ISSN: 1405-0234 • e-ISSN: 2215-4078
Vol. 12 (1), enero – junio, 2024
http://dx.doi.org/10.15359/rnh.12-1.1
Recibido: 03-10-2023 • Aprobado: 25-10-2023 • Publicado: 30/06/2024
Licencia: CC BY NC SA 4.0

portada

Actitudes lingüísticas de guanacastecos hacia la variedad lingüística del español del Valle Central

Linguistic behaviors of spanish speakers from Guanacaste towards linguistic varieties of spanish from Central Valley speakers

Atitudes linguísticas dos guanacastecos em relação à variedade linguística do variedade linguística do espanhol do Vale Central

M. A. Johnny Fallas Monge

Universidad Nacional, Costa Rica

johnny.fallas.monge@una.cr

https://orcid.org/0009-0008-6852-7761

M. L. María de los Ángeles Sancho Ugalde

Universidad Nacional, Costa Rica

maria.sancho.ugalde@una.cr

https://orcid.org/0000-0003-2360-8791


Resumen

En esta investigación se estudian las actitudes lingüísticas en una muestra de estudiantes guanacastecos de la Universidad Nacional de Costa Rica (Sede Regional Chorotega y Sede Omar Dengo) hacia la variedad lingüística del español del Valle Central. Para la consecución de ese propósito, se emplea un cuestionario con una escala tipo Likert de cinco niveles, como instrumento para recolectar datos y analizarlos posteriormente mediante figuras, además de tres preguntas abiertas. Este enfoque de carácter cualitativo se utiliza como información valiosa que complementa los datos estadísticos. En cuanto a los resultados, la mayoría de los estudiantes entrevistados (migrados y no migrados) están conscientes de las diferencias lingüísticas entre los hablantes guanacastecos y vallecentraleños, también persisten prejuicios lingüísticos en el imaginario colectivo de algunos hablantes costarricenses; por último, en relación con la variedad lingüística en estudio, en el español del Valle Central se presentan procesos de acomodación o adaptación lingüística, inseguridad lingüística, cambio lingüístico (evidente con el fenómeno de la migración), actitudes de lealtad e identidad lingüísticas reforzadas con actitudes de mayor conciencia y aceptación de la diversidad lingüística y cultural de Costa Rica. Se puede concluir que en la percepción de los hablantes entrevistados sí se mantiene la división históricamente marcada entre la variedad lingüística del español de Guanacaste y español del Valle Central, sin embargo, el estudio de las actitudes lingüísticas demuestra un acercamiento nivelatorio y paulatino de ambas variedades lingüísticas, especialmente notorio en los estudiantes que han vivido la experiencia de la migración. Este artículo se estructura en cinco partes: antecedentes, marco teórico, metodología, resultados del análisis cuantitativo y cualitativo de las actitudes lingüísticas de las zonas de estudio y, por último, conclusiones.

Palabras clave: actitudes, identidad, prejuicio, variedad lingüística.

Abstract

In this research paper, a study based on linguistic behaviors present in Guanacaste speakers has been performed. The study addresses the linguistic varieties of Spanish in the Central Valle of a student sample from the National University of Costa Rica. The main objective is to analyze the linguistic behaviors of a group of Guanacaste speakers towards the linguistic varieties of Spanish within Central Valle. To accomplish this objective, a five-level Likert scale questionnaire is being proposed as the instrument to collect data on linguistic behaviors from Spanish from Central Valle. Moreover, in the same questionnaire, there have been included three open questions. This qualitative approach is being used to collect valuable information to complement the statistical data. Subsequently, the information obtained from the questionnaires is analyzed using statistical tools such as comparative charts and graphs. The objective would be to determine the linguistic behaviors of Guanacaste students from Chorotega and Omar Dengo’s National University sites. Regarding the results, the majority of the students interviewed (migrated and non-migrated) are aware of the linguistic differences between Guanacaste and Vallecentraleños speakers, linguistic prejudices still persist in the popular belief of some Costa Rican speakers; and finally, related with the linguistic variety under study, the Spanish from the Central Valley, there co-occur accommodation processes or linguistic adaptations, linguistic insecurity, linguistic change (manifested with the phenomenon of migration), attitudes of loyalty and linguistic identity reinforced with attitudes of greater awareness and acceptance of the linguistic and cultural diversity of Costa Rica. It may be concluded that in regards to the perception of the interviewed speakers, the historical division between the varieties of Spanish from Guanacaste and the Central Valley has been kept. However, the study of such linguistic varieties shows a leveling and progressive approach of both linguistic varieties, it is especially notable in those students who have lived abroad. The present study has five sections: the introduction; the theoretical frame; the methodological framework; the qualitative and quantitative analysis of the linguistic behaviors within the areas of the present study (Guanacaste and Central Valley) and finally, conclusions.

Keywords: behavior, identity, linguistic varieties, prejudges.

Resumo

A presente investigação estuda as atitudes linguísticas de uma amostra de estudantes de Guanacaste da Universidade Nacional da Costa Rica (Delegação Regional de Chorotega e Delegação de Omar Dengo) face à variedade linguística do espanhol do Vale Central. Para atingir este objetivo, utiliza-se um questionário com uma escala de cinco níveis do tipo Likert como instrumento de recolha de dados e posterior análise através de figuras, para além de três perguntas abertas. Esta abordagem qualitativa é utilizada como informação valiosa para complementar os dados estatísticos. Quanto aos resultados, a maioria dos estudantes entrevistados (migrantes e não migrantes) tem consciência das diferenças linguísticas entre os falantes de guanacasteco e vallecentraleño; os preconceitos linguísticos também persistem no imaginário coletivo de alguns falantes costa-riquenhos; Finalmente, em relação à variedade linguística em estudo, no espanhol do Vale Central há processos de acomodação ou adaptação linguística, insegurança linguística, mudança linguística (evidente com o fenómeno da migração), atitudes de lealdade e identidade linguística reforçadas com atitudes de maior consciência e aceitação da diversidade linguística e cultural da Costa Rica. Conclui-se que, na perceção dos falantes entrevistados, se mantém a divisão historicamente marcada entre a variedade linguística do espanhol de Guanacaste e o espanhol do Vale Central; no entanto, o estudo das atitudes linguísticas mostra uma aproximação gradual e niveladora de ambas as variedades linguísticas, especialmente notória nos alunos que viveram a experiência da migração. Este artigo está estruturado em cinco partes: antecedentes, quadro teórico, metodologia, resultados da análise quantitativa e qualitativa das atitudes linguísticas nas áreas de estudo e, finalmente, conclusões.

Palavras-chave: atitudes, identidade, preconceito, variedade linguística.

Introducción

En el siglo V antes de nuestra era se inició la Revolución del Humanismo (Baraona Cockerell, 2021) impulsada por la escuela sofista de filósofos griegos, quienes postulaban que el ser humano era el referente central de nuestra especie, y que, por consiguiente, estaba dotado de capacidad y voluntad autónoma para autoemanciparse de toda circunstancia limitante a lo largo del proceso histórico. Esto suponía que había una naturaleza y condición humanas independientes de fuerzas sobrenaturales y de índole divina. La capacidad lingüística es una característica única y crucial para entender nuestra naturaleza y condición humanas; es decir, que el estudio de los procesos y fenómenos lingüísticos es una preocupación central del humanismo. Y este artículo se sitúa justamente en esa óptica, aportando un análisis de procesos sociolingüísticos nacionales, que permiten una mejor comprensión de la génesis y situación actual de la sociedad costarricense.

De acuerdo con lo anterior, en esta investigación de campo se encuentra un enfoque desde el humanismo, con aportes empíricos nuevos, valiosos para el estudio de fenómenos lingüísticos y sociales que son interesantes no solo desde el ángulo específico del conocimiento de los procesos lingüísticos, sino, además, para una compresión más detallada de los procesos generales de formación de la identidad costarricense, con todas sus contradicciones y tensiones culturales de orden hegemónico, impuestas a los grupos y regiones culturales subalternos, y a la resistencia/adaptación que estos últimos sectores han presentado frente a las fuerzas y narrativas nacionales en los planos lingüístico e ideológico.

1. Estudios sobre actitudes lingüísticas hacia el español hablado en Costa Rica

Con respecto a la percepción del habla del español de Costa Rica, Solano Rojas y Umaña Aguiar (1994) estudian la inseguridad lingüística del universitario costarricense. Las autoras presentan un problema que ocupa a maestros, profesores y muchas personas de la comunidad costarricense en relación con el uso que hacemos de la lengua española; en el artículo se muestra la existencia de actitudes negativas de los hablantes mediante afirmaciones como “hablamos muy mal el español y lo enseñamos peor”.

En cuanto a la metodología, las autoras aplicaron un cuestionario cuantitativo a 353 estudiantes de la Universidad de Costa Rica para conocer si ellos “creen que el costarricense habla bien su lengua”. Solo 10 % de los informantes consideraron que los costarricenses hablan bien el español, la mayoría oscila entre la duda y la oposición rotunda a esta afirmación, debido a aspectos lingüísticos, por ejemplo: el léxico, la fonética y la fonología, así como a factores extralingüísticos como la influencia de la educación formal.

Según el análisis, los informantes tienen poca autoestima lingüística, debido al desfase existente entre la variedad que utilizan los estudiantes en sus interrelaciones cotidianas y la estándar que se enseña en la educación formal; las autoras concluyen que “el desconocimiento de la existencia misma de las variantes dialectales como un hecho inherente a la lengua provoca inseguridad y problemas de adecuación lingüística” (Solano Rojas & Umaña Aguiar, 1994, p. 177).

Desde esta misma temática, Solano Rojas y Umaña Aguiar (1996) publican el artículo Actitudes lingüísticas de una muestra de estudiantes universitarios costarricenses. El planteamiento del problema se centra en las actitudes negativas, prejuicios y estereotipos que se presentan en relación con las modalidades del español que se hablan en Costa Rica.

Las autoras solicitaron colaboración a 285 estudiantes de la Universidad de Costa Rica para que fueran jueces al escuchar una grabación de siete hablantes de cuatro variedades del español costarricense: culta, popular urbana, popular rural y urbana marginal.

Las escritoras diseñaron un cuestionario que los jueces debían contestar después de escuchar a cada hablante; en el instrumento pedían información acerca del sexo del hablante, posible edad, si era costarricense o extranjero, la procedencia (urbana o rural) y el oficio probable.

Ellas concluyen que “la brújula lingüística de los jueces parece estar orientada hacia un español peninsular idealizado, por lo que califican en forma negativa muchos de los rasgos que identifican el habla que todos perciben como costarricense” (Solano Rojas & Umaña Aguiar, 1996, p. 124). Además, los jueces sobrevaloran su propia habla y niegan usar rasgos asociados a variantes estigmatizadas.

En un estudio de lingüística popular, Jara Murillo (2008) realiza una investigación, cuyo objeto de estudio es el español de Costa Rica visto desde la perspectiva de sus hablantes. La autora presenta como objetivo principal “sistematizar las opiniones de los hablantes acerca de su variedad lingüística” (Jara Murillo, 2008, pp. 38-39), para ello recoge las opiniones de 600 personas (jóvenes, adultos y adultos mayores) de todas las provincias del país.

Con ayuda de estudiantes universitarios recolecta 600 encuestas. Mediante la pregunta abierta: “¿qué opina usted sobre el español tal como se habla en Costa Rica?” y, con base en las opiniones de los hablantes, reconoce cuatro operaciones discursivas: descripción, valoración (bueno, regular, malo), explicación y prescripción.

Con la información anterior, la autora propone cuatro modelos culturales sobre el español de Costa Rica: 1. El modelo sociolingüístico (la variación o diversidad como normal), 2. La lealtad crítica (es bueno, pero…), 3. La nostalgia por el bien perdido (desaprobación absoluta), 4. La lealtad incondicional (aprobación absoluta y comparada). Según sus conclusiones, los costarricenses manifiestan identidad lingüística y valoraciones positivas hacia la variedad del español que se habla en Costa Rica, no obstante, muestran inseguridad lingüística debido a “la actitud normativa tradicional que condena los usos populares y defiende un estado de lengua ideal” (Jara Murillo, 2008, p. 150).

El trabajo que posee relación con nuestro objeto de estudio es la tesis de Drevdal (2009) titulada Actitudes lingüísticas de los inmigrantes nicaragüenses en Costa Rica hacia su propia habla. El objetivo general de este trabajo es la descripción de esas actitudes lingüísticas.

La autora aplica un cuestionario con frases y una escala valorativa, las frases se organizan por ejes, según el tema por tratar: lealtad, prejuicios, instrumento social y capacidad de diferenciar entre variedades lingüísticas (propia y otras). El enfoque metodológico es cuantitativo y los resultados son analizados con métodos estadísticos.

Según la investigadora, parece haber un alto nivel de consciencia con respecto a los posibles efectos negativos, al usar lo que ella denomina “dialecto nicaragüense” en la sociedad costarricense, sobre todo, en lo que respecta a la dimensión del estatus social.

Los informantes muestran tener expectativas negativas acerca de la reacción de los costarricenses frente al dialecto nicaragüense, y califican la propia habla de manera bastante negativa en lo que se refiere al prestigio y la movilidad social (Drevdal, 2009, pp. 101-102); no obstante, para la autora este resultado debe analizarse con base en su situación de inmigrantes y su estatus social como grupo. Además, concluye que los nicaragüenses asumen dos tipos de actitudes: 1. Integradoras: muestran cierta voluntad a integrarse en la sociedad costarricense y 2. Instrumentales: emplean la lengua como una herramienta para mejorar su posición social en Costa Rica.

Heron Edwards, Pacheco Miranda y Sánchez Sánchez (2013) realizan una investigación sobre ideologías y variedades lingüísticas presentes en el discurso de los jóvenes migrantes y los jóvenes residentes de las zonas rurales de San Carlos, Limón y Pérez Zeledón, en la dinámica de la migración hacia San José.

Su objetivo general fue analizar las ideologías lingüísticas de los jóvenes de estas zonas con respecto a la variedad del español de su comunidad de origen y la de San José. Las autoras plantean una entrevista en profundidad como instrumento para recoger el discurso de los jóvenes de estas zonas; posteriormente, analizan el discurso de los entrevistados a partir de estrategias cualitativas de análisis del discurso, por ejemplo, el análisis de los recursos lingüísticos y el análisis de la construcción de la identidad para determinar las ideologías de los jóvenes de San Carlos, Limón y Pérez Zeledón.

En este mismo año, Godínez Rojas (2013) publica el artículo de investigación Actitudes lingüísticas hacia el habla campesina en el cantón en Pérez Zeledón. Dicho estudio tiene como objetivo analizar las actitudes hacia esta variedad lingüística en la zona de Pérez Zeledón. La autora recoge los datos por medio de un cuestionario aplicado a 96 personas de zonas urbanas y rurales de ese sitio. Los resultados los agrupó en dos ejes temáticos: prestigio (dividido en lealtad e identidad lingüística) y conciencia lingüística.

De los resultados obtenidos, se aprecia la existencia de contradicciones ideológicas, puesto que los hablantes de Pérez Zeledón consideran necesario conservar el habla campesina por ser parte de la identidad nacional del costarricense; sin embargo, existen valoraciones negativas y prejuicios hacia esta variedad lingüística, según las conclusiones de este estudio.

En su trabajo Análisis de actitudes positivas y negativas hacia el habla costarricense, Calvo Shadid (2014) desde un estudio sociolingüístico analiza dos preguntas abiertas: ¿en cuáles zonas del país considera usted que hablan mejor? y ¿en cuáles zonas del país considera usted que hablan peor? y el porqué de sus respuestas, con el fin de determinar con qué variedad del español de Costa Rica se identifican los hablantes, cómo evalúan las distintas variedades del español de Costa Rica, y con qué estereotipos sociales (prestigio, discriminación) se relacionan sus actitudes lingüísticas.

Su población de estudio fueron personas adultas, habitantes de cuatro distritos ubicados en las diferentes zonas del cantón Central de San José (San Francisco de Dos Ríos, La Uruca, Pavas y Hatillo) y la muestra seleccionada se estableció en 404 entrevistas distribuidas proporcionalmente, según variables de sexo, edad, nivel socioeconómico y educativo.

En cuanto a los resultados más significativos, se indica que 95 % de los encuestados consideró que el mejor español se habla en el Valle Central, se favorece San José (área metropolitana), debido a opiniones como mejor calidad de la educación, mejor pronunciación, mejor acento y buen vocabulario.

Para la autora: “esto era de esperar pues se sabe que una comunidad de habla recibirá criterios valorativos semejantes sobre una variedad si se trata especialmente de la que se habla en la capital o en una ciudad de las principales de un país” (Calvo Shadid, 2014, p. 148). En relación con la segunda pregunta, los encuestados contestaron que las regiones específicas en las que peor se habla el español son Limón, Guanacaste, zonas marginales de San José y sitios más alejados fuera de la capital; los motivos expresados son debido a la mezcla de idiomas o dialectos, baja educación, mala pronunciación, mal acento, entre otros.

Con respecto al estudio Actitudes lingüísticas hacia la variedad lingüística guanacasteca, de interés en esta investigación, Calvo Shadid (2014) concluye:

El acento guanacasteco se atribuye a la (mala) influencia del español nicaragüense. Se observan entonces actitudes xenofóbicas en los hablantes y una actitud de desigualdad reflejada también en la economía, pues las clases más desposeídas son las que se considera que hablan peor y con influencia, a su vez, de las hablas de los desposeídos e inmigrantes nicaragüenses. (p. 155)

Otro estudio de Calvo Shadid y Castillo Rivas (2014) se titula Opiniones de los costarricenses acerca del español general, la corrección lingüística, el español de los medios de comunicación y en la educación”, en el cual recoge los datos de 404 entrevistas acerca de opiniones de los hablantes de la ciudad de San José sobre la corrección lingüística, la unidad lingüística, el español en los otros países de habla hispana, actitudes afectivas por las distintas variedades dialectales, el español en los medios de difusión, entre otros temas.

Se toma como punto de partida el concepto de español “neutro”, se concluye que los países que fueron considerados como aquellos en los que mejor se habla español son España (53 %), Costa Rica (50 %), Colombia (47 %), mientras que los países en los que se considera que se habla peor español corresponden a Nicaragua (42 %), México (8 %) y Puerto Rico (7 %). Por último, se indica que, en cuanto a la unidad lingüística, 70 % de los encuestados preferiría que todos hablaran la misma variedad por el ideal de entenderse mejor. En esta investigación, la autora concluye:

Los estereotipos sobre los países se reflejan también en los estereotipos lingüísticos: desde el gusto y el disgusto por su forma de habla, el español más correcto, el “verdadero” y el preferido, se sigue asociando a España, y el más incorrecto a Nicaragua. Costa Rica presenta niveles bastante altos de aceptación y de actitudes afectivas positivas, en contraste con otros estudios de actitudes desarrollados en el país. (Calvo Shadid & Castillo Rivas, 2014, p. 179)

Por último, Mora Fonseca (2015) realiza una investigación titulada Actitudes lingüísticas de los costarricenses del Valle Central hacia las variedades dialectales de Nicaragua y Colombia, en la cual evalúa estas actitudes lingüísticas con el fin de establecer si existe una preferencia lingüística hacia una de las dos variedades o, si, por el contrario, los costarricenses muestran actitudes negativas hacia alguna de ellas.

El investigador elaboró un instrumento que sirvió a 60 jueces (30 hombres y 30 mujeres costarricenses del Valle Central) para evaluar a los hablantes nicaragüenses y colombianos a través de pares de atributos, unos con cualidades positivas y los otros con cualidades negativas, acerca de las dos variedades estudiadas y siguiendo la “escala de diferencial semántico” de Osgood.

Las escalas y ejes se agruparon de la siguiente manera: 1. Atributos correspondientes a la variedad lingüística: capacidad lingüística del hablante (pronuncia bien–pronuncia mal), percepción del hablante y la variedad lingüística (habla brusco–no habla brusco, habla bonito–habla feo), atractivo de la variedad lingüística (me gusta hablar así–no me gusta hablar así). 2. Atributos correspondientes al atractivo social del hablante: atractivo social (es trabajador–es vago, tiene un trabajo mal pagado–tiene un trabajo bien pagado, tiene un trabajo honesto–no tiene un trabajo honesto, tiene estudio–no tiene estudio, tiene un buen trabajo–no tiene un buen trabajo, es agresivo–es pacífico, es una persona profesional–no es una persona profesional), apariencia física (es bonito/guapa–es feo/fea).

Los principales resultados obtenidos revelan que son pocas las áreas en las que las actitudes de los jueces fueron totalmente positivas (por ejemplo, “pronuncia bien” y “habla bonito” correspondientes a la mujer colombiana). En la mayoría de las proposiciones, los valores se alternaron entre rangos medianamente positivos, neutros y negativos, las proposiciones referentes al área lingüística muestran que los jueces consideran que los hablantes colombianos se desenvuelven mejor en el uso del lenguaje en comparación con los hablantes nicaragüenses.

Al contrastar los resultados de las investigaciones anteriores, es posible determinar que los estudios de Jaén García (1991), Solano Rojas y Umaña Aguiar (1994, 1996), Arrieta, Jara Murillo y Pendones (1986, 2010), Jara Murillo (2008) concluyen que la mayoría de las personas costarricenses muestran actitudes negativas e inseguridad lingüística hacia su propia habla, lo cual se debe a factores principalmente extralingüísticos (sociales, económicos y culturales). También, el habla representa un instrumento de identificación con la comunidad lingüística a la cual se pertenece (Calvo Shadid, 2014; Calvo Shadid & Castillo Rivas, 2014), lo que muestra actitudes lingüísticas positivas cuando prima el valor afectivo (Jaén García, 1991).

A partir de los antecedentes, concluimos que los trabajos realizados hasta la fecha, enfocados en el tema de las actitudes lingüísticas en Costa Rica, se han ocupado principalmente de la variedad guanacasteca y la variedad vallecentraleña (objeto de estudio de la presente investigación), la mayoría con base en una metodología de análisis cuantitativa. Otros estudios se ocupan del español en Costa Rica de modo general, como sucede con los estudios de lingüística popular (Jara Murillo, 2008; Solano Rojas & Umaña Aguiar, 1994), también a partir de análisis estadístico, por lo que se destaca que existen muchos métodos de investigación por explorar.

Todos los estudios descritos anteriormente enfatizan las diferencias lingüísticas y extralingüísticas que constituyen las variedades guanacasteca y vallecentraleña en el español de Costa Rica, diferencias que se encuentran en las actitudes y la conciencia lingüística de sus hablantes, históricamente documentadas.

En esta investigación queda por determinar la forma como se manifiestan en la actualidad, las actitudes lingüísticas de las dos comunidades de habla en estudio para corroborar si se mantiene la división históricamente marcada entre variedades o si, más bien con el paso del tiempo, las actitudes lingüísticas reflejan un acercamiento nivelatorio y paulatino de ambas variedades lingüísticas: guanacasteca y vallecentraleña.

2. Variedades lingüísticas

La presente investigación tiene como objetivo general analizar las actitudes lingüísticas de las variedades del español de Costa Rica hablado en el Valle Central. Por lo tanto, variedad lingüística representa un término fundamental en el análisis de los datos que pretendemos desarrollar.

En este apartado, presentamos diferentes discusiones sobre el problema de definición de lengua y dialecto. Además, justificamos lo que puede entenderse por variedad lingüística como un término más neutro que puede abarcar tanto las lenguas como los dialectos, según se destaca en algunas posiciones teóricas al respecto.

Desde la sociolingüística, Hudson (2000) define el término variedad como el que puede usarse para referirse a distintas manifestaciones del lenguaje, entendido este último como un fenómeno que incluye todas las lenguas del mundo. Para el autor: “lo que hace que una variedad de lenguaje sea distinta de otra, son los elementos lingüísticos que incluye, de modo que podemos definir una variedad de lenguaje como el conjunto de elementos lingüísticos de similar distribución social” (p. 34).

Esta noción general de variedad incluye lo que normalmente se llamarían lenguajes, dialectos, registros o estilos. Una variedad puede ser más extensa que un lenguaje y puede incluir un número de lenguajes distintos, también contener algunos elementos lingüísticos o un único elemento, si se define en función de sus hablantes o las circunstancias con las que se asocia (por quién y cuándo se utilizan los elementos en cuestión).

Sobre la misma noción de dialecto, Romaine (1996) agrega que este es usado generalmente, para referirse a las variedades subordinadas de una lengua. Además, distingue entre dialecto regional como una variedad asociada con un determinado lugar y el dialecto social cuando los límites entre los dialectos no son geográficos, sino de naturaleza social. Otros conceptos asociados a variedad son los de registro y estilo: el registro tiene que ver con la variación ligada a los usos, la situación o contexto, los propósitos, el tema, contenido del mensaje y las relaciones entre los participantes; el estilo puede ser más o menos formal o informal dependiendo del contexto social, las relaciones entre los participantes, la clase social, el sexo, la edad, el entorno físico y el tema. Las diferencias de estilo pueden reflejarse en el vocabulario, la sintaxis y en la pronunciación.

Para esta autora, la línea divisoria entre lengua o dialecto es lingüísticamente arbitraria, pero política y culturalmente relevante, pues es de gran importancia el poder político y la soberanía de un Estado para que la variedad que se hable en él sea llamada lengua y no dialecto: “el acuerdo general para considerar que estamos ante una lengua lo produce la conjunción de factores sociales, políticos, psicológicos e históricos, y no ningún tipo de propiedades lingüísticas inherentes” (Romaine, 1996, p. 30). Para ser llamadas lenguas, estas deben pasar por un proceso de normalización relacionado a factores sociales e históricos como la escritura, el nacionalismo y la identidad cultural y étnica. La fijación de una norma de uso es promovida a través de la enseñanza. Según Romaine (1996): “una lengua estándar es una variedad deliberadamente codificada para que varíe lo menos posible en su forma, pero sea máximamente útil en su funcionamiento” (p. 31).

Moreno Cabrera (2000) coincide con Romaine (1996) en cuanto a la diferencia comúnmente concebida entre lengua y dialecto, la cual está relacionada con factores extralingüísticos más que lingüísticos:

El proceso de estandarización de una variedad determinada no se debe en modo alguno a que ese dialecto sea en un sentido u otro superior o más excelso que los demás, sino a una serie de procesos extralingüísticos que tienen que ver muy a menudo con el dominio que un determinado grupo social, político, cultural o económico ejerce sobre otros grupos. (p. 48)

Según Moreno Cabrera (2000), las lenguas son entidades abstractas que pueden reglamentarse e imponerse, incluso los dialectos, pues se conceptualizan como lo que hay de común a muchas hablas individuales; sin embargo, estos últimos son más concretos, debido a que “es algo que está mucho más cerca de lo que es el uso real de las lenguas humanas” (p. 49).

A pesar de esta cercanía a las formas de habla de las personas, el dialecto es considerado en un sentido peyorativo como inculto, variable e irregular frente a lengua como culta, constante y regular. Dichas ideas de variedades correctas e incorrectas carecen de fundamento lingüístico o gramatical, por lo que una lengua estándar es una variedad que, por razones sociológicas, adquiere prestigio que la hace preferible en una comunidad lingüística.

Por último, Moreno Cabrera (2000) afirma que existe discriminación lingüística y posturas ideológicas cuando se habla de superioridad de una lengua estándar sobre las demás variedades lingüísticas: “unir la noción de pureza, universalidad (exoneración de localismos), identidad, a una situación de superioridad sociopolítica lleva indefectiblemente a la discriminación lingüística” (p. 55). Con el fin de contrarrestar dicha discriminación, Moreno Cabrera (2000) propone la dignificación de todas las variedades para que estas sean reconocidas como un instrumento de comunicación y de cultura, al mismo nivel de las variedades estándar.

A partir de las premisas teóricas antes descritas y en seguimiento a los postulados de Hudson (2000), Romaine (1996) y Moreno Cabrera (2000), en el presente estudio utilizaremos el término variedad lingüística por considerarse un concepto más neutro y general que dialecto o lengua.

3. Actitudes lingüísticas como sistema de creencias

En este apartado, reseñamos las nociones de sistema de creencias, creencias evaluativas y su relación con las actitudes lingüísticas. Con base en los postulados de Van Dijk (2006), las creencias son productos del pensamiento y están asociadas con la mente, por lo que se pueden presentar en categorías específicas, por ejemplo, los conocimientos son aquellas creencias que “nosotros” como representación de un grupo, comunidad, cultura o institución, consideramos “creencias verdaderas”, de acuerdo con ciertos fundamentos o criterios de verdad válidos, correctos y socialmente compartidos.

Las creencias también pueden corresponder a opiniones, lo que nosotros evaluamos como verdadero/falso, agradable/desagradable, permitido/prohibido, aceptable/inaceptable, es decir, juicios basados en valores o normas. En palabras del autor: Las creencias se pueden definir como unidades de información y de procesamiento de la información, así como también pueden ser consideradas como productos del pensamiento, o, ciertamente, como las condiciones y consecuencias (mentales) del discurso y la interacción social (Van Dijk, 2006, p. 38).

De esta definición se desprende que las creencias son representaciones derivadas del procesamiento de la información que tiene lugar en la memoria; según este autor, la memoria es “un depósito de creencias” que se definen por los mecanismos que las producen y procesan, pero necesitan de algún tipo de “contenido” u “objeto”, es decir, deben ser acerca de “algo” que creemos verdadero, atractivo o detestable, aun cuando se corresponda con objetos reales o irreales en el mundo.

Otra característica de las creencias es su relación con el mundo exterior, como objetos de la mente, las creencias se utilizan para “representar” algún hecho del mundo real. Van Dijk (2006) adopta una visión constructiva de las creencias, pues estas permiten representar, interpretar y comprender el mundo mediante categorías conceptuales adquiridas en sociedad, en este sentido, “las creencias constituyen el mundo-según-nosotros” (p. 43), lo que significa que las personas estructuran, comprenden y experimentan el mundo natural o social en términos de sus creencias.

En la presente investigación, es de interés las relaciones entre tipos de creencias evaluativas, tales como las actitudes y las opiniones, en especial aquellas socialmente compartidas y relacionadas con la lengua, a saber: las actitudes lingüísticas.

La tradición lingüística en estudios sobre sistemas de creencias ha sido más fuerte en el nivel de las creencias evaluativas, es decir, las actitudes lingüísticas y la lingüística popular, razón por la cual en este apartado presentamos una breve reseña sobre lo que en la tradición investigativa se ha entendido por actitud lingüística y su diferenciación con la lingüística popular, según los postulados de distintos autores.

Niedzielski y Preston (2003) conciben las relaciones entre actitudes lingüísticas y lingüística popular como un continuo de reacciones de menos conscientes a más conscientes, al campo de la lingüística popular corresponden las reacciones más conscientes de los hablantes acerca de su propia conducta verbal y la de otros, mientras que concierne a las actitudes lingüísticas la parte que corresponde a las reacciones menos conscientes de los hablantes hacia el lenguaje:

While language-attitude surveys hope to avoid the observer’s paradox (Labov 1972a) –which here includes the effect awareness has respondents’ reactions to, as well as on their performances of, language– folk linguistics seeks to discover the overt categories and definitions speakers have of linguistic matters. (p. 44)

En otras palabras, las actitudes lingüísticas constituyen las creencias evaluativas u opiniones menos conscientes que los hablantes tienen sobre su propia variedad de lengua y sobre las variedades de otros. Sin embargo, la lingüística popular definida como la forma en que los hablantes comprenden los fenómenos lingüísticos propios y ajenos (excluyendo al sistema experto), también conforma opiniones o creencias evaluativas.

Van Dijk (2006, pp. 86-87) utiliza el término actitudes lingüísticas para expresar las creencias evaluativas (opiniones), socialmente compartidas por un grupo, las estructuras de estas representaciones sociales evaluativas facilitan su construcción, funciones y usos en las prácticas sociales cotidianas con las cuales se categoriza y juzga positiva o negativamente a otros grupos.

Las estructuras o esquemas de las actitudes incluyen categorías generales que se han desarrollado en función de los objetivos, los intereses, los contextos sociales y culturales de las percepciones y prácticas sociales del grupo.

4. Metodología

A efectos de este artículo de investigación, retomaremos la metodología, la descripción de los informantes y sus variables, utilizadas en la ponencia Actitudes lingüísticas hacia las variedades del español en Costa Rica, que se publicó en la memoria del VI Congreso Internacional de Lingüística Aplicada (CILAP):

Los resultados se presentan de dos maneras: de forma numérica y gráfica mediante el análisis de los datos cuantitativos obtenidos de la aplicación de cuestionarios, ya que se busca establecer por medio de promedios y frecuencias, las actitudes lingüísticas de un grupo de hablantes guanacastecos hacia las variedades lingüísticas del español del Valle Central en la Universidad Nacional de Costa Rica; mediante tres preguntas abiertas, los informantes proporcionan ampliamente, sus opiniones acerca de la variedad lingüística del español del Valle Central; esta información valiosa de carácter cualitativo servirá para complementar el análisis de los datos estadísticos obtenidos en los cuestionarios y así, determinar cómo se manifiestan las actitudes lingüísticas acerca de la variedad lingüística en estudio (Fallas Monge & Sancho Ugalde, 2021, p. 55).

4.1. Los informantes y sus variables

La variedad lingüística guanacasteca considera tres variables, a saber:

Variable lingüística: se refiere a los hablantes de la variedad lingüística guanacasteca. Migrados y no migrados: migrados: refiere a estudiantes de Guanacaste que, por estudios universitarios en la UNA, han migrado (con menos de 2 años o más) al Valle Central. No migrados: se trabajó con estudiantes guanacastecos que cursan carreras en la sede regional Chorotega de la UNA. Sexo: en cuanto a la variable sexo, se desea conocer si existen diferencias acerca de las actitudes lingüísticas que poseen los hombres en contraposición con las mujeres, así como en temas referidos a creencias, prejuicios, lealtad e identidad lingüística, prestigio lingüístico, entre otros. Los instrumentos de recolección de datos se aplicaron a 69 informantes: 35 hombres guanacastecos y 34 mujeres guanacastecas, estudiantes de la sede regional Chorotega de la UNA (Fallas Monge & Sancho Ugalde, 2021, p. 55).

5. Resultados de la investigación

5.1. Estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central

Figura 1
Eje de la diferenciación en estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central

La figura 1 destaca la percepción de que es relativamente fácil distinguir (proposición n. o 9: 62 % de acuerdo + 24 % totalmente de acuerdo = 86 %) a un guanacasteco por su forma de hablar.

Similar, pero inversa en orden de importancia en el acuerdo, es la magnitud porcentual que constatamos al revisar respuestas para la pregunta sobre diferencias lingüísticas perceptibles (pregunta n. o 15: 35 % de acuerdo + 59 % totalmente de acuerdo = 94 %). Sin embargo, menos entrevistados apoyan la noción de que es posible que los identifiquen como guanacastecos simplemente por su forma de hablar (proposición n. o 1: 35 % de acuerdo + 6 % totalmente de acuerdo = 41 %); aunque esto último no impidió a un porcentaje más elevado de entrevistados señalar que están conscientes de las diferencias lingüísticas entre ellos y sus interlocutores (pregunta 6: 29 % de acuerdo + 26 % totalmente de acuerdo = 55 %).

Estos datos parecen corroborar la importancia de las diferencias lingüísticas en la percepción de los guanacastecos migrados al Valle Central, entre ellos (los guanacastecos) y los vallecentraleños.

Figura 2
Eje de los prejuicios lingüísticos en estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central

En la figura 2, podemos observar en la proposición n. o 3 que la mayoría de los guanacastecos (62 %), aunque pudiese estar orgulloso de su variedad lingüística, no supone que sea superior a la variedad que se habla en el Valle Central.

En la proposición n. o 11 sobre la percepción de la variedad lingüística del Valle Central, llama la atención que hay 53 % en desacuerdo con respecto a la superioridad de esta variedad lingüística y 24 % manifiesta que sí considera el español vallecentraleño más correcto que el de su lugar de origen. Esta actitud lingüística podría estar relacionada con la corrección lingüística y su percepción del español estándar de Costa Rica. Al respecto, Calvo Shadid y Castillo Rivas (2014) manifiesta:

Sobre el español correcto se han escrito numerosas obras […] las cuales persiguen que los hablantes se expresen “bien” de forma oral y escrita; son libros para el gran público y, unos más, otros menos, son de carácter prescriptivo o normativo. (p. 168)

En la proposición n.o 7 este grupo de sujetos sociales manifiestan un alto grado de indecisión con respecto a la percepción positiva que los vallecentraleños puedan tener de la variedad lingüística guanacasteca; mientras que solo 6 % está de acuerdo con esta proposición, 30 % (6 % totalmente en desacuerdo + 24 % en desacuerdo) considera que la percepción de los vallecentraleños con respecto a su forma de hablar en Guanacaste quizás es negativa.

En la proposición n.o 12, llama la atención que, aunque al 21% le gusta la variedad lingüística vallecentraleña, 80 % duda o se opone a la noción de que el español hablado en el Valle Central le resulte atractivo o le guste; esto pareciera indicar una actitud lingüística de orgullo o amor bastante significativo de los guanacastecos con respecto a su variedad lingüística, definido como la guanacastequidad: “conjunto de características, símbolos, costumbres que conforman el ser guanacasteco, forjado en el cotidiano discurrir y en los acontecimientos trascendentales” (Fajardo Korea, 2009, p. 1).

Figura 3
Eje de la movilidad social en estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central

La figura 3 se refiere al impacto positivo o negativo en la vida de los entrevistados, estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central, que ha tenido su particular forma de hablar.

En la pregunta n. o 10 inmediatamente llama la atención que aquellos que rechazan la noción de obtener más beneficios económicos hablando como vallecentraleños (9 % de totalmente en desacuerdo + 21 % en desacuerdo: 30 %), en contraste con 32 % (29 % + 3 %) en acuerdo y un elevado número de indecisión de 38 %, nos sugeriría que la experiencia de los entrevistados sobre su forma de hablar guanacasteca ha incidido en obtener beneficios económicos.

Con respecto a la pregunta n. o 14 sobre el proceso de cambio lingüístico de las personas de Guanacaste (amigos, familiares o conocidos) a la variedad lingüística vallecentraleña, cuando se van a vivir al Valle Central, la respuesta parece ser contundente (41 % de acuerdo) con la necesidad o la importancia de este proceso de adaptación lingüística, mientras que solo 21 % manifiesta discrepancia con esta idea, lo que pareciera significar que, aunque se dé el cambio lingüístico en algunos guanacastecos migrados, esto no supone obtener más beneficios económicos ni ventajas sociales al relacionarse con personas del Valle Central.

En la pregunta n.o 16, planteada desde el punto de vista de obtener ventajas sociales con el cambio lingüístico, la mitad de los entrevistados (50 %) expresa desacuerdo (totalmente en desacuerdo 26 % + 24 % en desacuerdo), en contraste con solo 21 % que manifiesta estar de acuerdo con esta pregunta, lo que significa que los guanacastecos no requieren cambiar su forma de hablar para incorporarse socialmente (mayor aceptación y facilidad para relacionarse) al Valle Central.

Figura 4
Eje de la lealtad e identidad en estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central

En la figura 4 analizamos en la proposición n.o 2 un alto porcentaje de personas en desacuerdo (totalmente en desacuerdo 53 % + en desacuerdo 29 %). 82 % rechaza esta proposición indicando que no cambian su forma de hablar en contacto con personas del Valle Central, también manifiestan un alto desacuerdo con la noción de la proposición n.o 4, en que la forma de hablar del Valle Central suena mejor que la del guanacasteco (76 %).

En el enunciado n. o 5, 94 % (56 % totalmente en desacuerdo + 38 % en desacuerdo) niega hablar como la gente del Valle Central cuando hablan con otros guanacastecos; y, en la proposición n. o 8, 79 % (41 % totalmente en desacuerdo + 38 % en desacuerdo) rechaza la noción de que en la UNA, los guanacastecos desean o deben cambiar su forma de hablar; por último, en la proposición n o 13, las respuestas de los hablantes guanacastecos migrados al Valle Central tienden a estar muy poderosamente de acuerdo con la noción de conservar su variedad lingüística (70 %: 41 % de acuerdo + 29 % totalmente de acuerdo); también es importante destacar que en esta proposición, los entrevistados no mencionaron ningún grado de desacuerdo, lo que significa en un alto grado actitudes de lealtad e identidad lingüísticas.

Figura 5
Eje de la inseguridad linguística en estudiantes guanacastecos migrados al Valle Central

Con respecto a la figura 5, en la pregunta n. o 17, 79 % de los guanacastecos migrados al Valle Central no está de acuerdo o están indecisos (6 % totalmente en desacuerdo + 35 % en desacuerdo + 38 % indecisos) en que las personas de su región cambian su forma de hablar, según estén en estas diferentes zonas. Considerando las respuestas de la interrogante n. o 17, sorprende, en la pregunta n. o 18, que 85 % de las personas guanacastecas entrevistadas desaprueban o están indecisas (15 % totalmente en desacuerdo + 44 % en desacuerdo + 26 % indecisos) con respecto a que el guanacasteco que se traslada al Valle Central modifica en forma permanente su forma de hablar.

En las preguntas n. o 19 y n. o 20 hay bastante concordancia en las respuestas de los entrevistados, aunque son proposiciones opuestas en cuanto a que la interrogante n. o 19 formula que el cambio lingüístico es consciente (62 % en desacuerdo: 6 % totalmente en desacuerdo y 56 % en desacuerdo) y la otra (la n. o 20) expone que es inconsciente, pero en ambos casos, la mayoría de los entrevistados (71 % de acuerdo: 65 % de acuerdo + 6 % totalmente de acuerdo) señala que el cambio lingüístico es principalmente inconsciente y de adaptación natural entre los hablantes.

5.2. Estudiantes guanacastecos no migrados al Valle Central

Figura 6
Eje de la diferenciación en estudiantes guanacastecos no migrados al Valle Central

En la figura 6, podemos analizar en la proposición n. o 1 que 86 % de estos estudiantes está de acuerdo (37 % de acuerdo + 46 % totalmente de acuerdo) en que son fácilmente identificados como guanacastecos por su forma de hablar y es significativo que ningún entrevistado está en desacuerdo; lo curioso es que en la proposición n. o 1 y la n. o 9 afirman lo mismo de diferente manera, pero, al parecer, la diferencia en los porcentajes de respuesta señalaría quizás que el uso de la palabra “distinguir” esté asociado a algún tipo de actitud de discriminación en la que 6 % rechaza la proposición, mientras que en la proposición n. o 1 es 0 %.

A su vez, en la pregunta n. o 6, la mayoría de los entrevistados, 65 % (34 de acuerdo + 31 totalmente de acuerdo) ha pensado o le ha dicho a alguien del Valle Central que habla diferente. En la pregunta n. o 15, 91 % (31 % de acuerdo + 60 % totalmente de acuerdo) de los entrevistados admite que hay diferencias entre las variedades lingüísticas del español de Guanacaste y del español del Valle Central.

Figura 7
Eje de los prejuicios linguísticos en estudiantes guanacastecos no migrados al Valle Central

En la figura 7 y, concretamente en la proposición n. o 3, llama la atención el número de indecisos (40 %) y un 23 % (9 % de acuerdo + 14 % totalmente de acuerdo) de personas de este grupo de entrevistados que considera su forma de hablar más correcta que la del Valle Central.

En concordancia con las percepciones de la proposición n. o 3, en la proposición n. o 7, los entrevistados manifiestan en un 49 % de desacuerdo (26 % totalmente en desacuerdo + 23 % en desacuerdo) la noción de que a los vallecentraleños les guste la variedad lingüística guanacasteca, pero cabe destacar que en la proposición n. o 12, 74 % (37 % totalmente en desacuerdo + 37 % en desacuerdo) de los estudiantes expresan que están en desacuerdo con la idea que a los guanacastecos les guste la variedad lingüística vallecentraleña; adicionalmente, es importante destacar que 0 % de los entrevistados está de acuerdo o totalmente de acuerdo que al guanacasteco le gusta como se habla en el Valle Central.

Por último, con respecto a la proposición n. o 11, 74 % indican estar en desacuerdo (40 % totalmente en desacuerdo + 34 % en desacuerdo) con la idea de que en el Valle Central se hable un español más correcto que el de Guanacaste, solo 12 % (9 % de acuerdo + 3% totalmente de acuerdo) de los estudiantes guanacastecos no migrados creen en el español del Valle Central como más correcto.

Figura 8
Eje de la movilidad social en estudiantes guanacastecos no migrados al Valle Central

En la pregunta n. o 10 de la figura 8 observamos que, para el guanacasteco que vive en Guanacaste, no es de mayor relevancia económica positiva el poder hablar como vallecentraleños. Las personas entrevistadas que están en desacuerdo o no están seguros es de 82 % (20 % totalmente en desacuerdo + 31 % en desacuerdo + 31 % de indecisos).

Ante la pregunta n. o 14, 62 % (51 % de acuerdo + 11 % totalmente de acuerdo) de los entrevistados perciben un cambio lingüístico significativo entre las personas de Guanacaste (amigos, familiares o conocidos) cuando se trasladan a vivir al Valle Central. Y frente a la pregunta n. o 16, la mayoría de los entrevistados, 69 % (23 % totalmente en desacuerdo + 46 % en desacuerdo) expresa estar en desacuerdo con las ventajas sociales (como mayor aceptación y facilidad para relacionarse) en el Valle Central, si modifica su variedad lingüística guanacasteca por la variedad lingüística del Valle Central.

Figura 9
Eje de la lealtad e identidad en estudiantes guanacastecos no migrados al Valle Central

En la figura 9 analizamos en la proposición n. o 2 que 100 % de las personas entrevistadas rechaza la idea de cambiar su forma de hablar guanacasteca cuando interactúan con personas vallecentraleñas, lo que significa una contundente actitud de lealtad e identidad lingüísticas.

Por su parte, 86 % (40 % totalmente en desacuerdo + 46 % en desacuerdo) de los entrevistados está en desacuerdo con la proposición sugerida en la pregunta n. o 4, esto es, que la forma de hablar del Valle Central es superior que la manera de hablar del guanacasteco.

Con respecto a la proposición n. o 5, 100 % de los entrevistados rechaza la idea de hablar como la gente del Valle Central al interactuar con otros guanacastecos.

El alto porcentaje (100 %) de respuestas que expresan desacuerdo para las proposiciones n. o 2 y n. o 5 nos podría indicar una fuerte actitud de identidad y orgullo lingüísticos entre este grupo de estudiantes guanacastecos entrevistados.

Siguiendo una lógica similar a las respuestas entre las proposiciones n. o 2, n. o 4 y n o 5, en la proposición n. o 8, 78 % (49 % totalmente en desacuerdo + 29 % en desacuerdo) de los entrevistados señalan que en el ámbito de la Universidad Nacional (seguramente en la sede guanacasteca al ser estudiantes no migrados) no sienten el deseo o la necesidad de hablar como la variedad lingüística del Valle Central.

Frente a la proposición n. o 13, aparece un porcentaje de 20 % (11 % totalmente en desacuerdo + 9 % en desacuerdo) y un porcentaje de 23 % de indecisos que vacilan en cuanto a la actitud de lealtad lingüística de los guanacastecos que residen en el Valle Central, por su parte, 57 % (26 % de acuerdo + 31 % totalmente en desacuerdo) no lo ve de esa manera, lo que significa que el guanacasteco residente en el Valle Central sí desea conservar su manera de hablar.

Figura 10
Eje de la inseguridad lingüística en estudiantes guanacastecos no migrados al Valle Central

Con respecto a la figura 10, en la pregunta n. o 17, observamos que 54 % están en desacuerdo (14 % totalmente en desacuerdo + 40 % en desacuerdo) con lo que está implicado, también hay 31 % de indecisos que no está seguro si los guanacastecos hablan de distinta forma según estén en Guanacaste o en el Valle Central.

En la pregunta n. o 18 hay menor certeza que en la n.o 17, pero, de todas formas, 46 % de los estudiantes entrevistados manifiestan desacuerdo (9 % totalmente en desacuerdo + 37 % en desacuerdo) con la proposición de esta pregunta y existe también 37 % de personas que no están seguras si el cambio en la forma de hablar de las personas de Guanacaste que se van a vivir al Valle Central es permanente, lo que podría deberse a que los hablantes pueden ajustarse a la forma de hablar según estén en el Valle Central o en Guanacaste, este proceso se conoce como acomodación lingüística:

Consideramos que en el proceso de migración se dan estos “ajustes identitarios”, los cuales se pueden notar en distintas acomodaciones que el migrado hace en su lengua o en su variedad lingüística, ya sea para ser aceptado o para establecer una diferencia entre la identidad que se considera como propia y la ajena. (Heron Edwards et al., 2013, pp. 54-55)

Con respecto a la pregunta n.o 19, observamos que 46 % (9 % totalmente en desacuerdo + 37 % en desacuerdo) de los entrevistados no perciben el cambio lingüístico de los guanacastecos residentes en el Valle Central como un proceso intencional, consciente, aunque debemos resaltar que hay 31 % que no están seguros al respecto.

Esa percepción mayoritaria parece ser corroborada por las respuestas a la pregunta n. o 20, según las cuales 52 % (43 % de acuerdo + 9 % totalmente de acuerdo) de los entrevistados afirma que el cambio lingüístico de los migrantes guanacastecos al Valle Central es involuntario, lo que podríamos interpretar que los procesos inconscientes en el cambio lingüístico son los más decisivos en los hablantes.

5.3. Análisis cualitativo sobre las actitudes lingüísticas de los guanacastecos hacia el español del Valle Central

En una ponencia precedente, Fallas Monge y Sancho Ugalde (2021), expusimos en coautoría sobre Actitudes lingüísticas hacia las variedades del español en Costa Rica, las cuales están asociadas a los ejes y ejemplos que presentamos en este artículo.

5.3.1. Eje de la diferenciación

Con el fin de ejemplificar este análisis, presentamos algunas de las respuestas a las preguntas abiertas, con el objetivo de complementar el análisis cuantitativo. En todos los grupos de estudiantes guanacastecos migrados y no migrados identificamos características de la variedad lingüística vallecentraleña, principalmente, en dos niveles de la lengua: fonético y léxico, además de las formas de tratamiento.

5.3.1.1 Variedad lingüística vacentraleña

5.3.1.1.2 Diferencias fonéticas:

(a) Según mi percepción, creo que ellos [hablantes del Valle Central] al arrastrar la ‘r’ o la ‘j’ van desvirtuando el español, efectivamente ellos hablan diferente y no me parece que sea la mejor forma” (HGNM1) 1

(b) Se les nota más [a los hablantes del Valle Central] la mala pronunciación de la ‘r’ más que todo en la capital” (HGNM3).

(c) Pronuncian [en el Valle Central] la ‘s’ al final de cada oración o palabra. (HGNM18).

(d) Mi novia, que es del Valle Central, menciona que paso comiéndome las ‘s’ y las ‘z’, en lugar de decir: ‘voy a ir a Santa Cruz’, digo: ‘Voy a ir a trabajar a Santa Cru’ lo cual me lo recrimina (HG(M+2)47).

5.3.1.1.3 Diferencias léxicas:

(e) En el Valle Central a los niños y jóvenes muchas veces les llaman ‘chito/ chita’, y aquí [Guanacaste] les decimos “guilas’” (HGNM13).

(f) Las personas del Valle Central dicen ‘tizne’ y en Guanacaste decimos «contil»”. (HGNM15).

(g) En la universidad [Heredia], en una actividad de presentación decíamos el nombre y comida favorita, yo dije mi nombre y dije tortilla con queso “ahoga pollos”, a mis compañeros les causó gracias, yo no sabía que ese queso solo se hacía en mi zona [Guanacaste], admito que me dio un poco de pena y luego lo tomé con humor”. (MG(M+2)61).

En cuanto a las diferencias léxicas, algunas de las palabras mencionadas por los estudiantes entrevistados poseen influencia del náhuatl, por ejemplo: “contil”: del náhuatl comitl ‘olla’ y tlilli ‘negro’.

5.3.1.1.4 Forma de tratamiento:

(h) Cuando yo llegué a Residencias [en Heredia] muchas personas me preguntaban que de dónde era yo, que si era de Guanacaste por mi manera de hablar porque utilizaba mucho la palabra ‘vos’. (MG (M-2)54)

Con respecto a las formas de tratamiento, encontramos que los entrevistados guanacastecos migrados y no migrados tienen una conciencia metalingüística del uso de las tres formas de tratamiento (usted, vos y ), las cuales se usan en diferentes partes del país, incluso, asocian esas formas de tratamiento a zonas geográficas. El uso del voseo es la forma representativa de Guanacaste, forma lingüística a la cual se adscriben los estudiantes guanacastecos y prefieren sobre cualquiera de las otras formas de tratamiento. A los estudiantes del Valle Central los identificaron con el ustedeo.

5.3.2. Eje de los prejuicios lingüísticos

A continuación, ofrecemos algunos de los ejemplos o anécdotas que los estudiantes entrevistados guanacastecos migrados y no migrados contaron con respecto a los prejuicios lingüísticos que aún persisten en el imaginario colectivo de algunos hablantes costarricenses en relación con la variedad lingüística vallecentraleña.

5.3.2.1 Prejuicios lingüísticos hacia la variedad lingüística del Valle Central

(i) [Los vallecentraleños] hablan diferente, su manera de hablar denota como si se creyeran mejores que los demás y eso los hace verse arrogantes con respecto a las otras provincias (MGNM22)

(j) Los jóvenes [del Valle Central] usan muchas palabras distintas, además de un acento diferente, que en cierta manera puede resultar engreído para los que no estamos acostumbrados. (HG(M-2)46)

(k) Me parece muy bien que tengamos formas de hablar distinto, es un reflejo de la gran diversidad cultural que hay en el país, el problema es cuando se presta para indiferencias o sentimientos de superioridad por parte de los Valle Central. (HG (M+2)50)

(l) Los del Valle Central hablan más rápido, la mayoría creen que por vivir en la GAM hablan un español impecablemente “perfecto” en comparación a quienes viven en Guanacaste, y que su pronunciación es más “clarita”, lo cual no es así, se da un arrastre de la “s”, se mezclan las formas de tratamiento de manera incorrecta”. (MG(M+2)68)

En cuanto a los prejuicios lingüísticos hacia la variedad lingüística del Valle Central, en las citas textuales de las respuestas de algunos entrevistados, podemos hacer mención sobre las creencias de los vallecentraleños a ser mejores que los hablantes de las demás provincias, tener sentimientos de superioridad, creer que hablan un español más “correcto” o “perfecto”, por lo que los estudiantes guanacastecos utilizan algunos apelativos despectivos para referirse a los hablantes vallecentraleños como: “juega de vivos”, “pipis”, hablar como “gente con plata” o “más fresa”.

5.3.3 Eje de la movilidad social

Con respecto a este eje, en los siguientes ejemplos, presentamos, según la percepción de estudiantes guanacastecos, algunas razones por las que ocurre el cambio lingüístico: 1) por cierto tipo de aprobación entre los estudiantes universitarios pertenecientes a diversos grupos (Valle Central o Guanacaste), 2) cambio lingüístico definido como inconsciente y 3) aceptación de la adaptación lingüística, según se esté en el Valle Central o en Guanacaste:

(m) Mis familiares del Valle Central sí me han mencionado que cambié mi forma de hablar” (HGM7)

(n) Las personas de Guanacaste que cambian la forma de hablar cuando se van para el Valle Central lo hacen por cierto tipo de aprobación”. (MGNM20)

(o) Pienso que si este cambio [lingüístico] se da no habría consciencia en lo absoluto, ya que te sentirías parte de algo a lo que no perteneces” (MGNM21)

(p) En Guanacaste, mi hermano me dijo que pronuncié la “r” como la pronuncian acá en el Valle Central” (MG(M-2)55)

5.3.4 Eje de la lealtad e identidad

Con el objetivo de reforzar los resultados obtenidos en el presente eje, presentamos a continuación algunos ejemplos donde podemos visualizar la importancia que tiene para los estudiantes guanacastecos migrados y no migrados, el deseo de conservar su manera original de hablar, desde la variedad lingüística guanacasteca, deseo que se ve reforzado con actitudes de mayor conciencia y aceptación de la diversidad lingüística y cultural de Costa Rica:

(q) Las diferencias en la forma de hablar muestran un país multicultural. (HGNM8)

(r) Respeto la manera de hablar de las personas (MGNM19)

(s) Considero bueno que cada persona tenga una forma de hablar diferente porque los identifica como región (MGNM31)

(t) Tener una forma de hablar diferente lo veo como normal, es una manera de aprender la diversidad de habla que hay en el país”. (HG(M-2)40)

5.3.5 Eje de la inseguridad lingüística

Desde el análisis cualitativo y con base en los datos aportados por los estudiantes guanacastecos migrados y no migrados, en las preguntas abiertas de la entrevista, podemos reforzar los resultados referentes al alto rechazo a las nociones del cambio lingüístico permanente y consciente, pues, para los hablantes entrevistados, el cambio lingüístico no es un fenómeno intencional de los hablantes, es inconsciente, es decir, que les sucede “sin querer”, sin darse cuenta, dicho reconocimiento del cambio lingüístico se da a través de la mención de otros: compañeros, familiares o amigos:

(u) A mi tía se le oye hablar diferente cuando se fue a San José a vivir (HGNM3)

(v) Unos compañeros de la UNA una vez sí me molestaron por decir una palabra con acento guanacasteco, pero no me molestó. Y en Guanacaste, mi hermano me dijo que pronuncié la “r” como la pronuncian acá en el Valle Central (MG(M-2)55)

(w) Cuando me vine para Heredia, tenía mucho tiempo de no ver a mis amigos de Nicoya y cuando los vi y hablaba se reían porque de vez en cuando estaba tratando de hablar como hablan aquí [en el Valle Central], fueron las primeras dos semanas, luego empecé a hablar normal”. (MG(M-2)56)

(x) Cuando hablo con mis amigos de Guanacaste o con familiares de ahí, me dicen que ya estoy hablando como josefina y es un poco molesto. (MG(M-2)60)

Otro resultado interesante es que el mayor reconocimiento del cambio lingüístico se presenta con el fenómeno de la migración, en los ejemplos anteriores se hace mención a cambios lingüísticos como: la forma de tratamiento, el acento, la utilización de refranes y léxico diferente que caracteriza a la variedad lingüística del lugar donde los estudiantes universitarios migran por razones de estudio en la UNA (sede central), se reconoce la influencia de la variedad lingüística guanacasteca en la variedad lingüística vallecentraleña.

6. Conclusiones

La información de tipo cuantitativo y también las declaraciones libres y de índole más cualitativas de los guanacastecos no migrados, ponen de manifiesto un elevado grado de orgullo lingüístico identitario y actitudes de una gran lealtad lingüística (guanacastequidad). Este grupo de estudiantes entrevistados es bastante enfático en preservar su variedad lingüística guanacasteca en contraste con la vallecentraleña y, en consonancia con esto, un alto porcentaje de los entrevistados guanacastecos no migrados rechaza la noción de que sería ventajoso para ellos, desde el punto de vista social y económico, adoptar algunos rasgos lingüísticos propios de la variedad lingüística del español del Valle Central. En contraste, debemos destacar que algunos de los guanacastecos migrados al Valle Central y, expuestos por un tiempo a la variedad lingüística vallecentraleña, aceptan que el proceso de adaptación lingüística es inevitable y, en ocasiones, se podrían obtener mayores logros, beneficios sociales y económicos. Además, algunos estudiantes guanacastecos migrados expresan que la variedad lingüística vallecentraleña es superior o mejor que la de su lugar de origen.

En concordancia con las conclusiones anteriores, guanacastecos migrados al Valle Central reconocen que el proceso de adaptación lingüística hacia sus nuevas regiones de llegada no solo es un proceso inevitable, sino también involuntario, inconsciente, el cambio lingüístico pasa sin querer, sin darse cuenta.

La región cultural y lingüística vallecentraleña predomina en los procesos de adaptación lingüística sirviendo como modelo superior o referente lingüístico más deseable en relación con la variedad lingüística guanacasteca; en otras palabras, el proceso general de transformación lingüística en el país, o por lo menos en la relación entre estas dos regiones, manifiesta gradualmente la transición de la modalidad lingüística guanacasteca a la de la región central vallecentraleña, proceso que es particularmente evidente entre los guanacastecos que migran o han migrado al Valle Central. No obstante, pensamos que deberíamos evitar llegar a conclusiones definitivas sobre la direccionalidad del proceso general de transformación lingüística en Costa Rica, sobre todo, porque muchas de estas trasformaciones están condicionadas por fenómenos que no son estrictamente lingüísticos, es decir, son extralingüísticos: expansión migratoria, trasferencias de polos de desarrollo de una región a otra, turismo, pluricentrismo del español, entre otros.

El fenómeno de los prejuicios lingüísticos es percibido con mucha mayor nitidez e intensidad por los propios guanacastecos (migrados y no migrados), debido a algunas manifestaciones de discriminación hacia su forma de hablar guanacasteca.

Por último, concluimos que en la percepción de los hablantes entrevistados sí se mantiene la división históricamente marcada entre la variedad lingüística del español de Guanacaste y del Valle Central; sin embargo, el estudio de las actitudes lingüísticas demuestra un acercamiento nivelatorio y paulatino de ambas variedades, especialmente notorio en los estudiantes que han vivido la experiencia de la migración, quienes presentan actitudes muy positivas hacia el respeto y la identidad lingüísticos.

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1 Lista de abreviaturas

HGNM# Hombre guanacasteco no migrado # de estudiante encuestado.

MGNM# Mujer guanacasteca no migrada # de estudiante encuestada.

HG(M-2)# Hombre guanacasteco migrado menos de 2 años # de estudiante encuestado.

HG(M+2)# Hombre guanacasteco migrado más de 2 años # de estudiante encuestado.

MG(M-2)# Mujer guanacasteca migrada menos de 2 años # de estudiante encuestada.

MG(M+2)# Mujer guanacasteca migrada más de 2 años # de estudiante encuestada.

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