MHSalud, ISSN: 1659-097X, 19(2), Julio-Diciembre, 2022, pp. 1-19
Saberes, personas expertas e instituciones. El caso del XIV Congreso Panamericano de Educación Física, Costa Rica 1993
Knowledge, Experts, and Institutions. The Case of the XIV Pan American Congress of Physical Education, Costa Rica 1993
Saberes, especialistas e instituições. O caso do XIV Congresso Pan-Americano de Educação Física, Costa Rica 1993
Saberes, personas expertas e instituciones. El caso del XIV Congreso Panamericano de Educación Física, Costa Rica 1993
MHSalud, vol. 19, núm. 2, pp. 1-19, 2022
Universidad Nacional
Recepción: 23 Agosto 2021
Aprobación: 02 Febrero 2022
Resumen: Objetivo: El siguiente trabajo científico analiza, desde un enfoque socio-histórico con énfasis en la historia social de los saberes y personas expertas, el XIV Congreso Panamericano de Educación Física realizado en Costa Rica en 1993. Analiza al evento como un espacio de sociabilidad, circulación de saberes, legitimación de ciertos sujetos expertos, e influencia y poder de algunas organizaciones internacionales. Teniendo en cuenta ello, la finalidad del artículo es examinar los saberes, personas expertas y organizaciones que validaron ciertos sentidos verdaderos sobre cómo conceptualizar el amplio universo de la cultura física, la educación física y los deportes. Material y métodos: Para llevar a cabo el análisis hermenéutico, en el marco de una metodología cualitativa, se ha focalizado la atención interpretativa en diversas fuentes documentales, entre las que se destacan las memorias e informes del congreso, la prensa escrita, las exposiciones centrales, las ponencias generales y las memorias vinculadas a otros congresos panamericanos. Asimismo, se han realizado un conjunto de entrevistas semiestructuradas. El análisis ha articulado el “texto” junto con las condiciones históricas de producción e interacción del universo indagado. Resultados y conclusiones: Entre las conclusiones, se identifica al congreso como un espacio en el que la disciplina educativa fue interpelada a través de diversos saberes, destacándose los biomédicos, los pedagógicos, los didácticos y los sociológicos. Asimismo, el congreso visibilizó a ciertos sujetos expertos internacionales y a importantes instituciones transnacionales vinculadas al heterogéneo campo de la cultura física.
Palabras clave: Congreso, educación física, conocimientos, personas expertas, Costa Rica.
Abstract: Objective: From a socio-historical approach with emphasis on the social history of knowledge and experts, the following scientific work analyzes the XIV Pan American Congress of Physical Education held in Costa Rica in 1993. The paper analyzes the event as a space for sociability, knowledge circulation, legitimation of certain experts, influence, and power of some international organizations. Based on this analysis, the article aims to examine the knowledge, experts, and organizations that validated certain true meanings on how to conceptualize the vast universe of physical culture, physical education, and sports. Material and methods: To conduct the hermeneutical analysis within the framework of a qualitative methodology. Interpretive attention has been focused on various documentary sources, such as memoirs and reports of the congress, the written press, the central exhibitions, the general lectures, and the memories related to other Pan American congresses. Likewise, a set of semi-structured interviews have been carried out. The analysis has articulated the “text” with the historical conditions of production and interaction of the investigated universe. Results and conclusion: Among the conclusions, the congress is identified as a space in which the educational discipline was questioned through various types of knowledge, highlighting the biomedical, pedagogical, didactic, and sociological ones. In addition, the congress made visible certain international experts and important transnational institutions linked to the heterogeneous field of physical culture.
Keywords: congress, physical education, knowledge, experts, Costa Rica.
Resumo: Objetivo: Este trabalho científico analisa, a partir de uma abordagem sócio-histórica com ênfase na história social do conhecimento e dos especialistas, o XIV Congresso Pan-Americano de Educação Física realizado na Costa Rica em 1993. Analisa o evento como espaço de sociabilidade, circulação de saberes, legitimação de certos especialistas, influência e poder de algumas organizações internacionais. O objetivo desse artigo é examinar os saberes, especialistas e organizações que validaram certos significados verdadeiros sobre como conceituar o amplo universo da cultura física, da educação física e do esporte. Material e métodos: Para realizar a análise hermenêutica, a partir de uma metodologia qualitativa, a atenção interpretativa tem-se centrado em várias fontes documentais, entre as quais se destacam as memórias e relatórios do congresso, a imprensa escrita, as exposições centrais, as conferências gerais, e as memórias relacionadas a outros congressos panamericanos. Da mesma forma, foi realizado um conjunto de entrevistas semiestruturadas. A análise articulou o “texto” às condições históricas de produção e interação do universo investigado. Resultados e conclusão: Dentre as conclusões, o congresso é identificado como um espaço em que a disciplina educacional foi interpretada por meio de diversos saberes, destacando-se o biomédico, o pedagógico, o didático e o sociológico. Da mesma forma, o congresso tornou visíveis alguns especialistas internacionais e importantes instituições transnacionais vinculadas ao heterogêneo campo da cultura física.
Palavras-chave: congresso, Educação Física, conhecimento, especialistas, Costa Rica.
Introducción
A principios de la década de los 90 del siglo XX se realizó el XIV Congreso Panamericano de Educación Física en la ciudad de San José, Costa Rica. El congreso realizado en la capital costarricense reunió una variedad de grupos, personas expertas e instituciones interesadas en la cultura física, en general, y en la educación física, en particular.
Cincuenta años habían pasado desde que en Río de Janeiro se había organizado el Primer Congreso Panamericano de Educación Física. En medio siglo, distintas ciudades y capitales (México, 1946; Montevideo, 1950; Bogotá, 1965; Buenos Aires, 1970; Valencia Carabobo, 1976; Santo Domingo, 1980; México, 1982; Curazao, 1984; La Habana, 1986; Caracas, 1987; Guatemala, 1989 y Bogotá, 1991), con un creciente apoyo estatal, hospedaron a cientos o miles de profesionales en docencia, medicina, kinesiología, psicología, nutrición, entrenamiento, deportes, periodismo y dirigentes con interés en el amplio y heterogéneo universo de la cultura física y deportiva.
La historia de los Congresos Panamericanos de Educación Física representa no solo la historia de ciertos lugares de intercambio de información y de conocimientos, sino también de influencias político-epistémicas, de formación de redes, de espacios de sociabilidad, de búsqueda de control exitoso sobre las propias condiciones de trabajo, del establecimiento autorizado de determinado tipo de intervención, de particulares alianzas con ciertas estructuras burocrático estatales, de invenciones de mercados de consumo vinculados con la salud, de difusión de determinados productos ‘deportivos’, de producción de un tipo especial de acreditación educativa (credencialismo), de circulación de cierta bibliografía y, en definitiva, de procesos de legitimación de ciertos actores, saberes y grupos sociales por encima de otros.
Durante medio siglo, muchas de estas dimensiones se materializaron fortaleciendo a la comunidad de especialistas en el arte de curar y educar los cuerpos y las poblaciones y, al mismo tiempo, se estableció un campo de acuerdos y disputa por los cada vez más importantes recursos materiales, laborales y simbólicos detentados por este particular grupo ocupacional.
La participación de representantes y especialistas costarricenses fue dispar en los primeros eventos. Por ejemplo, en el primero, Costa Rica tuvo como representante al delegado Dr. Arturo Morales (Anais Primero Congreso Panamericano de Educação Física, Ministerio da Educação e Saúde 1945, p. 52). En el segundo, el país centroamericano estuvo representado por el Dr. Eugenio García Carrilo y el profesor Alfredo B. Cruz (Secretaría de Defensa Nacional, 1946, pp. 89, 198, 244, 250, 344 en Memoria oficial del II Congreso Panamericano de Educación Física). Pero en otros eventos no hubo presencia costarricense como, por ejemplo, en el Cuarto Congreso Panamericano de Educación Física o en el Quinto Congreso Panamericano de Educación Física realizado en Buenos Aires en 1970 (Ministerio de Cultura y Educación, 1971, pp. 7-9, 158-160, Memoria del V Congreso Panamericano de Educación Física). En el congreso realizado en Venezuela a mediados de los años 70, se destacó el profesor de la Universidad de Costa Rica Rodrigo Pacheco (Actas finales del VI Congreso Panamericano de Educación Física y II Gimnasiada Americana: Dirección de Deporte, 1976a, p. 9, Lista de participantes; Dirección de Deporte, 1976b, p.3, Acta reunión preparatoria).
En la década de los 80 la presencia costarricense en algunos congresos creció significativamente en cantidad, autoridad o influencia. Por ejemplo, en el Congreso realizado en República Dominicana sobresalió como uno de los vicepresidentes del evento, el experto costarricense Mario Araya (Secretaría de Estado, Educación Bellas Artes y Cultos, 1980, p.5 en Memoria oficial del VII Congreso Panamericano de Educación Física, 1980, p. 5). En el X Congreso Panamericano de Educación Física realizado en La Habana, Cuba en 1986; Costa Rica envío “14 delegados y/o especialistas”.1 De hecho, de las cuatro conferencias magistrales, una fue comentada y analizada por la costarricense Dra. Marta E. Picado Ramírez y uno de los talleres de trabajo denominado “Movimiento creativo ‘Barbara Mettler’”, fue coordinado por las costarricenses, Dra. Jean Robothan G. y María A. Corrales. Además, algunos proyectos realizados en Costa Rica, como “Juventud”, fueron ponderados como modelos a seguir para otros países de la región (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, 1987, pp. 80, 103, 112).
En este contexto, y teniendo en cuenta el medio siglo de vida de los congresos panamericanos, el siguiente trabajo explora y analiza el XIV Congreso Panamericano de Educación Física realizado en Costa Rica como un mirador hermenéutico que nos permite identificar los saberes en circulación predominantes, así como los referentes disciplinares y las instituciones educativas o deportivas presentes en el evento. Entre los interrogantes que se han planteado, son posibles de mencionar las siguientes preguntas: ¿cuáles fueron los saberes que sustentaron los tópicos y debates tratados en el evento internacional? y ¿quiénes fueron las personas expertas y las instituciones internacionales que se arrogaron la autoridad y la legitimidad del saber en la comunidad de docentes de educación física durante el congreso?
Marco teórico
Se parte del supuesto de que la educación física como disciplina escolar ha sido una invención de la modernidad estrechamente vinculada con los procesos de consolidación de los Estados nacionales decimonónicos a partir de la creación de los sistemas educativos modernos en occidente (Kirk, 2010; Ljunggren, 2010; Vigarello, 2005). Como cualquier disciplina fuertemente vinculada con los procesos de estatalización modernos, se ha constituido a partir de un conjunto heterogéneo de saberes, expertos y expertas e instituciones que la han regulado y producido.
Conceptualizamos los saberes como un “conjunto de elementos (objetos, tipos de formulación, conceptos y elecciones teóricas) formados a partir de una única y misma positividad, en el campo de una formación discursiva” (Castro, 2004). Esto quiere decir que la educación física se ha producido, en su historicidad, como un campo de saber con temas, problemas, enunciados y perspectivas teóricas que han delimitado aquello que puede ser decible y pensable en dicha disciplina.
Este proceso de control de significados, que se configura en cualquier disciplina, establece las condiciones que debe cumplir una proposición o afirmación para entrar a formar parte del campo de lo verdadero: de qué objetos se debe hablar, qué instrumentos conceptuales son los mejores, qué técnicas tienen que utilizarse, en qué horizonte teórico deben inscribirse, etc. Las figuras que delimitan, regulan y gestionan este proceso para producir a las disciplinas son, fundamentalmente, las personas expertas. Estas figuras son centrales en cualquier disciplina medianamente consolidada en la modernidad. A diferencia de intelectuales que remiten a una formación más general, la figura experta evoca especialización, calificación y cierto entrenamiento académico (Altamirano, 2013). En general, son aquellos agentes que producen los sentidos verdaderos de la disciplina en cuestión, vale decir, son la voz validada, autorizada (Bourdieu, 1985) y reconocida por sus pares y por otros campos disciplinares. Muchos de estos sujetos suelen trabajar para el Estado (Direcciones de Educación Física, Ministerios de Deportes, universidades públicas, etc.), en ciertas ONG y en organismos internacionales (International Council for Health, Physical Education and Recreation [ICHPER], International Association of Higher Schools of Physical Education [AIESEP], Federation International d´Education Physique [FIEP], International Association for Sports and Leisure Facilities [IAKS], etc.).
Los expertos y las expertas en la disciplina en cuestión consolidan al grupo ocupacional como profesión (profesorado de educación física), influyendo tanto en el contenido experto, en el control de sus propias condiciones de trabajo y en la dirección de las políticas gubernamentales vinculadas a su experticia (deporte, recreación, gimnasia, entrenamiento deportivo, etc.) (Champy, 2011). Este proceso hace que ciertos grupos expertos se conviertan en agentes con gran poder, autoridad y legitimidad dentro de la disciplina, exigiendo en muchos casos cambios en las políticas de Estado y modificaciones en la toma de decisiones en otros actores vinculados con la sociedad civil, como asociaciones o empresas particulares.
Como se verá, para el caso de la educación física durante el Congreso Panamericano, la configuración de la disciplina estuvo sujetada o delimitada por ciertos saberes que fabricaron determinadas improntas semánticas, y por algunas personas expertas -y no otras- en el marco de ciertas instituciones u organizaciones nacionales e internacionales. La articulación entre saberes, sujetos expertos e instituciones legitimaron significados y funciones dentro de la disciplina.
La circulación de saberes y personas expertas es un proceso histórico que se produce en múltiples espacios sociales como, por ejemplo, los congresos. Conceptualizamos estos espacios materiales y simbólicos como miniaturas totalizantes (González-Stephan y Andermann, 2006) sobre la realidad corporal, educativa y deportiva de ciertos países latinoamericanos que permitió problematizar e imaginar nuevos sentidos corporales, proyectar determinadas políticas deportivo-recreativas, demandar de ciertos actores sociales mayores recursos materiales y económicos, legitimar a ciertos grupos o referentes y posicionar a determinados saberes por encima de otros.
Los congresos no solo transmitieron saberes, jerarquizaron perspectivas teóricas y visibilizaron a ciertos referentes disciplinares, sino que se convirtieron en lugares de sociabilidad, de formación de redes, de concreción de convenios y de intercambio de influencias (Scharagrodsky, 2021).
En síntesis, se reconoce a la educación física como una disciplina constituida por un conjunto de saberes, verdades, procedimientos y técnicas legitimadas por ciertos grupos expertos desde determinadas instituciones cuya inserción en la trama social moderna se ha producido a partir de algunas prácticas profesionales en diferentes espacios sociales (escuelas, clubes, asociaciones, etc.). Por ello, los congresos académicos representan un mirador analítico que permite identificar, en un lugar y un momento determinado, la producción y circulación de saberes, así como los referentes disciplinares que se arrogan la autoridad y el poder de la palabra y las instituciones que acompañan los procesos de legitimación de ciertas políticas o intervenciones sobre el mundo social.
Metodología
Enfoque
Este trabajo se desarrolló en el marco de una metodología cualitativa con el encuadre de una tradición comprensiva interpretativa. Específicamente se nutrió de un enfoque socio-histórico con énfasis en la historia social de los saberes y el personal experto (Heilbron et al., 2008; Neiburg y Plotkin, 2004) en diálogo con la historia de la educación física como disciplina escolar (Goodson, 2003; Linhales et al., 2019; Scharagrodsky, 2011).
Unidades de análisis
En función al universo indagado (Congreso Panamericano realizado en Costa Rica en 1993), se han analizado tres dimensiones constitutivas de la disciplina educativa producidas en dicho espacio académico: los saberes transmitidos y puestos en circulación, los expertos y expertas disciplinares y las instituciones legitimadoras.
Técnicas de recolección
Para llevar a cabo el análisis hermenéutico, se ha focalizado la atención interpretativa en diversas fuentes documentales, entre las que se destacan las memorias e informes del congreso, la prensa escrita, las exposiciones centrales del personal experto, las ponencias generales y las memorias vinculadas a otros congresos panamericanos. Asimismo, se han realizado un conjunto de entrevistas semiestructuradas (Vasilachis et al, 2006).
Procesamiento de análisis
El análisis ha articulado el “texto” junto con las condiciones históricas de producción e interacción del universo indagado (Fairclough, 2003). Las entrevistas permitieron construir categorías teóricas vinculadas con las dimensiones analizadas a partir de recurrencias y disonancias de sentido en función a grados de saturación (Vasilachis et al, 2006). El análisis permitió triangular y potenciar analíticamente las interpretaciones obtenidas de las fuentes documentales e identificar más claramente las dimensiones indagadas: los saberes puestos en circulación, los referentes o personas expertas de la especialidad y las instituciones nacionales e internacionales actuantes. Los criterios de selección para los sujetos informantes entrevistados estuvieron vinculados con el tipo de participación y función ejercida en el congreso: en la organización y como ponentes o asistentes. Se han hecho entrevistas y conversaciones -virtuales- con once personas. Cuatro estuvieron vinculadas con la organización del evento (Clemencia Conejo Chacón, Gregorio Contreras, María Eugenia Jenkins y Carlos Vera Guardia) y siete ejercieron la función de ponentes o asistentes durante el congreso (María Antonieta Ozols, Jorge Muñoz, Delia Villalobos, Guadalupe Delgado Socatelli, Carlomagno Chacón, Luis Zacarías y Enrique Reyes).
Resultados
El congreso: Temas principales y áreas de interés
El XIV Congreso Panamericano de Educación Física desarrollado en Costa Rica se realizó del 11 al 16 de julio de 1993. Fue organizado por diferentes organismos públicos vinculados con la educación y el deporte como el Ministerio de Educación Pública, la Dirección General de Educación Física y Deportes, el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, y las siguientes instituciones de formación superior: el Instituto Tecnológico de Costa Rica, la Universidad Nacional, la Universidad Estatal a Distancia y la Universidad de Costa Rica (Figura 1).
Con el slogan: “por una mejor calidad de vida para todos”, y con la presencia de numerosos cuerpos delegados y ponentes pertenecientes a distintos países americanos (Estados Unidos, Canadá, México, Puerto Rico, Cuba, Honduras, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Paraguay, Chile, Uruguay, Argentina, etc.) y europeos (Italia, España, Alemania, Bélgica, etc.) se realizó este congreso panamericano. Como en eventos similares, en la inauguración y la clausura estuvieron presentes, además de especialistas del deporte y la educación física como el Dr. Carlos Vera Guardia, funcionariado y tecnócratas de Estado como el Dr. Rodrigo Pacheco, Viceministro de Cultura, Juventud y Deportes; el exministro de Educación Pública, el Dr. Víctor Brenes, y varios jerarcas de ministerios como Aída Fishman y Marvin Herrera. Como señaló una de estas personas, la presencia estatal fue clave en este tipo de eventos: “En general el organizador principal de los Panamericanos era una institución de formación de profesores de educación física con apoyo de organismos públicos del país organizador” (Carlos Vera Guardia, comunicación personal, 29 de enero, 2021). Esta misma consideración tuvo una de las organizadoras del evento a la hora de ponderar el papel del Estado:
Como organizadores comprometimos a todas las instituciones gubernamentales no solo del deporte, sino de la salud, la educación, inclusive el Ministerio de transporte y de seguridad … los Ministerios nos ayudaron muchísimo … incluimos a las embajadas de cada país…. El estado costarricense apoyo mucho … fue un proyecto de todo el país …. Además, logramos el apoyo de las universidades. El apoyo económico fue fundamental. (María Eugenia Jenkins, comunicación personal, 22 de junio, 2021)2
El Dr. y filósofo Víctor Brenes, cofundador de la Escuela Nacional de Educación Física, en su conferencia central tuvo un enfoque global y fue más allá de la disciplina en cuestión. Señaló, la importancia de una sociedad que pueda “mejorar la calidad de vida”, sin “… minimizar o ignorar la grave y lacerante … realidad socioeconómica y política regional, con particular señalamiento de la latinoamericana”. Para ello, el rol y la función del profesorado de educación física era central:
Si educar (y no solo adiestrar o instruir) es contribuir con el educando a la constitución de un determinado modelo o ideal de hombre y, por consiguiente, de sociedad es posible una educación neutral o, por el contrario, toda autentica educación se perfila necesaria e ineludiblemente en el trasfondo de un modelo antropológico (hombre) y político (sociedad). (Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1993a, pp. 9-10)
Insistiendo en el compromiso social y político que le cabía a la educación física, el otro orador principal, el reconocido científico Dr. Rodrigo Gámez Lobo, focalizó su presentación en la temática de la calidad de vida y su relación con el ambiente. Su mensaje fue “... encontrar un modelo de desarrollo sustentable, que mejore la calidad de vida del ser humano, al mismo tiempo que conserve la diversidad de la vida en la tierra” (Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1993a, p. 1).
En este marco de presentaciones inaugurales y generales se materializó el congreso, el cual fue muy concurrido. La prensa cubrió y ponderó su desarrollo, mencionando la magnitud del evento internacional: “1500 participantes de todo el continente reunidos en el Centro de Convenciones del Hotel Herradura” (Díaz, 1993, p. 16C) y más de “50 expertos en diversas ramas (del saber)” (Morales Núñez, 1993), así como los “beneficios del congreso para el deporte del país” (Semanario Universidad, 1993, p. 20). (Figura 2 y 3)
El Congreso Panamericano continuó reforzando una serie de prácticas y rituales cuyos objetivos no solo estuvieron vinculados con la construcción de una identidad al interior de la especialidad educativa, sino con la producción deliberada de una agenda política y pública dirigida al Estado y a la sociedad civil, con el fin de concientizar sobre la necesidad de mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía y, al mismo tiempo, legitimar la necesidad y las bondades de la profesión. Esto último se hizo a partir de demostraciones gimnásticas, lúdicas, deportivas y folklóricas de diferentes países en importantes lugares de la capital como el Teatro Nacional de Costa Rica y el Teatro Popular Melico Salazar. Asimismo, se realizó la Carrera Panamericana.
Quinta edición de la competencia atlética denominada Carrera Panamericana, con una distancia de 10 kilómetros. La salida será a las 8 hs. frente al Gimnasio nacional y la meta estará ubicada debajo del puente colgante del Parque de la Paz. A las 10 de la mañana, se llevará a cabo la Caminata Panamericana por la Salud. Tendrá una distancia de 5 kilómetros, saldrá de la Plaza V Centenario, frente al Museo de Arte Costarricense y concluirá en el Parque de la Paz. En ese mismo parque, al mediodía, iniciará el Festival de Juegos Populares y Tradicionales. (Leandro Camacho, 1993, p. 4B.)
Ciertamente, la mayoría de las prácticas deportivas, gímnicas y lúdicas tenían una larga historia en Costa Rica, las cuales potenciaron los procesos de modernización nacional y de construcción de una ‘comunidad imaginada’ desde finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX (Lobo, 2021; Urbina Gaitán, 2001). Este proceso se amplificó durante la segunda mitad del siglo XX, en el marco de procesos de deportivización crecientes en el mundo social a nivel transnacional, con una importante “consolidación de la educación física en Costa Rica a parir de los años 70 del siglo XX” (Araya Vargas y Claramunt Garro, 2020.
Analizar los temas principales, los subtemas, las áreas de especial interés, las ponencias magistrales y las perspectivas teóricas nos brinda indicios sobre los saberes y tópicos que se priorizaron durante dicho congreso. En el evento, hubo seis áreas organizadas en los siguientes temas: arquitectura deportiva; comunicación y promoción social; informática aplicada a la información y documentación deportiva; medicina del deporte y ciencias aplicadas; pedagogía de la educación física, y recreación y tiempo libre.
El área vinculada con la arquitectura deportiva3 debatió tópicos más bien técnicos como, por ejemplo, “la importancia del techo retráctil y el piso hidráulico en las instalaciones deportivas polivalentes”. Sin embargo, algunos trabajos incorporaron una visión social de los espacios, atendiendo a sectores históricamente relegados como “los diseños deportivos para personas discapacitadas”, el “impacto visual de las grandes instalaciones deportivas en el medio ambiente” (Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1993b, Arquitectura Deportiva, pp. 22, 2-10, 26) o experiencias nacionales sobre arquitectura (Casa de Gardel, Uruguay) orientada a “discapacitados” (Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1993a, p. 13).
El área de comunicación y promoción social4 focalizó la atención en diversos temas entre los que se destacaron exposiciones vinculadas a las políticas y los planes relacionados con “el deporte para todos” articulado con la importancia “del medio ambiente” y la función de “ciertos medios (radio, televisión, etc.)” a la hora de difundir dichas políticas. En algunos casos las presentaciones recuperaron experiencias concretas como el programa canadiense “active living and the enrivonment program (AI.F.P.)” o el documento internacional: “deporte para todos”, elaborado por Canadá a pedido de la UNESCO (Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1993b, pp. 2, 27, 34-36, 51).
El novel campo de la informática aplicada a la información y documentación deportiva5 centró las discusiones en la importancia de contar, en los países latinoamericanos, con centros informáticos “que ordenen y clasifiquen la documentación deportiva” y potenciar los bancos de datos, en un contexto en donde se calculaba “cerca de 30.000 documentos anuales publicados vinculados con el mundo del deporte”. En particular, se presentaron las experiencias de España, Portugal, Italia y Costa Rica como casos de estudio, se resaltó la importancia de algunos organismos como la International Association of Sport Information (IASI), y el apoyo de la International Council of Sports, Science and Physical Education (CSSPE), la International Association of Higher Schools of Physical Education (AIESEP), la Asociación Latinoamericana de Información Deportiva (ALID) o la Fédération Internationale du Sport pour Tous (FISpT) a la hora de regular de manera internacional y global semejante cantidad de documentación y hacerla pública y accesible (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993b, Informática aplicada a la información y documentación deportiva, pp. 6-9, 27, 31, 39-40, 1-4; Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Bibliotecas y centros de documentación deportivos en España y Portugal, p. 1).
Si bien estas áreas ofrecieron una variedad de temas y las deliberaciones mostraron su importancia a la hora de mejorar la disciplina educativa y potenciar ciertas políticas deportivas; fueron otras las que acapararon la atención del público asistente. Una de ellas fue la histórica área de medicina del deporte y ciencias aplicadas6, la cual indagó diversos tópicos. Desde “el entrenamiento de la técnica deportiva”, pasando por la “cineantropometría y ergoespirometría”, los “estudios estabilográficos y la selección de talentos”, las nociones de “aptitud física”, las cuestiones referidas al “potencial atlético” (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993b, Medicina del Deporte y Ciencias Aplicadas, pp. 28-39, 45-48, 23-27, 4-8) la “problemática del peso y el ejercicio”, “los protocolos de rehidratación” o “lesiones a nivel de la rodilla” (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Obesidad y ejercicio. Protocolos de rehidratación. Lesiones en la rodilla, pp. 173-183; 199-215; 225-226).
Como mencionó una de las organizadoras (Clemencia Conejo) en un diario costarricense “todas las áreas fueron muy concurridas, algunas más de lo esperado, pero la que captó la mayor atención fue la de la medicina deportiva, … los expertos de dicha área (agruparon) a un 70 % de los concurrentes” (Díaz, 1993, p. 16C).7 El discurso biomédico siguió siendo una formidable grilla para justificar y legitimar la disciplina (Vigarello, 2005; Scharagrodsky, 2011), profundizando algunos históricos tópicos como la “medición corporal en programas nacionales”, la “medición del gasto de energía en niños y adolescentes”, los estudios de “antropometría, somatotipología y composición corporal en los Juegos Nacionales Limón”, la “valoración antropométrica de fisicocultores de alto nivel” (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Investigación sobre condición física de alumnos del nivel primario. pp. 140-147; pp. 149-159; pp. 242-250; 323-334) y su relación con el rendimiento físico, potenciando la dirección de las investigaciones e intervenciones políticas sobre el mundo social. La medición operó como un dispositivo de legitimación científico en la disciplina y, al mismo tiempo, como un modelador sobre cómo pensar la salud o la educación a partir de ciertos parámetros orgánicos.
Sin embargo, lo novedoso a partir de la segunda mitad del siglo XX fue la incorporación masiva de criterios y estándares internacionales definidos o sugeridos, en muchos casos, por organizaciones o programas transnacionales masivos como el Comité Internacional para la Estandarización de las Pruebas de Aptitud Física (1966), el Consejo de Educación Física y Deporte (1967), el Plan para asegurar el “deporte para todos” elaborado por la UNESCO a mediados de los 80, el Programa de Actividad Física para personas adultas elaborado a principios de los 90 por la American College of Sport Medicine, las pruebas de coordinación corporal para niñez (KTK), elaborada por la República Federal Alemana o las pruebas de diagnóstico corporal elaborados por Bryant Cratty en Estados Unidos, citados en varios trabajos expuestos en el congreso. Todo ello posicionó a la medición y al saber biomédico como una de las grillas interpretativas más importantes a la hora de conceptualizar la salud, la educación o los cuerpos en movimiento, consolidó una biopolítica cuyas funciones excedieron el campo orgánico (la mera vida natural: la zoé) y gestionó estilos de vida política y moralmente correctos (Agamben, 2007, 2006).
También fueron especialmente concurridas las áreas sobre “pedagogía de la educación física”, y “recreación y tiempo libre”. La primera ofreció tópicos diversos a partir de perspectivas teóricas más cercanas a la pedagogía y la didáctica que a la biomedicina. Fue uno de los espacios con referentes disciplinares de mayor prestigio como Jerry Thomas, Muska Mosston, Heinz Giebenhaim o Dan Tripps. Allí se trataron una heterogeneidad de temas. Desde aspectos “afectivos en la pedagogía del deporte”, pasando por cuestiones “curriculares” o didácticas vinculadas a la “resolución de problemas o procesos de descubrimiento guiado” en las clases de educación física, conceptualizaciones sobre “el deporte (deporte de alto rendimiento, deporte recreativo y deporte educativo)” y problemas relacionados al “desarrollo motor” (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993b, Pedagogía de la Educación Física, pp. 9-15; 30-32; 44; 48). También hubo reflexiones en torno a la práctica física y deportiva en clave de género al resaltar las diferencias físicas y deportivas en términos de desigualdad entre varones y mujeres como productos “socioculturales (potenciados) por parte de los padres y el medio en general” (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Pedagogía de la Educación Física, p. 80), en un contexto en el que esta perspectiva estaba ingresando lentamente en dicho universo, de la mano de los diferentes movimientos feministas en Latinoamérica (Sagot, 2017). No obstante, hubo trabajos que naturalizaron los estereotipos de género tan tradicionales e históricamente aceptados en la región (López de D’Amico et al., 2016) en el campo de la educación física y los deportes (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Investigación sobre condición física de alumnos del nivel primario, pp. 142-146).
La segunda área problematizó el tiempo libre8 para poblaciones especiales (escolares con ceguera, con sordera, con ‘inadaptados sociales’, etc.) personas jubiladas, y otros grupos con el fin de reivindicar la recreación y el tiempo libre como un elemento central y vertebrador de la salud individual y social de la población. Si bien está temática ya se venía desarrollando en otros panamericanos, el relato de algunas experiencias masivas en países como Canadá, Estados Unidos o Colombia intentó posicionarlas como modelos a seguir en el resto de los países latinoamericanos intervinientes en el congreso (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993b, Recreación y Tiempo Libre, pp. 3-5; 12-13; 66). Este espacio reivindicó la recreación con múltiples sentidos: espacio de “recreación comunitaria”, de reeducación “frente a la delincuencia”, de “ampliación de oportunidades de inserción social”, de encuentro “con Dios”, “de mantenimiento de la salud física, mental y emocional del anciano”, de “recreación terapéutica”, entre otros múltiples sentidos (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Recreación y Tiempo Libre, pp. 8, 10, 33, 49, 57, 68). En esta área se destacaron, entre otras personas, los portorriqueños Dr. Nelson Meléndez y Jesús Sosa, el canadiense Dr. Joe Doiron, los costarricenses Jorge Rodríguez, Roberto Sabean y la costarricense María Antonieta Ozols, el chileno Álvaro Leiva, el brasileño Dr. Ademir Gevara, el venezolano Eddy Cabrera y la colombiana María Elida García.
En síntesis, de las seis áreas, tres parecen haber acaparado la cantidad e interés en el público asistente. Una estuvo fuertemente vinculada con el saber biomédico, otra con el saber pedagógico y didáctico, y una tercera combinó saberes sociológicos y pedagógicos. La primera focalizó la atención, muy especialmente, en la salud orgánica y funcional; la segunda, en la educación físico-corporal que incluyó la salud orgánica, aunque fue más allá de ella planteando aspectos centrales del proceso educativo como la autonomía, la afectividad, la creatividad, la solidaridad, la sociabilidad, etc. y, por último, la tercer área dirigió la analítica a mostrar, desde una visión más funcionalista, los desarreglos, injusticas o desajustes del medio social sobre ciertos sectores de la población, y el posible papel ‘reparador’ de la educación física, la recreación o el deporte en todo ello. Estos saberes y enfoques delinearon los tópicos tratados: los deportes, la educación física, el entrenamiento y la recreación. Claramente los sentidos sobre estos mismos no fueron uniformes ni monolíticos durante el congreso, sino más bien polifónicos.
Por último, los talleres se convirtieron en espacios no solo de transmisión y discusión conceptual, sino que celebraron el saber a partir de la experiencia corporal. Poner el cuerpo en estos espacios fue una experiencia diferente a la producida en las comisiones de trabajo. Entre los talleres se destacaron el de “acuaeróbicos”, el de “kineantropometría”, el de “relajación y meditación”, el de “gimnasia rítmica” y el de “animación recreativa” (Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, 1993a, Talleres, pp. 227-235; 50-52).
El Congreso: personas expertas y organizaciones
El congreso realizado en la capital costarricense no solo fue un espacio de transmisión, traducción y discusión de conocimientos sobre la educación física, los deportes, el universo de la recreación o la promoción de un estilo de vida saludable dentro y fuera de las instituciones educativas, sino que se configuró como un terreno en el que se posicionaron ciertos grupos de especialistas y determinadas organizaciones como ‘vanguardias’ político-epistemológicas a la hora de conceptualizar las bondades del heterogéneo universo de la educación física.
Entre los referentes o personas expertas costarricenses se destacaron en la organización el Dr. Rodrigo Pacheco López, el Mg. Jorge Rodríguez Aguilar, el Licenciado Gregorio Contreras Carrillo, la Mg. Elisa Salazar Solís, el licenciado Luis Suarez Ortiz Astúa, la Mg. Sandra García Pérez, la Licenciada Marta Picado Ramírez y la profesora Clemencia Conejo Chacón. Algunas de estas personas no solo fueron referentes disciplinares de su país, sino también ejercieron importantes cargos públicos donde logran posicionar la especialidad en un lugar prestigiado, y obtener mayores recursos materiales y simbólicos. Por ejemplo, Rodrigo Pacheco López fue un referente disciplinar y, muy especialmente, un experto vinculado con la gestión de las políticas deportivas costarricenses. Ejerció la Dirección del Departamento de Educación Física de la Dirección General de Deportes entre 1957 y 1961, y la Dirección General de Deportes en 1966. Asimismo ocupó el máximo cargo en la Dirección del Departamento de Educación Física y Deportes de la Universidad de Costa Rica (UCR) desde 1968 hasta 1982, convirtiéndose en el primer director de la Escuela de Educación Física de la UCR en 1989. Al momento de desarrollarse el congreso era viceministro de Cultura, Juventud y Deportes, y ya había sido presidente del Consejo Nacional de Deportes, entre 1990 y 1994. Sus lazos políticos ‒y sus presencias en otros panamericanos‒ fueron centrales para concretar el congreso (Figura 4). Otros destacados y destacadas especialistas fueron Jorge Rodríguez Aguilar, docente en la Universidad Nacional de Costa Rica, formado en Springfield College; Marta Picado Ramírez, quien se destacó como formadora y entrenadora de baloncesto y voleibol en Costa Rica y en el extranjero; Clemencia Conejo Chacón -formada en Estados Unidos y Alemania-, reconocida dirigente deportiva en el Consejo de Deportes y en la Dirección de Educación Física y Deporte (DEFYD) y primera mujer en asumir la vicerrectoría de Vida Estudiantil en la Universidad Nacional, en 1989 y Sandra García Pérez reconocida docente, quien hizo historia años después al convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo político de alcaldesa de San José de Costa Rica.
Aunque la mayor participación estuvo dada por especialistas costarricenses (de docencia, medicina, nutrición, biología, etc.), hubo una importante cantidad de personas expertas extranjeras especialmente invitadas al evento. En función a la formación académica, la trayectoria, las inserciones institucionales, el capital cultural y el tipo de acreditación (credencialismo), es posible identificar algunos perfiles expertos presentes en el congreso. Por un lado, estuvieron las “personas expertas académicas”. Por el otro, las “expertas intermediarias”. También hubo “expertas en gestión” y “expertas en formación”.9
Pensamos la figura experta como personas socialmente reconocidas, altamente preparadas y especializadas en algún asunto específico (didáctica de la educación física, entrenamiento deportivo, medición y evaluación del rendimiento físico, recreación y animación sociocultural, actividad física en personas adultas mayores, etc.) y con importantes vínculos laborales con estructuras estatales, instituciones privadas y organizaciones internacionales. De alguna manera, los sujetos expertos en el arte de educar y curar desde el movimiento y a partir de este produjeron, transmitieron y monopolizaron un régimen de verdad y un saber de experticia reconocido no solo por la comunidad vinculada a la cultura física y deportiva, sino por otras profesiones afines e indirectamente vinculadas como la educación, la medicina, la psicología, la sociología, entre otras.
Las personas “expertas académicas” construyeron las categorías teóricas y tradujeron de otros campos de saber (pedagogía, medicina, psicología, sociología, etc.), conceptos y nociones, inventando y fabricando parte de la disciplina: fines, alcances, público destinatario, tipos de intervención, etc. Estas personas expertas, convertidas en verdaderas figuras de gran trayectoria y prestigio, produjeron saberes con un alto impacto y circulación nacional e internacional a través de libros, manuales, folletos, guías prácticas e inclusive videos.10 Entre los sujetos más destacados presentes en el evento, desplegando sus posiciones epistémico-políticas, y consolidando un mercado de consumo ávido de ‘recetas’ pedagógico didácticas, aparecieron el Dr. Muska Mosston y el Dr. Jerry Thomas. Ambos con perspectivas teóricas diferentes, pero con producciones publicadas muy reconocidas y leídas en la mayoría de los países latinoamericanos. Por ejemplo, una de las obras de Mosston más importante editada en los años 60 (Teaching physical education. From command to discovery, 1966) fue traducida a varios idiomas –incluido el español– y publicada como un bestseller en la disciplina, vendió miles de libros y formó parte de la literatura obligatoria en la formación del futuro profesorado de educación física en muchos de los países latinoamericanos (Figura 5 y 6). Algo similar sucedió con Jerry Thomas, quien desde la Universidad Estatal de Arizona produjo un importantísimo volumen de artículos, capítulos de libros y libros de amplia circulación no solo en el ambiente anglosajón, sino también en el contexto iberoamericano. Entre los libros más destacados y leídos está el clásico Research Methods in Physical Activity, de 1985, de autoría compartida junto con Jack Nelson, publicado por la reconocida editorial Human Kinetics y traducido a varios idiomas (español, japonés, chino, portugués, griego, etc.). Ambos tuvieron una sobresaliente trayectoria académica. Como señaló uno de los entrevistados:
Uno de los personajes de mayor atracción durante el congreso fue Muska Mosston … yo asistí a la conferencia … Recuerdo que fue algo impresionante ) sobre todo el dialogo posterior a la conferencia … la gente quedó impresionada … fue una de las más concurridas … Mosston era clave para hacer una buena clase de educación física. Él era especialista en metodología … Su obra ya se estudiaba y era muy conocida en la Universidad de Costa Rica. (Jorge Muñoz, comunicación personal, 21 de junio, 2021)11
La visibilidad de estos sujetos expertos internacionales estuvo directamente vinculada con el exponencial crecimiento en la segunda mitad del siglo XX de redes de industrias editoriales trasnacionales vinculadas al deporte, la recreación y la educación física. Sin las editoriales latinoamericanas no hubiese podido consolidarse un mercado interesado en dichos temas (Cobo, 2000). Recuerda una ponente:
El congreso panamericano de Costa Rica se convirtió en un canal para conseguir libros y materiales sobre distintos temas relacionados al deporte y a la educación física producidos en otros países como, por ejemplo, los vinculados con la actividad física en personas mayores o adultas. (Delia Villalobos, comunicación personal, 21 de junio, 2021)
Las “personas expertas intermediarias” fueron otras figuras extremadamente importantes durante la segunda mitad del siglo XX, consolidando y amplificando sus funciones orgánicas a partir de los años 60 y 70 en Latinoamericana. Producto de los crecientes flujos internacionales de personas, ideas y objetos en el marco de procesos de deportivización y escolarización a gran escala, adquirieron una relevancia central. La función central de estas figuras expertas fue transmitir un conjunto de saberes, procedimientos y técnicas corporales supuestamente avanzadas, científicas y modernas, con el fin de mejorar la perfomance deportiva y educativa en distintos países. Los convenios, a partir de cooperaciones internacionales, entre Estados-nacionales o instituciones públicas, potenciaron y amplificaron estas figuras a partir de viajes y transferencias trasnacionales que transmitieron ciertos modelos corporales a alcanzar, avalados a partir de teorías, ideas, conocimientos, tecnologías y técnicas producidas en países supuestamente más avanzados.12 Las usinas de producción dirigidas a exportar sus saberes a América latina, dependiendo la década y el país receptor, fueron Alemania, Francia, España, Estados Unidos, en menor medida Italia y, algunos países relacionados con la ex Unión Soviética, estos últimos especialmente en temas vinculados con el entrenamiento deportivo. Por supuesto que este proceso no fue lineal. Hubo traducciones y resignificaciones generadas por actores y agentes locales (Carvalho, 2011). A su vez, las “personas expertas intermediarias”, se vieron afectadas por la ‘voz nativa’, por lo cual modificó y matizó muchos de sus principios, readaptándolos al contexto local o regional. Vale decir, las prácticas ligadas a los saberes no se implantaron de modo directo, lineal y sin modificaciones desde su contexto de producción, sino que hubo múltiples resignificaciones.
En algunos casos, estas figuras expertas intermediarias ofrecieron capacitación en temas puntuales, en otros brindaron formación general e, inclusive, insumos teóricos para implementar reformas curriculares nacionales. Uno de los tantos ejemplos, presentes en el congreso fue la figura del Dr. Heinz Giebenhain de la Universidad de Tübingen, Alemania (Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1993b, Pedagogía de la Educación Física, pp. 39-47), quien generó un fuerte impacto en las reformas curriculares de la educación física en varios países latinoamericanos (Eusse et al., 2019). Él se desempeñó “en Colombia como miembro de la comisión nacional del curriculum”, participó en el “Convenio Ecuatoriano-Alemán en Quito para desarrollar un programa modelo para la Didáctica y metodología en el marco de la revisión curricular” y en el “convenio Peruano-Alemán en Trujillo, Cuzco y Lima” (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 1995, pp. 297-298).13 Este tipo de figuras condensaron un complejo proceso de circulación saturado de traducciones locales, el cual no solo estuvo vinculado geopolíticamente en dirección Norte-Sur, sino también Sur-Sur e incluso Sur-Norte. De hecho, el mismo Dr. Heinz Giebenhain retomó, en su argumentación, categorías desarrolladas por pedagogos latinoamericanos como Paulo Freire.
También hubo, como en los anteriores panamericanos, “personas expertas en gestión” y “expertas en formación”. Este grupo se caracterizó por ejercer altos cargos en instituciones vinculadas con la cultura física, la educación física, la recreación o los deportes, tanto a nivel nacional como internacional. Ejercieron importantes cuotas de poder e influencia en estructuras públicas y estatales en sus respectivos países, instituciones privadas y en organismos internacionales. Estos sujetos expertos -especialmente invitados- contribuyeron a la difusión y materialización de propuestas y políticas deportivas a gran escala en varios países latinoamericanos. En muchos casos, utilizaron y se apropiaron de eslongans transnacionales generados en importantes organismos internacionales fuertemente vinculados con los Congresos Panamericanos de Educación Física como, por ejemplo, la International Council for Health, Physical Education and Recreation (ICHPER), la International Association of Higher Schools of Physical Education (AIESEP), la Federation International d´Education Physique (FIEP) o la International Association for Sports and Leisure Facilities (IAKS).14 Entre los eslogans más destacados se mencionó, recurrentemente, en el congreso de Costa Rica el “deporte para todos”, como medio para obtener recursos materiales y apoyo político por parte del Estado, empresas privadas e instituciones de la sociedad civil.15 Entre una importante lista de “figuras expertas en gestión” presentes en el congreso, es posible mencionar al Dr. Carlos Vera Guardia, figura central en los panamericanos durante más de dos décadas, vinculado con la IAKS y el Comité Mundial sobre Actividad Física y Deporte o a Gordon Grant, Peggy Edwards y Jannet Connor canadienses con experticia en difundir los programas masivos vinculados al “deporte para todos”, especialmente solicitados a Canadá por la UNESCO en los años 80.
Por último, los grupos “expertos en formación” se caracterizaron por ejercer la docencia sobre los futuros profesores y profesoras de educación física. Producto de un fuerte incremento en la creación de institutos de formación docente en dicha especialidad en muchos países de América Latina a partir de los años 60 y 70, los ‘sujetos formadores de personas formadoras’ comenzaron a tener un papel no menor en el campo de la cultura física, en general, y de la educación física, en particular. Todo ello se potenció merced a la cada vez mayor injerencia de las estructuras estatales deportivas sobre la sociedad civil, al crecimiento de los sistemas educativos en muchos países latinoamericanos en la segunda mitad del siglo XX, y a las reformas pedagógicas implementadas en varios de ellos en las décadas de los 60, 80 y 90 del siglo XX (Suasnábar, 2017). Entre las “personas expertas en formación” presentes en el congreso es posible mencionar a Jannet Martínez de Venezuela; Raúl Ugarte Nieto y Walter Santander Wannhoff de Chile; María Beatriz Rocha Ferreira y Fernando Marinho Mezzadri de Brasil; José Luis Lancho Alonso de España; Kenneth Wall de Estados Unidos; Vanessa Bird Arizmnedi de Puerto Rico; Randall Gutiérrez Vargas, Felipe Araya Ramírez, Carlos Álvarez, Guadalupe Delgado Socatelli, Yamileth Chacon Araya, Marcos Rojas Roldán, María Antonieta Ozols, Jorge Muñoz, Yolanda Camacho, Sandra Jiménez y Delia Villalobos de Costa Rica.
Aunque estas figuras tuvieron importantes cuotas de poder y autoridad en el campo de la cultura física, el gran ‘ejército de reserva’ integrado por la mayoría de congresistas (representada en docentes de escuelas, colegios y clubes deportivos) no recibieron de manera pasiva los saberes y las recetas pedagógico-didácticas, sino que, en muchas ocasiones, discutieron muchos de los principios y prescripciones establecidas por el grupo experto.
Por último, entre las instituciones participantes se destacaron universidades, estructuras estatales, asociaciones privadas y organizaciones deportivas nacionales e internacionales. La presencia de estas instituciones, más allá de su diversidad, nos muestra el gran peso que tuvieron las organizaciones público-estatales durante el congreso.
Conclusiones
El XIV Congreso Panamericano de Educación Física, realizado en la capital costarricense, consolidó un circuito internacional que cumplía 50 años de existencia. Asimismo, visibilizó y afianzó el lugar de la educación física costarricense y, también el lugar donde Costa Rica se reflejó hacia el mundo. En un contexto sociocultural de gran consumo y aceptación de la práctica deportiva, recreativa y gímnica en la mayoría de los países latinoamericanos y en donde la educación física ya tenía un lugar cada vez más presente en la curricula escolar; el evento se convirtió en un espacio donde se consolidaron saberes, experticia y organizaciones que delinearon la disciplina.
Entre los saberes más mencionados se ubicaron categorías, proposiciones y teorías vinculados con el saber biomédico. Al mismo tiempo convivieron otros saberes relacionados con la pedagogía, la didáctica e, inclusive, la sociología. Estos saberes conceptualizaron los deportes, la recreación, la educación y la educación física con sentidos diversos, mostrando la heterogeneidad de problemas y asuntos en la disciplina. Aunque todos mencionaron la importancia de la salud y la mejora en la calidad de vida, los sentidos, los significados y los alcances no fueron los mismos. Algunas presentaciones hicieron hincapié en la salud en términos orgánico-funcionales con fuertes tonos cuantitativos y de rendimiento, otras pusieron el foco en la salud articulada con cuestiones pedagógicas y axiológicas (autonomía, solidaridad, afectividad, etc.) y otras reivindicaron el papel pedagógico-político de la disciplina frente a injusticas sociales producidas en los distintos contextos latinoamericanos.
Asimismo, el congreso mostró la importancia de ciertas figuras o personas con experticia disciplinar. Al respecto, hubo presencia nacional y extranjera. Esta última no solo prestigió el evento, sino que delineó los modos de entender ciertas categorías de la disciplina, convirtiéndolas en verdades indiscutidas. Pero no fueron un bloque homogéneo. Hubo “académicos y académicas”, “de intermediación”, “en gestión” y “en formación”. Una parte vinculada con ciertas instituciones nacionales e internacionales de gran poder e influencia en el campo disciplinar. La mayoría de las organizaciones fueron o tuvieron un carácter público y una fuerte relación con los Estados nacionales, lo que les permitió incidir en las políticas gubernamentales vinculadas al deporte, la recreación e, inclusive, el universo educativo.
En definitiva, el multitudinario congreso mostró la importancia que venía teniendo este grupo ocupacional a la hora de educar, curar, divertir y ejercitar los cuerpos en movimiento. Una tarea no solo orgánica, sino esencialmente política.
Financiamiento
Agradezco el financiamiento de la Universidad de Quilmes y de la Universidad de La Plata, Argentina
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Notas