URL: http://www.una.ac.cr/salud
CORREO: revistamhsalud@una.cr
Revista MHSalud® (ISSN: 1659-097X) Vol. 4. N°. 1. Julio, 2007.
EFECTO EN EL ÍNDICE DE
DISCAPACIDAD EN PACIENTES ADULTOS CON VÉRTIGO PAROXÍSTICO
POSICIONAL BENIGNO MEDIANTE LA REHABILITACIÓN VESTIBULAR CON
MOVIMIENTO HUMANO
EFFECT ON THE DISABILITY INDEX OF
ADULT PATIENTS WITH BENIGN PAROXYSMAL POSITIONAL VERTIGO
USING VESTIBULAR REHABILITATION AND HUMAN MOVEMENT
Sofía Chaverri Flores1, Julián Chaverri Polini2 y Andrea Mora Campos3
1 Clínica Aguilar Bonilla, sofchaflo@hotmail.com
2Hospital México, juliancp@racsa.co.cr
3Universidad Nacional, andremor31@gmail.com
Costa Rica
RESUMEN
Propósito:
determinar el efecto en el índice de discapacidad en
pacientes adultos con vértigo paroxístico
posicional benigno mediante la RV con el movimiento humano. Sujetos:
seis sujetos, con una edad promedio de 49.5 ± 14.22 años,
que se han diagnosticado previamente, por medio de un
especialista en otorrinolaringología, con vértigo
paroxístico posicional benigno. Instrumentos: se
utilizó el Dizziness Handicap Inventory, cuestionario para
determinar el impacto en la calidad de vida en pacientes con dicha
patología (Ceballos y Vargas, 2004). Procedimiento: se les
sometió a una terapia vestibular durante cuatro semanas con
ejercicios de habituación y equilibrio, en una modalidad
semipresencial. Se realizaron dos mediciones,
antes y después de terapia
vestibular, y se valoró si hubo
alguna mejoría en las dimensiones
física, funcional y emocional. Análisis
estadístico: se aplicó estadística
descriptiva y una “t-Student” de medidas
repetidas para analizar los resultados obtenidos. Resultados:
hubo diferencias estadísticamente significativas en la
dimensión física entre el pretest (19.33 ± 4.67
puntos) y el postest (13 ± 7.24 puntos) (t = 2.65; p < 0.05).
Por otro lado, no hubo diferencias significativas en las
dimensiones funcional (t= 2.44; p>0.05), emocional (t= 2.37;
p>0.05) y general (t= 2.55; p>0.05). Conclusión: la
terapia vestibular con movimiento humano semipresencial
mejoró el índice de discapacidad por vértigo
(dimensión física) de sujetos con VPPB.
PALABRAS CLAVES: equilibrio, vértigo, rehabilitación, discapacidad.
ABSTRACT
Objective: determine
the effect on the disability index
of adult patients with benign paroxysmal
positional vertigo (BPPV) using vestibular rehabilitation
therapy (VRT) and human movement. Subjects: six subjects with an
average age of 49.5 ± 14.22 years who have been
diagnosed with benign paroxysmal positional
vertigo by an otolaryngologist. Instruments: the Dizziness
Handicap Inventory and a questionnaire to determine impact on the
quality of life of patients with this pathology (Ceballos
and Vargas, 2004). Procedure: subjects
underwent vestibular therapy for four weeks together
with habituation and balance exercises in a semi-supervised
manner. Two measurements were performed, one before and one after
the vestibular therapy and researchers determined if there
was any improvement in the physical, functional, and
emotional dimensions. Statistical
analysis: descriptive statistics and
Student’s t-test of repeated measures were
applied to analyze results obtained. Results: significant statistical
differences were found in the physical dimension between the pre-test
(19.33 ± 4.67 points) and post-test (13 ± 7.24 points) (t
= 2.65; p < 0.05). In contrast, no significant
statistical differences were found in the functional
(t= 2.44; p>0.05), emotional (t= 2.37; p>0.05)
or general dimensions (t= 2.55;
p>0.05). Conclusion: vestibular
therapy with a semi-supervised
human movement program improved the index of disability due to
vertigo (physical dimension) in BPPV subjects.
KEYWORDS: balance, vertigo, rehabilitation, disability.
INTRODUCCIÓN
La palabra equilibrio proviene del
latín: libra que significa balance. La función de este se
puede definir como la actividad que
gobierna o dirige las relaciones del animal
con el mundo físico permitiéndole asegurar
todos sus movimientos en una forma eficaz (Roman y Thomassin, 2000). La
función del equilibrio integra la noción de una
plurimodalidad sensorial en donde interviene: el sistema
vestibular quien informa sobre la aceleración tanto lineal como
angular y la posición de la cabeza, y su eje de
inclinación en relación al gravitacional; la
visión, que ayuda a ubicar y a dar información
sobre lo que se mueve alrededor de la persona; la
propiocepción es quien ayuda a informar sobre la
disposición de los diferentes segmentos del cuerpo y de la
relación que guardan entre sí (Hassid, Hennaux y Van
Nechel, 2004).
Bartual y colaboradores (1998),
describen que sólo algunas de las formas más primitivas
de la vida, como las bacterias, algas verduscas y muchos organismos
unicelulares, como los flagelados, se han adaptado al medio ambiente
sin desarrollar receptores especializados para detectar, al
menos, la fuerza de la gravedad pero en algunos animales como los peces
y pájaros, la pérdida del laberinto, es
incompatible con la vida. A partir de los vertebrados
superiores hasta llegar al ser humano, existen otros factores que
intervienen en el equilibrio como son la visión y la
sensibilidad profunda. El ser humano vive en un mundo de cuatro
dimensiones que están íntimamente relacionadas. Las tres
primeras corresponden al espacio, y la cuarta al tiempo.
La persona sana
debe estar permanentemente orientada en
el espacio y en el tiempo para
mantenerse en equilibrio y poder desarrollar su actividad (Bartual y
colaboradores, 1998). Pero no siempre es de esta forma, y una de las
afecciones que puede aquejar es el síndrome vertiginoso, el cual
según Tran Ba Huy y de Waele (1996), puede ser de origen
periférico o sea por patología del oído, del
nervio cocleovestibular o de origen central por patología de la
vía vestibular o lesión a nivel superior.
Entre las patologías más
frecuentes de origen periférico,
existen el Vértigo Paroxístico Posicional
Benigno (VPPB), la neuronitis vestibular y el Síndrome de
Meniere; entre las de origen central una de las más
frecuentes es el vértigo del adulto mayor.
El vértigo es un
síntoma no un diagnóstico y manifiesta
una alteración de la orientación en el
espacio. Se trata de sensaciones de movimiento de carácter
giratorio, de desplazamientos de la base de sustentación,
inclinación del suelo, precipitación en el
vacío y sensación de caída al adoptar
determinadas posturas. Se diferencia del
desequilibrio, ya que este consiste
en sensaciones de balanceo, de
inseguridad e inestabilidad (Toupet e
Imbaud-Genieys, 2002). Según Oghalai,
Manolidis, Barth, Stewart y Jenkins (2000) y Whitney, Hudak y Marchetti
(1999), las personas con este padecimiento se ven afectadas
negativamente en las actividades diarias, por lo
tanto en la calidad de vida.
Según Bouccara, Sémont
y Sterkers (2003), los conocimientos básicos que existen
para tratar la compensación vestibular, han permitido el
desarrollo de la reeducación de esta. Una vez que se
realiza una evaluación otoneurológica que permita un
diagnóstico etiológico del vértigo, se puede dar
un tratamiento y escoger las técnicas de reeducación que
se adapten más a la patología que se quiere tratar. La
mayoría de las enfermedades que requieren de reeducación
vestibular, necesitarán además un manejo
multidisciplinario, sobretodo si se trata de un paciente de la tercera
edad (Norré y Beckers, 1988), además está indicada
en pacientes que presentan vértigo o desequilibrio, ya sea de
origen central o periférico, y
conformada por ejercicios vestibulares,
que además son una interesante alternativa
para tratar específicamente VPPB (Hassid, 2002).
Los ejercicios de
habituación constituyen la primera
técnica de rehabilitación
vestibular (RV) formalmente descrita, se establecen en la
década de los años 40 con los trabajos de Cawthorne y
Cooksey en 1944 (Bouccara, Sémont y Sterkers, 2003).
Toledo, Cortés, Pane y Trujillo (2000), recomiendan que el
tratamiento basado en ejercicios de RV es efectivo en el 90% de los
casos, pero debe ser realizado por lo menos tres a cuatro veces
por semana. También mencionan que este
tratamiento es frecuentemente abandonado por los pacientes. Sin
embargo, los recientes avances en el conocimiento de la
fisiopatología de la disfunción vestibular han
introducido nuevos métodos de RV (Bouccara, Sémont y
Sterkers, 2003 y Norré y Beckers, 1988).
El proceso de adaptación
durante la RV se caracteriza porque a pesar de mantener la
excitación del receptor, desaparece la descarga aferente por la
fibra sensorial primaria que ocasiona el vértigo. La
habituación se relaciona con la pérdida de
percepción de una sensación sin que
desaparezca la descarga por la fibra primaria. La RV se
fundamentará en un proceso de habituación, y su principio
se basa en la realización de una serie de ejercicios o
movimientos cuya finalidad es desencadenar el cuadro de
vértigo que afecta al paciente,
hasta que a través de la
habituación se consiga la adaptación.
Mediante la repetición frecuente de la circunstancia
desencadenante, se logra la habituación o reducción de la
respuesta a la sensación vertiginosa, hasta que finalmente
ésta no ocurre (Bartual y colaboradores, 1999).
Una estrategia altamente efectiva es
la liberación otolítica pero presenta un término
de medio a alto en la recurrencia. Toledo, Cortés, Pane y
Trujillo (2000), realizaron un estudio donde compararon la
maniobra Semont, RV y la combinación de
ambos. Este reveló que la
maniobra Semont fue efectiva en el 80% de los
pacientes que la recibieron a los quince días, versus el 45% de
aquellos que solo recibieron RV. El tercer grupo que recibió la
combinación de tratamientos, mostró una cura en el 100%
de los casos cuando fueron evaluados a los tres meses, mientras que
solo un 66% del grupo que recibió la maniobra Semont, fue
encontrado asintomático (p<0,05). Ellos concluyeron que esta
es efectiva a corto plazo, pero la recurrencia es alta, mientras
que la RV es efectiva y persistente a largo plazo, además la
combinación de ambos tratamientos conduce a la
remisión de los síntomas en un 100% tres meses
posteriores al estudio. Por otro lado, Helminski y colaboradores
(2005), realizaron un estudio con una duración de dos
años, donde usaron ejercicios Brandt-Daroff para reducir la
incidencia de reaparición del VPPB, pero este estudio
encontró que una rutina diaria de ejercicios de Brandt-Daroff no
afecta significativamente (p>0.05), el tiempo de aparición
(recurrencia) o la tasa de recurrencia de BBPV.
Norré y
Beckers (1987), compararon dos
grupos, uno que realizó
método progresivo de
rehabilitación vestibular (RV) y otro con un método
de ejercicios fáciles (MF) que solo puede ser utilizado en BPPV.
Los resultados después de una semana mostraron que el 52% de los
pacientes del grupo MF no presentaron
vértigo, mientras solamente el 32%
del grupo con RV no lo presentaron,
aunque estas diferencias no fueron significativas
estadísticamente (p>0.05).
En cuanto a estudios
donde se observe el comportamiento de otras
variables, Evkall Hansson, Månsson, Ringsberg y
Håkansson (2006), realizaron uno con veintinueve
sujetos, con un grupo experimental y uno de control; donde midieron la
discapacidad por el vértigo y equilibrio, y luego de tres meses
de intervención con RV, el grupo experimental obtuvo
mejorías significativas en diferentes
situaciones como de pie sobre una pierna con los ojos
abiertos (p=0.000), prueba de tándem (p=0.033) y
discapacidad por vértigo (p=0.04). Asimismo, Mruzek, Barin,
Nichols, Burnett y Welling (1995), estudiaron los efectos de la RV y el
reforzamiento social (RS) sobre el equilibrio, valoración de la
simetría del índice en una prueba de rotación, el
cociente de la sensibilidad del movimiento (MSQ) y la
discapacidad por vértigo en un grupo de sujetos con
cirugía vestibular ablativa (laberintectomía vestibular),
en tres subgrupos, uno recibió RV con RS, otro RV sin RS y el
último grupo SR con ejercicios de movimiento articular. No hubo
diferencias significativas en las distintas variables de los grupos
después de ocho semanas de tratamiento, pero se reporta que los
sujetos que recibieron RV con RS o si él, tuvieron menos
sensibilidad al movimiento y mareos que el grupo que recibió
ejercicios de movilidad articular.
Entonces de acuerdo a la
evidencia científica los estudios con
RV y ejercicios físicos no han demostrado el
efecto de estos, sobre la discapacidad por vértigo con un
programa semipresencial a corto plazo (cuatro semanas); por ello el
propósito de este estudio se basa en determinar el efecto en el
índice de discapacidad en pacientes adultos con VPPB mediante la
RV con movimiento humano.
METODOLOGÍA
Sujetos: Participaron
seis sujetos, de los cuales cuatro
eran mujeres y dos hombres, con un
promedio de edad de 49.5 ±
14.22 años, que fueron
diagnosticados previamente con vértigo
periférico, específicamente con VPPB, por un especialista
en otorrinolaringología.
Instrumentos y materiales: En 1990,
Jacobson desarrolló el Dizzness Handicap Inventory (DHI) o
cuestionario de discapacidad por vértigo, el cual se propuso
como una herramienta para cuantificar el impacto de este en las
actividades y situaciones de la vida diaria. Es un
instrumento que es ampliamente difundido y usado en todo el
mundo, mide como estos síntomas afectan la calidad de vida del
individuo. Además se encuentra estandarizado y se
correlaciona confiablemente. En un estudio de Jacobson y
colaboradores reportan una confiabilidad alta para pacientes
vertiginosos (r =0.97) (Ceballos y Vargas, 2004 y Hassid, Hennaux y Van Nechel, 2004).
El cuestionario consta de veinticinco
preguntas, de las cuales nueve valoran aspectos emocionales (treinta y
seis puntos), otras nueve valoran aspectos
funcionales (treinta y seis puntos) y siete
valoran aspectos físicos (veintiocho
puntos), para obtener al final un
puntaje máximo de cien puntos. Cada pregunta
permite elegir entre tres respuestas: sí (cuatro puntos),
algunas veces (dos puntos) y no (cero puntos). La discapacidad
física se define como el grupo de desventajas que son
experimentadas por un individuo como resultado del
deterioro funcional y/u orgánico en uno o varios sistemas.
La funcional se manifiesta como la incapacidad de realizar tareas
básicas que son asociadas con la vida
diaria, en el campo profesional, ocupacional y
recreativo. La emocional comprende las
consecuencias psicológicas y/o
psiquiátricas que surgen como
resultado de patologías
orgánicas, como por ejemplo, ansiedad,
depresión o crisis de pánico, que
alteran el desarrollo de las actividades cotidianas (Bouccara,
Sémont y Sterkers, 2003).
La clasificación que se otorga
para los aspectos emocionales y funcionales es: “sin
discapacidad” de 0 a 14 puntos, “discapacidad
moderada” de 15 a 24 puntos y “severa” de 25 puntos
en adelante. En el aspecto físico se asignó una
clasificación de “sin discapacidad” de 0 a 9 puntos,
“discapacidad moderada” de 10 a 16 y de 17 en
adelante “discapacidad severa”. Por último el
cuestionario se aplicó antes y después de terapia.
Procedimiento: Se contactaron
seis sujetos que fueron diagnosticados con VPPB por un médico
especialista en otorrinolaringología, los
cuales persistieron sintomáticos a pesar
del tratamiento médico. Se les otorgó un consentimiento
el cual se les informó de forma escrita donde se les
explicó en que consistía la RV.
La terapia vestibular duró
cuatro semanas. Consistió en un mínimo de cuatro sesiones
semanales de las cuales una de ellas era supervisada por un
especialista. Durante la primera sesión se les hizo un pretest y
se les explicó la ejecución correcta de los ejercicios de
habituación, los de equilibrio y de acondicionamiento
general que fueron contemplados en la terapia
vestibular. Durante la última sesión se
realizó el postest.
Se realizaron movimientos para
estabilizar la mirada, que fueron contempladas en los ejercicios de
habituación y que además fomentan la
capacidad adaptativa del sistema vestibular.
También se realizaron ejercicios de
control postural para obtener una
correcta integración entre el sistema
visual, vestibular y propioceptivo para
el mantenimiento del equilibrio y
la orientación en el espacio. De igual manera
se ejecutaron actividades de acondicionamiento del estado
general, las cuales consisten en procurar una
mejoría en la autonomía del
paciente para progresar en los aspectos
funcionales y los físicos.
Análisis
estadístico: Se aplicó
estadística descriptiva para las
variables en estudio, además se utilizó
una t-student de medidas repetidas para comparar si existían
diferencias estadísticamente significativas entre las
dimensiones física, funcional y emocional entre el pre y
postest, los datos fueron analizados con el SPSS versión 8.0
para Windows.
RESULTADOS
Se analizaron los resultados de seis
sujetos, los cuales se sometieron a la terapia de RV durante un periodo
de cuatro semanas. Se observó que antes de iniciar la terapia
dos sujetos se encontraban con discapacidad física moderada,
mientras que los restantes cuatro presentaban física severa.
Posterior a esta los dos que presentaban discapacidad moderada, se
presentaron sin ella, y de los cuatro que presentaban severa, dos
presentaron moderada y los otros dos continuaron con severa pero con un
menor puntaje.
En cuanto al aspecto funcional,
cuatro sujetos no presentaron discapacidad, uno presentó
moderada y el otro severa. Luego de someterse a la
rehabilitación, el sujeto que presentaba
discapacidad funcional moderada no la presentó y el que la
presentaba severa presentó moderada. Los restantes cuatro
sujetos continuaron sin discapacidad funcional.
En el aspecto emocional,
únicamente un sujeto presentó discapacidad moderada,
mientras que los restantes cinco sujetos no presentaron
discapacidad. El sujeto con moderada en el pretest no la
presentó en el postest.
Se realizó una t-student de
medidas repetidas para las distintas dimensiones que fueron valoradas.
En cuanto a la dimensión física, hubo diferencias
estadísticamente significativas entre el pretest
(19.33 ± 4.67 puntos) y el postest (13 ± 7.24 puntos) (t
= 2.65; p < 0.05), es decir los sujetos disminuyeron el deterioro
físico-funcional después de la aplicación del
tratamiento. No hubo diferencias significativas en las dimensiones
funcional (t: 2.44; p>0.05), emocional (t: 2.37; p>0.05) y
general (t: 2.55; p>0.05).
DISCUSIÓN
El propósito
de este estudio se basa en
determinar el efecto en el
índice de discapacidad en pacientes adultos
con vértigo paroxístico posicional benigno, mediante la
RV con el movimiento humano.
Este estudio encontró que
luego del tratamiento hubo una mejoría significativa,
estadísticamente, en el índice de discapacidad por
vértigo en la dimensión física entre el pretest y
el postest, es decir, los sujetos disminuyeron el
deterioro físico-funcional después de
la aplicación del tratamiento. En cuanto a las
dimensiones funcional, emocional y en las suma de las tres se muestra
que aunque no hubo diferencias significativas. Dicho
fenómeno pudo suceder debido a que la muestra fue muy
pequeña (n=6), donde únicamente un sujeto presentaba
discapacidad emocional, cuatro funcional y todos física.
Esta mejoría en la
dimensión física puede deberse a que la
compensación vestibular, como proceso, supone una
reorganización anatómica y funcional de este sistema de
las áreas cerebrales conectadas a él. No es una
restauración perfecta, completa del comportamiento
motor y de las capacidades perceptivas previas a
la lesión pero permite
aparentemente una tendencia a mejorar
dichas facultades. Se relaciona con la habilidad que tiene el sistema
nervioso central para procesar información proveniente de un
sistema sensorial deficitario y responder adecuadamente a los
requerimientos que continuamente genera el mantenimiento del equilibrio
(Bartual y colaboradores, 1999; Bouccara, Sémont, Sterkers,
2003; Hassid, Hennaux y Van Nechel, 2004 y Mruzek y colaboradores,
1995). Lo anterior es apoyado por Santandreu (2004) y López
(2004) que afirman que existen estudios que han demostrado la
efectividad de la RV en pacientes con VPPB y contrario a
Helminski y colaboradores (2005) y
Norré y Beckers (1987), quienes
en sus estudios no encontraron resultados
significativos al utilizar la RV. Asimismo, se encontró que con
solo cuatro semanas de tratamiento se puede dar resultados
significativos, tiempo relativamente corto, y es un resultado que no
fue encontrado en el estudio de Toledo, Cortés, Pane y
Trujillo (2000), donde encontraron que la maniobra Semont
era efectiva a corto plazo, pero que la RV era efectiva y
persistente solamente a largo plazo.
Específicamente al resultado que
se ha encontrado en la dimensión
física Evkall Hansson y colaboradores (2006) si se hallaron
resultados significativos a tres meses plazo, mientras que Mruzek y
colaboradores (1995) después de ocho semanas de tratamiento no
encontraron mejorías significativas.
CONCLUSIONES
La RV mejoró el índice de discapacidad en la
dimensión física en sujetos con VP luego de cuatro
semanas de tratamiento.
No se encontraron mejorías en la dimensión emocional de los sujetos, solo tendencias a ello.
La RV bajo una modalidad semipresencial a corto plazo, o sea
constituye una herramienta efectiva y práctica para el
tratamiento de síndromes vertiginosos.
REFERENCIAS
Bartual, J., Pérez, N., Baharona de Guzman, R.,
Fernández, F., Guirado, F., Manrique, M., Oliva, M., Roquete,
J., Sánchez, J., Suárez, C., (1998). El sistema
vestibular y sus alteraciones Tomo 1. Barcelona: Masson.
Bartual, J., Pérez, N., Baharona de Guzman, R.,
Garcia-Ibañez, E., Gelabert, M., Irinia, P., Algarra, J.,
Pérez, B., Ramírez, R., Roquette, J., Sánchez, J.,
Santos, S., Saenz, R., Soto, A., Urrestarazú, E.,
Viteri, C. (1999). El sistema
vestibular y sus alteraciones Tomo 2.
Barcelona: Masson.
Bouccara, D., Sémont, A. y Sterkers, O. (2003).
Rééducation Vestibulaire. (Encyclopédie
Médico- Chirurgicale Oto-Rhinolaryngologie 20-206-A-10-2003,
7p.) Paris: Edtions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS.
Ceballos, R. y Vargas A. (2004).
Aplicación y utilidad del
Dizziness Handicap Inventory en pacientes con
vértigo del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital
de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI. Fecha de
acceso: 22 de marzo del 2007. Fuente:
www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2004/bc044d.pdf.
Evkall Hansson, E., Månsson, N.O., Ringsberg, K. A., &
Håkansson, A. (2006). Dizziness among patients with
whiplash-associated disorder: a randomized controlled trial. Journal of
Rehabilitation Medicine, 38(6), 387-90. https://doi.org/10.1080/16501970600768992
Hassid, N., Hennaux, C., & Van Nechel, C. (2004). La
rééducation vestibulaire. Paris:
Éditions Frison-Roche.
Hassid, N. (2002). Rehabilitation of the vertigo patient. Revue Medical de Bruxelles, 23(4), A36871.
Helminski, J.O., Janssen, I., Kotaspouikis, D., Kovacs, K., Sheldon,
P., McQueen, K., & Hain, T.C. (2005). Strategies to
prevent recurrence of benign paroxysmal
positional vertigo. Archives Otolaryngology Head Neck Surgery, 131(4):344-8. https://doi.org/10.1001/archotol.131.4.344
López, A. (2004). El mareo mejora con
rehabilitación. Fecha de acceso: 8 de junio del
2007. Fuente: www.elmundosalud.elmundo.es/elmundosalud/2004/10/25/medicina/1098690385.html.
Norré, M. E., & Beckers, A.(1987). Exercise treatment for
paroxysmal positional vertigo: comparison of two types of exercises.
Archive of Otorhinolaryngology, 244(5): 291-4. https://doi.org/10.1007/BF00468639
Norré, M. E., % Beckers, A. (1988). Benign paroxysmal positional
vertigo in the elderly. Treatment by habituation exercises. Journal of the Amercian
Geriatrics Society, 36(5):425-9. https://doi.org/10.1111/j.1532-5415.1988.tb02381.x
Mruzek, M., Barin, K., Nichols, D.S., Burnett, C.N.., & Welling,
D.B.(1995). Effects of vestibular rehabilitation and social
reinforcement on recovery following ablative vestibular surgery.
Laryngoscope, 105(7 Pt 1), 686-92.https://doi.org/10.1288/00005537-199507000-00004
Oghalai, J. S., Manolidis, S., Barth,
J. L., Stewart, M. G., & Jenkins, H. A.
(2000). Unrecognized benign paroxysmal
positional vertigo in elderly patients.
Otolaryngology Head Neck Surgery, 122, 630-634. https://doi.org/10.1016/s0194-5998(00)70187-2
Roman, S., & Thomassin, J. M. (2000). Physiologie Vestibulaire.
(Encyclopédie Médico-Chirurgicale
Oto-Rhinolaryngologie 20-198-A-10,2000, 14p.) Paris:
Edtions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS.
Santandreu, M. (2004). Tratamiento
rehabilitador de los trastornos del
equilibrio de origen
vestibular.
Fecha de
acceso: 8
de junio
del 2007.
Fuente: www.svmfr.com/reuniones/XVI/trabajos/ponencias/
TRATAMIENTO%20REHABILITADOR%20DE%20LOS%20TRASTORNOS%20DEL
%20EQUILIBRIO%20DE%20ORIGEN%20VESTIBULAR.pdf.
Toledo, H., Cortés, M.L., Pane, C., & Trujillo, V. (2000). Semont
maneuver and vestibular rehabilitation
exercises in the treatment of
benign paroxysmal postural
vertigo. A comparative study. Neurología,
15(4):152-7.
Toupet, M., Imbaud-Genieys S. (2002).
Examen clinique et paraclinique du
patient atteint de vertiges et/ou de troubles de
l’équilibre. (Encyclopédie
Médico-Chirurgicale Oto- Rhinolaryngologie
20-199-A-10,2002, 21p.) Paris: Edtions
Scientifiques et Médicales Elsevier SAS.
Tran Ba Huy, P., & de Waele, C. (1996). Les vertiges et le praticien. Paris: Éditions John Libbey Eurotext.
Whitney, S.L., Hudak, M. y Marchetti, G. (1999). The
activities-specific balance confidence scale and the dizziness handicap
inventory: a comparison. Journal of Vestibular Research, 9(4), 253
– 259.
Recepción: 07 de mayo del 2007.
Correción: 10 de julio del 2017.
Aceptación: 10 de julio del 2007.
Publicación: 31 de julio del 2007.
Artículo de la Revista MHSalud de la Universidad Nacional, Costa
Rica protegido por Licencia Creative Commons
Attibution-NonComercial-NoDerivs 3.0 Costa Rica. Para más información visite www.una.ac.cr/MHSalud
Permissions beyond the scope of this license may be available at revistamhsalud@una.cr