Revista Letras EISSN: 2215-4094 Número 60 Julio-diciembre 2016 Páginas de la 45 a la 66 del documento impreso Recibido: 17/9/2016 • Aceptado: 20/10/2016 |
Tendencias temáticas y discursivas de la poesía centroamericana del siglo XIX1
(Trends in Topics and Discourse in 19th-Century Central American Poetry)
José Francisco Bonilla Navarro2
Universidad Nacional, Costa Rica
Resumen
El estudio es una exploración histórica sobre algunos aspectos del desarrollo de la poesía centroamericana a lo largo del siglo XIX, como parte de un proyecto más amplio para la recuperación documental y comentada, de una importante manifestación del género lírico, escasamente tratado por la crítica. Se describe la recopilación El Parnaso centroamericano (1882), del que se hacen observaciones sobre sus criterios de selección, la temática predominante, y las tendencias estético-discursivas de los poemas recogidos: poesía panegírica, poesía patriótica, poesía amorosa, metapoesía.
Abstract
The study is a historical exploration of certain aspects in the development of Central American poetry during the 19th century. It was carried out as part of larger project for the recovery and analysis of documents corresponding to a significant manifestation in the genre of poetry which has been somewhat overlooked by literary critics. A description is provided of El Parnaso centroamericano (1882), with a commentary on selection criteria, the predominant issues, and the esthetic discourse tendencies of the poems collected: panegyric poetry, patriotic poetry, love poetry, and metapoetry.
Palabras clave: Literatura centroamericana. Poesía centroamericana del siglo XIX. El Parnaso centroamericano
Keywords: Central American poetry, 19th-century Central American poetry, El Parnaso centroamericano
Introducción
La delimitación temporal que se menciona con el objeto de estudio es esencial, pues el siglo XIX centroamericano estuvo marcado por significativos acontecimientos históricos, políticos y sociales que permearon en la producción literaria regional del momento y, en general, en el pensamiento intelectual centroamericano. En el plano histórico-político se trazan los períodos preindependentista e independentista; las posteriores ideas de unionismo y separación del Imperio de Iturbide son también relevantes, pues con ello aparecen los intentos por crear la Federación Centroamericana3; el filibusterismo constituye otra de las grandes marcas históricas que definen la región. En el campo político-social emergen las políticas de los liberales, amparadas, cultural e intelectualmente, en las ideas de la Ilustración francesa. La materialización de este proyecto se manifestó en grandes reformas a la educación, la economía, el desarrollo de la industrialización y la diversificación de la exportación.
Las ideas de separación del Imperio Español, resultantes de situaciones políticas y económicas de los principales centros de concentración del poder español, tales como México, Guatemala, Perú y Panamá4 y la posterior independencia del continente comenzaron a imprimirle a la región centroamericana en específico un dinamismo hasta entonces sin precedente, pues esta etapa constituyó el momento en el cual se empezaron a moldear los cimientos y devenires de la historia republicana. Del mismo modo, la bifurcación intelectual que se produjo entre quienes pretendían unirse al Imperio de Iturbide y aquellos que querían conformar a Centroamérica como una gran nación desembocó, en el campo de las letras, en lo que hoy da cuerpo a la producción ensayística de los Próceres Centroamericanos; aquí entrarían nombres como los de José Cecilio del Valle, Francisco Morazán, Pedro Molina, entre otros, quienes, sin una conciencia plena de la escritura como proceso estético, expusieron sus argumentos y opiniones sobre la actualidad política, social, económica y cultural de la región centroamericana.
Con el fracaso de la Federación Centroamericana, las ideas liberales comenzaron a configurar las líneas generales de la administración política, económica, social y cultural del centroamericano decimonónico. Aquí la producción literaria y escritural en general tuvo más auge, puesto que constituyó la materialización de uno de los más grandes ideales del pensamiento ilustrado: la educación del individuo, la cual representó uno de los principales ejes de la agenda política liberal. El pensamiento de José Cecilio de Valle ejemplifica muy bien dicha agenda; cuando escribe “Memoria de la educación”5 crea las bases del desarrollo y progreso de las naciones en la “ilustración del pueblo”. Dirá al inicio de tan magno ensayo «Las ciencias son el origen primero de todo bien. No hay en las sociedades políticas uno solo que no mane de ellas. Lo más bello; lo más grande; lo más sublime es obra suya. Yo las adoraría como divinidades si no existiera la que reclama nuestros cultos»6.
La formación del capitalismo agrario y constitución del Estado liberal en las naciones centroamericanas, coincide con la consolidación del cultivo del café; aspecto que marca un hito importante porque provoca un auge en la economía liberal de aquellos países centroamericanos, cuyos ingresos dependían del grano y, como señala Sergio Ramírez, en Centroamérica: hoy, «las primeras manifestaciones de un arte literario de importancia, se producen en Centroamérica en la época del oro del café»7. El café, entre otras cosas, va a promover la movilización, en Costa Rica por ejemplo, de la élite oligarca, quienes accesarán a centros culturales de importancia como París y económicos como Inglaterra.
Pese a que la invasión norteamericana se da en dos momentos históricos bien diferenciados: en un primer momento con el avance filibustero y medio siglo después con la presencia de los enclaves bananeros, este trabajo sienta su atención en el primero de los momentos. Hacia la mitad del siglo XIX, la invasión filibustera produce en la región centroamericana una reafirmación de los nacionalismos localistas que se han ido gestando producto de las políticas liberales puestas en marcha después del fracaso unionista. Es un hecho importante en la vida política y cultural de Centroamérica que tendrá efectos en su producción literaria y ensayística. Así, se conocen las proclamas de Juan Rafael Mora Porras en Costa Rica y Nicaragua, estilo discursivo que utilizó para motivar y prevenir a los soldados del ejército que dirigió en la Campaña de 1856-57. Para un mayor conocimiento del tema el lector puede remitirse al libro preparado por Juan Durán Luzio8, que recoge páginas de Mora pronunciados en diversas circunstancias.
Un acercamiento a la poesía centroamericana del siglo trasanterior, no puede pasar por alto las circunstancias ni desligarse del contexto sociohistórico dentro del cual dicha producción fue escrita. No obstante, y paradójicamente a la importancia de este período para el posterior desarrollo político, económico, social y cultural de Centroamérica, el estudio, desde el ámbito ensayístico y poético del siglo XIXno ha sido abordado cabalmente y, por tanto, se carece de proyectos que persigan una sistematización del pensamiento intelectual del momento.
Estas observaciones preliminares comunes al contexto sociohistórico de la región son de vital importancia para referirse a otros aspectos formales que guiarán el desarrollo de la investigación. Cuáles son los códigos estético-ideológicos de la poesía centroamericana del siglo XIX encarnan la problemática principal del trabajo; estableciendo esto se podrá entonces cooperar con la sistematización del estudio sobre una época que, como ya se mencionó, pese a su importancia histórica, se ha dejado de lado en las agendas académicas de los centros de enseñanza superior, por ejemplo.
En las siguientes páginas se describen y analizan las tendencias temáticas y estilístico-discursivas de la poesía centroamericana del período decimonónico. Para ello se propone, entre otras cosas, recopilar las principales antologías poéticas a nivel centroamericano que fueron publicadas durante el desarrollo del siglo XIX, o bien que tienen como objeto de estudio el mismo de esta investigación, pues, de cierta forma, dichas antologías configuran un sentido de Nación y un esfuerzo crítico nacional; determinar las tendencias temáticas y estilístico-discursivas fundamentales de las diversas producciones, tanto a nivel nacional como individual también constituye un paso fundamental para alcanzar la meta general; como paso siguiente será importante establecer paralelismos, separaciones y variaciones dentro de los niveles de estudio mencionados anteriormente; por último, antologar, debidamente comentadas y anotadas, las producciones poéticas más importantes de cada país, desde una perspectiva más actual, contribuiría a brindar un aporte importante en el estudio de las letras decimonónicas centroamericanas, aunque sea este un estudio circunscrito únicamente al discurso poético. Se centrará en el análisis de un corpus relativamente reducido, aunque pretenderá ser representativo; de la misma manera, la antologación constituirá un paso mayor que trasciende a los objetivos parciales de esta primera etapa.
Hay que tener en cuenta las tendencias que han regido los últimos estudios sobre poesía centroamericana o, en general, latinoamericana. En este sentido, un caso paradigmático lo constituye la editorial española Visor Libros, la cual ha contribuido al estudio de la poesía latinoamericana pero del siglo anterior. Así se han realizado trabajos de antologación bajo su sello editorial en países como Cuba, República Dominicana, Colombia, Brasil, México; en el ámbito centroamericano se han producido investigaciones localistas en El Salvador y Nicaragua, a nivel regional han sido importantes los aportes de Selena Millares con su Antología: la poesía del siglo XX en Centroamérica y Puerto Rico, también bajo el sello editorial antes mencionado.
Conviene tener en mente que las antologías sobre poesía centroamericana, al momento en que se escriben estas páginas, son ya considerables en número. Según una somera revisión bibliográfica, hay que considerar empresas antológicas de indudable valor, entre las cuales señalamos las siguientes: En primer lugar, la única publicada en el siglo XIX de la que se tiene noticia, la Antología de poetas hispano-americanos, tomo i, México y America Central, de Marcelino Menéndez y Pelayo (1893). Más recientes son: Antología de la poesía centroamericana (1960); Poesía contemporánea de Centro América (1983), de Roberto Armijo y Rigoberto Paredes; Las armas de la luz (1985), de Alfonso Chase; Poesía contemporánea de la América Central (1995), de Francisco Albizúrez Palma; La herida del sol: Poesía contemporánea centroamericana (2007), de Edwin Yllescas Salinas; Puertas abiertas: Antología de poesía centroamericana (2011), de Sergio Ramírez y Antología: la poesía del siglo xx en Centroamérica y Puerto Rico (2013), de Selena Millares. Las antologías sobre poesía hispanoamericana son mucho más numerosas y diversas, si bien deberán tenerse en cuenta, puesto que varias incluyen muestras de poesía centroamericana; a modo de repaso no menos general, conviene considerar algunas ya clásicas en el medio editorial: La poesía hispanoamericana desde el Modernismo (1968), de Eugenio Florit y José Olivio Jiménez; Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea (1971), de José Olivio Jiménez; Antología de poesía hispanoamericana (1984), de Jorge Rodríguez Padrón; Antología de la poesía hispanoamericana actual (1987), de Julio Ortega.9
Es esencial una revisión temática y discursiva de El Parnaso centroamericano, de José María García Salas, publicado en 1882. En él que se recogen las principales voces poéticas de la región de finales del siglo XIX. Identificar los estilos discursivos, los temas relevantes y el contexto histórico al que hacen referencia dichas producciones constituirá el cuerpo de este primer acercamiento al objeto de estudio. Se ofrece un comentario sucinto, también pionero en cuanto aborda el estudio de la poesía decimonónica en términos de los códigos estético-ideológicos que la permean y, aunque no de manera total, abandona los clásicos estudios poéticos desde la perspectiva historicista.
El Parnaso centroamericano
Fue una obra publicada a finales del siglo XIX. En dos tomos, recopila la obra poética de 16 autores centroamericanos, de los cuales cuatro son mujeres. La desproporcionalidad en cuanto a la inclusión de poemas y la inexactitud temporal de los mismos forman parte de las características editoriales negativas de la obra, con ello este texto no es representativo desde el punto de vista cuantitativo; sin embargo, como intento de sistematización y demostración del arte de la época, El Parnaso centroamericano, tiene un valor intrínseco. En palabras de Hugo Achugar,
Los primeros de estos libros realizaron un gesto, pretendieron darle cuerpo de letra a un sentimiento, intentaron construir un imaginario, una nación. Se trata de antologías nacionales, de parnasos fundacionales. Apostaban a la inscripción y se jugaron al aura sagrada de la escritura. Algunos lo lograron, otros se vuelven polvo en los sótanos de las bibliotecas, tanto de las nacionales como de las extranjeras10.
El prólogo de García Salas muestra ciertas generalidades textuales y extratextuales. Si bien no es parte de lo estrictamente literario, conviene detenerse en él, pues ofrece nociones por tenerse en consideración al trabajar con el objeto de estudio propuesto. Con respecto a lo textual, el compilador señala que el orden más adecuado para presentar los autores será el alfabético por «evitar más escollos a mi propósito […] para que sean conocidos, sin mezclarme en los credos políticos o religiosos que profesen los vivos o hayan profesado los muertos. Su numen poético interesa a El Parnaso y nada más»11. Esta aseveración posee relativa importancia, pues hay una conciencia de lo meramente literario ligado al arte; es decir, se recalca la relación independiente del arte con los elementos extratextuales que trascienden la obra artística.
En el ámbito extratextual, hay una conciencia de la subjetividad en la que está basado todo ejercicio antológico, ya que el autor muestra su obra como una selección personal que recopila «las composiciones poéticas de todas las personas, o por lo menos las que yo sepa, que han cultivado la poesía en Centroamérica»12. También, hay una discusión en torno al papel de la crítica y quien la ejecuta. Para el autor, la crítica está relegada a un papel secundario, ya que es un discurso que no influye en los gustos del lector como consumidor. En este sentido, el discurso de crítica literaria es lo adherido al texto mas no lo indispensable. Por palabras del mismo autor puede notarse como en el siglo XIX la crítica está relegada a lo didáctico, no se la concibe como un elemento que propicie el fomento de la lectura como entretenimiento ni como producto consumible. Así, García Salas propone la antología como un artefacto de lectura placentera, entretenida y dinámica, cuyos propósitos pueden ser todos menos el didactismo. Quien ejecuta el discurso crítica, por su parte y desde la concepción del autor, no es el antólogo, pues «dicho trabajo [el de la crítica] exige la pluma de un literato, y la mía es tan distante de semejante honor, como lo están los polos de nuestro globo terráqueo entre sí»13. Esto produce una conceptualización o imagen diferente de la que se tiene del antólogo actual con respecto al decimonónico porque este último se dedica únicamente a recopilar las voces poéticas, sin necesidad de ejercer un comentario crítico sobre ellas. Esto explica la forma cómo está dispuesto El Parnaso centroamericano. En síntesis, la crítica da como factor esencial al lector.
Otro aspecto es que la formulación de estas antologías poéticas obedeció también a una conciencia nacionalista. Se preparaban para dar a conocer muestras del arte que se desarrollaba en la región. En palabras de García Salas, uno de los fines primordiales de la obra es «deshacer el error en que están no sólo en Europa sino también en lo demás de nuestro Continente, creyéndonos aún en el estado de salvajismo»14. Así, la antología poética en el siglo XIX desempeñó un papel clave en cuanto modo de difusión; reforzaba la idea de la producción literaria como elemento primordial para formar un nacionalismo que, a su vez, permitiera la existencia de una identidad dada a partir del cultivo de las letras. Esto daría pie para afirmar que a nivel artístico, Centroamérica, para finales del siglo XIX, se sigue concibiendo como una región unificada, sentimiento que muy probablemente se afiance en los planteamientos unionistas que surgieron después de la independencia, como parte del planteamiento de la Federación Centroamericana.
Si hubiera que hablar de El Parnaso centroamericano desde su vertiente temática, la recopilación está circunscrita a cuatro vertientes básicas; a saber: poesía panegírica, cuyo primordial objetivo es hablar sobre un sujeto histórico; los poemas dedicados al ars poética, dentro de los que se canta a la poesía como diosa o musa inspiradora, así como también son parte de esta gama aquellos poemas que señalan sobre qué escribir o cómo hacerlo; producciones referidas a hechos históricos concretos y; finalmente, aquellos poemas que, tomando como corriente estética al romanticismo, proyectan un individuo desde dos sectores fundamentales: lo político y lo íntimo, dominando en el panorama textual la segunda perspectiva.
La poesía panegírica es habitual a la mayoría de autores incluidos; de cada uno de los autores es posible encontrar algún poema laudatorio. De Miguel Álvarez Castro15, hay un poema que ejemplifica este tipo de composición poética. En el poema «Al ciudadano José Del Valle», el poeta toma y eleva la figura histórica del pensador centroamericano nacido en Choluteca en 1777, según Mario García Laguardia16. Mediante invocaciones mitológicas se enarbola la figura del político guatemalteco y se establece como un modelo de ciudadano provechoso, inteligente, ilustre y sabio; es decir, se alude a la figura de Del Valle como uno de los grandes contribuyentes del pensamiento crítico liberal del siglo XIX, quien impulsó con caro afán políticas importantes sobre el papel de la educación en la sociedad. Con versos como Así, jamás borrada / del sabio la memoria / verás ¡oh Valle! nunca confundida / tu gloria señalada; la paz, la ley augusta / tú sólo conservaste / a despecho del genio turbulento que de tornarlas gusta:, o bien … Sí, caro amigo; / en horas tan sombrías / recuerdo bienes ciertos / que gozó la Nación bajo tu abrigo, el yo lírico del poema pretende eternizar la memoria de este personaje tan importante dentro de las corrientes políticas que circundaron a la región durante todo el siglo XIX. El poema, por otra parte, carece de fecha; tomando en consideración que Valle muere en 1844, este poema podría ser posterior a su muerte, ya que la imagen que se produce de él está evocada desde un pasado, señal de ello es que los verbos que indican las acciones de Valle o bien sus logros están todos en pretérito: enfrenó la discordia; vio reír a la concordia; la paz brilló con mil nuevos halagos; gozó la Nación bajo tu abrigo; tú sólo conservaste, entre otros.
Otro panegírico es del guatemalteco Juan Arzú Batres: «Al inmortal poeta cubano J. Joaquín Palma17»; es una simbiosis temática entre la loa del personaje y temas políticos relacionados con la patria. La relación entre ambas vertientes temáticas se produce en el momento en que el hablante del poema menciona y enumera los temas políticos que aborda Palma como poeta. De ahí que la grandeza del personaje elogiado, la cual también es motivo de su loa, está dada por la capacidad de cantar los dolores / de tu patria esclavizada, así como también por la imagen que proyecta la siguiente estrofa:
Tú que en paternal abrazo
a Centroamérica ligas;
tú que sus odios mitigas
tejiendo de gloria un lazo;
tú que vives al regazo
de aplausos y admiración
¿aceptarás la canción
que aunque pobre de armonía
henchido de simpatía
te ofrece mi corazón?
El hablante se dirige al personaje elogiado para obtener una muestra de su aceptación como poeta; es decir, el loado es, a su vez, una figura que legitima a la creación artística. En la misma lógica, pero con diferente tono se presenta así el poema del costarricense Juan Diego Braun18, presente también en la recopilación hecha por García Salas, titulado «¡Canta!».
Con respecto a la segunda vertiente temática, El Parnaso centroamericano recoge poesía que, aunque originada en un contexto histórico-político convulso, ejerce un discurso metaliterario, en el sentido de hablar de aquello que deber ser parte de la creación poética, también se considera como arte poética, todo aquello que habla sobre el proceso creador que emprende el poeta. «La golondrina», de Castro Álvarez es un buen ejemplo de lo dicho sobre este aspecto. En este poema se aborda la comparación del poeta con un ave y la incapacidad de este para trascender el poder de la palabra y la existencia. El ave, en este caso, es el símbolo de la libertad natural, la cual se ve, fracasadamente, trasladada al poeta como libertad creadora y estética. Menciona el poeta
Mas venturosa el ave de los aires
do quiera va con su incansable vuelo,
en tanto que él inmóvil en su duelo
por el éter la ve desaparecer.
Y con los ojos fijos en el punto
do la perdió de vista se ha quedado,
como contempla el pobre desterrado
la nave que se aleja el mar hender.
Es la incapacidad creadora que afecta la existencia del poeta. El poeta, desde esta visión, ansía la trascendencia, la cual se le niega por naturaleza de la existencia. El lector nota también cierto motivo temático que tiene que ver con las condiciones de la existencia del individuo; sin embargo, esta vertiente temática será la abordada como último punto de este artículo.
El poema «Después de leer a Bécquer», del costarricense José María Alfaro19 es muestra de aspectos sobre la creación literaria. Por un lado, permite reconocer fuentes e influencias españolas de la literatura centroamericana del siglo XIX, lo que es coherente en España, para 1850. No es casual que a Bécquer se lo consideró como parte de un romanticismo tardío. Este aspecto permite abordar puntos que corresponden, como se verá después, a los códigos estético-ideológicos que permearon a la literatura decimonónica centroamericana. Por otro, se habla sobre la imposibilidad de crear cuando se pretende imitar, lo que constituye, desde la visión meramente textual, un obstáculo para el artista ante la imposibilidad de ver el deseo de alcanzar cierta calidad estética como lejana e imposible. Así los versos Me levanté con ímpetu salvaje / y pretendió escribir / unas rimas también como las tuyas, / mi loco frenesí. / Pero la pluma resistió impotente / a tal insensatez / y rodando una lágrima sañuda / humedeció el papel… son claro ejemplo de la presencia de una voluntad creadora imposibilitada ante la admiración de una forma de escritura: la del postromántico español Gustavo Adolfo Bécquer.
Juan Fermín Aycinena20 escribe también un poema sobre ars poética. Sin abandonar la perspectiva política es un canto a la poesía, dentro del cual se la configura como un tú a quien se dirige el poeta. El sentido metafórico lo aborda cuando interpela a la Poesía como destinatario: ¿Por qué no cantas, Luz? ¿Por qué no igualas / al que sus alas desplegó gentil, / y cual gorgea plácido el sensonte, / allá en el monte, / saludas entusiasta al “Porvenir”? Luz, alas, sensonte, gorgea son términos que aluden metafóricamente a la Poesía; la interrogación, por su parte, hace que se quiera entablar un diálogo entre la musa y quien la verbaliza. La perspectiva política se evidencia cuando el hablante menciona lo que debe ser objeto de la poesía. Son tareas políticas de la poesía cuando se Canta al patrio suelo la belleza; cuando se Pinta del cielo patrio la hermosura; cuando se Canta el amor de Cacchiquel cautiva. No obstante, también son objeto de la voz poética el canto a la naturaleza (Celebren tus armónicos cantares / los seculares bosques del Petén, / donde ostenta magnífica y lozana / natura ufana / su exuberante y rica esplendidez) y la alusión a elementos naturales como símbolos de belleza estética y sensorial (Canta el afán de linfas bullidoras / que tan sonoras corren en tropel). En síntesis, este es un poema que aborda doblemente el tema de la creación poética, pues se interpela a la poesía como deidad creadora y, paralelamente, se mencionan los temas que merecen ser motivo de su expresión.
Los poemas de índole histórica figuran en la recopilación hecha por García Salas. Hay tres poemas que abordan el tema de la Guerra del Pacífico21. «Al Perú. Con motivo de su última guerra con Chile», del guatemalteco Manuel Arzú Saborío22, como el primero de estos exponentes, aborda la guerra entre estas naciones desde una perspectiva claramente reprobatoria, pues se califica de guerra fratricida. Menciona el hablante Si es bello vencer cuando oprimido / rechaza un pueblo una agresión extraña, / entre hermanos saciar funesta saña / ni al vencedor da gloria ni al vencido. Esto muestra un sentimiento de unidad nacional que existía para el momento entre las naciones hispanoamericanas, producto de un pasado, en ese momento no tan lejano, colonial. «A la América. Con motivo de la guerra entre Chile, El Perú y Bolivia», también del guatemalteco Juan Fermín Aycinena, quien ya fue mencionado, poetiza el mismo tema; sin embargo lo hace de un modo más general, pues se hace un llamado a la paz a la tres naciones hermanas. En este poema específicamente hay un abordaje desde la perspectiva de un dolor patrio, hay una alusión a la imposibilidad de América para reclamar la paz: ¡Ondina, que te bañas en dos mares, / reina de Occidente! / ¿Jamás podrá en tu seno, / que perfuman los mirtos y azahares / de amor y de virtud y gracias lleno, / la paz hermosa reclinar su frente? El dolor de la guerra fratricida está más presente en este poema; el yo alude a la Conquista como una etapa histórica dolorosa para el continente, pero también como un mecanismo discursivo para hacer notar la guerra como uno de los obstáculos para alcanzar la civilización porque, en este sentido, la alusión a las batallas históricas de Junín y Ayacucho están concebidas, si bien como parte de la tradición bélica del continente, también como guerra gloriosa por liberarse de la esclavitud y la dominación hispana. La denominada Guerra del Pacífico, por su parte, disminuye esos logros por ser una guerra fratricida. Aycinena apunta un hecho políticamente importante: la guerra entre los países recién independizados es muestra, para Europa, de una inmadurez política que le impide organizarse de manera adecuada. Estos versos van en ese sentido: no os deis en espectáculo a la tierra, / de mofa y vilipendio; / no diga al Viejo Mundo alborozado, / en su loca jactancia: / “Para la libertad no han madurado / pueblos que no han salido de la infancia. Solo para mencionarlo, «Al Perú», de la poeta Manuela Batres de Arzú23 se rige por las disposiciones temáticas señaladas en las últimas dos producciones comentadas aquí.
La inserción de estos tres poemas, con mismo tema común, muestra cómo la poesía centroamericana del siglo XIX no estaba, a pesar de, como ya se verá más adelante, la preponderancia de temas típicamente intimistas, desligada por completo de los temas político-históricos, los cuales, quizá por su naturaleza temática, estaban destinados a ser tratados en escritos genéricamente distintos como el ensayo, por ejemplo. En estos casos, se aborda poéticamente un tema del presente, tomando en consideración que dos de los poemas citados se escribieron, según notas de El Parnaso centroamericano entre 1880 y 1881.
Otro tema de esas manifestaciones de índole histórica es la alusión al período de conquista y sus principales personajes. Así, Colón y la reina Isabel son dos de los sujetos históricos presentes en la producción poética del siglo XIX en Centroamérica. Juan Fermín Aycinena vuelve a ser el poeta que nos ilustra nuevamente esta discusión general. Esto en el poema «Himno a Colón. En el IV centenario del descubrimiento de América», el cual constituye un canto al personaje genovés, partiendo desde su estancia en España hasta su llegada a América. Aquí, el proceso de descubrimiento se presenta completamente positivizado, pues la relación entre las culturas, tanto la española como la indígena, está dada de manera pacífica. El descubrimiento se presenta como algo digno de agradecer, en este poema. Los versos que siguen demuestran esta afirmación: ¡Gloria a Dios, que a Colón inspirando, / a sus ojos mostró en lontananza, / como estrella de dulce esperanza, / áurea luz de divino fulgor. / Al que rige de cielos y mundos, / con su diestra potente el destino, almo Ser inefable, Uno y Trino, / hostia pura ofrezcamos de amor! En el poema dedicado a la reina Isabel, el poeta hace un abordaje de las implicaciones políticas que tuvo para España la unión entre ella y el rey Fernando de Aragón. Así, se elevan las figuras políticas de ambos personajes y se los reconoce, desde la voz del hablante, como autoridades políticas en América. De esta forma, se presenta un poeta que no solamente canta al proceso histórico común de toda la América hispana; sino que también acepta e interioriza como elementos fundantes y propios de su cultura determinantes hechos históricos de España, como por ejemplo la unión de los reinos de Castilla y Aragón.
Esta concepción de la figura de España con respecto a América no es consistente ni unánime entre los poetas recopilados en El Parnaso centroamericano. En un poema fechado en 1882, Arzú Batres se dirige a la escritora, poeta y periodista española Emilia Serrano de Wilson24; el hablante, tomando como motivo el deseo de brindar una bienvenida a este personaje, pues provenía de España, crea un canto a la Patria americana en el que resalta, como características positivas de América, la ausencia de la monarquía y la esclavitud. Dice el hablante Patria en la que vive el hombre / sin más señor que las leyes; / donde de esclavos y reyes / apenas se sabe el nombre; / donde, aunque Europa se asombre / en su atrasado engreimiento, / nada vale el nacimiento, / nada nobiliaria gracia / pues su única aristocracia / es la que presta el talento. El término Patria y la conceptualización que de ella se hace a lo largo del poema permiten ver la presencia de un marcado sentimiento nacionalista, el cual está regido por el valor que se le brinda al poder democrático como método de gobierno, frente a la que se considera una absurda monarquía. Este poema, escrito justo el mismo año de publicación de la antología aquí estudiada, reafirma las bases políticas sobre las que, aunque con sus desaciertos históricos, se han sustentado los gobiernos latinoamericanos y por tanto también en Centroamérica, las cuales, desde momentos posteriormente inmediatos a la independencia, siguieron el modelo republicano de la Ilustración francesa.
Hasta aquí, El Parnaso centroamericano se ha presentado como una colección de poesía centroamericana decimonónica marcada por la presencia de poesía panegírica, producciones que giran en torno al propio acto de producción poética; es decir, el ars poética y los poemas que presentan un corte o matiz histórico. No obstante, aún resta referirse a un componente temático bastante importante: la presencia, en distintas facetas, de una poesía basada en los preceptos del romanticismo español. La presencia de este romanticismo en las letras poéticas centroamericanas decimonónicas se ve fragmentada en dos grandes vertientes o perspectivas: una típicamente política y la otra como la expresión de lo íntimo-sentimental.
Con respecto a lo político son sigificativos los poemas dedicados al abandono del lugar de procedencia, como el poema del nicaragüense Antonio Aragón25, titulado «Recuerdos a la señorita…», dentro del cual hay presencia de un simbiosis entre el sentimiento de exilio y, a raíz de ello, la pérdida del amor femenino. Hay que reconocer que, por lo menos en la muestra representativa que se estudia ahora, el tratamiento de este tópico no profundiza en motivos políticos; sino que es tratado desde una perspectiva combinada en la que predominan los juicios sobre el amor perdido a causa del abandono patrio.
Los poemas sobre la patria son frecuentes en estos escritores. Así, por ejemplo, el soneto «A la Patria», del costarricense José María Alfaro es un ejemplo claro de ello. Brilló por fin la libertad un día, / prez loor a la mano bienhechora / que nos remueve de la tumba fría. // Y de la luz del sol, fascinadora, / de hermosa libertad ¡oh patria mía! / no temas, no, la amaneciente aurora. También del mismo autor puede verse «Independencia de América. Alegoría». En ambos, esta imagen de la patria está valorizada por ser libre, esto, como se ha visto ya en los poemas anteriores que se refieren al continente como patria, se convierte en un motivo recurrente, pues lo que se quiere destacar es la libertad como eje fundamental de la vida. El poema del ya citado Manuel Arzú Saborío, «A Guatemala» constituye también un ejemplo de lo dicho, ya que es un eminente canto a la libertad del pueblo de Guatemala por su independencia. O morir o ser libres para siempre / venid guatemaltecos a jurar, / y este día inmortal para la patria / venid entre sus triunfos a cantar dice el coro de este magno poema. Aunque más extenso y aludiendo a hitos históricos más detallados, el poema «A Centroamérica en el lxx aniversario de la Independencia», Juan Fermín Aycinena concibe a Centroamérica como patria y a la juventud como el futuro de la misma.
Finalmente, el tono intimista de esta poesía no se aleja mucho de los temas del romanticismo desde este ámbito. Hay poemas dedicados a la naturaleza y otros que versan sobre la existencia del individuo. Con respecto a los alusivos a la naturaleza, en «Sobre el volcán de Agua», Antonio Aragón la coloca como fuente de admiración y contemplación poética por su belleza (Al contemplarte así lanza el poeta / su arrebatado y fervoroso canto). Como contrapunto, en este poema, se ofrece la vida del hombre y su entorno, ya que se conciben como fuente de hastío que no demanda ningún interés poético (Sube al cenit [se dirige al Volcán], mientras yo desciendo / a confundirme entre el rumor mundano, / y a cambiar la grandeza que estoy viendo / por la nada del hombre necio y vano.) «En el mar», de Alberto Ucles y Soto26 construye también una imagen natural de Guatemala y Honduras. Mediante la alusión a las playas guatemaltecas y a las honduras de Honduras se engrandece la belleza la natural de la región, recurriendo, de igual modo, a la «excelsitud» de la naturaleza frente al ser humano.
La existencia del individuo se constituye como un tópico central de esta muestra poética decimonónica; su desarrollo concreto trata temas sobre la condición humana, el paso del tiempo, como persistencia del tópico renacentista del tempus fugit y la imposibilidad del amor carnal y espiritual. Específicamente sobre la condición humana, poemas como el de Antonio Aragón, «La esperanza», conceptualizan al individuo decimonónico como un ser melancólico, quien no se encuentra satisfecho, en ningún aspecto, con el entorno que lo rodea. Menciona el poeta Mas la avecilla contenta / encuentra llena de galas / la estación que con sus alas / sigue para su placer.// No así el hombre desgraciado; / él se agita eternamente / y jamás alivio siente / a su negro padecer. Estos versos presentan al individuo como un ser errante por el mundo y lo circunscriben a una atmósfera existencial completamente negativa. Del mismo modo, poetas como Juan José Bernal27, en poemas como el titulado «Al ciprés» vuelven a reafirmar tal concepción sobre la existencia humana. Son persistentes en mostrar la dificultad que implica, para el individuo melancólico, la existencia terrenal. En el poema se plantea una alegoría del ciprés, dotado de características que el ser humano desearía tener como lo son la eternidad, la fuerza y la vigorosidad física, y el hombre como oposición a todo lo señalado. La alusión al paso del tiempo como consecuencia nefasta por la vulnerabilidad mortal del ser humano es un elemento que acompaña, casi hasta formar una dupla temática, al tratamiento de la condición o existencia humana. Así, los hablantes líricos presentes en esta producción hacen un constante reclamo al tiempo; su melancolía y preocupación existencial se deben a la pérdida de la juventud. En este punto, la memoria se presenta como un elemento de tortura, pues es el vehículo del recuerdo, el cual, a su vez, es el tormento del presente para el yo lírico. Por ello, refiere el hablante en «Recuerdos de la infancia», de Antonio Aragón Memoria dolorosa del tiempo ya pasado: / venid encantadoras mis duelos a aliviar, / cambiad por un momento el duro y triste hado / que siempre me condena a férvido penar. Calixto Velado28, en «Al expirar al año» es todavía más enfático señalando este tema, pues afirma ¡Pasó el año! ¡No importa, todo pasa! / ¡Nada en el mundo eterno se conserva, / y cada hora del tiempo ya contada / también será contada en mi existencia…! / ¡No importa, no! ¡Como su paso avanza / al término voy yo de mi carrera…! Los poemas elegíacos son también muestra discursiva de este sentimiento de vulnerabilidad existencial. En este sentido pueden consultarse poemas como «A la muerte de la señorita María García Granados», de Juan Arzú Batres; «A la señora doña Jesús H. de Toledo», de José María Alfaro y «Elegía», de Juan Fermín Aycinena.
La imposibilidad de consumar el amor se ve plasmada en «Triunfo de la religión. Sobre el amor», de Antonio Aragón, en el que se describe la experimentación amorosa como una experiencia que sólo dolor puede causar a quien la vive y, como salida alterna, se ofrece la religión. Sin embargo, no deja de llamar la atención que sea un tú femenino quien sufre en el poema; lo que tampoco excluye que el sentimiento sea también compartido por sujetos masculinos, ya que la percepción de la mujer y el amor también se presenta, en ellos, como imposibilidad, como la plasmada en el anteriormente citado poema de Aragón, «Recuerdos a la señorita…».
Conclusión
La muestra de poesía centroamericana decimonónica gira entorno a una base temática según cuatro vertientes básicas: la poesía panegírica, dedicada casi por completo al elogio de personajes históricos importantes en la historia centroamericana; el tratamiento de la creación poética como acto en sí mismo, o sea los poemas sobre ars poética; los poemas de índole histórica; y, finalmente, aquellos que bajo los códigos estéticos e ideológicos del romanticismo hablan y pintan focos temáticos, desde una subvertiente política y otra intimista, importantes como la naturaleza, la mujer, el amor y la existencia.
Si bien pueden considerarse como vertientes temáticas separadas comparten una filiación histórico-estilística que permite observar las destacables fuentes literarias de Centroamérica durante el desarrollo del siglo XIXEn este sentido, la literatura vuelve a funcionar como un vehículo, cuya función principal consiste en el establecimiento de un puente comunicativo que, a su vez, da paso a la transferencia de modelos culturales y estéticos de la tradición occidental. Este hecho remarca la complejidad del proceso histórico y político que representó la independencia del territorio americano, pues es notable que dentro de los ámbitos cultural y artístico, este no fue un proceso circunscrito a una determinada fecha histórica finita y delimitada.
Otras de las dimensiones que no exploradas en este trabajo, pero que sin duda alguna representa un corpus de estudio destacable dentro del marco de la poesía centroamericana decimonónica, lo constituye las producciones de corte épico. El Clarín Patriótico, de Tadeo Nadeo Gómez se erige como una de las principales producciones centroamericanas de esta índole. Un comentario y estudio detallados merece la recopilación hecha por el poeta, sobre todo por los alcances histórico-políticos dentro de los que se enmarca el texto.
Es, entonces, un rasgo destacable de la poesía centroamericana del siglo XIXel constituirse como un discurso complejo que se relaciona con las distintas coyunturas políticas, sociales, ideológicas y culturales que regían la vida cotidiana de los individuos decimonónicos tanto del ámbito centroamericano como latinoamericano, en general. Así, por ejemplo, la recopilación comentada en este trabajo sirve de muestra para establecer los principios y valores sobre los que se basaban las discusiones relacionadas con la identidad de los pueblos y los individuos. Este es, quizás, uno de los puntos fundamentales de la discusión.
1 Recibido: 17 de setiembre de 2016; aceptado: 20 de octubre de 2016.
2 Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje. Correo electrónico: josebn2910@gmail.com
3 En el deseo de conformar dicha confederación surge el nombre de Francisco Morazán, como uno de los principales caudillos que promovieron la unión de las cinco provincias centroamericanas.
4 El caso de Panamá debe tener un tratamiento diferente, pues aunque adquiere la independencia en 1821, es la provincia que decide pasar a formar parte de la Gran Colombia, donde también estaban Venezuela y Ecuador.
5 Este ensayo se publicó en 1829, en la Imprenta de la Paz.
6 Mario García Laguardia, José Cecilio del Valle. Obra escogida (Caracas: Biblioteca Ayacucho, s.f.) 87.
7 Sergio Ramírez, «Balcanes y volcanes», en Centroamérica hoy (México: Siglo XXI, 1976) 306.
8 Juan Durán Luzio, Juan Rafael Mora: primer ensayista costarricense, escritos selectos (Heredia: Imprenta Lara Segura, 2011).
9 Marcelino Menéndez y Pelayo, Antología de poetas hispano-americanos, tomo i, México y America Central (Madrid: Real Academia Española, 1893); sin recopilador conocido, Antología de la poesía centroamericana (Lima: Editora Latinoamericana, ca.1960); Roberto Armijo y Rigoberto Paredes, Poesía contemporánea de Centro América (Barcelona: El Libro de la Frontera, 1983); Alfonso Chase, Las armas de la luz (San José: Departamento Ecuménico de Investigaciones, 1985); Francisco Albizúrez Palma, Poesía contemporánea de la América Central (San José: Editorial Costa Rica, 1995); Edwin Yllescas Salinas, La herida del sol: Poesía contemporánea centroamericana (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2007); Sergio Ramírez, Puertas abiertas: Antología de poesía centroamericana (México[ Fondo de Cultura Económica, 2011) y Selena Millares, Antología: la poesía del siglo xx en Centroamérica y Puerto Rico (Madrid: Visor, 2013); Eugenio Florit y José Olivio Jiménez, La poesía hispanoamericana desde el Modernismo (Nueva York: Appletown/Century/Crofts, 1968); José Olivio Jiménez, Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea (Madrid: Alianza, 1971); Jorge Rodríguez Padrón, Antología de poesía hispanoamericana (Madrid: Espasa-Calpe, 1984); Julio Ortega, Antología de la poesía hispanoamericana actual (México: Siglo xxi, 1987).
10 Hugo Achugar, «Parnasos fundacionales, letra, nación y estado en el siglo xix», Revista Iberoamericana, 63. 178-179 (1997): 13-31 (13).
11 José María García Salas, El Parnaso centroamericano (Guatemala: Editorial «José de Pineda Ibarra», 1962) 7.
12 García Salas, 7; el resaltado es mío.
13 García Salas, 7.
14 García Salas, 8.
15 Según las notas biográficas de José María García Salas, Álvarez Castro fue un poeta salvadoreño que estudió en el Colegio de Infantes de Guatemala, quien, a pesar de venir de una familia con grandes limitaciones, consiguió ser Ministro del Gobierno de la República Federal de Centroamérica (1962) 11.
16 Mario García Laguardia, José Cecilio Del Valle. Obra escogida (Caracas: Ayacucho, 1982).
17 Poeta, periodista, diplomático y profesor cubano. Nace en Cuba en 1844 y muere en Guatemala en 1911. Es autor del Himno Nacional de Guatemala.
18 Braun, según notas de García Salas, fue un poeta costarricense nacido en 1819, quien curso sus estudios en el Liceo San Luis Gonzaga de Cartago. Es un poeta citado en la Lira costarricense de Máximo Fernández.
19 Nace, según datos de El Parnaso centroamericano, en 1861. Estudió en el Liceo San Luis Gonzaga de Cartago, donde se bachilleró en artes (García Salas, 117).
20 Poeta guatemalteco que nació en 1838. Aunque se gradúa como abogado no ejerce su profesión y se dedica al cultivo de la tierra, el cuido de su familia y al estudio de la literatura (García Salas, 231).
21 La Guerra del Pacífico fue una guerra desarrollada entre Chile, Perú y Bolivia, cuya principal tensión fue el control del desierto de Atacama por su riqueza mineral. Se extiende desde 1879 hasta 1884. Esto según notas de Pierre Razoux; disponible en <http://www.istor.cide.edu/archivos/num_21/coincidencias%20y%20divergencias.pdf>. De igual modo, el lector, para mayor conocimiento, puede consultar el libro Guerra del Pacífico de Antofagasta a Taracapá, de Gonzalo Búlnes; disponible en <http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/mc0007407.pdf>
22 Según notas de El Parnaso centroamericano fue nieto de la poeta María Josefa García Granados y primo de dos de los escritores incluidos en dicha antología: Juan y José Arzú Batres.
23 Guatemalteca, hermana de José Batres Montúfar y madre de los hermanos Arzú Batres también comentados en el presente trabajo. Según notas del autor de El Parnaso centroamericano, nace el 19 de enero de 1819 (García Salas, 377).
24 Las fuentes consultadas coinciden en la indeterminación temporal de la fecha de nacimiento, la fijan en el año de 1834. Muere en 1922 y según Leona Martin, de la Susquehanna University, fue una española prominente; publicó en 1890 un libro titulado América y sus mujeres «para celebrar a las numerosas mujeres ilustres que ella había conocido durante sus viajes por casi todas las repúblicas del “Nuevo Mundo”» (s.f.; disponible en http://www.lehman.cuny.edu/ciberletras/v05/martin.html).
25 Antonio Aragón fue un nicaragüense que nació en 1835. Vive en Guatemala desde 1856 hasta 1863. Mientras residió en Guatemala fue profesor de inglés, francés e italiano (García Salas, 25).
26 Hondureño, nacido en 1855. Comienza sus estudios en Tegucigalpa y los concluye hacia 1877 en Guatemala. García Salas lo señala mejor como prosiste que como poeta (García Salas, 417).
27 Salvadoreño, nacido en la ciudad de Santa Ana; en la obra no se señala su fecha de nacimiento. Aún de niño es llevado a Guatemala donde comenzó sus estudios. Fue abogado y eclesiástico (García Salas, 401).
28 Poeta salvadoreño, nacido en 1855 (García Salas, 425).
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