Revista Ensayos Pedagógigos Vol. XVIII, Nº 2. Julio-diciembre, 2023 URL: http://www.revistas.una.ac.cr/ensayospedagogicos LICENCIA: (CC BY NC ND) |
Cambio de paradigma: hacia una nueva educación y visión de vida
Change of Paradigm: Towards a New Education and Vision of Life
Alberto Delgado Álvarez1
Universidad de Costa Rica
Costa Rica
Resumen
Este ensayo muestra un enfoque hacia un cambio de paradigma o modelo en la educación, el cual presenta el proceso de enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva distinta a lo que usualmente se conoce como educación tradicional. Esta, tal y como se le conoce en la actualidad, es de un carácter un tanto ortodoxa, dependiendo de la institución, con ciertas reglas impositivas para la persona aprehendiente, sin espacio para la creAcción y la espontaneidad. La educación se dirige hacia un paradigma emergente a través del arte, de la creActividad y de la virtualidad. Se acostumbra que en las clases es la persona docente quien “lleva la batuta”, en un modelo conductista, cuando en la realidad es el/la aprehendiente quien debe ser el actor del proceso educativo. La sociedad avanza hacia un nuevo orden y hacia una nueva civilización, hacia nuevos mundos donde la tecnología guía en la era de la información.
Palabras clave: Aprendizaje, creActividad, cultura, educación, enseñanza, paradigma, tecnología, virtualidad.
Abstract
This essay shows an approach towards a change of paradigm in education, which presents the teaching-learning process from a different perspective, different from what is usually known as traditional education. Traditional education, as we know it at present time, has an orthodox type of approach, depending on the institution, with certain imposing rules for the learner, with no room for creAction and spontaneity. Education goes towards an emerging paradigm through art, creActivity, and virtuality. We got used to have the teacher as the owner of the class, in a behaviorist model, but in real life the learner must be the actor in the educational process. We are going towards a new order and a new civilization, towards new worlds where technology guides us in the age of information.
Keywords: CreActivity, culture, education, learning, paradigm, teaching, technology, virtuality
En un mundo globalizado donde la tecnología cada día avanza rápidamente y donde la era de la robótica avanza a pasos agigantados, se vuelve necesario recurrir al rescate de las humanidades. La sociedad evoluciona gracias a los avances tecnológicos y a los descubrimientos científicos. Sin embargo, las personas se centran en su área de estudio y de trabajo y olvidan lo demás que las rodea. En este punto, para Ortega y Gasset (1998, pp. 91-96) existe una “barbarie del especialismo”, pues profesionales en informática, ingeniería, administración y otras áreas del conocimiento dejan de lado las artes, las letras y las humanidades en general. Incluso, el ser humano amenaza con destruirse a sí mismo y recurrir al armamentismo. Incluso, aunque la tecnología tiene sus aspectos positivos, ha deteriorado poco a poco el planeta. Así, los objetivos de este ensayo son exponer los diversos enfoques por los cuales la educación ha ido pasando y mostrar hacia dónde se dirige el proceso educativo en miras de un cambio paradigmático.
El pensamiento idealista representa una combinación armoniosa de aspectos sensibles y suprasensibles que logran un equilibrio entre el arte, la filosofía, la ciencia y la tecnología. La creActividad y la creAcción2 son elementos inherentes de cada persona. Así, la realidad creActiva debe exaltarse en cada aspecto cultural del ser humano y de su entorno. El conocimiento, de acuerdo con Laughlin, es un conjunto de pasos o peldaños dentro de un proceso infinito de búsqueda (según se cita Gallegos, 1997).
La mente humana, en su complejidad, es capaz de crear belleza y darles forma a las manifestaciones artísticas más hermosas que demuestran la capacidad intelectual, racional y espontánea del ser humano. El cerebro, como sistema, produce actividades mentales creActivas que son modelos de autoorganización. En palabras de Capra (1998), “la mente humana puede crear un mundo interior que refleja la realidad exterior, pero que al mismo tiempo tenga una existencia propia y pueda inducir a un individuo o a una sociedad a actuar en el mundo exterior” (p. 342).
El mundo interior del ser humano hace a la persona reaccionar ante diversas situaciones y puede conducirle al mundo de la imaginación y de la creActividad, los cuales son los elementos básicos necesarios para desarrollar ideas y plasmarlas en estética y belleza. Al respecto, Capra apunta que dentro del mundo interior de cada persona se despliega un reino psicológico en donde confluyen un número de fenómenos típicos de la naturaleza humana, dentro de los cuales figuran:
la consciencia de sí mismo, la experiencia consciente, el pensamiento conceptual, el lenguaje simbólico, los sueños, el arte, la creación de la cultura, un sentido de valores, el interés por el pasado más remoto y la preocupación por el futuro. (1998, p. 343)
La humanidad surgió a través del proceso de la creAción cultural y necesita de ella para sobrevivir, desarrollarse y evolucionar. El conocimiento es algo inherente al ser humano y propio de cada ser. En otras palabras, es una destreza innata que lo distingue de las demás especies, una manera que tiene el individuo de relacionarse con su entorno y con quienes le rodean.
Al considerar al ser humano como un ser social, Mayorga et al. (2020, p. 261) señalan que “la ciencia comienza cuando se busca el saber en sí mismo, a fin de lograr su aplicación o contextualización en la vida diaria en pro del mejoramiento de la calidad de vida, el nivel de bienestar social y satisfacción de necesidades”.
El proceso de enseñanza cambia y evoluciona cada día. Lo que antes era imposible se ha vuelto viable gracias a la virtualidad. De acuerdo con Clark, “a un nivel más pragmático, la misión de la educación debe ser enseñar cómo aprender” (según se cita en Gallegos, 1997, p. 78). En la actualidad, la educación virtual se ha convertido en un “boom”, en algo completamente novedoso y en un mundo lleno de imágenes, colores y sonidos; ni siquiera se centra solo en un libro y en un cuaderno. Assman (2002) afirma que: “educar es seducir a los seres humanos para el placer de estar conociendo” (p. 4).
La era digital ha comenzado a dar un giro a la manera de enseñar y de aprender, por lo que gracias a la tecnología las personas no deben moverse de sus hogares para estudiar, lo cual les ha permitido a quienes trabajan continuar con sus estudios y superarse dentro de un mundo competitivo, en donde se debe aprender cada vez más y estar actualizado para formar parte importante del entorno social. Al mismo tiempo, los medios digitales deben estar inmersos en ambientes de aprendizaje colaboradores y equitativos, y se debe enfocar hacia una pedagogía del amor universal, donde lo importante sea compartir con las demás personas, tal como lo plantea la visión holística.
La pedagogía, apoyada en medios digitales, está logrando profundas transformaciones en la comunicación de la nueva relación de la humanidad. El uso de dichos recursos está generando un importante cambio en la enseñanza que, progresivamente, lleva a una nueva dimensión pedagógica. La sustentabilidad de esta dimensión se basa en la premisa de que hay suficiente para todas las personas; para esto se requiere una conciencia ordenada, una nueva relación entre humanidad y naturaleza; en otras palabras, una nueva ciencia holística que integre ciencia, arte y espiritualidad. Ante esto, el aspecto más importante de los centros educativos del siglo XXI será la espiritualidad, para lo cual se torna necesario establecer un orden interno en la propia conciencia, que permita descubrir la belleza presente en toda forma de vida.
Para abordar el cambio de paradigma se debe comenzar mencionando la importancia de la epistemología, considerada como la ciencia de las ciencias. Esta se relaciona con las necesidades de la humanidad, como esa necesidad de crear y de expresarse. Gonçalves (2010, p. 91) menciona que “vivimos en un mundo social de tradiciones, conflictos, búsquedas y valores”. La crisis cultural polifacética se nota desde el contexto de la evolución de la humanidad. Cuando una sociedad no puede adaptarse a los cambios de la evolución cultural entra en una etapa de decadencia. El sistema ideacional de Sorokin3 reconoce valores como la belleza, y el arte es precisamente una manifestación de ello (según se cita en Capra, 1998).
El ser humano es un ser creActivo porque tiene una capacidad infinita para ir más allá de sus propias limitaciones. El pensamiento de cada individuo puede desarrollar y crear “cosas” inimaginables como lo ha hecho a lo largo de la historia. Al respecto, Zemelman (2012, p. 22) señala que “el hombre ha sido capaz de pensar en contra de sus propias verdades, porque ha podido pensar en contra de sus certezas”. La mente de cada persona puede ser creActiva; es decir, cuanto más se sondean las profundidades de la mente, más abundante es su creación. Por ello, es necesario rescatar la creActividad por medio del arte y difundirlo a través de la tecnología. En la era de la revolución de la información, se debe aprovechar los avances de la telemática y tomar partido de ello para llegar a comunidades lejanas que no tienen acceso a museos, teatros o academias de música, y poderles brindar una apreciación del arte desde el punto de vista virtual.
Gracias a la invención de la teleconferencia, esta puede usarse para llegar a lugares remotos y ofrecerles a otras personas la posibilidad de descubrir nuevos mundos y universos culturales. En el mundo globalizado en el que Internet está en millones de hogares y en donde un mensaje llega en cuestión de segundos, se puede acceder al arte desde cualquier lugar del planeta. No obstante, la tecnología es solo un medio para llegar al arte, no para vivirlo o experimentarlo, pues los medios virtuales no muestran la belleza de una flor ni suenan como el majestuoso canto de un ave.
No importa la raza, el idioma o la idiosincrasia, la creActividad y la cultura son algo propio de cada pueblo y la manifestación artística más rica de la civilización. Por este motivo, la difusión de la creActividad artística por medio de la tecnología le permitirá al ser humano ampliar sus horizontes educativos a través de algo que siempre ha existido a lo largo de la historia: el arte. De hecho, para Elliot “los programas de educación artística deberían fomentar el desarrollo de la inteligencia artística” (2004, p. 65). Crear arte a través de los sentidos no solo requiere inteligencia, sino también sensibilidad y sentimiento. Los sentidos permiten percibir el arte desde distintas perspectivas, enfoques y direcciones. Gracias a ellos las personas pueden apreciarlo, vivirlo, amarlo y sentirlo:
Los sentidos no pueden ser verificados bajo un prisma de objetividad y de forma analítica. De igual manera no pueden ser pura o simplemente mensurados en axiomas cartesianos o matemáticos. Al hablar de paradigmas también debemos hablar de su interrelación. (Gonçalves, 2010, p. 91)
En la actualidad, las premoniciones de Capra (1998) de los años ochenta representan un reto con grandes repercusiones intelectuales en torno a una educación holística mediada pedagógicamente a través de una adecuada utilización de los medios digitales como parte de un nuevo ordenamiento y cosmovisión de la realidad sumida en la era digital. La humanidad evoluciona, en términos culturales. Es un modelo dinámico de cambio que aparece como una faceta de transformación. La creActividad colabora con el desarrollo de esa evolución y ese proceso de transformación.
La sociedad actual presenta una serie de transformaciones, de las cuales la más importante es la transición hacia un cambio de paradigma, un cambio profundo de la mentalidad, de los conceptos y de los valores que forman una visión particular de la realidad. Se camina en dirección a un cambio en el estilo de vida propio. La mentalidad se modifica y las sociedades también. Los valores, no obstante, mantienen su esencia, aunque sean vistos desde diferentes perspectivas. La creActividad es el motor para mediar esos cambios, los cuales deben ser enseñados a cada persona para que pueda desarrollar esa creActividad en todo el sentido amplio de la palabra. El conocimiento es poder y el ser humano necesita adquirir ese conocimiento.
La evolución humana y su naturaleza son de carácter complejo. Los seres humanos evolucionan como animales sociales y culturales. Todas las personas pertenecen a una cultura y se desenvuelven dentro de una sociedad que las distingue según sean sus costumbres, arte y creActividad. La evolución humana progresa gracias a una constante interacción de su mundo con su entorno; esta se lleva a cabo entre los individuos y la sociedad, entre la naturaleza y la cultura. Los tiempos cambian y esto conlleva nuevas transformaciones en la sociedad; ahora se le ve desde otra perspectiva y hacia otros enfoques. Según Gallegos (1997, p. 16), “la nueva visión deberá impulsar una renovación de la educación y de toda la cultura de la humanidad”.
El ser humano se desarrolla en su entorno y vive en una ambivalencia que se acopla con su medio y con su yo interior. Debe aprender a convivir con su mundo interior y exterior. Es dentro de su mundo interior donde nace la inspiración para crear arte y belleza. El cerebro humano es complejo: un constante fluir de pensamientos, deseos y aspiraciones dentro del mundo íntimo del individuo. Consta de varias partes estructuralmente diferentes, cada una dotada de inteligencia y subjetividad propia que dan pie a la creActividad. La evolución de la conciencia ha dado cabida a las grandes pirámides, a la música clásica, al ballet y a tantas manifestaciones lúdicas del arte creActivo. Incluso, los seres humanos tienen su propia forma creActiva de actuar, vivir y comunicarse.
Un nuevo orden, una nueva civilización
El mundo es un proceso totalizador mental y cósmico que trasciende a las mentes y conciencias individuales. La sociedad actual está en constante cambio, en continua transformación. Es la nueva sociedad de la información, de cara al siglo XXI, en donde se dan muchas innovaciones gracias a la creActividad y a la espontaneidad de sus individuos. Los organismos son mucho más sensitivos y están íntimamente conectados unos a otros y al ambiente. Es precisamente esta sensitividad la que le permite al ser humano crear arte y desarrollar su creActividad a plenitud en contacto directo con la naturaleza y con los demás seres pensantes y sensibles.
El conocimiento se mide por el reconocimiento que otros hacen de la creAcción individual. Cada creAcción individual merece ser apreciada y respetada por su valor artístico y estético. Toda nueva imagen estética es percibida por las demás personas a través de la forma en que quien la crea desea que la vean; por ejemplo, un paisaje costumbrista, el cual puede ser percibido o interpretado según el cristal desde donde se mire. Lo más importante dentro de este contexto es el respeto y el crédito a la creAcción de la persona autora.
La civilización, de cara al siglo XXI, va evolucionando y la creActividad va de la mano con el progreso. Las innovaciones tecnológicas hacen la vida humana cada día más sencilla. La tecnología es una herramienta de la cual el ser humano se ha valido para crear y desarrollarse en su entorno. Ejemplo de ello son los grandes rascacielos y edificaciones que hacen crecer las ciudades día con día. También se puede mencionar lo fácil que es actualmente acceder a la información por medio de Internet, o lo sencillo de comunicarse con otras personas alrededor del mundo gracias a las telecomunicaciones. Así como han ocurrido todos estos cambios, la educación también evoluciona y se vuelve más abierta hacia nuevos paradigmas y formas de aprender. De hecho, Cornejo (2012) menciona:
En las últimas décadas hemos asistido a cambios profundos en todos los ámbitos de la actividad humana. Vivimos en un mundo globalizado donde acontecimientos, otrora inconexos, tienen repercusiones casi inmediatas. En este nuevo escenario, la educación no ha estado ajena al proceso de cambios, algunos con efectos visibles inmediatos y otros con efectos de largo plazo difíciles de predecir. (p. 1)
El ser humano, como homus digitalis creActivus, evoluciona y crece. Su creActividad le ha permitido llegar muy lejos. Tiene todo el mundo a su alcance y puede seguir evolucionando cada día más. Sin embargo, debe pensar siempre en el bienestar del resto de la humanidad, así como en la preservación del planeta, en su sostenibilidad y en su protección. Como bien menciona Samper (2002, p. 44), “la globalización es un proceso inacabado, al cual le falta regulación, humanización y civilización”.
La educación juega un papel muy importante dentro de todos estos cambios que la sociedad actual está viviendo. La ciencia se ha introducido en distintas áreas de la educación; por ejemplo, como señala Laughlin, “lentamente estamos empezando a cambiar el contenido de esa educación científica por algo más moderno y formas más modernas de ciencia, por ejemplo, la ecoeducación” (según se cita en Gallegos, 1997, p. 18).
La ecoeducación, de acuerdo con Gallegos (1997, p. 76), es un modelo educativo integral basado en principios fundamentales de la ecología y su misión es “crear una conciencia que pueda actuar en términos de totalidad, es decir, una conciencia con habilidades instrumentales y capacidades holísticas”. Este holismo y las bases de la ecoeducación se centran en las comunidades de aprendizaje, que poco a poco van estando más en boga en la educación actual. Se enseñan principios importantes como la cooperación, la coevolución, la sustentabilidad, entre otros. Es importante que la educación siempre esté basada en valores y buenos procederes.
La educación holística, también conocida como educación integral, está innovando y diversificando el proceso educativo. Quevedo (2020, p. 166) menciona tres criterios principales para aplicar su metodología de enseñanza con el estudiantado: “la parte emocional, la construcción de conocimientos y la espiritual”. Para el autor, el componente emocional y espiritual no tienen por qué estar apartados de la parte cognoscitiva, pues “en su conjunto conforman la autoconstrucción del mundo interno de una persona”; en cuanto a lo espiritual, no necesariamente se debe asociar a un patrón religioso, sino más bien a “la empatía del sujeto respecto a su entorno, su sensibilidad hacia los demás, esa capacidad de comprender y entender a otros más allá de su propia individualidad” (2020, p. 166).
La visión del mundo debe cambiar para ayudar a la supervivencia humana. En este caso, la visión holística puede dar una guía al ser científica y espiritual al mismo tiempo; pues integra el conocimiento humano en la cultura de la sabiduría. De esta forma, ciencia, arte, tradiciones y espiritualidad se complementan unas con otras, forman una red en donde todas y cada una es valiosa y, por tanto, el ser humano necesita de ellas.
El ser humano es parte integral del cosmos, como producto de su evolución. Nemeth-Baumgartner afirma que “de la experiencia de la interconectividad fluye un sentimiento semejante al amor” (1993, p. 44). El amor es un sentimiento y, a la vez, una fuerza que fluye de cada ser y hace a las personas experimentar las más bellas sensaciones. El amor todo lo puede, el amor todo lo da. Es un regalo de Dios y como tal debe ser compartido. Es un sentimiento que sostiene armónicamente al mundo.
El amor se puede describir de diferentes maneras, desde afección y cariño hasta una pasión muy intensa. El amor permite crear belleza para compartirla con otras personas a través de las manifestaciones artísticas más sensitivas. Según señala Sangrador (1993, pp. 181-196), se puede entender el amor como “una actitud positiva hacia otra persona, que incluye una predisposición a pensar, sentir y comportarse de un cierto modo hacia esa persona”. Ahora bien, Bachoir (1993, p. 3) lo describe en las manos del poeta como “un exagerado estado de ilusión o desilusión” y en las manos del filósofo como quien “lo quiere analizar racionalmente punto por punto”.
El amor es un intercambio de seres, saberes y placeres. Hay amor por la humanidad, así como hay caridad. La caridad es otra forma de amar a la humanidad. Este vocablo proviene del latín caritas, el cual significa también una especie de amor por los demás seres. La filantropía es otro tipo de amor por el prójimo, amor por los demás. Por amor, el ser humano decide crear belleza y arte para compartirlo con sus semejantes brindándoles todo lo dulce, todo lo tierno y todo lo hermoso que hay dentro de sí y que es capaz de ser vivido con otros.
Los grandes maestros han enseñado y predicado que todo acto moral es producto de la experiencia del corazón, que la ética y la moralidad no pueden ser impuestas desde fuera, pues son actos naturales como el respirar o el caminar. De acuerdo con Nemeth-Baumgartner, el corazón es la gran caja de resonancia homeostática capaz de regular el medio interno con el externo en la representación del mundo de cada persona. Sobre esto, Aristóteles dijo: “El cerebro sabe, pero el corazón conoce” (1993, p. 46).
Cuando se es docente, se debe sentir un enorme amor por la profesión. Enseñar, aparte de ser un arte, es también una vocación y, sobre todo, se debe realizar con pasión y dedicación. No es fácil dedicarse a la educación; sin embargo, hacer de esto un estilo de vida brinda miles de satisfacciones y alegrías al recoger los frutos que el proceso de enseñanza-aprendizaje brinda. Cuando se aprende a enseñar por amor, no hay obstáculos ni impedimentos para que otras personas logren sus metas y sueños. Quien se dedica a esta profesión debe hacerlo por pura satisfacción, convicción y amor.
Se camina en dirección hacia nuevos mundos: la era de los medios digitales y la información. La sociedad actual ha cambiado y va a cambiar aún más. Lo que un día fue ya no es y no volverá a serlo en el futuro. El futuro está instalado entre nosotros y depende de nosotros. En el ámbito educativo, para lograr la adquisición de información, el o la docente debe analizar su materia y seleccionar los datos que desea evaluar mediante un examen y verificar el grado de conocimiento obtenido. La información, hoy día, se accede de una manera más ágil y dinámica y está al alcance de todas las personas.
Actualmente, dentro del diario vivir, no solo en la educación sino también en el hogar y en la oficina, se cuenta con Internet. Este representa la capacidad de adaptación e interacción con otras personas y en otros ámbitos. Mediante la red, las personas se conectan con otras, con otros mundos y espacios que les permiten conocer todo cuanto les rodea. Puede utilizarse como una herramienta para mediar la educación del siglo XXI, la cual debe ser siempre integral y holística, capaz de permitirle a cada persona desarrollarse y aprender de forma dinámica y creActiva.
Cualquier ser humano tiene la capacidad de ser creActivo y espontáneo; algunas personas poseen habilidades más desarrolladas, como las de ser líderes. No obstante, lo más importante es la capacidad de unir todas las habilidades y cualidades, para luego sumarlas y realizar esfuerzos en común en beneficio de la humanidad. Las actividades diarias de una persona emprendedora se basan en la cotidianeidad y revelan las ideas dentro del diario vivir. El proceso innovador del emprendedurismo tiene la particularidad de que su creAcción se encuentra en mayor sintonía con la naturaleza de la actividad humana. Responde a un entusiasmo personal que es capaz de contagiar a otras personas para que se torne colectivo.
Por su parte, ante el avance de la tecnología, es necesario no dejar de lado el rescate de las humanidades. La cultura y el arte son los legados más preciados que una civilización posee. Ese arte le permite a la humanidad manifestarse en su máxima expresión y fundirse en una sola unidad con la naturaleza. Así, la danza es una manifestación de las imágenes y formas de lo natural; la música, el idioma universal, el cual no necesita ser traducido para entenderse, solo hace falta sentirla; el teatro le permite al hombre expresarse a través de sentimientos y reacciones para comunicar un mensaje. En fin, cada manifestación artística es una forma de comunicación que el ser humano ha inventado para definirse de la manera más sublime.
Cada persona es un ser con poder. Con poder de decisión para crear, tener libre albedrío y hacer lo que cree correcto o lo que le parece lo correcto. El ser humano se relaciona entre grupos con otros seres humanos. Esto da origen al intercambio de las relaciones sociales y el comportamiento de la persona en la sociedad. Además, cuenta con la inteligencia para discernir entre lo bueno y lo malo. Sin embargo, la tecnología puede llevar a una persona a autodestruirse, si esta no es bien manejada. Tal es el caso de las potentes armas nucleares que podrían destruir el planeta con tan solo oprimir un simple botón.
En la sociedad actual, los valores espirituales y humanistas han sido puestos en segundo plano por el valor central del poder. Existe una lucha de poderes y a menudo las personas quieren demostrar quién es la más fuerte. La vida puede ser simple o compleja; esto depende del enfoque que se le quiera dar y del cristal a través del cual se mire el mundo y las situaciones. Una sociedad sana utiliza la energía y la creActividad de quienes la integran y al mismo tiempo les brinda valores éticos, morales y sociales. Ante esto, la sociedad debería prestar atención a lo individual y a lo colectivo, a lo complejo y a lo simple. Las situaciones interactúan entre sí y las personas interactuan con las circunstancias.
Para ser creActivo se necesita tiempo e inspiración. Las grandes obras de arte nacen de momentos de éxtasis que los artistas viven. No se puede crear algo bello solo con sentarse a hacerlo. Para eso existe todo un proceso que debe llevar al objetivo final: la creación artística. Artista es quien logra plasmar la belleza. Hoy en día, gracias a la tecnología se puede crear diseños gráficos por computadora; incluso, lindas películas han sido elaboradas con la animación digital. Así, el arte y la tecnología pueden ir de la mano. Todo es cuestión de encontrar una armonía en la cual ambos puedan desarrollarse.
El avance de la tecnología y el idioma inglés
Actualmente en la sociedad los medios digitales son vistos desde diferentes perspectivas. Algunas personas perciben lo virtual como un avance de la cultura, “tecnofílicas”; mientras que otras, las llamadas “tecnofóbicas” aún se resisten al cambio, a pesar de que la nueva era globalizada del siglo XXI lleva una dirección hacia cambios cada vez más beneficiosos para el sistema de vida.
De hecho, debido a la globalización, en estos días quien no sepa manejar una computadora o hablar un segundo idioma, como mínimo, podría considerarse un analfabeta. Otro tipo de analfabetismo es el sociocultural, pues lo mínimo que una persona debe saber y conocer es sobre la sociedad y la cultura en donde vive. Cuando una persona tiene conocimiento y buena formación educativa, puede acceder a buenos trabajos. De hecho, Hopenhayn (2006, p. 13) menciona que “es necesario adquirir destrezas para incorporarse creativamente en las nuevas formas de trabajo, y para participar con racionalidad comunicativa en espacios de negociación y de toma de decisiones”.
Con la difusión del Internet, estudiar inglés se ha convertido en una necesidad. Es el lenguaje de la tecnología, ya que las innovaciones y avances científicos y técnicos más significativos, como la investigación de avanzada, se publican en ese idioma. Además, el uso de anglicismos es más frecuente debido a la tecnología y a la presencia del inglés en determinadas profesiones y oficios. Por lo tanto, la condición receptora del español poco a poco va introduciendo términos nuevos en su léxico debido a la influencia de la ciencia y de la tecnología.
El dominio lingüístico del inglés se ha tornado necesario en el siglo XXI; está en las redes sociales, los centros de llamadas, las plataformas de entretenimiento, entre otras, y las personas usuarias de este tipo de tecnología hablan un “nuevo idioma” lleno de palabras en inglés, en la era del smartphone, del e-mail, del bluetooth y del casting. La red de Internet es parte de la vida diaria de millones de personas alrededor del mundo y resulta evidente el predominio de los Estados Unidos en este ámbito y en otros como la política, la economía, las ciencias, el cine o la moda. En palabras de García (2002), “todo esto influye en la pujanza del inglés” (p. 329).
La tendencia a utilizar anglicismos, al no existir palabras equivalentes en español, se vuelve cada vez mayor, por lo que muchas personas empiezan a hacerlo quizás por necesidad expresiva o, simplemente, ¿será una moda o un capricho hablar así?4 Como ejemplos de uso del español con anglicismos se pueden citar:
•Vamos a tener una meeting con el staff de la compañía después del training de las 9.
•Voy a chequear en Facebook y en Instagram cuántos likes tengo hoy.
•Netflix ofrece streaming en high definition (HD) para la mayoría de sus series y películas.
•A las 10 me deslogueo y tomo el break, pero hoy tomo el lunch a las 12:30.5
Lo anterior es una simple pincelada de cómo, especialmente las nuevas generaciones, están usando una forma del idioma que combina palabras en español con vocablos en inglés. Esto no escapa a otras generaciones (personas entre 30 y 50 años), quienes también, por su exposición al inglés en sus diferentes trabajos, suelen emplear muchos anglicismos en sus conversaciones diarias. Tal es el caso de los manager, coaches y trainers, quienes tienen contacto directo con sus coaches y sus trainers. Este tipo de personas partidarias del uso de anglicismos asumen o toman por sentado que las demás personas les entienden y están sintonizadas en su mismo canal. Incluso, si el interlocutor parece no entenderles, miran con desaprobación ese desconocimiento del anglicismo y ven a la persona con cierto desdén.
Las personas que utilizan anglicismos asumen una actitud de superioridad lingüística, para ellas, o de mayor conocimiento, o consideran “actualizadas” y las demás están con conocimientos limitados u obsoletos. Este tipo de personas que tienden a tener un sentimiento de superioridad lingüística por el hecho de utilizar un anglicismo las hace conocedoras del idioma y hasta en algunos casos se creen hablar el idioma perfectamente y lo que menos saben es inglés (G. Hernández, comunicación personal, 15 de junio de 2022).
Por otro lado, un caso particular es la manera de escribir los anglicismos nativizados o adaptados en la lengua española. Por ejemplo, el verbo to check en inglés se utiliza con el significado de chequear en Costa Rica, mientras que en México prefieren emplear la palabra checar. En Costa Rica, el verbo to click se dice cliquear, pero en España es clicar. O el caso de guachar o guachear,6 que las personas utilizan indistintamente para sustituir el verbo to watch.
Respecto al léxico, existen anglicismos que varían de un país a otro. Por ejemplo, la palabra link cuando no es empleada tal cual, se traduce como enlace en Costa Rica, mientras que los mexicanos prefieren emplear la forma liga. El ya mencionado anglicismo clicar o cliquear es utilizado como hacer clic para referirse a la acción de pulsar uno de los botones del “ratón”, conocido en la mayoría de los países de Hispanoamérica como mouse.
Ahora bien en cuanto a pronunciación, también existen variantes; por ejemplo, en el caso del anglicismo wi-fi la población costarricense lo pronuncia como [‘waifai], mientras que los españoles dicen [‘wifi]. En el caso del término futbol, en Costa Rica se pronuncia [fut‘bol], pero en otros países como Argentina o México la pronuncian como grave [‘futbol].7 Se puede hablar de muchos otros ejemplos, ya que cada día las personas tienden a incorporarlos más en el habla cotidiana.
También se pueden citar los acrónimos como QA [‘kiuei] o AC [‘eisi] que utilizan quienes trabajan en centros de llamadas o institutos de idiomas para referirse a un quality analyst o a un academic coordinator.8 Es muy usual referirse así a algunos puestos cuando se labora en ese tipo de instituciones, pero ¿qué pasa cuando las personas externas a esos contextos desconocen este tipo de nomenclatura? En esas situaciones el interlocutor, que no maneja esos términos, usualmente se siente excluido de la conversación.
Como ha sido ilustrado, el conocer una lengua como el inglés y el estar conectado con la tecnología permite abrirse a nuevos universos cibernéticos y tener acceso a miles de plataformas que Internet ofrece. Cada día se crean nuevas plataformas y sitios que pueden ser accedidos por millones de internautas alrededor del mundo. La nueva era de la tecnología pretende enriquecer a las personas culturalmente, ampliar sus horizontes y permitirles mejorar su nivel de vida y educación. La idea es progresar y dirigirse hacia un universo en donde la ciencia y la tecnología estén siempre al alcance de todas las personas. Además, debe existir una igualdad de condiciones y oportunidades para que toda la humanidad se beneficie de los avances tecnológicos. Debe existir una democracia mundial en la que cualquier persona tenga acceso a la información, a la educación, al arte y a la cultura, una democracia en la que exista igualdad de condiciones y esté libre de inforricos y de infopobres.
Las características prometedoras de la era de las redes son, según muchas personas, la hipertextualidad, la conectividad y la transversalidad. Se trata de utilizarlas en beneficio de una educación solidaria, porque la bipolarización de la sociedad entre “inforricos” e “infopobres” está en contradicción con las oportunidades ofrecidas por el propio potencial tecnológico. Es preciso trabajar pedagógicamente el desequilibrio de los seres humanos en relación con las oportunidades contenidas en las obras de sus propias manos (Assmann, 2002, p. 21).
La educación debe ser accesible. Hoy, gracias a plataformas como Zoom, Teams o Google Meet las personas se pueden conectar e interactuar con otras y la educación se ha vuelto más ágil y dinámica. No es necesario asistir a un centro educativo a recibir clases, todo se puede hacer de forma virtual. La pandemia por COVID-19 sacó lo mejor de las personas profesionales en educación y del estudiantado. Las personas han descubierto que para aprender computación, algún idioma o clases en general no necesitan asistir a una escuela, a un colegio o a una universidad. El proceso de enseñanza-aprendizaje se puede realizar desde sus propios hogares o sus lugares de trabajo por medio de una computadora, una tableta o un teléfono celular. Sin embargo, el paso de virtualizar todo el proceso educativo aún no ha sido realizado por completo, pero tal vez en un futuro cercano este paso se dé y cambie el paradigma educativo totalmente.
Las sociedades se dirigen hacia un nuevo mundo. El destino de la humanidad puede ser incierto si no se cuida verdaderamente el futuro del planeta. Cada persona tiene “en sus manos” la respuesta a ese cambio que la sociedad necesita. Los y las docentes deben concienciar a los demás para que se pueda hacer historia al construir y no al destruir, al crear y no al deshacer. La humanidad del hoy es la heroína del mañana, los paladines del futuro de la humanidad, los forjadores del destino. Los hacedores de creActividad en un mundo que se abre ampliamente para desarrollarse como seres espontáneos, sensibles y expresivos. La creActividad es una gran herramienta para lograr esto y para inmortalizarse dentro de la historia de la humanidad.
El proceso educativo ha cambiado y la tecnología les permite a las personas abrirse a amplios y vastos universos de información, la cual está al alcance de un simple clic y esto permite a millones de personas acceder a ella, por eso se deben brindar espacios para que quienes tienen menos recursos económicos puedan acceder a ella.
La cultura de sostenibilidad y acceso a la educación debe facilitar el seleccionar lo que realmente sea sostenible y desechar lo que no. El ser humano cuenta con increíbles elementos como la imaginación y la capacidad humana de inventar. El desarrollo de la imaginación creadora es necesario para desarrollar una cultura de sostenibilidad. Imaginar es crear y el ser humano tiene la capacidad de crear y desarrollar infinidad de proyectos.
El campo de la construcción del conocimiento debe ir dirigido armónicamente a la integración de las potencialidades del desarrollo humano. Esta visión va completada con la dimensión de soluciones en favor del futuro del mundo, determinada en la interacción de los criterios, de la comparación de ideas y de equilibrios dinámicos e interdependientes.
La humanidad puede valerse de la red de redes de la comunicación: “Internet”, pues permite que los infopobres sean cada vez menos y que el mundo se llene de inforricos con acceso a una educación digna del siglo XXI, con miras hacia los cambios de un paradigma educacional más fructífero y próspero para todas las personas.
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Recibido: 31 de octubre de 2022. Aprobado: 5 de diciembre de 2023
http://doi.org/10.15359/rep.18-2.6
1 Profesor de idiomas, Dr. en Ciencias de la Educación con énfasis en Mediación Pedagógica, Universidad De La Salle. https://orcid.org/0000-0003-2484-418X
2 La ortografía de estas palabras, con sus diferentes variantes, se escribe de esta forma porque es la unión de los vocablos creatividad y acción; creación y acción. Se escribe la “A” mayúscula para denotar la fuerza y la importancia que tienen la “actividad” y la “acción” en toda la riqueza del término.
3 Importante obra en cuatro volúmenes escrita entre 1937 y 1941
4 A menudo, las personas suelen imitar a quienes admiran. Lo mismo ocurre en la pauta lingüística, se tiende a imitar a quienes utilizan anglicismos por una cuestión de prestigio o porque suena más “chic”.
5 La mayoría de las personas que emplean este tipo de expresiones o anglicismos son quienes trabajan en los call centers, así como las personas aficionadas a las redes sociales y a las plataformas de entretenimiento.
6 La escogencia de utilizar uno u otro término es meramente facultativa.
7 De hecho, en Argentina en la palabra fútbol prácticamente no pronuncian la consonante “t”.
8 QA es un analista de control de calidad. AC es un coordinador académico.
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