el bienestar personal y en el bienestar social (González-Ramírez y López-Gracia, 2018).
En esta investigación se pretende analizar las preocupaciones de personas adolescentes de la ciudad de A Coruña (España) sobre las redes sociales cuando enfrentaban el último curso de escolaridad obligatoria. Se enmarca este trabajo en una encuesta más amplia que trataba de dar voz a las opiniones de este sector juvenil sobre las motivaciones, usos y limitaciones frente a las redes sociales.
La posmodernidad y la modernidad líquida (Bauman, 2000), como conceptos definitorios de la sociedad actual, apelan al carácter efímero, incierto, complejo y contradictorio del mundo en el que vivimos. En este sentido, resulta altamente significativo el protagonismo que está alcanzado el término posverdad, recogido en el diccionario como “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales” (Real Academia Española, 2021). Y es en este contexto cambiante en el que se configura la cultura de los medios en la juventud, que se caracteriza por las interacciones volátiles, los inputs constantes de información y el bombardeo de imágenes gratificantes que, de manera continua y constante, invaden el universo digital. En este sentido, en diversos estudios se está analizando la incidencia de las redes sociales en el sustrato emocional (Bucknell Bossen y Kottasz, 2020; Fondevila-Gascón et al., 2020).
Por ello, la afirmación de la propia imagen y las decisiones sobre la información que se comparte en la red –a partir de la que somos etiquetados o etiquetadas– pertenecen a la esfera de lo identitario (Chandra, 2016). La realidad posmoderna ya se había definido como fragmentaria, voluble o variable, y ahora también se asume que puede ser distorsionada mediante filtros. La imagen es la reina de las redes sociales y, por ello, triunfa Instagram como espacio juvenil favorito (Elogia, 2018). Así mismo, el fenómeno de Tiktok es digno de reseñar, dado que su vitalidad es imparable. De hecho, a pesar de las reiteradas advertencias, tanto en la bibliografía científica como en los medios de comunicación, acerca del descontrol de la privacidad y los riesgos a la protección de la intimidad por parte de las personas adolescentes, es notorio que la autoexpresión y el reconocimiento social resultan claves para comprender los usos y gratificaciones que se pueden generar. Así, por ejemplo, las respuestas que se suscitan frente a las producciones de otros sujetos usuarios facilitan nuevas relaciones gracias a la función participativa de las redes sociales (Bucknell Bossen y Kottasz, 2020).
Las actitudes sociales que se derivan de la sobreexposición en las pantallas no siempre son respetuosas con la autenticidad, dado que se puede alterar la imagen de otros seres. Bien sea como un mecanismo de violencia en forma de acoso, o como expresión de odio, aparecen fenómenos que perjudican la fama de terceras personas. En este sentido, cabe señalar que tras la realidad camina la norma legal, como puede apreciarse en el caso de España con la reciente reforma de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales (Cortes Generales, Jefatura del Estado, 2018). Los discursos de odio son una de las envolturas de la posverdad, pues enardecen las pasiones con falsas apariencias y provocan desórdenes informativos y otras consecuencias sociales y culturales. Estas nuevas realidades se generan en el seno de las redes sociales como canales óptimos de distribución viral y, por ello, requieren un empeño profundo por conocerlas y para hacerles frente desde la educación (McDougall et al., 2019). Tanto más cuando el pensamiento crítico se pone en peligro por el sesgo de confirmación que ratifica como creíble solo lo que confirma el propio prejuicio (Kappes et al., 2020). Tal es el caso de los bulos, entendidos como “todo contenido intencionadamente falso y de apariencia verdadera, concebido con el fin de engañar a la ciudadanía y difundido públicamente por cualquier plataforma o medio de comunicación social” (Salaverría et al., 2020, p. 4). Y precisamente las redes sociales “sean cerradas o abiertas, se confirman como el entorno principal de difusión de bulos” (Salaverría et al., 2020, p. 11). Fortalecer la búsqueda de evidencias que apoyen las ideas está siendo un campo de batalla en el escenario de las plataformas de comunicación social y es nuestra misión plantear aquí la necesidad de la mediación educativa ante la desinformación.
En las relaciones personales en línea de la población adolescente influyen multitud de elementos, entre los que se encuentran las propias características evolutivas de esta etapa vital. Los jóvenes y las jóvenes muestran una mayor desinhibición frente a la pantalla, alentada, entre otros motivos, por las compensaciones que genera (Santana-Vega et al., 2019). La búsqueda de sensaciones y el aburrimiento contribuyen a un abuso de las tecnologías (Pérez de Albéniz Garrote y Medina Gómez, 2016). Así, puede afirmarse que las redes sociales constituyen verdaderos elementos de aceleración. Nos hacemos más atrevidos en las redes sociales, pero más aún quienes anhelan conquistar la aprobación del grupo: las chicas y los chicos adolescentes. Alineada con esta visión se presentan los datos de diversas investigaciones, como por ejemplo la Ballesteros Guerra y Picazo Sánchez (2019):
Las y los adolescentes utilizan las redes sociales como auto-presentación que responde a una intencionalidad clara: que los demás vean, y que vean como ellas y ellos quieren ser vistos. Este “que los demás vean” está íntimamente relacionado con “que los demás respondan” que, a su vez, deriva en “que los demás aprueben”. (p. 62)
La facilidad de respuesta ante los estímulos en las redes sociales es una ventaja que, por el contrario, también puede provocar situaciones problemáticas. Ha sido estudiada desde diversos ángulos según atañe a chicas y chicos, por la modificación de la conducta que suscita o por el condicionamiento sobre el estado afectivo y el bienestar emocional. En cuanto a la posible diferencia que existiría en la impulsividad en chicas o chicos, Müller et al. (2016) señalan el género como factor de riesgo, y proponen implementar formación específica para la prevención atendiendo a esta variable. En la misma línea, la investigación de Orosco Fabián y Pomasunco Huaytalla (2020) desvela que las chicas son más conocedoras de los riesgos, y son los chicos los que se exponen en mayor medida con más frecuencia. En cualquier caso, la presentación voluntaria de contenido sexual es reducida y viene provocada por otras personas. Las niñas, las minorías étnicas, el alumnado con un bajo nivel educativo y de menor edad, optan por lo privado como estrategia de protección. Así, las menores y los menores más expuestos, y más visibles, presentan, lógicamente, más asociación al riesgo (Hofstra et al., 2016). También se ha analizado la selección de amigos, amigas y la imitación del comportamiento en las redes sociales entre adolescentes (Gremmen et al., 2019). Por último, el bienestar emocional que proporcionan las redes sociales ha sido considerado engañoso. La eliminación temporal del malestar o la búsqueda de emociones positivas no es duradera. En esta línea las investigaciones destacan el hecho de que la mayor frecuencia de uso está relacionada con la ansiedad psicológica (Müller et al., 2016; Oberst et al., 2017).
Se han trazado diversas clasificaciones de los peligros en la red según el foco de atención. En esta ocasión tomamos la que se ha realizado para el último informe de EU Kids Online (Garmendia et al., 2019):
a) Bullying
b) Pornografía
c) Sexting
d) Encuentros con personas que han conocido online
e) Uso inapropiado de datos personales, riesgos comerciales y de seguridad de equipos
f) Sharenting por padres, madres, tutores, tutoras, amigos, amigas o profesorado
g) Uso excesivo de internet
Junto a estos peligros existen pueden generarse situaciones problemáticas en el campo del aprendizaje relacionadas con la distracción y la dificultad de atención, debido a un uso excesivo o inadecuado.
Pero, como bien expresa Garmendia et al. (2019), el riesgo no siempre representa un daño, sino una oportunidad de formación: “La exposición al riesgo online no produce necesariamente daño. La probabilidad de que un riesgo online se traduzca en un daño real para un menor es relativamente reducida y varía en función de los diversos riesgos” (p. 28).
Las potenciales amenazas también pueden constituir retos para la persona. Afrontar las relaciones en línea posibilita el desarrollo de la resiliencia y la empatía, como expresiones modernas de la virtud clásica de la fortaleza. En este sentido, las instituciones buscan favorecer el desarrollo de la personalidad armónica en este escenario digital con el desarrollo de un marco de competencias digitales. El Plan de Acción de Educación Digital de la Unión Europea (2021-2027) incluye, entre sus acciones, la ciberseguridad, dado que la mitad del público usuario menor ha encontrado riesgos en su navegación (European Commission, 2020). Así, puede propiciarse la integración de todas las facetas de la vida, también la virtual, en el crecimiento de cada adolescente. La formación debe atender la educación de capacidades y competencias digitales, tales como la alfabetización digital, incluida la lucha contra la desinformación, y un buen conocimiento y comprensión de las tecnologías.
En este trabajo se reúnen las opiniones de un grupo numeroso de estudiantes de cuarto de Educación Secundaria (n= 1114) respecto a su experiencia con las redes sociales. Para este propósito se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué percepción tienen los adolescentes y las adolescentes acerca de las redes sociales? Específicamente para este análisis se definieron los dos siguientes objetivos: a) Conocer la percepción del alumnado de 4º de la ESO sobre las redes sociales. b) Determinar qué aspectos relacionados con las redes sociales preocupa al estudiantado.
El presente estudio utilizó un enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental, de tipo ex post facto, puesto que no se ha modificado ni alterado ninguna de las variables del estudio. En primer lugar, se presentan los análisis descriptivos (Tabla 1). Seguidamente, con el propósito de profundizar en la valoración de las opiniones de los adolescentes y las adolescentes sobre las redes sociales, se realizan análisis bivariados entre algunas variables. En concreto, se propone, como puede verse en las Tablas 2, 3 y 4, averiguar la relación entre el sexo, rendimiento académico, tipo de centro y horas de estudio (variables independientes) y la percepción juvenil sobre las redes sociales respecto a peligrosidad, identidad, estado de ánimo, atrevimiento, fama, exposición de contenidos audiovisuales, adicción y veracidad de la información (variables dependientes).
La muestra ha estado conformada por 1144 participantes sobre una población de 1792 alumnas y alumnos. El estudiantado cursaba 4º de Educación Secundaria Obligatoria en 31 centros educativos de la ciudad de A Coruña (93,54% del total): 13 de ellos de titularidad pública y 15 de titularidad concertada y 1 privado. En cuanto al género mostraban una distribución equilibrada, siendo 47,2% de hombres y 52,4% de mujeres. En cuanto a la edad, el 41,8% (n=478) estudiantes tenían 15 años, el 45,2% (n=517) 16 años, el 10,6% (n=121) 17 años y el 2,4% (n=28) 18 años.
Se diseñó un cuestionario ad hoc organizado en cinco bloques de análisis: bloque I. Datos iniciales; bloque II. Usos de internet y otras tecnologías; bloque III. Utilización de redes sociales; bloque IV. Posibilidades del uso de las redes sociales para tu aprendizaje escolar; bloque V. Opiniones, percepciones y valoraciones. Las variables de este estudio pertenecen al primer y último bloque. Cada ítem se valoró según una escala del tipo Likert (1=Totalmente en desacuerdo, 2=En desacuerdo, 3=Sin opinión 4=De acuerdo, 5=Totalmente de acuerdo). La escala total tiene un índice de fiabilidad de 0,937 según el alpha de Cronbach y omega de McDonald de 0,880. Para asegurar las condiciones de validez, la primera versión del cuestionario fue sometida a juicio experto y a un estudio piloto, a partir de cuyos resultados se construyó la versión definitiva.
Se optó por administrar el cuestionario de forma presencial, con el propósito de favorecer la participación del estudiantado. Los cuestionarios se aplicaron durante el horario de la clase y con la supervisión del equipo de investigación. Previamente, se visitó cada uno de los colegios e institutos de la ciudad y se contactó con las direcciones de los centros, que recibieron también un correo electrónico, donde se informaba de los fines del estudio y se solicitaba la colaboración, tras la autorización familiar. El análisis de datos se llevó a cabo a través del programa SPSS.
Con el fin de responder a los objetivos planteados en la investigación se efectuaron diferentes análisis estadísticos. En la Tabla 1, se presentan análisis relativos a porcentajes, frecuencias, medias y desviaciones típicas de los diez ítems considerados para este estudio.
Tabla 1: Estadísticos descriptivos de las variables analizadas en el cuestionario
Nota: Elaboración propia.
A tenor de los resultados obtenidos en el análisis descriptivo, cabe señalar que el alumnado, de forma generalizada, está de acuerdo en que las redes sociales pueden conllevar, por parte de sus pares, comportamientos problemáticos o adictivos, ya que en el ítem Creo que algunos o algunas de mis amigos o amigas están enganchados/as a las redes sociales ha obtenido la media más elevada (3,77). Por el contrario, en Me fío totalmente de la información que las personas ponen en las redes sociales, ponen en duda la veracidad de la información, puesto que el mayor porcentaje se registra en la opción de desacuerdo con esta afirmación (un 64,6% de la muestra participante). Ambas opiniones reflejan un fenómeno propio de la juventud, que tiende a ser crítica con la conducta de las demás personas, pero a quien, quizás, le falta la capacidad de autorreflexión sobre su comportamiento digital. Respecto a la inducción de contenidos peligrosos, el 45,1% de las personas encuestadas se muestra de acuerdo frente a un 26,2% en desacuerdo. Sobre la manifestación de la propia identidad en las redes sociales, el 42,2% confirma que las redes sociales reflejan lo que somos y cómo nos vemos los jóvenes y las jóvenes. La respuesta es negativa (47,3%) en relación con el supuesto condicionamiento que ejercen las redes sociales sobre el estado de ánimo. En cambio, más de la mitad de las personas participantes (54,4%) confirma que las redes sociales les hacen personas más atrevidas. Así mismo, se convierten en un peligro potencial para el 52,3%, pues pueden perjudicar la fama de una persona. Al preguntárseles por la exposición de contenidos audiovisuales personales, las respuestas son diversas según de quién sea la imagen que se exhibe: para su propias imagen no encuentran ningún problema casi la mitad de los adolescentes y las adolescentes (49,9%), pero tampoco ven dificultad en publicar contenido visual sobre sus amistades (46,8%). Sin embargo, cuando se trata de sus familias las respuestas se invierten, dado que el 43,5% sí encuentra problemático difundir sus fotos.
Conviene precisar, además, que los ítems que muestran una mayor variabilidad de respuesta son: No veo problema en poner un vídeo/foto de mi familia en una red social y No veo problema en poner un vídeo/foto de mis amigos o amigas en una red social, con una desviación típica de 1,242 y 1,243, respectivamente.
De otra parte, se ha procedido a la realización de análisis bivariados entre las variables dependientes e independientes. Para el contraste de las variables se ha utilizado estadística no paramétrica. Para comprobar si las puntuaciones del cuestionario de conocimientos tenían una distribución normal se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov, la cual identificó que la muestra no se distribuía siguiendo los supuestos de normalidad. Por ello, para el contraste de las variables se utilizó la prueba de U de Mann Whitney para variables dicotómicas y la de Kruskal-Wallis para variables politómicas.
En relación con el sexo, como se puede observar en la Tabla 2, se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en las chicas, frente a los chicos, quienes han obtenido rangos promedio más elevados, a excepción de la variable me fio totalmente de la información que las personas ponen en redes sociales, donde son los varones quienes están más de acuerdo con esta afirmación que las mujeres.
Tabla 2: Prueba U Mann Whitney. Estadísticos de contraste para la variable de agrupación sexo
Nota: Elaboración propia.
Tabla 3: Prueba U Mann Whitney. Estadísticos de contraste para la variable de agrupación rendimiento académico
Nota: Elaboración propia.
En cuanto al rendimiento académico, se ha dicotomizado dicha variable en aprobado y suspenso. Tras la aplicación de la prueba U Mann Whitney se ha identificado una relación entre el rendimiento académico y las variables independientes mostradas en la Tabla 3.
El estudiantado que ha suspendido ha obtenido rangos promedio más elevados que el alumnado que ha aprobado en los siguientes ítems:
• Las redes sociales condicionan mi estado de ánimo.
• No veo problema en poner un vídeo/foto de mi familia en una red social.
Según la tipología de centro (público, privado y concertado), la prueba Kruskal-Wallis ha identificado diferencias estadísticamente significativas en las siguientes variables (Tabla 4). En concreto, es el estudiantado perteneciente a centros privados y concertados los que en mayor medida (frente al alumnado de centros públicos), consideran que las redes sociales pueden inducir a tener contacto con contenidos peligrosos. También consideran que son más atrevidos o atrevidas en las redes sociales, que estas pueden perjudicar la fama de una persona y que piensan que hay amigas y amigos enganchados a las redes sociales.
Tabla 4: Prueba Kruskal-Wallis. Estadísticos de contraste para la variable de agrupación tipo de centro
Nota: Elaboración propia.
El estudiantado que más tiempo dedica a labores de estudio es el que expresa respuestas más responsables hacia el uso de las redes sociales. Concretamente, obtienen rangos promedio más elevados en variables como las redes sociales pueden inducir a tener contacto con contenidos peligrosos (p<.05) y las redes sociales pueden perjudicar la fama de una persona (p<.05). Sin embargo, aquel alumnado con menor dedicación horaria a tareas escolares son los que consideran que no veo problema en poner un vídeo/foto de mi familia en una red social (p<.05).
En este trabajo se han presentado los resultados obtenidos tras la aplicación de un cuestionario al estudiantado de A Coruña de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria a fin de conocer sus percepciones sobre el uso y abuso de las redes sociales. Escuchar a los adolescentes y a las adolescentes cuando reflexionan sobre sí y, en particular, compartir sus reacciones sobre el uso de las redes sociales, favorece un mejor conocimiento acerca del protagonismo que otorgan a la tecnología, y permite identificar las bases para el desarrollo de una exitosa competencia digital. Precisamente, el momento actual es acuciante por la necesidad de combatir, desde el ámbito educativo, la desinformación y los potenciales riesgos asociados al medio digital. De ahí que resulta irrenunciable promover una formación específica y ofrecer un apoyo continuado, que les ayude a manejar y manejarse adecuadamente en el contexto actual apostando por la veracidad y la autenticidad en todas sus dimensiones (McDougall et al., 2019).
Los resultados presentados ponen de manifiesto la opinión general de que existe una adicción a las redes sociales entre sus amistades. Resulta relevante hacer notar cómo la preocupación sobre los efectos problemáticos por el abuso de las redes sociales se refiere a sus iguales y no a ellos mismos o a ellas mismas. Se trata de un tema que el mundo científico aborda de forma desigual, dado que no hay una conclusión unívoca sobre la adicción (García-Umaña y Tirado-Morueta, 2018; Piqueras-Rodríguez et al., 2019; Santana-Vega et al., 2019). Otro factor que les inquieta es que la información que se proporciona no es creíble. Ya sea por la influencia de un contexto socioeducativo crítico con la información en los medios sociales o bien por la propia experiencia, los adolescentes y las adolescentes muestran la necesidad de una adecuada alfabetización que incorpore habilidades de pensamiento crítico para discernir los bulos y verificar las informaciones (McDougall et al., 2019). Al respecto, también el estudio de Ballesteros Guerra y Picazo Sánchez (2019) manifiesta el alto grado de acuerdo de los jóvenes y las jóvenes al interpretar negativamente la veracidad de las redes sociales, detectada de modo singular en su encuesta entre estudiantado de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria de poblaciones pequeñas.
Por otro lado, a la hora de concretar los riesgos, sí se muestran proclives a reconocerlos, por ejemplo, en el acceso a contenidos peligrosos, y también en cómo puede afectar a la fama de otra persona. En el análisis realizado por Orosco Fabián y Pomasunco Huaytalla (2020) sobre estudiantado adolescente (similar al de esta investigación), refuerzan esta misma idea cuando establecen que es llamativo el reconocimiento del peligro y la pasividad ante este mismo. Las respuestas sobre identidad son tibias, pero admiten que se trata de su canal de expresión preferencial. Paradójicamente, la población adolescente rechaza la influencia de las redes en su situación psicológica, pues afirma que no afecta su estado ánimo, al contrario de lo que reseñan la mayoría de los estudios (Fondevila-Gascón et al., 2020; Müller et al., 2016; Oberst et al., 2017). Admite, sin embargo, que las redes favorecen la desinhibición.
Los resultados del cuestionario permiten determinar un efecto positivo en la publicación de imágenes o videos propios o de amistades. La relación anteriormente comentada se alinea con la bibliografía previa que ha encontrado la misma conexión (González-Ramírez y López-Gracia, 2018). Tanto es así que estas últimas autoras sugieren una interesante cuestión a abordar desde el plano educativo, dado que la no interacción con los contenidos publicados provoca la retirada de estos mismos por los jóvenes y las jóvenes. De otra parte, se rechaza la exposición pública de la propia familia. Este dato abre una posible nueva vía de investigación que correlacione la percepción de los hijos e hijas respecto a las publicaciones sobre sus familiares, y la percepción de las madres y padres, conocida como sharenting.
Teniendo en cuenta los datos recogidos, ha quedado patente que las chicas advierten mayores riesgos que los chicos, tal como muestran otras encuestas (Ballesteros Guerra y Picazo Sánchez, 2019; Rial Boubeta et al., 2015). Conviene matizar que no hay consenso en la bibliografía, dado que paulatinamente parece que las diferencias son mínimas (Piqueras-Rodríguez et al., 2019; Smahel et al., 2020). De este modo, es una cuestión que abre la conveniencia de desarrollar nuevos análisis en el futuro. En cuanto al rendimiento, el estudiantado con perfil bajo se declara más condicionado en su estado de ánimo y más confiado a la hora de compartir contenidos audiovisuales de sus familiares.
Varias son las conclusiones que permiten poner de manifiesto la prospectiva que tienen estos resultados para diseñar acciones formativas específicas para los adolescentes y las adolescentes, las familias, los cuerpos educativos y todos los agentes que intervienen en su ecología digital (González-Sanmamed et al., 2019; González-Sanmamed et al., 2020), de manera que todos y todas trabajen de forma coordinada con las personas menores. En este sentido, conviene señalar la necesidad de implementar planes en varios niveles: no solo en aspectos puramente instrumentales, sino que también faciliten el conocimiento, el aprendizaje emocional e incluyan formación ética, a partir de las evidencias del uso real de las redes y las consecuencias que comportan en la juventud.
Declaración de Material complementario
Este artículo tiene disponible, como material complementario:
-La versión preprint del artículo en https://doi.org/10.5281/zenodo.6639689
Este artículo está parcialmente financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y universidades dentro del “Proyecto ECO4LEARN-SE. Ecologías de aprendizaje en la era digital: nuevas oportunidades para la formación del profesorado de educación secundaria” (Referencia RTI2018-095690-B-I00).
Anderson, M. y Jiang, J. (31 de mayo de 2018). Teens, social media and technology 2018. Pew Research Center. https://www.pewresearch.org/internet/2018/05/31/teens-social-media-technology-2018/
Ballesteros Guerra, J. C. y Picazo Sánchez, L. (2019). Las TIC y su influencia en la socialización de adolescentes. Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. FAD. https://doi.org/10.5281/zenodo.3626905
Bauman, Z. (2000). Liquid modernity. Polity Press
Bucknell Bossen, C. y Kottasz, R. (2020), Uses and gratifications sought by pre-adolescent and adolescent TikTok consumers. Young Consumers, 21(4), 463-478. https://doi.org/10.1108/YC-07-2020-1186
Chandra, A. (2016). Social networking sites and digital identity: The utility of provider adolescent communication. The Brown University Child and Adolescent Behavior Letter, 32(3), 1-7. https://doi.org/10.1002/cbl.30107
Cortes Generales, Jefatura del Estado. 6 de diciembre de 2018). Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales. Boletín Oficial del Estado, núm. 294, pp. 119788-119857. https://www.boe.es/eli/es/lo/2018/12/05/3/dof/spa/pdf
Elogia. (5 de junio de 2018). Estudio anual redes sociales 2018. Iab.sspain. https://iabspain.es/estudio/estudio-anual-de-redes-sociales-2018/
European Commission (2020). Digital education action plan 2021-2027. Resetting education and training for the digital age. Publications Office of the European Union. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020SC0209&from=EN
Fondevila-Gascón, J.-F., Gutiérrez-Aragón, Ó., Copeiro, M., Villalba-Palacín, V. y Polo-López, M. (2020). Influencia de las historias de Instagram en la atención y emoción según el género. Comunicar, 28(63), 41-50. https://doi.org/10.3916/C63-2020-04
García-Umaña, A. y Tirado-Morueta, R. (2018). Digital media behavior of school students: Abusive use of the internet. Journal of New Approaches in Educational Research, 7(2), 140-147. https://doi.org/10.7821/naer.2018.7.284
Garmendia, M., Jiménez, E., Karrera, I., Larrañaga, N., Casado, M. Á., Martínez, G. y Garitaonandia, C. (2019). Actividades, mediación, oportunidades y riesgos online de los menores en la era de la convergencia mediática. INCIBE. https://addi.ehu.es/handle/10810/49632
Gremmen, M. C., Berger, C., Ryan, A. M., Steglich, C. E. G., Veenstra, R. y Dijkstra, J. K. (2019). Adolescents’ friendships, academic achievement, and risk behaviors: Same-behavior and cross-behavior selection and influence processes. Child Development, 90(2), e192-e211. https://doi.org/10.1111/cdev.13045
González-Cortés, E., Córdoba-Cabús, A. y Gómez, M. (2020). Una semana sin smartphone: Usos, abuso y dependencia del teléfono móvil en jóvenes. Bordón. Revista de Pedagogía, 72(3), 105-121. http://doi.org/10.13042/Bordon.2020.79296
González-Ramírez, T. y López-Gracia, Á. (2018). La identidad digital de los adolescentes: Usos y riesgos de las tecnologías de la información y la comunicación. Relatec, 17(2), 73-85. http://dx.medra.org/10.17398/1695-288X.17.2.73
González-Sanmamed, M., Muñoz-Carril, P.-C. y Santos-Caamaño, F.-J. (2019). Key components of learning ecologies: A Delphi assessment. British Journal of Educational Technology, 50(4), 1639-1655. https://doi.org/10.1111/bjet.12805
González-Sanmamed, M., Sangrà, A., Souto-Seijo, A. y Estévez Blanco, I. (2020). Learning ecologies in the digital era: Challenges for higher education. Publicaciones, 50(1), 83-102. https://doi.org/10.30827/publicaciones.v50i1.15671
Hofstra, B., Corten, R. y Van Tubergen, F. (2016). Understanding the privacy behavior of adolescents on Facebook: The role of peers, popularity and trust. Computers in Human Behavior, 60, 611-621. https://doi.org/10.1016/j.chb.2016.02.091
Kappes, A., Harvey, A., Lohrenz, T., Montague, P. R. y Sharot, T. (2020). Confirmation bias in the utilization of others’ opinion strength. Nature Neuroscience, 23(1), 130-137. https://doi.org/10.1038/s41593-019-0549-2
Livingstone, S., Mascheroni, G. y Staksrud, E. (2018). European research on children’s internet use: Assessing the past and anticipating the future. NewMedia & Society, 20(3), 1103-1122. https://doi.org/10.1177/1461444816685930
Massip, M. (2018). Desconecta. La dieta digital para superar la adicción al móvil y hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías. Libros Cúpula.
McDougall, J., Brites, M.-J., Couto, M.-J. y Lucas, C. (2019). Digital literacy, fake news and education. Culture and Education, 31(2), 203-212. https://doi.org/10.1080/11356405.2019.1603632
Müller, K. W., Dreier, M., Beutel, M. E., Duven, E., Giralt, S. y Wölfling, K. (2016). A hidden type of Internet addiction? Intense and addictive use of social networking sites in adolescence. Computers in Human Behaviour, 55, 172-177. https://doi.org/10.1016/j.chb.2015.09.007
Oberst, U., Wegmann, E., Stodt, B., Brand, M. y Chamarro, A. (2017). Negative consequences from heavy social networking in adolescents: The mediating role of fear of missing out. Journal of adolescence, 55(1), 51-60. https://doi.org/10.1016/j.adolescence.2016.12.008
Orosco Fabián, J. R. y Pomasunco Huaytalla, R. (2020). Adolescentes frente a los riesgos en el uso de las TIC. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 22, 1-13. https://doi.org/10.24320/redie.2020.22.e17.2298
Pérez de Albéniz Garrote, M. G. y Medina Gómez, M. B. (2016). Relación entre las conductas de abuso de sustancias tóxicas y de smartphones en la adolescencia con la variable de personalidad búsqueda de sensaciones. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 1(1), 185-194. http://dx.doi.org/10.17060/ijodaep.2016.n1.v1.151
Piqueras-Rodríguez, J. A., García-Oliva, C. y Marzo, J. C. (2019). Uso problemático de Internet en adolescentes: Relación con sexo, edad, nivel socioeconómico y frecuencia de uso de internet. Acción Psicológica, 16(2), 129-146. https://doi.org/10.5944/ap.16.2.22382
Real Academia Española. (2021). Posverdad. En Diccionario de la Lengua Española (23.a ed.). https://dle.rae.es/posverdad?m=form
Rial Boubeta, A., Gómez Salgado, P., Isorna Folgar, M., Araujo Gallego, M. y Varela Mallou, J. (2015). EUPI-a: Escala de uso problemático de internet en adolescentes. Desarrollo y validación psicométrica. Adicciones, 27(1), 47-63. https://doi.org/10.20882/adicciones.193
Salaverría, R., Buslón, N., López-Pan, F., León, B., López-Goñi, I. y Erviti, M.-C. (2020). Desinformación en tiempos de pandemia: Tipología de los bulos sobre la Covid-19. El profesional de la información, 29(3), 1-15. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.15
Santana-Vega, L. E., Gómez-Muñoz, A.-M. y Feliciano-García, L. (2019). Uso problemático del móvil, fobia a sentirse excluido y comunicación familiar de los adolescentes. Comunicar, 27(59), 39-47. https://doi.org/10.3916/C59-2019-04
Shin, W. y Kang, H. (2016). Adolescents’ privacy concerns and information disclosure online: The role of parents and the internet. Computers in Human Behavior, 54, 114-123. https://doi.org/10.1016/j.chb.2015.07.062
Smahel, D., Machackova, H., Mascheroni, G., Dedkova, L., Staksrud, E., Ólafsson, K., Livingstone, S. y Hasebrink, U. (2020). EU Kids Online 2020: Survey results from 19 countries. EU Kids Online. https://doi.org/10.21953/lse.47fdeqj01ofo
Suárez-Perdomo, A., Byrne, S. y Rodrigo, M.-J. (2018). Evaluación de la calidad ética y del contenido de los recursos online para padres. Comunicar, 26(54), 19-28. https://doi.org/10.3916/C54-2018-02