Revista Universidad en Diálogo • Vol. 9, N.°1, Enero-Junio, 2019 •11-30
ISSN 2215-2849 • EISSN: 2215-4752
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DOI: https://doi.org/10.15359/udre.9-1.1
La economía informal y el turismo en Costa Rica: Estudio de caso en Guanacaste
Informal economy and tourism in Costa Rica: Case study in Guanacaste
Aurora Gómez Jiménez
Universidad Nacional
Heredia, Costa Rica
aurogom@gmail.com
Recibido: 14/11/18 Aceptado: 16/01/19
Resumen. La informalidad es un problema recurrente en la economía actual, especialmente en los países en desarrollo. La pobreza y el subempleo son parte de las principales realidades en lugares turísticos en el mundo en desarrollo, incluyendo Costa Rica. El desempleo, la demanda de fuerza laboral altamente calificada, la edad, temas de género y largos trámites administrativos son algunas de las causas por las que la economía informal se mantiene presente en nuestras sociedades. Este estudio trata de acercarse a la realidad del empleo informal en Costa Rica, específicamente en la provincia de Guanacaste, a través de un análisis descriptivo de datos recopilados en los textos y del trabajo de campo. A través de entrevistas con trabajadores informales se busca entender este fenómeno económico social desde el punto de vista de las personas que sufren estas condiciones y así tener un panorama más amplio sobre la problemática en esta zona turística del país. Entre las recomendaciones del estudio, se resaltan propuestas de integración y estrategias organizativas a tener en cuenta en políticas públicas que, lejos de crear más barreras laborales, sociales y económicas, apoyen acciones que involucren la participación de los gobiernos nacionales, las autoridades locales, el sector privado, los trabajadores informales y los turistas nacionales e internacionales para la reducción de la economía informal y la promoción del desarrollo productivo, equitativo y justo para todos.
Palabras claves: el sector informal, los trabajadores informales, turismo, desempleo, desarrollo de capacidades.
Abstract. The informal economy is a recurring problem in the current economy, especially in developing countries. Poverty and underemployment are part of the main realities in tourist sites in the developing world; including Costa Rica. Unemployment, the demand for a highly qualified workforce, age, gender issues, and lengthy administrative procedures are some of the reasons why the informal economy remains present in our societies. This study tries to approach the reality of informal employment in Costa Rica; specifically in the province of Guanacaste and, through a descriptive analysis of data collected in the literature and field work through interviews with informal workers, seeks to understand this social-economic phenomenon from the point of view of people who suffer these conditions and thus have a broader picture of this problem in this tourist area.
Among the recommendations of the study, proposals for integration and organizational strategies to be taken into account in public policies are highlighted. Far from creating more labor, social and economic barriers, these policies should support actions that involve the participation of national governments, local authorities, the private sector, informal workers, and national and international tourists for the reduction of the informal economy and the promotion of productive, equitable and fair development for all.
Keywords: informal economy, informal workers, tourism, unemployment, development of capabilities.
¿Contribuye el turismo a reducir o aumentar la economía informal?
Esta pregunta es común en lugares donde hay gran actividad turística; pero ¿realmente el turismo contribuye a aumentar los ingresos locales e incentiva el crecimiento social, económico y educativo de las personas locales? No hay duda de que el turismo es una importante fuente de apoyo económico para muchos países en desarrollo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha identificado el desarrollo del turismo como uno de los métodos que los países más pobres podrían utilizar para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
El turismo internacional está clasificado como la cuarta industria más grande del mundo, después de los combustibles, los productos químicos y los productos automotrices. El turismo representa el 10% del PIB mundial y representa uno de cada diez puestos de trabajo. Además, constituye el 7% del comercio mundial. Dentro de los cuarenta países más pobres del mundo, el turismo es la segunda fuente más importante de divisas después del petróleo (Organización Mundial del Turismo, 2017).
En el caso de las Américas, la región se sitúa como la tercera región más popular para los turistas, después de Europa y Asia, con 199 millones de llegadas de turistas internacionales (Organización Mundial del Turismo, 2017). Sin duda, el turismo puede ser una gran fuente de empleo, pero en algunos casos estos lugares turísticos carecen de capacidad a nivel inmobiliario, manejo de recursos naturales y mano de obra calificada; esto atrae la participación activa de foráneos, quienes invierten en actividades turísticas o se trasladan a estos lugares para realizar trabajos relacionados con el servicio al cliente. Esto deja en desventaja la participación local, porque en muchos casos ellos no cuentan con el perfil de trabajador que la industria turística necesita, lo cual contribuye a generar desigualdades socioeconómicas en zonas turísticas.
Economía informal: un fenómeno global
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018), la economía informal afecta a más del 60% de la población en el mundo. La economía informal se desarrolla en varios sectores productivos y en el sector turismo no es la excepción. Este tipo de actividades informales son mayormente consideradas como “ilegales” porque se realizan fuera del marco de control que exigen los Ministerios de Trabajo de cada país. Las personas que laboran en este tipo de empleos no pagan impuestos ni tampoco gozan de derechos laborales como vacaciones, permiso de maternidad, seguro social o algún tipo de mecanismo que los proteja en caso de accidentes o abusos laborales. A menudo, esta práctica de la informalidad al ser detectada por los gobiernos trae consigo penalidades, castigos, prohibiciones y políticas de exclusión por parte de las autoridades laborales nacionales que, lejos de detener estas prácticas, solo fomentan que estas actividades informales continúen de forma oculta (Vulletin, 2008).
En el sector del turismo, la economía informal tiene dos caras: la visible, donde los trabajadores informales están trabajando directamente en las calles para el comercio con los turistas, y la cara invisible, donde los trabajadores informales son parte de las actividades domésticas en los interiores de hoteles, restaurantes, actividades de aventura o en casas.
En Costa Rica, una de cada cinco personas ocupadas entre 15 y 64 años de edad no reciben aguinaldo, tres de cada diez personas no reciben ningún pago por enfermedad, vacaciones o riesgos laborales y menos de la mitad de estas personas empleadas reciben el pago de horas extras (La Nación, 2012). Es claro que existe la desigualdad entre el desarrollo rural y urbano, y la fuerte presencia de la economía informal es un ejemplo de esta brecha que, lejos de encogerse, va en crecimiento.
Tipos de trabajo informal
Hay una amplia gama de actividades económicas informales (AIE) que se excluyen de la contabilidad nacional. En términos generales, las AIE se pueden clasificar en cuatro sectores principales de la producción: el sector de los hogares, el sector informal, el sector irregular y el sector criminal. Entre ellos, se pueden subcategorizar como actividades económicas informales “comunes” o “legales” en zonas urbanas y rurales, tales como: las actividades primarias y secundarias (la agricultura, la horticultura, los artesanos por cuenta propia, zapateros, sastres, etc.), empresas terciarias con relativamente grandes entradas de capital (vivienda, transporte, servicios públicos, actividades rentistas), la distribución a pequeña escala (pequeños comerciantes, vendedores ambulantes, empresas de catering de alimentos y bebidas, encargados de bar), otros servicios (músicos, limpiabotas, peluqueros, fotógrafos, mantenimiento, etc.). Por otro lado, también hay actividades económicas informales “ilegales” de servicios (receptores de bienes robados, drogas y prostitución) y transferencias (carteristas y juegos de azar) (Thomas, 1992).
Indicadores de empleo en Costa Rica
Si bien es cierto, Costa Rica ha alcanzado una gran presencia en materia de energías limpias y esfuerzos para la conservación de recursos naturales, el país se enfrenta a retos cada vez mayores con respecto a la gestión de la desigualdad y una de estas formas de desigualdad ocurre en el ámbito laboral.
El trabajo informal sucede por diferentes motivos, pero probablemente el más relevante son las pocas oportunidades laborales. A nivel país, el desempleo era del 9.1% en el 2017 y el porcentaje de personas con subempleo fue de 6,8%, mientras que la tasa de empleo informal representaba el 43,2% (Encuesta Continua de Empleo al primer trimestre de 2017). Según la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la población ocupada en un empleo informal fue alrededor de 891 000 personas, de las cuales 551 000 eran hombres y 340 000 mujeres, en el primer semestre del 2017 (INEC, mayo 2017).
Sin embargo, estos datos no han mejorado. Para el primer semestre del 2018 la tasa de desempleo en Costa Rica aumentó y alcanzó el 10,3% (La Nación, mayo 2018). Generalmente a nivel país la pobreza se concentra en los cantones rurales o semiurbanos y las regiones económicamente deprimidas (zonas costeras, la frontera o lugares con alto nivel de ruralidad). La pobreza extrema es de 6,3% (Encuesta Nacional de Hogares, INEC, 2016). Mientras que el 25,7% de los hogares de zonas rurales se encuentra en pobreza, porcentaje que en zona urbana alcanza el 18,6%. En la provincia de Guanacaste (Pacífico Norte) la pobreza es del 23,6%; en la Zona Norte del país (fronteriza con Nicaragua) es del 28,7%; en la provincia de Limón (Caribe) del 27,6%; en la provincia de Puntarenas (Pacífico Central) 28,2%; y en la Zona Sur (fronteriza con Panamá) del 31,2% (El País, octubre 2016).
Según datos de economistas de la Universidad Nacional (UNA), la tasa de desempleo de la región Chorotega es alarmante y ocupa el porcentaje más alto en el país con un 17% (La Provincia, noviembre 2017). Además, esta región “posee el segundo porcentaje más alto de ocupados con subempleo (14.5%), detrás de la región Central, con un 15.8%”, lo que significa que un gran número de trabajadores no cuenta con trabajos a tiempo completo ni de forma regular.
Guanacaste, tierra de contrastes
Un ejemplo de la gran diferencia en desarrollo entre provincias en el país se encuentra en Guanacaste, una de las provincias más populares en el país y que atrae visitantes nacionales y extranjeros por sus grandes bellezas naturales en playas, volcanes y parques nacionales y por sus tradiciones e historia. Es una provincia joven, después de que se unió al territorio de Costa Rica en 1824. Cuenta con once cantones y 59 distritos. Cada cantón tiene un gusto, belleza escénica y nivel económico particular. Siete de estos cantones guanacastecos pertenecen al Grupo de Desarrollo Humano Medio-Alto: Tillarán (26), Liberia (39), Carrillo (41), Santa Cruz (31), Nicoya (28), Hojancha (18), Abangares (37); y cuatro de ellos pertenecen al Grupo de Desarrollo Humano Medio-Bajo: Bagaces (57), Cañas (58), Nandayure (61) y la Cruz (77) (UNDP, 2016).
La presencia turística en Guanacaste es tan importante que cuenta con su propio aeropuerto internacional con vuelos directos desde Estados Unidos y Europa. El número de turistas que escogen llegar al país por este aeropuerto, en lugar del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, va en aumento (Barquero, 2017).
Trabajo de campo en Guanacaste
La realidad económica, social y educativa de Guanacaste no es difícil de observar, ya que se puede percibir desde el estilo de vida de sus habitantes oriundos de la zona, las condiciones visibles de las casas a orillas de las calles o alrededor de las playas, así como el tipo de trabajo que desarrollan sus habitantes. Además de datos estadísticos nacionales, este documento se alimentó de un trabajo de campo (testimonios, observaciones y entrevistas) en siete cantones guanacastecos. El propósito del estudio fue identificar las condiciones socioeconómicas y laborales de los locales, los trabajadores informales, las autoridades de la comunidad y el sector privado. La observación y las entrevistas se llevaron a cabo principalmente en los siguientes lugares: Tilarán, Bagaces, Cañas, Liberia, Nicoya, Santa Cruz y La Cruz; todos en la provincia de Guanacaste.
Durante el trabajo de campo, se entrevistaron trabajadores informales (12), gente local de Guanacaste (14) y representantes del gobierno local (1). Aquí se muestran los datos más significativos recopilados durante el proceso para describir el fenómeno de la economía informal.
Perfil del trabajador informal: salarios, horas y diferencias entre trabajadores informales
A lo largo de la observación y las entrevistas, fue posible conocer con más detalle la situación de los trabajadores informales en Guanacaste. Las entrevistas se llevaron a cabo principalmente en parques, estaciones de autobuses, calles, playas y tiendas. Aquí se presenta solo una muestra de algunas de las entrevistas a los trabajadores informales. Primeramente, se les preguntó acerca de las tareas que realizan en su trabajo o trabajos anteriores y actuales, los salarios, el lugar de trabajo, las cargas sociales y los derechos, las ambiciones y los obstáculos en su trabajo.
Horas de trabajo de los trabajadores informales
Las entrevistas a los trabajadores informales indicaron que, generalmente, sus horas de trabajo no son constantes, sino que varían en función del tipo de trabajo que hacen, y también depende del tipo de empleadores que tienen. En referencia a la categoría de trabajador informal que se ha descrito anteriormente, su posición dentro de éste va a afectar su capacidad de ingresos y seguridad social. Los trabajadores informales del primer grupo suelen ser más conscientes de los beneficios del pago del seguro social que los trabajadores informales ubicados en el cuarto grupo.
Los trabajadores informales en Guanacaste que laboran todos los días de forma constante y son sus propios empleadores trabajan alrededor de diez o doce horas por día. Por lo general, pueden predecir la cantidad de dinero que reciben por semana porque ya han desarrollado un grupo de clientes. Tal es el caso de los vendedores de souvenirs en la playa o vendedores de “frituras” en las estaciones de autobuses.
Al contrario, las personas que también trabajan por cuenta propia, pero no lo hacen en forma regular, trabajan de cinco a tres horas por día, por lo que no pueden ganar un salario fijo. Trabajadores informales, nómadas que se desplazan de un lugar a otro para vender sus productos, por lo general trabajan menos horas y, por lo tanto, reciben menos dinero.
Por otro lado, también existen los casos de los trabajadores informales que trabajan largas horas para otras personas, por lo general de diez a doce horas, y quienes no son pagados por hora, sino por la tarea que desempeñan. Los trabajadores informales que pertenecen a este grupo se conforman con conseguir un poco de dinero para subsistir, por lo que no cuestionan la hora, el día o el tipo de trabajo que hacen, siempre y cuando lo puedan mantener como una opción más para conseguir dinero extra. Ellos no ven esta actividad como un trabajo, sino como una “ayuda extra”. Los trabajadores informales dentro de esta categoría no pueden confiar en este tipo de trabajo como fuente principal de ingresos de sus hogares, ya que no es constante, sino que sucede una vez, y nunca es seguro cuándo puede volver a ocurrir, incluso si establecen una relación laboral con el empleador, no es seguro que van a continuar trabajando ahí.
Trabajadores informales y seguridad social
Los trabajadores de la economía informal tienden a estar privados de la seguridad social. De hecho, la mayoría de los trabajadores informales que forman parte de los dos grandes grupos de trabajadores informales (trabajadores por cuenta propia y los empleados) no pagan la seguridad social, dentro de ellos solo el 25% lo hace, y estos pertenecen al grupo de trabajadores por cuenta propia.
La mayoría de los trabajadores informales confesaron no tener seguridad social principalmente por razones de carácter económico. Debido a sus bajos salarios como trabajadores informales, ellos solo pueden cubrir las necesidades básicas: principalmente de suministros de alimentos; el pago de otros gastos como el seguro social no son una prioridad.
Otra razón para evitar el pago de la seguridad social es la falta de información por miedo a ser identificados y juzgados. Los trabajadores informales y sus familias piensan que es demasiado caro y no pueden pagar sin realmente conocer los costos y beneficios reales que pueden obtener de ser parte de nacionales de salud y de pensiones.
Trabajadores informales y educación. Enemigos del mercado laboral: analfabetismo y edad
La educación es una herramienta importante para construir escaleras y alcanzar el desarrollo. Esto es cierto si la educación es accesible a todos, sin importar el género, la edad, la etnia o la clase social.
En Guanacaste, la mayoría de los niños con edad escolar asisten a la educación primaria, la deserción es baja, sin embargo, en los siguientes niveles de educación: secundario, universitario y educación abierta, la participación es baja y esta es aún más baja cuando la educación va a un nivel superior.
Al menos tres informantes confesaron que es una tarea muy difícil conseguir un trabajo en Guanacaste, sobre todo si no han terminado la educación secundaria. Un conserje de una institución pública afirmó que en su lugar de trabajo conserjes, cocineros y guardias de seguridad deben tener un título de secundaria como requisito mínimo para ser considerados para el puesto.
Trabajadores informales y edad
Las personas adultas mayores son vulnerables a encontrar puestos de trabajo formales y formar parte de la economía informal. Muchas de estas personas pertenecían a la economía informal durante sus años juveniles, o ingresaron debido a la falta de apoyo familiar o de pensiones del Gobierno, por lo que se ven obligadas a buscar la manera de hacer un poco de dinero para mantenerse a sí mismas y a sus parejas. La mayor parte del dinero que reciben es de pequeños trabajos y se gasta fácilmente en tratamientos médicos y cuidados de la salud (porque tampoco tienen seguro social).
Trabajadores informales: herencia de los grupos vulnerables
Algunos trabajadores informales son los descendientes de padres que no terminaron la educación primaria y fueron también trabajadores informales. En algunos casos provienen de los grupos vulnerables: inmigrantes, familias monoparentales y alcohólicos. Ellos han tenido oportunidades limitadas debido a sus antecedentes familiares y las circunstancias los han llevado a abandonar la escuela y trabajar en edades tempranas.
Es necesario apoyar la educación de la juventud y las oportunidades de carrera, pero también es esencial proporcionar este tipo de oportunidades para sus padres. En sus épocas, la educación y el apoyo social y económico eran inexistentes. Ahora sus hijos crecen en una filosofía de desarrollo diferente, pero ellos lamentablemente continúan siendo olvidados.
Las intervenciones sociales y económicas que estos trabajadores informales en edades medias puedan recibir sin duda ayudarán a que sus hijos aprendan el significado de la educación, el trabajo, la responsabilidad y la disciplina, elementos fundamentales que se aprenden en el hogar.
El desempleo impulsa la economía informal
El hambre, la vivienda y la familia son algunas de las principales razones que les impiden a los trabajadores informales abandonar su vida laboral en las calles. La mayoría de ellos son verdaderos luchadores que tratan con circunstancias muy incómodas, pero siguen en la lucha por sobrevivir, ya que, después de todo, ellos también valoran la vida y se enfocan en los buenos momentos y no en los riesgos que enfrentan.
No todos los trabajadores de la calle son analfabetos o carecen de formación académica. También hay un grupo cada vez mayor de trabajadores informales con educación de nivel medio o alto, que son empujados por su desempleo a buscar dinero rápido para poder pagar las necesidades diarias.
Economía informal y la falta de oportunidades
En los pequeños pueblos de Guanacaste el tiempo no ha pasado. Muchos pueblos todavía conservan el mismo aspecto de hace treinta años, pero sin la misma mirada viva que tenían cuando fueron construidos. No ha habido inversión pública o privada significativa en el área. Esta falta de atención no ha permitido la creación de puestos de trabajo o especialización profunda en las actividades económicas tradicionales, como la pesca y la agricultura. Muchos colonos han terminado la educación primaria, pero dejaron su educación a un lado para continuar haciendo el mismo trabajo que sus padres y abuelos.
Percepciones de locales sobre turismo, empleo y desarrollo
Los pobladores de Guanacaste se caracterizan por ser gente honesta, dinámica y feliz. Esto puede verse fácilmente en las conversaciones y entrevistas con la población local en los diferentes cantones. Las entrevistas se realizaron al azar en la calle (generalmente en parques), en el lugar de trabajo y en las casas. En total hubo catorce personas que fueron abordadas y estuvieron abiertas a compartir su experiencia laboral.
En general, la mayoría de los guanacastecos entrevistados consideran que las principales actividades económicas de la provincia son: la agricultura, la caña de azúcar, el ganado y la leche. Consideran el turismo como una actividad económica externa, ya que en realidad no se sienten parte de ella. Muchos entrevistados expresaron su deseo de que “alguien” “entiéndase esto como una compañía extranjera” se establezca en sus cantones para contratar mano de obra. Estas mismas personas mencionaron como requisito importante para estas compañías que su interés sea contratar personal no calificado, que sean compañías que necesiten trabajo manual, porque en sus pueblos la gente sin empleo no tiene estudios ni preparación vocacional específica. Un vecino de Tilarán recuerda que algunos años atrás la comunidad estaba entusiasmada porque habían escuchado sobre el interés de una compañía española por instalarse en su comunidad, lamentablemente, según los vecinos, en esa misma época el gobierno de turno aprobó una ley para aumentar los impuestos a compañías extranjeras en el país y eso afectó el interés de la compañía. Al final esta prefirió irse para otro país donde no hubiera tantos impuestos ni restricciones a nivel administrativo ni ambiental.
A pesar del hecho de que el turismo se ha desarrollado más fuerte en los últimos diez años, esta actividad económica se desarrolla principalmente en las costas, donde se encuentran las playas. En Liberia hay una fuerte actividad económica por ser el centro de los servicios públicos, pero en las otras comunidades las actividades económicas son menores, ya que se encuentran fuera de la cadena turística. Los vecinos guanacastecos que se encuentran fuera del área de playas consideran que su papel en el turismo es lamentablemente muy débil.
Sin embargo, los habitantes de las zonas entrevistadas consideran entre las principales fortalezas de la provincia: su papel como importante proveedora de energía eléctrica, su posición geográfica, que le permite albergar varios tipos de microclimas, y su aeropuerto internacional, que es en muchos aspectos uno de los mejores aeropuertos de América Central.
Entre las debilidades se mencionaron los pocos servicios públicos existentes, pues no se encuentran con facilidad servicios de salud como hospitales, farmacias y clínicas, la ubicación de escuelas en zonas alejadas de los centros de cada cantón y la escasez de servicios de transporte y de ofertas de educación técnica.
Muchos cambios en Guanacaste se han producido gracias a la gestión del turismo internacional, pero otros cambios como la participación de la comunidad en el turismo se han desarrollado lentamente. Esta es la opinión de la Sra. Mireya Hernández Faerron de Jaén, profesora jubilada, historiadora y exrectora de la Universidad de Costa Rica con sede en Guanacaste. Ella recuerda cómo la industria turística comenzó a desarrollarse en su natal Guanacaste. Llegó de repente y, literalmente, a todo el mundo “lo agarró con los brazos abajo”; en otras palabras, sin aviso ni preparación alguna.
La gente no estaba preparada para enfrentar los retos que el turismo internacional exigía. Guanacaste no contaba con la infraestructura para albergar la totalidad de llegadas de turistas, ni podía proporcionar todas las facilidades que estos turistas de los países desarrollados están acostumbrados a recibir.
En ese momento, los pequeños agricultores no podían invertir en nueva infraestructura y no contaban con el apoyo financiero de los bancos nacionales. Esta situación hizo que muchos agricultores aceptaran vender sus tierras a las empresas internacionales por montos relativamente bajos. Al principio, ellos estaban felices de conseguir dinero, pero una vez que este dinero fue gastado, ya no les quedaba nada: ni tierra, ni dinero, ni trabajo.
Desafortunadamente, muchos agricultores no invirtieron el dinero para prepararse para este gran auge turístico. Algunos de los pocos agricultores que tomaron riesgos fueron los que pidieron dinero prestado a los bancos, pero no lo usaron de forma prudente y al final no tenían los medios para pagar el dinero al banco, entonces sus tierras y propiedades les fueron quitadas.
Los pocos locales que iniciaron sus propias pequeñas empresas se quedaron sin negocio pronto porque no podían competir con las grandes empresas. Las personas con años de experiencia en diferentes campos de trabajo no podían acceder a los puestos de trabajo especializados que las grandes empresas internacionales buscaban, tal fue el caso de carpinteros y plomeros, por ejemplo.
La Sra. Hernández asegura que esta falta de participación económica de las actividades locales sigue siendo un problema. Ella explica que importantes actividades económicas que perfectamente podrían ser producidas y distribuidas en la provincia, como la pesca, se desarrollan en otras provincias. En el sector de transporte, muchos de los taxis que trabajaban en el Aeropuerto Daniel Oduber provienen de San José, lo que deja a un lado a las compañías de taxis locales que no pueden ofrecer los mismos servicios de lujo a los extranjeros.
La Sra. Hernández se lamenta de que los guanacastecos no estén totalmente integrados con la industria turística y que solo vean turistas, maquinaria pesada e inversores pasar en su camino a la playa. Añade que hay una necesidad de desarrollar, mantener y defender una política de cultura en Guanacaste, donde las personas estén motivadas para mantener el paisaje tradicional, empezando por hacer a la gente consciente de la necesidad de mantener los materiales de construcción y la arquitectura tradicional. Hoy en día, Guanacaste alberga una mirada diferente en términos arquitectónicos porque actualmente las personas pintan y construyen sus casas sin ningún control en términos estilísticos.
Por otra parte, el Sr. Julio César Jáen Contreras, abogado pensionado, comentó que Guanacaste sigue siendo una provincia pobre y subdesarrollada, porque hay falta de oportunidades para los empresarios locales que no pueden competir con las grandes empresas internacionales. Afirma que Guanacaste, por desgracia, es una provincia que ha sido y sigue siendo subordinada a las decisiones que se toman en la capital del país. El poder central que todavía está gestionado por la capital y sus instituciones da a la provincia y su gente pocas oportunidades para tomar decisiones sobre su propia economía y los servicios sociales.
Compartir la riqueza natural y económica de un país con todos sus ciudadanos es un gran ejercicio democrático, pero es necesario dejar que su gente lleve las riendas de su propio territorio, por supuesto, con la experiencia y el apoyo financiero del Gobierno central. La capacitación es un elemento clave para alcanzar este desarrollo. El Sr. Julio considera que el problema radica en el enfoque de las carreras, lo que significa que la mayor parte de la oferta va a las carreras que preparan a los jóvenes para ser empleados y no empresarios o emprendedores.
Por otro lado, también hubo opiniones sobre la importancia de la cultura y la tradición para la conservación de la identidad de Guanacaste, pero esta “identidad laboral” se ha subestimado y ahora los trabajos tradicionales, que alguna vez hicieron próspera a la provincia, hoy en día forman parte de la economía informal.
Estos antiguos oficios y tradiciones podrían desempeñar un papel aún más importante en el turismo nacional y extranjero. La Sra. Gina Acevedo Acevedo, profesora jubilada de Cañas y galardonada con el Premio Nacional de Cultura y Tradiciones Populares, explicó que en Cañas hay varias actividades culturales que se organizan en la comunidad cada mes para celebrar las tradiciones de Guanacaste. Entre estas actividades se encuentran: actos cívicos, Fiesta de Boyeros, mascaradas, Mes del Libro, bailes folklóricos, etc. Durante estas actividades hay algunas empresas privadas que ayudan a patrocinar los eventos (por ejemplo: Coopealianza, Dos Pinos) y proporcionan: camisetas, botellas de agua, gorras, etc.
Doña Gina cree que existe la necesidad de centrarse en la cultura popular y los oficios tradicionales que se están perdiendo poco a poco, como, por ejemplo: las parteras, los artesanos, los trabajadores de ganado, los cocineros, las rezadoras etc. Estas ocupaciones no pueden ser olvidadas o desvaloradas. La falta de reconocimiento de estos oficios los hace invisibles, y en muchos casos son mal pagados y se practican de una manera informal.
Conclusiones y recomendaciones
En este estudio se identificaron cuatro tipos de trabajadores informales: trabajadores por cuenta propia con un trabajo constante, trabajadores por cuenta propia con trabajo irregular o inconsistente, trabajadores dependientes (es decir, personas que trabajan para otras personas) con un empleo constante y trabajadores dependientes con un trabajo inconstante. A pesar de que todos ellos tienen derechos laborales débiles, los trabajadores informales dentro de la primera categoría demostraron ser más productivos económicamente, más responsables con sus cargas sociales e impuestos y cuentan con un sueldo “regular” mensual.
Sin duda, el turismo ha sido identificado como una fuente importante de trabajo en el país, especialmente en la zona turística de Guanacaste. Sin embargo, son pocos los beneficios directos que las comunidades en zonas turísticas, específicamente en Guanacaste, reciben de forma directa. A pesar del auge turístico que ha traído a la zona, el desarrollo social, económico y educativo de sus habitantes sigue siendo deficiente, pues sus pobladores aún no son protagonistas directos de este desarrollo turístico de la zona.
El ecoturismo es una propaganda utilizada para atraer visitantes a Guanacaste y al país en general. Sin embargo, hay muchos principios de ecoturismo que necesitan mucho más refuerzo para garantizar un ambiente libre de contaminación, evitar la desigualdad y el estancamiento rural.
Indudablemente, el turismo puede contribuir significativamente a la prosperidad de los pueblos, pero también puede influir en la pobreza de una región, esto depende de los ingresos e insumos no solo monetarios, sino también sociales, educativos, culturales y políticos que se reciban. En el caso de Guanacaste, el turismo todavía no ha sido la escalera para llegar a la cima de la cumbre del desarrollo humano en la provincia ni en el país.
En esta provincia se debería aprovechar el hecho de que la mayoría de la gente tiene la edad para trabajar y realizar estrategias para disminuir las altas tasas de desempleo y empleo informal. Es alarmante que la economía informal se desarrolle de forma independiente durante todo el año y de forma subordinada durante las temporadas altas turísticas. Siguiendo este patrón, el turismo trae trabajo temporal para muchos lugareños y extranjeros (entre ellos norteamericanos y nicaragüenses), pero estas personas regresan nuevamente a estar desempleadas una vez que la temporada alta de turismo acaba.
En muchos casos, los extranjeros indocumentados, mayoritariamente nicaragüenses, llevan a cabo estos trabajos informales y, por su condición ilegal en el país, no exigen beneficios sociales por temor a ser deportados o encarcelados. Sin embargo, esto no quiere decir que los trabajadores informales son únicamente extranjeros, de hecho, la mayoría de los trabajadores informales que se encontraron en el estudio son ciudadanos costarricenses.
Aunque el sector terciario es una importante actividad económica, la agricultura y la pesca siguen siendo importantes fuentes de empleo. Estas actividades son sobre todo populares en las áreas rurales, donde el acceso a las oportunidades de empleo es limitado, el contacto con el turismo es mínimo y muchos de los trabajadores las realizan de manera informal. Es importante recalcar que la mayoría de las personas dentro de estas actividades económicas mantienen fuertes lazos familiares y prefieren quedarse con sus parientes antes que emigrar a la ciudad (San José).
Por otro lado, las personas que tratan de obtener diferentes tipos de puestos de trabajo frecuentemente encuentran obstáculos educativos. En muchas actividades de servicios formales, los empleadores exigen como mínimo educación secundaria. Esta situación obliga a la gente a crear su propio puesto de trabajo independiente o pequeño trabajo que pueda producir algo de dinero para gastos básicos.
Además, la educación para los trabajadores informales es un desafío en las zonas turísticas. La promoción de secundaria y el dominio de un segundo idioma es muy baja. La asistencia a la universidad es aún menor. En el caso de los trabajadores informales que desertaron de su educación, es muy difícil que puedan ser reintegrados en el sistema. Sus horarios de trabajo y su situación económica no les permiten asistir a las clases públicas regulares. A estos trabajadores informales les gustaría obtener formación profesional para obtener mejores puestos de trabajo o para convertirse en empresarios, pero incluso en este tipo de educación las instituciones públicas exigen la educación secundaria.
Indudablemente, los trabajadores informales se encuentran de por sí en una posición muy vulnerable, y, a pesar de sus esfuerzos para salir adelante, las posibilidades son muy pocas. Muchos están esperanzados en recibir ayuda directa del Gobierno nacional, de las autoridades locales o del sector privado, pero después de varios intentos son rechazados por su edad o nivel educativo y renuncian a seguir esperando y toman la primera oportunidad que tengan para poder sobrevivir y tener dinero para comprar alimentos para sus familias día a día.
El problema de la falta de seguridad social y otros beneficios sociales como vacaciones, licencias por maternidad, aguinaldo y salarios justos es grave. Debido a los bajos salarios que perciben los trabajadores informales, estos no pueden pagar las cargas sociales y arriesgan así su salud y la salud de su familia. Este problema se hace evidente con la edad, cuando los problemas de salud son comunes e intensos.
Al final de este estudio, el turismo no es percibido ni como aliado directo del desarrollo ni como responsable del subdesarrollo. El nivel de pobreza e informalidad en la provincia tiene relación con la falta de capacidad de la zona para beneficiarse del turismo, porque en muchos casos los turistas optan por pagar paquetes de sistema “todo incluido” a las grandes cadenas nacionales e internacionales, que ya tienen su propio staff (no necesariamente local) y esto reduce la posibilidad de que los locales puedan ofrecer servicios y productos de mejor calidad.
Es indispensable desarrollar programas de inserción al empleo formal dirigido a trabajadores informales de mediana y avanzada edad, ya que existe el gran riesgo de que estos trabajadores informales continúen estas actividades durante toda su vida, se conviertan en personas problemáticas con oportunidades para desviarse socialmente, convertirse en ancianos gravemente enfermos y arrastrar a sus hijos para que sigan su mismo patrón.
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