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Revista MHSalud® (ISSN: 1659-097X) Vol. 7. No. 2. December, 2010.
LA ELIMINACIÓN DE ORINA EN RESPUESTA A UNA INGESTA DE AGUA ES CONSISTENTE EN PERSONAS BIEN HIDRATADAS
ELIMINATION OF URINE IN RESPONSE TO WATER INTAKE IS CONSISTENT IN WELL-HYDRATED INDIVIDUALS
Catalina Capitán-Jiménez & Luis Fernando Aragón-Vargas
School of Physical Education, Universidad de Costa Rica,
ktaucr@gmail.com
Translated by Elieth Salazar-Alpízar
RESUMEN
Recientemente se ha propuesto un
método sencillo para evaluar el estado agudo de
hidratación en humanos, pero persisten varias preguntas con
respecto a su confiabilidad, validez y utilidad práctica.
Objetivo: establecer la confiabilidad de un método simple
para comprobar euhidratación, es decir, evaluar si este
método puede ser usado como un indicador consistente del estado
de hidratación de una persona. Además, se buscaba
evaluar el efecto que tiene el ejercicio sobre la producción de
orina, cuando se mantiene el estado de euhidratación y se
ingiere un volumen estandarizado de agua. Métodos: cinco
hombres y cinco mujeres saludables y físicamente activos, con
22,5 ± 2,3 años (media ± desviación
estándar), se presentaron al laboratorio después de un
ayuno de 10 horas o más; en tres ocasiones, separadas por una
semana de tiempo. En las dos condiciones idénticas de
reposo (EuA y EuB), permanecieron sentados durante 45 minutos. En
la condición de ejercicio (EuEjer) realizaron ejercicio
intermitentemente en una cámara de clima controlado
(temperatura media y humedad relativa = 32 ± 3° C y 65
± 7%, respectivamente) por un lapso de 45 minutos, bebiendo agua
para reponer las pérdidas por sudoración. El orden de los
tratamientos fue aleatorio. Al terminar el tratamiento ingirieron un
volumen de agua equivalente a 1,43% masa corporal (MC) en 30
minutos, y se recogieron y midieron los volúmenes de orina
eliminados posteriormente cada 30 minutos durante 3 horas. Resultados:
El volumen de orina eliminado para la condición EuEjer (1205
± 399.5 mL) no fue diferente de EuB (1072.2±413.1 mL)
ni de EuA (1068 ± 382.87mL) (p= 0.44); las dos condiciones
de reposo fueron prácticamente idénticas (p = 0,98), y
presentaron una correlación intraclase fuerte (r = 0.849, p =
0.001). Conclusiones: Este método, además de simple,
demostró ser consistente en sus mediciones, por lo que puede ser
utilizado con la certeza de que las mediciones son válidas y
confiables.
PALABRAS CLAVES: Confiabilidad, rehidratación, ejercicio, diuresis.
ABSTRACT
A simple method has been recently
proposed to assess acute hydration status in humans; however, several
questions remain regarding its reliability, validity, and practicality.
Objective: Establish reliability of a simple method to assess
euhydration, that is, to analyze whether this method can be used as a
consistent indicator of a person´s hydration status. In addition,
the study sought to assess the effect exercise has on urine volume when
euhydration is maintained and a standardized volume of water is
ingested. Methods: Five healthy physically active men and five healthy
physically active women, 22.5 ± 2.3 years of age (mean ±
standard deviation) reported to the laboratory after fasting for 10
hours or more on three occasions, each one week apart. During the two
identical resting euhydration conditions (EuA and EuB), participants
remained seated for 45 minutes. During the exercise condition (EuExer),
participants exercised intermittently in an environmental chamber
(average temperature and relative humidity = 32 ± 3°C and 65
± 7%, respectively) for a period of 45 minutes and drank water
to offset loss due to sweating. The order of treatments was
randomized. Upon finishing the treatment period, they ingested a volume
of water equivalent to 1.43% body mass (BM) within 30 minutes. Urine
was collected and measured henceforth every 30 minutes for 3 hours.
Results: Urine volume eliminated during EuExer (1205 ± 399.5 ml)
was not different from EuB (1072.2±413.1 ml) or EuA (1068
± 382.87 ml) (p-value = 0.44). Both resting conditions
were practically identical (p-value = 0.98) and presented a strong
intraclass correlation (r = 0.849, p-value = 0.001). Conclusions: This
method, besides simple, proved to be consistent in all conditions;
therefore, it can be used with the certainty that measurements are
valid and reliable.
KEYWORDS: Reliability, rehydration, exercise, diuresis.
INTRODUCCIÓN
Para las personas deportistas es muy
importante controlar y eliminar todos aquellos factores que puedan
perjudicar su rendimiento; aún más cuando el deporte
está alcanzando un nivel competitivo tan alto, que el más
mínimo detalle es la diferencia entre el ganar o perder. La
pérdida constante de sudor en los entrenamientos y las
competencias, pueden llevar a un o una deportista a una
deshidratación; si esto ocurre su rendimiento podría
disminuir; por lo tanto tratar de compensar las pérdidas
de sudor que se tienen al realizar ejercicio con la ingesta adecuada de
líquidos, es de gran relevancia. Sin embargo, para entrenadores,
entrenadoras y atletas es difícil saber cuándo una
persona está o no deshidratada a simple vista.
Para poder determinar si una persona
se encuentra bien hidratada o no, existen varios métodos
que van desde los más avanzados hasta los más
simples, cada uno con sus ventajas y desventajas. Entre
ellos se pueden mencionar algunos que resume Shirreffs (2003): cambio
en el peso corporal antes y después del ejercicio (masa
corporal, no permite evaluar el estado agudo, sino solamente los
cambios en la hidratación); el color de la orina, la osmolalidad
de la orina, y su gravedad específica (todos ellos indicadores
indirectos del estado agudo de hidratación).
También, se pueden utilizar el cambio en el volumen del plasma
sanguíneo (otro indicador de cambio) y la impedancia
bioeléctrica, que da una estimación del volumen de agua
total que hay en el cuerpo. Además, recientemente se
estudió la respuesta del volumen de orina a una carga de agua
(Capitán y Aragón, 2009a).
A pesar de que existen distintas
técnicas para evaluar el estado de hidratación, no todas
son útiles en el mundo de los y las deportistas, esto porque
pueden ser muy costosas, requerir de equipo o personal especializado, o
simplemente no son muy prácticas, pues tienen que ser llevadas a
cabo en momentos y condiciones específicas. La importancia
de poder evaluar el estado de hidratación en personas atletas ha
llevado a que se realicen muchas evaluaciones (Cheuvront y Sawka,
2005; Kovacs, Senden y Brouns, 1999; Oppliger y Bartok, 2002;
Shirreffs, 2003), todas en busca de una técnica que permita
tanto a las personas entrenadores como investigadoras obtener un
dato confiable sobre el estado de hidratación.
El organismo tiene diversos
mecanismos para mantener el equilibrio hídrico, es conocido que
los riñones tienen un papel importante en el mantenimiento del
balance de fluidos en el organismo (Ulate, 2007), esto lo hace a
través de la eliminación de orina. Si una
persona se deshidrata los riñones disminuirán la
producción de orina con la intención de conservar
líquido, mientras que si la persona ingiere líquido
estando euhidratada la producción de orina
aumentará con la intención de eliminar el exceso de
líquido; esto también podría ocurrir cuando
la rehidratación es muy agresiva (Sawka ét al, 2007).
Basándose en estos conceptos, un método que ha sido
investigado recientemente (Capitán y Aragón, 2009a), es
la medición de la eliminación de orina como respuesta a
una ingesta estandarizada de agua (1,43% de la masa corporal, MC),
así como existe una prueba para medir la respuesta de glucosa en
sangre a una carga de glucosa por vía oral. En dicho
estudio se encontró que este método distingue claramente
entre personas euhidratadas y aquéllas deshidratadas a 1%, 2%
ó 3% de la masa corporal (MC). Sin embargo, dicho
método al igual que muchos otros que se han propuesto en este
artículo, tiene debilidades, tales como que no se conoce su
confiabilidad (no se ha determinado qué tan consistentes son las
mediciones con este nuevo método); tampoco se determinó
si realmente las diferencias en la producción de orina se
debieron al estado de hidratación o al efecto que tiene el
ejercicio sobre la producción de orina (Capitán y
Aragón, 2009b).
Por lo tanto, el propósito de
este estudio fue establecer la confiabilidad del método de
Capitán y Aragón, con la finalidad de comprobar si este
método puede ser utilizado como indicador consistente del estado
de hidratación de una persona. También se evaluó
si en condiciones de euhidratación el ejercicio tenía
algún efecto sobre la eliminación de orina.
METODOLOGÍA
Participantes. De un grupo de
estudiantes universitarios que respondieron a una convocatoria
pública, se escogió una muestra por conveniencia
entre aquéllos que cumplían los requisitos previamente
establecidos. Cinco hombres y cinco mujeres
jóvenes (22,5 ± 2,3 años; media ±
desviación estándar) firmaron su consentimiento a
participar en este estudio. Ellos y ellas tenían las siguientes
características: sanos, físicamente activos (realizaban
actividad física al menos 4 veces por semana), no
padecían de problemas cardíacos, renales o endocrinos, no
padecieron anteriormente de enfermedades por calor y en el momento del
estudio no estaban ingiriendo medicamentos diuréticos. Este
estudio fue aprobado por el Comité Ético
Científico de la Comunidad.
Instrumentos. Se utilizó una
báscula e- Accura®, modelo DSB291 con una precisión
de 0,01 kg (10 g), para medir el peso corporal.
Para la recolección de
muestras de orina, se utilizaron recipientes de plástico con
capacidad de 750 mL, y se midió el volumen de orina con una
báscula de nutricionista (gramera), OHAUS® compact
Scales, modelo CS2000, con una precisión de 0,001 kg (1 g).
Para analizar la gravedad
específica de la orina se utilizó un refráctometro
manual ATAGO®, modelo URC – Ne, d 1.000-1.050. Se
utilizó un medidor de frecuencia cardíaca Polar®,
modelo A1 para controlar la intensidad del ejercicio durante la
deshidratación.
PROCEDIMIENTOS
Predeshidratación. Cada
participante se presentó al laboratorio en 3 ocasiones
diferentes, a las 7 a.m con al menos 10 horas de ayuno sólido y
líquido.
Al llegar al laboratorio cada
participante suministró una muestra de orina a la que se le
midió la gravedad específica para estimar el estado de
hidratación inicial (USG inicial). Esta muestra de orina
fue desechada.
Después de que estas
personas vaciaron completamente su vejiga fueron pesadas desnudas
en un lugar apropiado (peso en ayunas, PA); este peso fue
utilizado para establecer el volumen de líquido a ingerir.
Una vez suministrada la muestra de orina y haberse realizado el pesaje
en ayunas, ingirieron un desayuno estandarizado de 750 kcal (que
correspondían a un 24,6% de lípidos, 20,7% de
proteínas y 54,7% de carbohidratos incluyendo 250 mL de jugo de
naranja natural), y reposaron durante 30 minutos. Este líquido
ayudó a garantizar euhidratación.
Ejercicio. Después de
ingerir el desayuno estas personas fueron pesadas desnudas y secas
(peso base, PB). Una vez pesadas realizaron, durante 45 minutos, un
ejercicio intermitente que cíclicamente incluía 15 min.,
de bicicleta estacionaria y 15 min., de carrera en banda sin fin; cada
15 minutos se detenía el ejercicio para pesar a las personas
participantes. La diferencia de peso por pérdida de sudor
con respecto al peso base (PB) debían ingerirla en agua, con el
objetivo de mantenerlos euhidratados. Se realizó una
sesión de ejercicio (EuEJER).
El ejercicio se realizó en una
cámara de ambiente controlado. La temperatura promedio fue de 32
± 3°C, y la humedad relativa de 65 ± 7%; la
intensidad del ejercicio fue moderada (75% -80% de la frecuencia
cardíaca máxima, calculada según la fórmula
220 – edad).
Reposo. Se realizaron dos sesiones de
reposo (EuA y EuB), en las que el protocolo no ameritaba realizar
ejercicio (i.e. 0%). Después de ingerir el desayuno las
personas participantes fueron pesadas, desnudas y secas (peso base,
PB). Una vez pesadas se mantuvieron sentadas fuera del cuarto de
ambiente controlado durante 45 minutos; cada 15 minutos fueron pesadas
desnudas y secas. La diferencia de peso por pérdida de
sudor con respecto al peso base (PB) debían ingerirla en agua,
con el objetivo de mantenerlos euhidratados.
La temperatura ambiental promedio fue
de 25 ± 1°C, y la humedad relativa de 60 ± 2%; la
frecuencia cardíaca se mantuvo entre el 35% -40% de la
frecuencia cardíaca máxima, calculada según la
fórmula FCmax = 220 – edad.
Postejercicio. Una vez finalizado el
período de reposo o ejercicio se bañaron con agua
fría, sin ingerir líquido, vaciando completamente la
vejiga en un recipiente, de ser necesario. Esta muestra de
volumen de orina fue pesada y tomada como pérdida de
líquido en ejercicio; una vez que estuvieron bañadas,
estás personas fueron pesadas desnudas y secas (Peso
rehidratación, PH)
Rehidratación. Una vez
bañadas y pesadas las personas participantes ingirieron un
volumen de agua embotellada (marca Cristal®, contenido de sodio =
7.0 mg/L) equivalente al 1,43% del peso en ayunas (PA) con el que
llegaron al laboratorio, conforme lo estipula el método de
Capitán y Aragón; este porcentaje de líquido fue
el mismo en todas las condiciones.
El volumen total de líquido se
ingirió en partes iguales, distribuidos en 3 tomas, con espacio
de 10 minutos entre cada toma.
Recolección de orina.
Finalizado el protocolo de rehidratación, se recolectaron los
volúmenes de orina eliminados cada 30 minutos, durante 3
horas. A cada muestra de orina recolectada se le midió el
peso y la gravedad específica antes de desecharla apropiadamente.
Análisis estadístico.
Para el análisis estadístico de los datos se
realizó la estadística descriptiva (promedio y
desviación estándar) para la edad, peso corporal base,
volumen de agua consumido. La estadística inferencial se
realizó con el paquete estadístico SPSS versión
16, para los análisis de varianza y post hoc.
Se realizaron tres análisis de
varianza (ANOVA) de una vía, uno para cada una de las siguientes
variables: gravedad específica de la orina, peso corporal base y
volumen de agua consumida, para determinar si los y las participantes
iniciaron el estudio en las mismas condiciones en todos los
tratamientos.
Se realizó un ANOVA de dos
vías de medidas repetidas en ambos factores (3 tratamientos x 7
mediciones) para determinar si existían diferencias entre
tratamientos.
Además se realizó un
ANOVA de 2 vías de medidas repetidas (3 tratamientos x 2
condiciones) para determinar si había diferencias en el peso
antes y después del ejercicio, con el fin de verificar si se
mantuvieron euhidratados durante el tiempo de reposo o ejercicio.
También se realizó una
correlación intraclase y una prueba t pareada entre las dos
condiciones de reposo para determinar la confiabilidad.
Para determinar si el tamaño
de la muestra podía dar un resultado aceptable se realizó
un estudio de potencia estadística.
RESULTADOS
Condiciones iniciales. No hubo
diferencias significativas en el estado de hidratación inicial
(p = 0,429), medido con la gravedad específica de la primera
orina del día, ni en el peso corporal en ayunas de los
participantes (p =0,179). Tampoco se encontró diferencia
significativa en el volumen de agua consumido en las diferentes
condiciones (p= 0,179) Ver tabla 1. En promedio, en todas las
condiciones los sujetos estaban euhidratados al iniciar la
sesión; solamente se presentaron dos casos claros individuales
de deshidratación (USG = 1,030).
Volumen total de orina eliminado. En
la figura 1 se muestran los promedios de los
volúmenes de orina eliminados en las diferentes
condiciones. Como no se observó una diferencia
estadísticamente significativa entre hombres y mujeres en el
volumen total de orina eliminado en ninguna de las condiciones (p >
0,05), los datos se presentan agrupados. En este gráfico
se puede apreciar que no existe diferencia significativa (p= 0,44)
entre las diferentes condiciones (EuA, EuB y EuEjer).
Ejercicio. La tabla 2 muestra los
pesos corporales de los y las participantes antes de iniciar los 45
minutos de descanso o ejercicio y al finalizar dicho período
entre las condiciones del 0% MC (sin ejercicio y con ejercicio).
Tiempo de recolección de
orina. Para analizar si había alguna diferencia en el volumen de
orina eliminado a través del tiempo, se analizaron los
volúmenes de orina eliminados desde el minuto 0 hasta el minuto
180. En la figura 2 se pueden observar las diferencias en el
volumen de orina eliminado por tiempo entre cada una de las condiciones
(EuA, EuB y EuEJER).
Confiabilidad. Para determinar la
confiabilidad se realizó una prueba t pareada con el volumen de
orina en las dos condiciones 0%MC, donde no se realizó ejercicio
(EuA y EuB): no hubo diferencia entre condiciones (t=-0,58, p= 0.95).
Además, se calculó un Coeficiente de Correlación
intraclase , donde se obtuvo una relación alta para la prueba
(r=0,849, p=0,001); se obtuvieron valores para el intervalo de
confianza de 95% del Coeficiente de Correlación Intraclase
(0,496 a 0,961). En la figura 3 se muestra la relación entre las
condiciones.
Potencia estadística. Se
realizó una prueba de potencia estadística para descartar
que no se encontraran diferencias entre las condiciones de reposo
debido al tamaño de la muestra. Se determinó que con una
muestra N=10, para detectar una diferencia de 200 mL en el
volumen total de orina eliminado, la potencia de la prueba es de
un 95%.
DISCUSIÓN
El objetivo del presente estudio fue
determinar la confiabilidad de un método simple para comprobar
euhidratación; con una correlación alta entre EuA y EuB,
este método es consistente en sus mediciones y por tanto es
confiable.
También tuvo como objetivo
determinar si en estado de euhidratación el ejercicio tiene
algún efecto sobre la producción de orina como respuesta
a una cantidad estandarizada de agua. No se encontraron
diferencias entre los volúmenes de orina total eliminados, entre
las mediciones en condiciones de reposo y la medición en
ejercicio (EuA y EuB vs. EuEjer), sabiendo que los y las
participantes iniciaron en las mismas condiciones en cada
ocasión.
Cuando se realiza ejercicio
físico y la temperatura corporal aumenta, el organismo intenta
disipar el calor a través de la sudoración. La
pérdida de líquido a través de la
sudoración provoca una disminución del volumen de agua
corporal total; para evitar pérdidas de agua innecesarias
durante el ejercicio el organismo aumenta en la secreción de la
hormona antidiurética o vasopresina, que es la responsable de
disminuir la producción de orina durante el ejercicio (Wilmore y
Costill, 2004).
Los cambios en la osmolalidad
plasmática son el regulador primordial de la secreción de
vasopresina, por lo que, si la osmolalidad está por debajo del
umbral (280mOms/kg) la secreción será
prácticamente nula (Ulate, 2007). Esto significaría
que la producción de orina no se ve alterada; por otro
lado, si este valor aumenta (por ejemplo por deshidratación), la
secreción de la vasopresina aumentaría, lo que
disminuiría la producción de orina.
Por lo tanto, tal como nos dice la
teoría el organismo elimina a través de la orina el
exceso de líquido que ingiere (Wilmore y Costill, 2004); esto
quiere decir que cuando el organismo está euhidratado y se le da
una carga de agua, esta carga sería líquido extra en el
cuerpo y por ende el organismo la eliminaría aumentando el
volumen de orina. Entonces, si cuando se realiza ejercicio se
logra mantener un balance entre lo que se pierde por sudoración
y lo que se ingiere, los mecanismos que estimulan la disminución
del volumen de orina como la secreción de la hormona
antidiurética deberían mantenerse inalterados. Los
volúmenes de orina eliminados, tanto en las condiciones de
reposo (EuA y EuB) como en la condición de ejercicio, fueron muy
similares, lo que indica que la producción de orina en estado de
euhidratación fue independiente de si se realizó o no
ejercicio. Esto sugiere que la producción de orina depende
más claramente del estado de hidratación que del hecho de
haber realizado ejercicio o no.
Cuando se analizan los
volúmenes de orina eliminados por tiempo, no se encuentran
diferencias entre las condiciones de reposo (EuA y EuB) a los 60
minutos de iniciada la recolección de orina; el análisis
se realizó con la orina eliminada a los 60 minutos, ya que es un
tiempo prudencial para determinar diferencias (Capitán y
Aragón, 2009b). Esto refuerza la prueba de confiabilidad, ya que
no sólo no hay diferencias en el volumen total eliminado, sino
que tampoco existen diferencias en los volúmenes parciales
eliminados.
A pesar de que con este estudio se
logró encontrar que la diferencia entre condiciones se debe a la
carga de agua que se le dio a ingerir a la persona y no al ejercicio
que realizó, aún queda un problema por resolver, y es que
a pesar de que el método es sensible y confiable, pierde mucha
de su practicidad, cuando una vez finalizados los 60 minutos de
recolección de orina, la persona aún tendría en su
organismo entre un 67% y un 13% (Capitán y Aragón, 2009b)
del agua que se le dio a ingerir. Por lo tanto, es deseable determinar
una cantidad de agua que permita detectar diferencias, pero que a la
vez, al finalizar los 60 minutos, resulte en un menor volumen de agua
que aún quede en el cuerpo. Si esto se logra, este método
será sensible, confiable y práctico, y podrá
ser utilizado para evaluar el estado agudo de hidratación, con
la ventaja de ser un método fácil de aplicar y barato,
además de que puede aplicarse simultáneamente a muchas
personas o a un equipo completo.
En conclusión, este
estudio encontró que el método de Capitán y
Aragón es confiable; además, muestra cómo el
ejercicio, en las condiciones de este experimento, no provoca una
disminución en la producción de orina cuando se compara
con la orina producida en condición de reposo.
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Recepción: 26 de enero del 2010.
Corrección: 11 de junio del 2010.
Aceptación: 11 de junio del 2010.
Publicación: 31 de diciembre del 2010.
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