Revista Latinoamericana de Derechos Humanos
http://www.revistas.una.ac.cr/derechoshumanos
Volumen 36 (1), enero-junio, 2025
ISSN: 1659-4304 • EISSN: 2215-4221
Doi: https://dx.doi.org/10.15359/rldh.36-1.10
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Perspectiva de género en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) México: Construyendo una cultura de paz Gender Perspective at the National Polytechnic Institute (IPN), Mexico: Building a Culture of Peace Perspectiva de gênero no Instituto Politécnico Nacional (IPN), México: Construindo uma cultura de paz María de Lourdes Beltrán Lara1 |
La igualdad de género es un asunto de poder; que ha sido protegido celosamente por los hombres por miles de años, ese abuso de poder daña nuestras comunidades, economías, medio ambiente, relaciones y nuestra salud.
Antonio Guterres (2020)
Secretario General de la ONU
Resumen:
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) es una institución pública mexicana de Educación Superior, actualmente cuenta con 102 unidades académicas, fundada en 1936 por Lázaro Cárdenas. Los docentes en su mayoría fueron militares, y determinaron una cultura patriarcal lineal, autoritaria y con violencia de género. En 2001 el Modelo Educativo Institucional planteó una formación integral, lo que facilitó introducir una asignatura de Derechos Humanos en el área de Ingeniería. Ahora rige el Modelo 4.0, sin embargo, la cultura institucional no ha cambiado, ante ello, en 2009, se introdujo la perspectiva de género y en 2012 la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género, la cual, para llegar a todo el Instituto, instituyó la Red de Género buscando erradicar el machismo imperante. En la actualidad, el IPN está comprometido con las normatividades nacionales e internacionales como son: La Carta Internacional de los Derechos Humanos, la Agenda 2030 y la CEDAW. En 2019 fue la primera institución nacional en tener un Protocolo “Para la prevención, detección, atención y sanción de la violencia de género”. Desde la Red de Género de la ESIME unidad Culhuacán, ubicamos estereotipos que afectan la dignidad de las personas, y para contribuir a erradicarlos, realizamos campañas de denuncia contra la violencia, el acoso y hostigamiento, y se capacita en torno a: los Derechos Humanos, Feminismo, Masculinidades, Género, Educación para la Paz. También realizamos investigaciones como la de Cultura de género en las carreras de la ESIME Culhuacán IPN, con número de proyecto 20231736, a partir de una metodología feminista posmodernista, constructivista situada.
Palabras Clave: perspectiva de género, violencia.
Abstract:
The National Polytechnic Institute (IPN) is a Mexican public institution of higher education, currently comprising 102 academic units, founded in 1936 by Lázaro Cárdenas. The teaching staff, predominantly composed of military personnel, established a rigid, authoritarian, and patriarchal culture with gender-based violence. In 2001, the Institutional Educational Model introduced a holistic approach, facilitating the inclusion of a human rights course in the engineering curriculum. Despite the implementation of the current Model 4.0, the institutional culture has largely remained unchanged. In response, a gender perspective was introduced in 2009, followed by the establishment of the Polytechnic Unit for Gender Management in 2012. This unit created the Gender Network to extend its reach across the entire Institute, with the goal of eradicating the prevailing machismo. Today, the IPN is committed to adhering to both national and international regulations, such as the International Bill of Human Rights, the 2030 Agenda, and the CEDAW. In 2019, the IPN became the first national institution to implement a protocol for the “Prevention, Detection, Response, and Sanction of Gender Violence.” The Gender Network at ESIME Culhuacán unit identifies stereotypes that undermine human dignity; to contribute to their eradication, the unit implements denunciation campaigns against violence, harassment, and bullying, while it provides training on Human Rights, Feminism, Masculinities, Gender, and Education for Peace. Research is also conducted, such as the study on Gender Culture in the degree programs at ESIME Culhuacán, IPN (project number 20231736), which employs a postmodern feminist, constructivist approach.
Keywords: gender perspective, violence
Resumo:
O Instituto Politécnico Nacional (IPN) é uma instituição pública mexicana de ensino superior, atualmente composta por 102 unidades acadêmicas, fundada em 1936 por Lázaro Cárdenas. Inicialmente, a maioria dos docentes era composta por militares, o que resultou em uma cultura patriarcal linear, autoritária e com manifestações de violência de gênero. Em 2001, o Modelo Educativo Institucional introduziu uma formação integral, permitindo a inclusão de um curso de Direitos Humanos na área de Engenharia. Atualmente, apesar da implementação do Modelo 4.0 a cultura institucional permaneceu inalterada. Em resposta, em 2009 foi introduzida a perspectiva de gênero, e em 2012 foi criada a Unidade Politécnica de Gestão com Perspectiva de Gênero, que, para alcançar toda a instituição, implementou a Rede de Gênero, com o objetivo de erradicar o machismo predominante. Atualmente, o IPN está comprometido com normas nacionais e internacionais, como a Carta Internacional dos Direitos Humanos, a Agenda 2030 e a CEDAW. Em 2019, o IPN foi a primeira instituição nacional a adotar um Protocolo “Para a prevenção, detecção, atenção e sanção da violência de gênero”. A partir da Rede de Gênero da ESIME unidade Culhuacán, identificamos estereótipos que afetam a dignidade das pessoas, e para contribuir com sua erradicação, realizamos campanhas de denúncia contra a violência, o assédio e o bullying, além de capacitarmos sobre Direitos Humanos, Feminismo, Masculinidades, Gênero e Educação para a Paz. Também realizamos pesquisas, como o estudo sobre Cultura de Gênero nos cursos da ESIME Culhuacán, IPN (projeto número 20231736), a partir de uma metodologia feminista pós-modernista e construtivista situada.
Palavras-chave: perspectiva de gênero, violência
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) esuna institución pública de Educación Superior, fundada en 19362 en el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas, quien impulsó también un proceso de industrialización en México. Por ello había que preparar a los sectores menos favorecidos, a los hijos de los obreros y campesinos, ofreciendo una alternativa de movilidad social a través de la educación. Los docentes, en su mayoría, fueron militares, lo cual aunado a la cultura patriarcal del país determinó en la institución una cultura machista.
Actualmente, el IPNes considerado una de las instituciones educativas más importantes de México por su nivel académico en la formación de técnicos y profesionales en los campos de la administración, ciencia, ingeniería y nuevas tecnologías. Cuenta con 102 unidades académicas, 293 programas educativos y una matrícula de 188000 estudiantes y17534 docentes.
“Por más que la igualdad entre hombres y mujeres esté consagrada en el artículo 4º de nuestra Constitución, es necesario reconocer que una sociedad desigual tiende a repetir la desigualdad en todas sus instituciones” (Lamas, 1996, p. 1).
El IPN ha llevado a cabo desde 2001 una Reforma institucional a través de la cual se propuso cambiar el modelo educativo tradicional existente, para encaminarse hacia la transformación de su organización y del trabajo cotidiano, construyendo una nueva cultura educativa y tomando en perspectiva de género, a fin de mejorar los programas y procesos educativos en congruencia con los avances de las ciencias de la educación, los compromisos internacionales como es el de Derechos Humanos, la Agenda 2030 y la Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer, CEDAW. Siguiendo a Peter Senge (2010), somos una institución INTELIGENTE, pues los contenidos educativos se han ido actualizando; sin embargo, la cultura sigue siendo machista, hay violencia de género, la cuestión sería, ¿cómo pasar del dicho al hecho para respetar la dignidad de las mujeres? La alternativa es educar en derechos humanos con perspectiva de género. El concepto de Género ha ido evolucionando en función del desarrollo histórico social, hasta constituirse en una categoría explicativa y analítica en torno a la identidad de las personas en relación con lo masculino y lo femenino en un determinado contexto, haciendo una distinción entre lo sexual y lo cultural. Hoy día, en la posmodernidad, la perspectiva de género se refiere a la metodología y los mecanismos que consisten en: identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres por las diferencias culturales y estereotipos, asignados a los seres humanos.
En la educación superior implica crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género, o sea, que las mujeres tengan acceso al conocimiento, información y recursos necesarios para poder acceder en términos de igualdad, a las mismas oportunidades que tienen los hombres. Sobre todo en las áreas (STEM)3: de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática.
La Ley general de Educación Superior, expedida el 20 de abril de 2021, publicada en el Diario Oficial de la Federación por la Secretaría de Gobernación de México, en el Capítulo II, De los criterios, fines y políticas, menciona en el art. 10que los criterios para la elaboración de políticas en materia de educación superior se basarán en lo siguiente:
XVII. La incorporación de la transversalidad de la perspectiva de género en las funciones académicas de enseñanza, investigación, extensión y difusión cultural, así como en las actividades administrativas y directivas con el propósito de contribuir a la igualdad y la equidad en el ámbito de la educación superior e impulsarla en la sociedad.
XVIII. La promoción de medidas que eliminen los estereotipos de género para cursar los Planes y Programas de estudio que impartan las instituciones de educación superior.
XIX. La promoción y respeto de la igualdad entre mujeres y hombres que generen alternativas para erradicar cualquier tipo y modalidad de violencia de género en las instituciones de educación superior.
XX. La creación, implementación y evaluación de programas y estrategias que garanticen la seguridad de las personas en las instalaciones de las instituciones de educación superior, así como la creación de programas y protocolos enfocados a la prevención y actuación en condiciones de riesgos y emergencias, en términos de lo dispuesto por la Ley General de Protección Civil. (Diario Oficial de la Federación, 2021)
Más adelante, en el Título Cuarto, De las acciones, concurrencia y competencias del Estado, Capítulo I De las acciones para el ejercicio del derecho a la educación superior, de la misma ley, en el art. 43 se indica en el aspecto II. En el ámbito académico:
a) Incorporación de contenidos educativos con perspectiva de género que fomenten la igualdad sustantiva y contribuyan a la eliminación de todos los tipos y modalidades de violencia, en específico la que se ejerce contra las mujeres, así como los estereotipos de género y que estén basados en la idea de la superioridad o inferioridad de uno de los sexos, y
b) Desarrollo de investigación multidisciplinaria encaminada a crear modelos para la detección y erradicación de la violencia contra las mujeres en las instituciones de educación superior.
En consecuencia, a estos mandatos legales, la Misión Instituciona actual del IPN,de acuerdo a lo mencionado en la página de la Gaceta Politécnica en el sitio https://issuu.com/ipn85,es que “contribuye al desarrollo económico y social de la nación, a través de la formación integral de personas competentes; de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.Además, tiene reconocimiento internacional por su calidad e impacto social” (par. 1). La alusión a la Formación Integral se refiere de acuerdo con el libro 15 de los Materiales para la Reforma denominado:“De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento: más que un glosario”, al “proceso educativo que incluye el desarrollo equilibrado de todos los aspectos que forman al ser humano tanto en lo intelectual, como en lo social y en lo personal” (IPN, 2001, p. 116).
Desde el Modelo Educativo Institucional (MEI- 2001), se indicó que la formación de los futuros profesionistas, en nuestro caso de la Ingeniería, tiene que ser integral centrada en el y la estudiante, a partir de procesos de aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser; lo cual se lleva a cabo mediante aprendizajes: teóricos, prácticos y científico-tecnológicos que generen una reflexión crítica a partir del contexto objetivo en que se desarrolla la actividad educativa cotidiana.
En el IPN, a la propuesta del MEI 2001, se ha sumado la Educación 4.0 (ver el sitio https://e4-0.ipn.mx/e4-0-ipn/), a modo de resumen diremos que se plantea y refuerza que el proceso educativo debe ser: flexible, adaptativo, individualizado y colaborativo; incluyendo el que se debe apoyar en las herramientas de la educación virtual, así como en nuevas metodologías: e-learning, blendedlearning, maker y labspaces; en este modelose promueve el desarrollo de la creatividad, el emprendimiento y la capacidad de innovación, tanto con propósitos académicos como laborales.
Por lo anterior, en el Programa Institucional a Mediano Plazo 2019-2023 (PIMP), se indica que en el proceso formativo profesional se transversalicen tres ejes que son resultado de compromisos políticos internacionales, y que el país ha asumido en su normatividad educativa, como ya se mencionó.
Estos ejes tienen que ver con el bienestar y el futuro de los profesionistas que egresen de nuestras aulas y por tanto deberán impactar en el desarrollo de los currículos de todas las carreras que se imparten en la institución, no solo en lo escrito curricularmente, sobre todo en la actitud y los ejemplos de todas las personas que integramos al IPN.
Estos ejes transversales son:
1. Sostenibilidad
2. Perspectiva de género, inclusión y erradicación de la violencia de género.
3. Internacionalización del Instituto Politécnico Nacional.
Pero qué es la transversalidad. El Diccionario de la Real Academia Española nos indica que TRANSVERSAL es un adjetivo que significa: que se halla o se extiende atravesado de un lado a otro. En otra de sus acepciones: que atañe a distintos ámbitos o disciplinas en lugar de a un problema concreto.
De esta forma, podemos decir que la transversalidad curricular (horizontal y vertical), se caracteriza porque su desarrollo está presente a lo largo de todo el proceso educativo, su fin sería, el desarrollar la capacidad a nivel individual de los y las estudiantes, para lograr éxito en la vida, influyendo tanto en el ámbito académico y profesional, así como en el cultural, el personal e interpersonal, con lo cual se erradiquela violencia de género, encaminando la innovación y creatividad a la sostenibilidad internacional.
De esta forma, podemos decir que la transversalidad del tema de perspectiva de género a nivel curricular (horizontal y vertical), se tiene que caracterizar porque su desarrollo esté presente a lo largo de todo el proceso educativo, en este caso, en la formación de profesionistas de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Eléctrica Unidad Culhuacán (ESIME), del Politécnico.
Como ya se mencionó, los primeros docentes que integraron al IPN, sobre todo en las áreas STEM, venían de una formación militar vertical y machista, aunado a esto, el estereotipo social del ingeniero, no solo politécnico, es de hombre inteligente, fuerte, capaz de transformar y servir a la patria; por ejemplo el primer punto del decálogo del estudiante politécnico es: “SOY Politécnico, porque aspiro a ser todo un hombre”, sin embargo, este enfoque histórico ha afectado la formación cultural y profesional de las mujeres ingenieras.
Esto es posible ya que cada grupo social reproduce un esquema para la acción cotidiana (currículo oculto), el cual de tanta repetición se vuelve inconsciente; sin embargo, determina la cultura, la personalidad y actitudes de sus miembros a través de la acción constante. Por ejemplo, aún algunos docentes de la ESIME Culhuacán les dicen a las alumnas que se vayan a su casa a lavar trastes.
Partiendo de que la cultura cotidiana de las comunidades educativas se forma con base en los contextos normativos institucionales, objetivos y subjetivos, que se pueden detectar en las acciones que reflejan los valores de la colectividad social e institucional, podemos señalar que en las áreas de ingeniería aún se tienen como base socio-institucional estereotipos machistas que influyen en la cotidianidad y por lo tanto en la formación integral de los futuros y futuras profesionistas.
De acuerdo con Victoria Camps (1993):
La educación es necesariamente normativa. Su función no es sólo instruir o transmitir unos conocimientos, sino integrar en una cultura que tiene distintas dimensiones: una filosofía, unas tradiciones, unos símbolos, unas actitudes, unas formas de vida. Todo lo cual no puede ni debe transcurrir al margen de la dimensión ética que es, sin duda, el momento último y más importante, no de ésta o aquella cultura institucional, sino de la cultura humana universal (p. 11).
El IPN está transformando sus procesos formativos acordes al momento histórico, en este aspecto encontramos que en el libro 15 de la serie Materiales para la Reforma, antes mencionado, se define a la educación como:
Proceso orientado al desarrollo intelectual emocional y físico del individuo, preparándolo para la comprensión e incorporación a todos los aspectos de la vida en sociedad. El concepto de educación difiere de enseñanza o instrucción en el sentido de que estos se refieren a la transmisión de conocimientos o información específica, en oposición a la educación que se entiende como formación integral de la persona (IPN, 2003, p.89).
Más adelante, en la misma definición de educación, se incorpora la formación integral al indicar que: “Es un proceso de formación permanente personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes”(IPN, 2003, p.89).
El MEI no es solo una declaración de principios, sino una guía del trabajo académico para la acción cotidiana lo cual responsabiliza a: docentes, personal directivo y personal de apoyo a la educación; para pasar de la teoría a la práctica, cambiando la cultura machista hacia la perspectiva de género en tanto elemento para la construcción de una cultura de paz, entendiendo a esta última de acuerdo a la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz (Asamblea General de Naciones Unidas, 1999) como: “un conjunto de valores, actitudes, tradiciones y modos de comportamiento y formas de vida que se basa, entre otros, en el pleno respeto y promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales” (artículo 1).
La transversalidad, como estrategia curricular, en el ámbito de formación de profesionistas, debe establecer puentes de unión entre el saber académico (aprender a aprender), el saber ser (profesionista ciudadano) y el saber convivir (aprender a vivir a desarrollarnos de igual a igual) para aplicar el saber hacer (profesional). En este sentido, debe vincular la cultura institucional y la extrainstitucional, incluyendo el bagaje cultural previo del alumnado y de los docentes, teniendo como punto de partida los derechos humanos, por lo que está implicada la percepción socio-afectiva, entre otros elementos, permitiendo contextualizar cualquier conocimiento académico. Históricamente la tradición politécnica solo aplicaba en lo científico-tecnológico, ya que nuestras raíces son positivistas.
El enfoque hacia la perspectiva de género es porque la violencia se ha estereotipado, pero cada persona puede volverse un agente activo en su transformación cuando es capaz de concientizar y ubicar un problema, en este caso la violencia de género. El IPN ha buscado generar una cultura de paz, lo que implica disminución de la violencia y la discriminación, concientizando a la comunidad sobre la importancia de reconocer en los estereotipos conductuales cotidianos a la violencia, por lo general en contra de las mujeres y de miembros de la comunidad LGBTTI+, con la finalidad de que se denuncien casos de acoso y hostigamiento.
Para poder desarrollar esta cultura se inició en abril 2008 el Programa Institucional de Gestión con Perspectiva de Género, en 2009 se integró a la estructura orgánica del Instituto, en 2012 pasó a ser la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género (UPGPG), desde donde para llegar a todas las escuelas, institutos de investigación y centros administrativos a nivel nacional, se construyó la Red de género, institucionalizando de esta manera la perspectiva de género.
El IPN ha sido pionero entre las instituciones de educación superior mexicanas en desarrollar y dar a conocer un protocolo (en 2019), denominado: “Para la prevención, detección, atención y sanción de la violencia de género en el Instituto Politécnico Nacional”, el cual se ha socializado para su continua renovación de tal modo que en abril de este año 2023 vio la luz un protocolo mejorado.
Desde la Red de género de la ESIME Culhuacán, entendemos que se debe pasar a la acción por lo que se han llevado a cabo conferencias sobre: derechos humanos, los derechos de los alumnos politécnicos, feminismo, nuevas masculinidades, género, educación para la paz, etc.
Cursos para el personal de: Lenguaje Inclusivo, Perspectiva de Género, Inclusión y Discapacidad, Acoso y Hostigamiento en el Espacio Escolar, Relaciones Interpersonales, Habilidades para lograr la Asertividad en el Trabajo, Derechos Humanos y Educación para la Paz.
Sin embargo, hemos detectado que los estereotipos se han normalizado, por lo que también se ha desarrollado, siguiendo una política institucional, una campaña para la denuncia del acoso y hostigamiento, acorde al protocolo antes mencionado, de tal forma que de 2021 a 2023 el IPNdespidió a 44 profesores y funcionarios públicos de diferentes planteles de nivel medio superiory superior por denuncias deacoso sexual y violencia de género, de acuerdo con lo que ha dado a conocer la directora de la UPGPG del IPN, Lic. Elizabeth Cabrera (2023), en una entrevista que dio al periódico El Sol de México, el sábado 10 de junio de 2023.También mencionó que en el primer trimestre de ese año se registraron 146 denuncias de alumnas de niveles medio superior y superior, de centros de investigaciones y posgrados por presuntos casos de acoso y hostigamiento sexual, siendo esta cifra mayor en comparación con las 95 recibidas durante 2021 y las 140 que hubo en 2022; también mencionó que hubo sanciones a 113 funcionarios con penalizaciones en materia laboral que van desde un extrañamiento, hasta la suspensión de uno a ocho días sin salarios.
La Lic. Cabrera consideró que este cambio es resultado de la promoción de la cultura de la denuncia que se ha llevado a cabo por la Red de Género institucional, expresó: “Nosotros no vemos el incremento como algo negativo, todo lo contrario, es una manera de decirle a las alumnas y a la comunidad politécnica que aquí estamos para atenderles”. (Cabrera, 2023)
Pero aún falta mucho camino por recorrer, la transversalidad institucional del eje 3 implica una transformación de la cotidianidad docente que hasta ahora vivimos en particular en ESIME Culhuacán, siguiendo lo mencionado en el artículo de Reyábal y Sanz (1995), transversalidad se refiere con predominancia a aspectos valorativos y actitudinales que se pueden erradicar mediante el desarrollo del pensamiento crítico, contribuyendo de manera decisiva a formar personas autónomas, capaces de enjuiciar de modo crítico la realidad e intervenir para transformarla y mejorarla, basándose en principios asumidos autónoma y racionalmente; por lo cual tenemos que iniciar por concientizar a la planta docente, que se compone de 450 profesores aproximadamente, de los cuales más de la mitad pertenecemos a la tercera edad.
Para lograr esta transformación, se requiere una “estrategia docente” alternativa que conjunte una serie de aspectos que habrá que seguir fomentando en nuestra comunidad; donde los profesores adquieran compromiso de responsabilidad para potenciar el bienestar de los estudiantes, su aprendizaje y convivencia en paz, en lugar de limitarse solo a impartir una serie de contenidos teóricos faltos de significatividad, funcionalidad y respeto por la dignidad de las personas.
Dicha estrategia deberá fundamentarse en los derechos humanos y el reconocimiento del objetivo de ello, logrando aumentar cada día el respeto por la dignidad de todas y cada una de las personas, lo que permitiría el trabajo en equipo, no solo dentro de la misma área de conocimiento sino entre áreas afines, con lo cual se erradiquen los feudos académicos.
Para lograr un verdadero cambio cultural en ESIME, Culhuacán hacia la perspectiva de género, habrá que transformar las actuales relaciones, para ello se tendrá que:
• Sacar a la luz las prácticas culturales discriminatorias que se han naturalizado hasta el punto de pasar desapercibidas, pues son parte de la vida cotidiana de la escuela. Tomando en cuenta que la desigualdad de género es consecuencia de las jerarquías patriarcales que mantienen y sostienen la subordinación de las mujeres y personas de la comunidad LGBTTTIQ+.
• Determinar las jerarquías de género que se han desarrollado y se expresan en el conjunto articulado de costumbres y valores cotidianos que se han introyectado, generando estructuras de poder, tanto personales como académicas; para poder deconstruirlas y establecer una estrategia de identidad de perspectiva de género como se señala en el eje transversal 3 del PDI.
• Capacitar en perspectiva de género, siguiendo el Manual de Actuación para la Prevención y Atención en Situaciones de Violencia de Género, Acoso y Hostigamiento Sexual, elaborado en Chihuahua, México, donde se define al género y su transversalización de tal forma que permita comprender a la comunidad educativa que “lo femenino y lo masculino no son simples derivaciones de las diferencias biológicas, sino complejas construcciones sociales cargadas de significación, que se proyectan y activan en las estructuras discursivas y regulatorias”. (Secretaría Anticorrupción de Chihuahua, 2021, p. 9), de tal forma que se tome conciencia y se produzca un cambio cultural hacia la erradicación de la violencia, acercándonos a la paz.
Los valores, normas y actitudes que se desarrollen mediante la transversalidad de género deben tener entre sí una relación profunda, ya que todos ellos deben apelar a principios universales y fundamentales, como son:
la responsabilidad(tanto de alumnos y alumnas como de docentes y directivos),la igualdad (en contradicción con cualquier tipo de discriminación y dominación), la solidaridad (frente a las distintas formas de explotación y de egoísmo), la justicia (contraria a situaciones de desprecio a los derechos individuales y colectivos), la libertad (como situación que supera cualquier modo de esclavitud y de falta de reconocimiento del ámbito propio de decisión), la salud (enfrentada a la desvalorización del propio cuerpo y del bienestar general) (Reyábal y Sanz, 1995).
Así como el cuidado del medio ambiente, impulsando la ciencia y la tecnología hacia la sostenibilidad. Es por todo lo anterior que planteamos llevar a cabo la investigación denominada: “cultura de género en las carreras de ingeniería en comunicaciones y electrónica e ingeniería en computación de la ESIME Culhuacán del IPN”, con el número de proyecto 20231736.
En relación con la metodología a seguir encontramos que, desde el enfoque epistemológico feminista, hay tres tendencias:
La primera experiencial; en ella el valor epistemológico se otorga a la experiencia de las mujeres, aclarando que ha sido difícil de difundir y puede ocurrir en que se encuentre una inestabilidad ya que no remiten a referentes fijos ni esenciales. Su carácter situado permite el tránsito entre lo personal y lo colectivo.
La segunda, teoría del punto de vista, donde las mujeres están situadas en una perspectiva mejor, fuera de lo androcéntrico, de tal modo que el estilo resulta ser: concreto, práctico, comprometido emocionalmente, sintético, intuitivo, relacional y orientado a valores del servicio de cuidado; hay una mirada dual. Esto se presenta debido a que las mujeres se encuentran en un lugar más objetivo para la construcción del conocimiento, tomando en cuenta: los valores contextuales y subjetivos; en fin, los derechos humanos teniendo como punto de partida la dignidad.
Desde este enfoque, las mujeres son constructivistas, con una política democrática que lleva al conocimiento esclarecedor y liberador. En conclusión, la mirada femenina posibilita el cambio de marco conceptual dando pie a la formulación de nuevos conocimientos.
La tercera se refiere al posmodernismo y posestructuralismo, aquí se presenta la muerte de los meta-relatos, no hay una concepción universal, los sujetos que investigan reconocen que están situados e inicia una resignificación de identidades que genera tensión entre posiciones objetivistas y relativistas.
Señalando que para el empirismo hay una duda sobre el desarrollo de la ciencia de la educación, pues se ha masculinizado y ello ha provocado sesgos, lo cual genera buena o mala ciencia, sin embargo, esta última es la que no toma en cuenta los sesgos de género, de tal modo que surge la intersubjetividad que se clasifica como:
a) Buen enfoque de la ciencia de la educación, es en el que se adoptan propuestas feministas que eliminan los sesgos, desde una posición de perspectiva de género, situado y desde el pensamiento crítico.
b) El sujeto cognoscente puede ser individual, una red o una comunidad científica.
c) La objetividad no es un fin irrenunciable.
Finalmente, se reconoce que la educación es una práctica social, que conlleva experiencia, valores y objetividad colectiva formando una cultura institucional, a la que se deberá impulsar en un cambio hacia la cultura de paz.
La perspectiva de género es una categoría analítica que cruza de manera transversal toda la estructura social y puede ser aplicada a todas las áreas del desarrollo, en nuestro caso a la cultura educativa en las dimensiones de:
Primero capacitación, compartir el conocimiento, el desarrollo de las actitudes y valores de la perspectiva de género de tal forma que se vean reflejados en la cotidianidad, los docentes y autoridades, respetando la dignidad de las personas que integran la comunidad educativa de ESIME Culhuacán.
Segundo: que esos valores y actitudes con enfoque de perspectiva de género estén incluidos en la estructura curricular a través de los planes de estudio que incluyan: lenguaje inclusivo, ejemplos masculinos y femeninos en el desarrollo de las asignaturas en las aulas y en su bibliografía.
Tercero: el aspecto institucional el cual hoy día nos permite fundamentar y respaldar los dos aspectos anteriores.
En el caso de la ESIME, Culhuacán y acorde con la cultura institucional el trato sigue siendo patriarcal, lo que tiene una influencia fundamental para la formación integral del profesionista ciudadano y ciudadana.
El problema que está en el centro y deberemos desentrañar es:
¿Qué aspectos de la cotidianidad de la ESIME Culhuacán afectan y se deberán modificar para que se conviva desde una perspectiva de género?
Para ello, lo primero que deberemos hacer es aclarar los siguientes cuestionamientos que giran alrededor de este problema:
¿Qué conductas deberemos fomentar para respetar la dignidad y por lo tanto los derechos humanos de las personas de la comunidad?
Lo que se pretende es realizar una transición desde una cultura patriarcal en donde la violencia se ha estereotipado a la toma de conciencia que nos lleve a una cultura democrática, a partir de los valores institucionales fundacionales: en tanto alternativa que brinda conocimiento asegurando la justicia social, la libertad y la solidaridad, respeto a los derechos humanos y la igualdad entre hombres y mujeres.
Para la investigación, seguiremos un proceso metodológico FEMINISTA ya que, de acuerdo con Norma Blázquez et al., (2012), la epistemología feminista:
Identifica las concepciones dominantes y las prácticas de atribución, adquisición y justificación del conocimiento que sistemáticamente ponen en desventaja a las mujeres porque se les excluye de la investigación, se les niega que tengan autoridad epistémica, se denigran los estilos y modos cognitivos femeninos de conocimiento, se producen teorías delas mujeres que las representan como inferiores o desviadas con respecto al modelo masculino, se producen teorías de fenómenos sociales que invisibilizan las actividades y los intereses de las mujeres o a las relaciones desiguales de poder genéricas, y se produce conocimiento científico y tecnológico que refuerza y reproduce jerarquías de género” (Blázquez et al., 2012, p. 23), mismo que estará enfocado a “la crítica a los marcos de interpretación de la observación; la descripción e influencia de roles y valores sociales y políticos en la investigación; la crítica a los ideales de objetividad, racionalidad, neutralidad y universalidad, así como las propuestas de reformulación de las estructuras de autoridad epistémica (Blázquez et al., 2012, p. 22).
Se aplicará un enfoque metodológico mixto, o sea, cualitativo y cuantitativo feminista de corte posmodernista, situado desde un pensamiento crítico, como lo definen expertos de la Universidad Internacional de Valencia (VUI 2023) “La investigación situada trata de incentivar el trabajo en equipo y cooperativo a través de proyectos orientados a problemas que precisen de la aplicación de métodos analíticos que tengan en cuenta todo tipo de relaciones y vinculaciones”.
Esta metodología se basa principal mente en una situación específica y real como es la comunidad actual de la carrera de Ing. en Comunicaciones y Electrónica y la de Ing. en Computación de ESIME CULHUACÁN, por lo que el proceso estará centrado en la observación de situaciones cotidianas y aplicación de instrumentos dirigidos a: docentes, PAAES, alumnas y alumnos. Por lo tanto, la investigación se centra en el contexto sociocultural como elemento clave para la solución de los aspectos rutinarios en los que no se respeta la dignidad de las mujeres y de los integrantes de la comunidad LBGTTIQ+, buscando si es una actitud desde un estereotipo introyectado, o si, es una actitud de violencia para sugerir una alternativa apropiada.
Esto implica que la investigación se fundamenta en tres elementos principales de la comunidad: pertenencia, participación y praxis.
A modo de síntesis, las principales características y parámetros de funcionamiento de la investigación serían:
• El aprender es una experiencia social que se enriquece con vivencias de otros, con recursos compartidos y con prácticas sociales respetuosas que generan la base para una cultura de paz institucional.
• Parte de la idea central de que el conocimiento es contextual y, por lo tanto, está influenciado con fuerza por la actividad social, los elementos del entorno y la cultura que reflejan las actitudes y comportamientos de las personas.
• Según este tipo de investigación, se debe dirigir hacia las prácticas cotidianas. Para determinar: la cultura de las actividades sociales de la comunidad, las prácticas compartidas en las que participe el estudiante y el profesor, los PAAE y los docentes, los alumnos y los PAAE.
• A través de los procesos culturales, su identificación y toma de conciencia se podrá llevar a cabo la deconstrucción de la cultura patriarcal y la construcción de una cultura cimentada en los derechos humanos que nos lleven a la paz, entendida como paz imperfecta.
Por encima de cualquier otra consideración, la investigación feminista situada y con un enfoque crítico, tratará de que se tome conciencia de la importancia que está adquiriendo actualmente la perspectiva de género en la construcción de una comunidad educativa en donde el centro de convivencia sea la paz y el respeto a la dignidad de todos y cada una de las personas que la integran.
Asamblea General de Naciones Unidas. (1999). Declaración y programa de acción sobre una cultura de paz, A/RES/53/243.
Blázquez N., Flores F., Ríos, M. (Coords.). (2012). Investigación Feminista: Epistemología, Metodología y Representaciones Sociales. México. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades: Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias: Facultad de Psicología UNAM.
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Recibido: 5-3-2024 - Aceptado: 1-10-2024
1 Docente investigadora de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica Culhuacán del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Ciudad de México, México. Integrante del Comité Académico de Cultura en Derechos Humanos, Organización no Gubernamental. mbeltranl@ipn.mx
https://orcid.org/0000-0002-0230-1734
2 La base del Instituto Politécnico Nacional se integró con distintas escuelas que ya funcionaban de forma independiente, a ellas pertenecía la ESIME, cuyos antecedentes son:1861 Escuela Nacional de Artes y Oficios (ENAO), 1915 EPIME, 1921 EIME, 1932 ESME (44 días) y, finalmente, Escuela Superior de Ingeniería Mecánica Eléctrica (ESIME), 21 de mayo 1932, hasta nuestros días.
3 Acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics.
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