Bibliotecas. Vol. XXVIII, No. 2 Julio-Diciembre, 2010

BIBLIOTECOLOGÍA: UNA DEFINICIÓN DESDE OTRO CONTEXTO

Máster Florybeth Sánchez Espinoza

Resumen

Este ensayo presenta una serie de reflexiones que giran en torno a la disciplina de la Bibliotecología y de los(as) profesionales que se forman en ella.

Abarca el concepto de Bibliotecología desde el punto de vista formal, aportado por algunos(as) autores(as) y diccionarios, pero también desde la visión muy particular de la autora, quien la conceptualiza desde el plano laboral, la academia, la investigación y el diario contacto con los(as) usuarios(as).

Por lo tanto, es un breve recorrido desde la concepción tradicional hasta la realidad actual, con la inclusión de las tecnologías de la información y la comunicación. Pero sobre todo, es un viaje de un sentir muy personal.

Palabras clave

Bibliotecología, Bibliotecólogos(as), Concepto, Reflexiones.

Abstract

This essay presents a series of discussions revolving around the discipline of library professionals who are trained in it. It covers the concept of Library from the formal point of view, contributed by some authors and dictionaries, but also from the particular vision of the author, who conceptualized from the working level, academy, research and daily contact with users. Therefore, it is a short journey from the traditional to the current reality with the inclusion of information technology and communication. But above all, a journey of a very personal feel.

Keywords

Librarianship, Librarians, Concept, Reflections.

Introducción:

Definir lo que es la Bibliotecología, desde mi concepto y mis vivencias dentro de la carrera, es toda una aventura. Y digo aventura porque para algunos tal vez mis ideas suenen a sacrilegio; pero, por suerte y gracias a Dios, ya no vivimos en los tiempos en que me quemarían por lo que pienso y escribo.

Considero que la Bibliotecología es la carrera más atípica que podría existir. Para algunas personas pensar en una bibliotecóloga es recrear la imagen de una doñita con anteojos a la mitad de la nariz, con un moño en su cabellera, con enagua larga y oscura, y que se encuentra detrás de un mostrador esperando a su usuario(a) para prestarle un libro, así como para pedirle absoluto silencio y respeto. Para otros(as), donde yo me incluyo, es una carrera donde podemos ser profesionales con diferentes énfasis dependiendo de nuestras habilidades, destrezas y/o preferencias, con muchas y diferentes funciones y alcances.

Para unos(as) es una profesión conocida y respetada; otros(as) ni siquiera saben que existe tal área del saber.

Por estas razones, a lo largo de este escrito, pretendo aclarar y dimensionar la integridad de esta disciplina, con la finalidad de evidenciar que la Bibliotecología es una ciencia y una profesión que, además de formar académicamente, nos ayuda a formar para la vida.

¿Qué es Bibliotecología?

Empecemos por definir lo que es nuestro quehacer, la Bibliotecología, según algunos(as) autores(as) y diccionarios.

El Diccionario de la Lengua Española, en su versión digital, (http://www.wordreference.com.) la define como la “Ciencia que estudia las bibliotecas en todos sus aspectos: en bibliotecología estudiamos sistemas de ordenamiento y disposición de los libros”.

Ros-Martín (2005) dice que el término “deriva de las palabras griegas Biblion (Libro), theke (Caja) y logos (Palabra, verbo)”. Además, apunta que la primera definición de Bibliotecología se le debe a Domingo Buonacuore (1940), quien la define como “el conjunto sistemático de conocimientos relativos al libro y a la biblioteca”. (http://www.documentalistaenredado.net/143/biblioteconoma-bibliotecologia/.)

Por otra parte, en Wikipedia se señala que “La Biblioteconomía y Ciencia de la Información se ocupan de la técnica cuyo campo lo constituyen las colecciones de libros y las publicaciones periódicas (revistas y periódicos), la información y la gestión del conocimiento. Este último rol a lo largo del tiempo se ha ido ampliando al manejo de las tecnologías de la información. La biblioteconomía también se interesa por otros formatos o recursos de información, como por ejemplo, publicaciones periódicas en línea, los discos compactos (CD-ROM) y DVD, las microfichas, las filmaciones (vídeo-casetes, microfilm), las cintas de audio, etc.”

Lo cierto es que existen múltiples definiciones de esta palabra, de las cuales algunas nos gustarán y otras, por el contrario, no llenarán nuestras expectativas. Pero, lo que hay que tener claro es que la Bibliotecología dejó de ser hace mucho tiempo una disciplina que solamente estudia lo relativo a los libros y a la biblioteca, y se convirtió, a mi modo de ver las cosas, en una ciencia o disciplina integral que va más allá de lo anterior.

El objeto de estudio de la Bibliotecología dejó de ser solamente los libros como soporte. Actualmente, sabemos que trabajamos con y para las personas, y que ellas son nuestro principal motor.

Otras personas con las que trabajamos se encuentran en la academia. La Bibliotecología no es solo lo que se enseña en un aula o laboratorio de la universidad, es también el día tras día con los y las estudiantes, el escucharles y brindarles una palabra, un consejo. Bibliotecología es enseñar para la vida y no para un momento, es ayudar a formar y no deformar, es crear juntos(as) un mundo mejor, es no pasar por este universo sin dejar nuestra huella personal. Además, con nuestros(as) educandos(as) creamos perfiles y cada día nos esforzamos más por afinarlos y perfeccionarlos, tanto en la teoría como en la práctica, para inculcar en ellos(as) esas habilidades y destrezas que se espera encontrar en una persona profesional de la información.

Como lo mencioné anteriormente, algunas personas aún guardan una imagen tradicional de la profesión y de los(as) profesionales en Bibliotecología. Sin embargo, la realidad es muy diferente, ya que los(as) que nos desempeñamos en esta disciplina desarrollamos una serie de habilidades y destrezas que, aunadas a nuestras preferencias, nos permiten desenvolvernos en diferentes ambientes tales como: bibliotecas infantiles, escolares o colegiales; bibliotecas especializadas; bibliotecas públicas; entre otras. Algunos(as) se formaron para proseguir las gestiones que otros(as) han ido realizando a lo largo de los años y que, merecidamente, van dando lugar a las futuras generaciones, las cuales van a venir a ocupar sus puestos y, en algunas oportunidades, a revolucionar, en el buen sentido de la palabra, sus unidades de información. Por ejemplo, al convertir bibliotecas escolares para implementar un Centro de Recursos, dichas generaciones van a innovar los servicios, a fomentar el pensamiento crítico de sus usuarios(as); a dejar su huella personal; a hacer Bibliotecología, a vivirla y a compartirla.

De igual forma, nuestros(as) educandos(as), quienes se forman como tecnólogos(as) y gestores(as) de la información, llegarán a ocupar diferentes puestos y seguirán sorprendiéndonos con sus innovaciones y con sus servicios creativos, en los cuales lo que media es la satisfacción de sus usuarios(as).

¡Y qué decir de estas personas que estamos formando! En un futuro no muy lejano, van a ocupar nuestros puestos en la academia y en la investigación, realizando, mejorando, otras veces superando lo que hicimos y, en algunos casos, enmendando nuestros errores, los cuales como humanos(as) cometimos, sin ánimo de hacerlo, y con la convicción de que detrás vendrían nuestros(as) educandos(as) a mejorar y a plasmar su propia huella.

En el ámbito laboral, humanizando la palabra Bibliotecología, podemos decir que es nuestro diario vivir, es el compartir, entre cuatro paredes, con un grupo de iguales. Es entonces esa parte empática de horas compartidas, entre dos o más colegas, comentando un tema en común, un problema personal, de trabajo o quizá de los(as) educandos(as). Es esa interacción dada y ese gran cúmulo de información generado alrededor que muchas veces termina “en la solución de”, la base para solucionar el problema o solamente en un espacio de catarsis que nos ayudó a crecer y nos permitió compartir mucha información. Con base en ese tiempo, en ese compartir, se toman decisiones que mejoran nuestra práctica diaria. Eso es para mí la Bibliotecología.

Por otra parte y en el mismo ámbito, tenemos la investigación que es parte de nuestro quehacer. ¿Qué investigamos?, ¿a quién?, ¿por qué?, ¿cómo lo hacemos? En mi caso específico, yo que tengo algún camino recorrido en proyectos de investigación que involucran a las poblaciones indígenas de Costa Rica, todas las preguntas anteriores me llevan a saber que estas personas son nuestros(as) usuarios(as). Visitamos sus comunidades tratando de venderles la idea de que les hace falta lo que nosotros(as) tenemos en nuestro proyecto de investigación. Esas personas son nuestro objetivo, ya que a final de cuentas es por y para ellas que estamos investigando, creando o proyectándonos en su territorio.

La investigación no se lleva a cabo solamente con libros y dentro de una biblioteca. Investigar es también compartir con un grupo de personas; ganarnos su confianza y un espacio dentro de sus creencias, de sus tradiciones y dentro de la misma comunidad, donde jugamos un papel muy importante. Esto también es Bibliotecología, el día tras día con nuestro entorno, con el quehacer; en este caso muy específico, el quehacer de las comunidades indígenas; niños y niñas de escuela; señoras amas de casa y excelentes médicas - sin haber cursado una profesión excepto la de la vida y la cotidianidad -; jóvenes de colegio; artesanos(as); artistas; deportistas; profesionales y personas adultas mayores - esas que llevan consigo todo el conocimiento acumulado por tantos y tantos años -.

Todas esas personas son nuestros(as) usuarios(as); son individuos(as) con los que se comparte no con libros sino con conocimiento; son seres humanos con los que se escribe una historia, la del día tras día; son usuarios(as) que te cuentan sus dificultades, aciertos, carencias. Son nuestros(as) usuarios(as) potenciales, quizá de una biblioteca con infraestructura, pero mientras ésta se encuentra en construcción o en sus expectativas, las bibliotecas son esas personas que llegan y se preocupan por escuchar, por acompañar, por dar una palabra de aliento o tal vez por enviar posteriormente lo que antes se les ha asignado. Esto también es Bibliotecología, es la clase de Bibliotecología que muy poco se enseña en las aulas, la que se aprende con el diario vivir, con el quehacer de cada uno(a) y con el grado de humanidad que se tenga.

Por eso y por todo lo anterior, la Bibliotecología no está encerrada, a mi modo de ver, en una definición, son muchas definiciones de acuerdo con lo que hacemos, con lo que estemos y con lo que creemos.

En conclusión, esta carrera, de seguir evolucionando como lo ha hecho desde la antigüedad, desde las piedras, los papiros, la imprenta, los libros impresos, los libros digitales y los audio libros (por citar algunos) será la más recordada y escrita; pero, depende mucho de las personas que estén en ella, estudiándola, formándose, viviéndola y escribiéndola, porque son estas personas las que están creando la historia.

Referencias Bibliográficas

Biblioteconomía (s.f.) Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Biblioteconom%C3%ADa. (Consultada el 16/04/2010).

Lopera, H. (2006). Los estudios culturales como alternativa para la construcción de una Bibliotecología de la esperanza. Disponible en http://otrabibliotecologiaesposible.blogspot.com/ (Consultada el 16/04/2010).

Ros-Martín, M. (2005). Descubriendo una profesión (Primera Parte): ¿Bibliotecoqué? – Biblioteconomía y bibliotecología, ¿dos o una? Disponible en: http://www.documentalistaenredado.net/143/biblioteconoma-bibliotecologia/. (Consultada el 10/02 /2010).

WordReference.com. Diccionario de la lengua española. (s.f.). Disponible en: http://www.wordreference.com/definicion/bibliotecolog%C3%ADa. (Consultada el 16/04/2010).

Notas

1 Recibido el 7 de junio del 2010 y aprobado el 5 de agosto del 2010.
2 Académica. Escuela de Bibliotecología, Documentación e Información. Universidad Nacional [Costa Rica]