Revista Perspectivas: Estudios Sociales y Educación Cívica
N.° 25. Julio-diciembre, 2022
ISSN electrónico: 2215-4728
Doi: http://dx.doi.org/10.15359/rp.25.7
URL: http://www.revistas.una.ac.cr/perspectivas
Licencia CC BY NC SA 4.0
Meme e ideología: Una mirada alternativa de análisis
Meme and ideology: an alternative look of analysis
Meme e ideologia: um olhar alternativo da análise
Alejandro Sánchez-Araya*
Fecha de recepción: 28/07/2021 -Fecha de aceptación: 30/09/2021
Resumen: Este artículo se enfoca en una propuesta de análisis alternativa del meme, al trascender del “contenido” hacia la “forma”, a partir del modelo de evocación de Lee Wood, Stoltz, Van Ness y Taylor (2018) y la perspectiva teórico analítica de la “ideología” desarrollada por Žižek (2003). Su propósito es mostrar que este tipo de objetos culturales está constituido por varias capas, desde las cuales se pueden generar lecturas alternativas. Mediante la estructura metodológica fundamentada en la construcción social de significado se identificarán los elementos de los memes que funcionan (desde la teoría žižekiana) como esos síntomas que impiden la consecución de diferentes fantasías ideológicas, a partir del establecimiento de un patrón de poder común de carácter racializado. De esta forma, se hace hincapié en las razones por las cuales el meme debe ser tratado como un nuevo producto cultural regido por diferentes códigos y relaciones visuales cuya capacidad interpeladora puede ser analizada desde su “forma”. Palabras claves: Estudios Sociales; memes; redes sociales; didáctica de la historia; cultura; teoría del encuadre. |
Abstract: This article focuses on a proposal for an alternative analysis of the meme, by transcending from “content” to “form”, based on the Evocation Model of Lee Wood, Stoltz, Van Ness and Taylor (2018) and the analytical theoretical perspective of the “Ideology” developed by Žižek (2003). Its purpose is to show that this type of cultural objects are made up of several layers, from which alternative readings can be generated. Through the methodological structure based on the social construction of meaning, the elements of the memes that work (from the žižekiana theory) will be identified as those symptoms that prevent the achievement of different ideological fantasies, based on the establishment of a common power pattern of character racialized. In this way, emphasis is placed on the reasons why the meme should be treated as a new cultural product governed by different visual codes and relationships whose interpellative capacity can be analyzed from its “form”. Keywords: Social Studies; memes; social networks; history didactics; culture; framing theory. |
Resumo: Este artigo enfoca uma proposta alternativa de análise do meme, transcendendo do “conteúdo” à “forma”, com base no Modelo de Evocação de Lee Wood, Stoltz, Van Ness e Taylor (2018) e na perspectiva teórica analítica da “Ideologia” desenvolvido por Žižek (2003). Seu objetivo é mostrar que esse tipo do objeto cultural é constituído por várias camadas, a partir das quais podem ser geradas leituras alternativas. Por meio da estrutura metodológica baseada na construção social de sentido, os elementos dos memes que funcionam (da teoria žižekiana) serão identificados como aqueles sintomas que impedem a realização de diferentes fantasias ideológicas, baseadas no estabelecimento de um padrão de poder comum de caráter racializado. Desta forma, enfatizam-se as razões pelas quais o meme deve ser tratado como um novo produto cultural regido por diferentes códigos e relações visuais cuja capacidade interpeladora pode ser analisada a partir de sua “forma”. Palavras-chave: Estudos Sociais; memes; redes sociais; didáctica da história; cultura; teoria do enquadramento. |
El rol cada vez mayor que han venido desempeñando las redes sociales como espacio de interacción, a partir del desarrollo de las tecnologías digitales y de la irrupción de los “Smartphone”, así como su uso cada vez más asiduo por parte de las generaciones jóvenes, torna pertinentes intereses de carácter pedagógicos en virtud de aspectos vinculados con relaciones interpersonales y procesos de construcción de identidades que se gestan en ellas. Desde una perspectiva didáctica en ciencias sociales para la enseñanza media, incorporar en el quehacer investigativo una línea temática de esta naturaleza, contribuye con el desarrollo de propuestas contextualizadas de aprendizaje enfocadas en cuestiones socialmente relevantes desde la cotidianidad del estudiantado, máxime si se considera que los memes, como textos digitales, representan el principal objeto cultural de la economía visual en la actualidad, caracterizados por una capacidad exponencial de infiltración social e interpelación subjetiva.
En ese sentido y como artículo de reflexión teórica, el propósito general de este trabajo de investigación persigue cuatro objetivos básicos. En primera instancia, demostrar que los memes presentan diferentes capas constitutivas de lectura, más allá de su contenido explícito. En segunda instancia, a partir del modelo de evocación de Lee Wood, Stoltz, Van Ness y Taylor (2018) y la teoría de la ideología de Žižek (2003), articular una vía alternativa de análisis desde la “forma”. En tercera instancia, se busca identificar, desde el modelo de análisis propuesto, la existencia de un patrón común de poder de carácter racializado para, en última instancia, explicar cómo dicho patrón de poder racializado puede identificarse como el síntoma que interpela las fantasías ideológicas de los sujetos, facilitando la producción y reproducción de este tipo de objetos culturales en función a su capacidad interpeladora de subjetividades.
Desde esta perspectiva analítica, se busca trascender la capa más externa del meme, representada en el contenido manifiesto del “chiste”, posibilitando la comprensión de cómo opera ideológicamente determinada matriz de poder en los memes estudiados. En consecuencia, se enfoca en la forma en cómo este es articulado, a partir de patrones de imágenes enmarcados en colores de piel y fenotipos caracterizados por factores de vulnerabilidad y subalternidad claramente definidos. Esto implica cuestionarse, desde su forma, diferentes aspectos y dimensiones que evaden los acercamientos teórico-metodológicos (centrados en el contenido) desde los cuales se han estudiado hasta este momento. Tales aspectos y dimensiones pueden pasar inadvertidos al no estar vinculados directamente con la matriz de poder expresada en el mensaje principal, aspecto que, paradójicamente, le brinda, desde una mirada ideológica, un mayor poder en relación con la construcción de imaginarios colectivos de la otredad.
Los memes como textos discursivos digitales tienen distintos formatos: gif, videos, imágenes macro. Entre los formatos más tradicionales están los textos que combinan fotografías, videos y palabras, referidos a diferentes dimensiones socioculturales. Al respecto, los memes representan construcciones digitales verbo-visuales o audio-visuales de orientación humorística de tipo política, sexual, identitaria, entre otras, las cuales son transmitidas por redes sociales. Normalmente, combinan imágenes (fotografía o dibujo) a las cuales, por lo general, se les insertan textos, aunque no es extraño encontrar memes visuales o textuales exclusivamente. En ese sentido, pueden interpretarse como una práctica sociocultural de carácter lúdico, cuya función consistiría en relativizar tensiones y malestares de la vida cotidiana mediante la “risa”, donde individuos desde lugares de enunciación particulares utilizan el humor para apropiarse y resignificar diferentes hechos y eventos considerados de importancia en momentos determinados. En este caso, lo trascendental en relación con el meme es que el humor gráfico deja de ser patrimonio de profesionales y medios de comunicación hegemónicos (Ballesteros, 2016).
Por otro lado, la orientación humorística de los memes se gesta a partir de un ejercicio del montaje, mediante el cual imágenes disímiles en relación con sus significados y ambientes de procedencia son recontextualizadas haciéndoles “colisionar”. Es decir, “hacer un montaje no es solo encadenar imágenes disímiles, sino llevar adelante un ejercicio de ‘choque’ que configura nuevas constelaciones que sacan a la imagen de su aislamiento y producen efectos de conocimiento nuevos” (Winckler, 2019, p. 5). Este efecto de colisión recontextualizadora le brinda a los memes un enorme poder crítico y satírico, vinculado con su gran capacidad de condensar y cristalizar diferentes emociones en los momentos de mayor intensidad social.
A pesar de su condición de “imagen pobre”, debido a que la mayoría de los memes se caracterizan por ser de baja calidad y resolución, paradójicamente poseen un gran potencial en el ordenamiento del imaginario colectivo, en función de su capacidad de infiltración social e interpelación subjetiva. En esta línea, Ballesteros (2019) considera que el meme, más que una versión digitalizada de la producción de humor debe comprenderse como un nuevo objeto de la cultura visual en la actualidad, regido por un código cultural y relaciones visuales muy diferentes a las sociedades anteriores. En ese sentido, el mundo tardío-capitalista está caracterizado por una economía visual signada por imágenes pobres como los memes (Winckler, 2019).
Teoría del encuadre y el contenido explícito del meme
La corriente de análisis principal del meme se ha enfocado en su contenido más que en su forma, es decir, en la relación explícita entre el texto escrito y la imagen. Ha sido en función al mensaje central del meme, desde donde se han construido categorías de análisis sobre las cuales se identifican, estereotipos, modos y representaciones sociales, así como las implicaciones que tienen este tipo de fenómenos en procesos de subjetivación del individuo. A pesar de que este tipo de acercamientos no deja de ser válido en torno a sus propósitos específicos, pueden tornarse infructuosos, si la mirada de análisis es desplazada hacia otras dimensiones o capas de las imágenes utilizadas en ellos (Mitchell, 2017).
Hasta el momento, la mayoría de enfoques centrados en el contenido explícito son desde donde suelen realizarse los trabajos académicos relacionados con el meme, tal como puede observarse en investigaciones recientes relacionadas con temáticas de inmigrantes y refugiados (d’Haenens; Joris y Heinderyckx, 2019), accesibilidad alimentaria y representación del hambre (Murillo, Armentia, Marauri-Castillo y Rodríguez-González, 2020) y crisis humanitaria y medios de comunicación (Ardèvol-Abreu, 2016), solo por citar algunos ejemplos.
Desde esta perspectiva, los memes son comprendidos como unidades expresivas que se dan lugar en espacios de interacción simbólica como las plataformas sociodigitales. Al respecto, el factor novedoso de las plataformas sociodigitales, como espacios de interacción simbólica, consiste en que rompen con las lógicas tradicionales de concentración de los flujos de información que comúnmente fueron monopolio de la radio y la televisión, por lo que la diseminación y la reproducción de los marcos se da en la actualidad a partir de “interacciones entre un indeterminable conjunto de usuarios, imponiendo condiciones distintas al descentralizar su producción, emisión y reproducción” (Pérez, 2019, p.347).
A partir de estas consideraciones, el mismo Pérez (2019) entiende los memes como recursos expresivos y acciones llevadas a cabo por diferentes actores sociales, que desde lugares de enunciación particulares les asignan significados específicos a sucesos o eventos considerados relevantes, ya sea por la sociedad en general o un grupo en un momento particular. En consecuencia, los memes como estructuras narrativas reflejan la forma específica en cómo los sujetos enfocan aspectos particulares de los eventos considerados importantes, en determinados momentos y espacios.
Esto muestra que las redes sociales pueden entenderse como contextos digitales discursivos, que permiten el establecimiento de terrenos simbólicos donde se gestan continuamente diferentes luchas por el sentido y disputa respecto a los valores que se consideran trascendentales en una sociedad. En consecuencia, la construcción social de la realidad se produce mediante el establecimiento de símbolos y marcos, los cuales influyen en la forma en cómo los individuos perciben, procesan y estructuran la información proveniente del entorno. Como ejemplo de esta perspectiva de análisis, se pueden mencionar los resultados y conclusiones de una interesante investigación relacionada con el desabasto de gasolina ocurrida en México durante el año de 2019. En este trabajo, se logró demostrar que “los usuarios de Facebook y Twitter pueden ser considerados como agentes interpretantes involucrados en la producción y mantenimiento de sentidos asignados a protagonistas, antagonistas y observadores agrupados en torno a un asunto relevante” (Pérez, 2019, p. 340); así como diferentes posiciones que logran vincular al suceso y evento de interés general, sus inquietudes y afinidades por medio de diferentes tipos encuadres.
Desde esta perspectiva, los memes producidos y compartidos en las redes sociales son vistos como unidades expresivas que tienen el potencial de ser utilizados como parte de “estrategias de encuadre” de fenómenos y sucesos consideramos como socialmente relevantes. Es decir, como expresión compartida, los memes tienen la particularidad de trasladar asuntos considerados de importancia social a diferentes espacios colectivo digitales, desde los cuales se generan percepciones, interpretaciones y conformación de agendas específicas. Al respecto, como lo indica Freedberg, la “materialidad del signo” afecta de manera directa la apreciación de la idea que se desprende de él, por lo cual es posible afirmar que siempre hay “algo que está más allá (o detrás) del significado y qué es diferente a él” (1992, p. 30), de tal forma que el modo en que son utilizadas las imágenes como marcos de presentación de los memes seleccionados jugarían un rol particular en la forma en cómo estos son apreciados.
En el caso del corpus de memes propuesto en el presente trabajo no se está ante un evento o suceso, que desde diferentes enunciaciones despliega luchas o disputas de sentido o significado, de tal forma que no resultaría pertinente la utilización del modelo de adherencia ideológica en movimientos sociales planteado por Pérez (2019). En otras palabras, la huella de la vulnerabilidad de las imágenes de fondo utilizadas en el corpus de memes seleccionados, no se vincula directamente con una disputa simbólica explícita. Desde esta perspectiva, más que visibilizar un encuadre determinado, puede facilitar la invisibilización y el desplazamiento de determinados grupos sociales. Lo que sí se puede apreciar en el corpus de este trabajo es que, en la producción y reenvío de estos memes, no median procesos de resignificación del tipo de imagen sobre la que se presenta el contenido del “chiste”.
Como se ha expuesto hasta acá, los estudios de los memes realizado por Pérez (2019), Ballesteros (2019) y Winckler (2019) se realizaron en función de la relación entre imágenes y enunciados, asignándoles significados específicos a diferentes eventos o acontecimientos. Estos marcos interpretativos, tampoco resultan del todo adecuados para analizar los memes seleccionados, pues estos no responden a agendas particulares. Lo que sí se puede observar en los memes de este trabajo de investigación, es un perfil bien definido de las imágenes que funcionan como telones de los “chistes” presentados, pero que, sin embargo, tienden a diluirse, al no guardar una relación directa con el contenido de la unidad expresiva humorística presentada.
En este punto, y en función a su utilidad para el propósito perseguido por esta investigación, resulta pertinente referirse a la clasificación planteada por Koziner (2013), respecto a los tipos de encuadres (frames) desde los cuales se pueden estudiar los contenidos noticiosos:
En el primer tipo de estudios, los rasgos de los discursos son considerados producto de los condicionamientos del periodista en su definición de la realidad. El análisis se centra entonces en la influencia de normas, presiones políticas, rutinas productivas e ideología de los periodistas (Tuchman, 1978). En el segundo caso, los frames se consideran variables independientes que operan sobre las percepciones y las evaluaciones de las audiencias, a las que les aportan cierto enfoque de la realidad. (2013, p.20)
Aunque esta clasificación fue propuesta para trabajar con contenidos noticiosos, el primer tipo de encuadre (frames) propuesto por Koziner (2013) resulta de utilidad para el propósito del presente artículo. En ese sentido, tanto emisores como reproductores de los memes, son considerados sujetos ideológicos que naturalizan actos comunicativos atravesados por condiciones de vulnerabilidad. Es decir, la existencia de patrones culturales compartidos les imposibilita tomar conciencia de los telones y transfondos en los cuales son presentadas determinadas unidades expresivas. Tal como lo indica Taylor (2014), en la comprensión de la información importa más lo que la gente “oye”, que lo que se “dice”, es decir, la forma en cómo las personas seleccionan la información e interpretan la realidad está marcada por los filtros de sus respectivas formaciones profesionales y valores fundamentales en tanto suma de su experiencia pasada.
Modelo de evocación como enfoque alternativo desde la teoría del encuadre
Aunque la Teoría del Encuadre responde a un diverso conjunto de enfoques metodológico-conceptuales, se puede ubicar a Bateson (1972) y Goffman (1974) como los pioneros de esta corriente teórica. Sin embargo, es importante resaltar que los trabajos académicos que han abordado el estudio de los memes en relación con la teoría del encuadre son relativamente recientes (Hahner, 2013; Huntington, 2013). Los hallazgos más actuales en esta línea analítica, provienen de los estudios de la cultura y la cognición. Al respecto, Lee Wood, Stoltz, Van Ness y Taylor (2018) proponen el modelo de evocación para el análisis y la comprensión de las formas en cómo se generan y organizan las percepciones y modos de actuar de grupos e individuos. Este modelo se estructura en función a tres categorías analíticas: esquemas, marcos y modelaje de marcos culturales. Inician haciendo una diferenciación conceptual de cada una las categorías propuestas, para posteriormente enfocarse en explicar las funciones particulares, así como las relaciones y articulaciones que se generan entre ellas.
En contraste con otros enfoques y modelos provenientes de la teoría del encuadre, el modelo de evocación propone concebir los marcos como estructuras materiales de carácter situacional y público, cuya función es activar diferentes esquemas internalizados previamente por los sujetos mediante la evocación de esquemas individuales. En este planteo, los esquemas individuales están conformados por la cultura personal de cada individuo, relacionados con aspectos aprendidos, a partir de recuerdos personales. Esta dimensión de la cultura personal es posible dividirla en dos áreas: cultura no declarativa y declarativa. En cuanto a la primera se encuentra conformada por hábitos, prejuicios y habilidades aprendidas; mientras que la segunda se vincula directamente con hechos y eventos recordados explícitamente, tales como canciones, conversaciones y sucesos, entre otros.
En cuanto a los marcos, como ya se indicó, son concebidos como “cultura pública” por lo que son de carácter externo al individuo y están conformados por tipos de objetos materiales, tangibles y sensoriales. Es decir, los marcos como cultura pública pueden incluir objetos y sensaciones tales como “libros, vallas publicitarias, rocas y edificios hasta humanos y cuerpos no humanos, desde vibraciones, sonidos y conversaciones hasta la luz del sol, la suciedad y el hedor que flota de un contenedor de basura, de hecho, cualquier cosa tangible” (Lee Wood et al., 2018, p. 250) y que para el caso particular de este trabajo serían los memes propuestos. En ese sentido, la cultura pública siempre es externa al individuo, de carácter material y situacional, por lo que siempre se encuentra potencialmente disponible para la interacción entre los sujetos.
En cuanto a su función, los marcos entendidos como conjuntos situacionales de objetos materiales y disponibles públicamente tienen el rol de evocar los esquemas individuales, generando con ello una activación de las diferentes redes de esquemas constituidos por la cultura personal de los individuos. Como puede observarse, el modelo de evocación difiere radicalmente de tradiciones teórico-analíticas del encuadre, en tanto en los enfoques y modelos tradicionales los marcos han sido visualizados, principalmente, desde dos dimensiones: a) como objetos pasivos alineadores de sujetos con pensamientos similares; b) como herramientas que permiten interpretar determinadas situaciones de la misma manera, a partir de la forma en cómo se reconoce, selecciona e interpreta la información. En contraposición, pensar el encuadre desde modelo de evocación implica asumir:
que los marcos causan algo en todos quienes los encuentran, independientemente de las posiciones sociales o experiencias de los actores. Aunque nosotros reconocemos que los individuos pueden variar (tal vez ampliamente) en su respuesta a un marco dado, este asume que los marcos siempre evocarán una respuesta. (Lee Wood et al., 2018, p. 252)
Esta perspectiva rompe con los enfoques y modelos tradicionales del encuadre que identifican los marcos ya sea como “interpretaciones negociadas públicamente” o como “modelos internalizados para la interpretación”. En tanto, el modelo de evocación, sustentado en la articulación entre marcos y esquemas, permite comprender los memes como objetos materiales sensoriales de carácter público al estar disponibles y ser compartidos en las redes sociales por los individuos. Es importante observar en el corpus de memes seleccionados que los contenidos centrales de los “chistes” a los cuales hacen referencia, no están relacionados directamente con patrones de vulnerabilidad y subalternidad de las imágenes de fondo en que son enmarcados.
En este punto, resulta importante subrayar dos coincidencias relevantes entre el “modelo de evocación” y el planteamiento de Koziner (2013). La primera, los esquemas responden a una dimensión personal conformados por la cultura de cada individuo, por lo que están relacionados con aspectos aprendidos en ambientes formales e informales desde su niñez. La segunda, con respecto al “modelo de evocación”, el “encuadre o framing” como estructura de pensamiento desde el cual se percibe e interpreta la realidad, no surge de darle mayor relevancia a unos aspectos de la realidad sobre otros, sino más bien, del proceso por el cual cada individuo invoca esquemas personales para interpretar la información recibida, esquemas que a su vez están determinados también por las experiencias e interacciones personales de cada sujeto.
En ese sentido, a pesar de que los patrones genéricos que atraviesan las imágenes desde las cuales se enmarca el “chiste” en los memes seleccionados son bastante claros, no necesariamente interpelan los esquemas individuales de las personas que producen, reciben y reenvían este tipo de objetos culturales. Dicho de otra forma, por el solo hecho de que una persona produzca o reenvíe este tipo de memes, no podría afirmarse que comparta posiciones discriminatorias. Por este motivo, resulta interesante preguntarse por qué las personas que participan en la producción y reproducción de este tipo de manifestaciones culturales no logran reconocer en ellos patrones de poder particulares que los inhibirían de tales acciones.
Aunque este estudio coincide en que la difusión de este tipo de manifestaciones culturales de carácter digital responde desde el modelo de evocación a objetos materiales sensoriales de carácter público. No obstante, no se considera para efectos de este análisis, que la explicación se halle solamente en una relación simple y directa con la capacidad que tienen estos memes de evocar o activar diferentes esquemas individuales sustentados en la cultura declarativa y la no declarativa de los sujetos. Dicho de otra manera, aunque los hábitos, prejuicios y habilidades aprendidas, así como a hechos y eventos recordados explícitamente o no, resultan importantes para comprender este tipo de manifestaciones, existen otras vías teórico-analíticas que pueden aportar una mirada alternativa desde otros ángulos y dimensiones. En consecuencia, si los memes representan objetos culturales que pueden ser interpretados como marcos en tanto estructuras materiales de carácter situacional y público, la pregunta que cabe hacerse es qué evocan dichas manifestaciones culturales, y si dicha evocación hace referencia a la cultura personal aprendida por los sujetos. Para el logro de este propósito se considera pertinente integrar la perspectiva lacaniana que hace Žižek (2003) respecto a la ideología.
Fantasía ideológica y forma del meme
La teoría de la ideología planteada por Žižek (2003) en el “Sublime objeto de la ideología” abre una perspectiva analítica desde el psicoanálisis lacaniano, a partir de lo real, lo simbólico y lo imaginario como elementos constitutivos de la ideología. Como planteamiento inicial, propone que la ideología no debe ser concebida como falsa conciencia ni tampoco una representación ilusoria o enajenamiento de la realidad, extrayéndose de ello que la realidad no responde a un proceso de ideologización del individuo de una esencia, sino que la realidad ya es ideología, de tal forma que no existe una realidad externa al individuo de la cual este se apropia, sino que la ideología está ya operando en todo lo que consideramos como realidad (Žižek, 1994).
Al concebir la realidad como ideológica y no como falsa conciencia, el pensador esloveno traslada la discusión de la dimensión del pensar al hacer. Es decir, ante la falsa representación de la realidad social, la ilusión ideológica aparecería “no del lado del saber sino de lado del hacer, y así la ideología funciona como una fantasía inconsciente que estructura la realidad social” (Sanabria, 2015, p. 310). De esta forma, todo objeto y significante, al ser un producto del hacer, estaría constituido por la ideología. Para comprender mejor esta afirmación es necesario recurrir a una de las principales tesis de Žižek (2003), en tanto que “la categoría de ‘sujeto’ no se puede reducir a las ‘posiciones del sujeto’, puesto que antes de la subjetivación el sujeto es el sujeto de una falta’” (2003, p. 15) y es desde esa falta que se conforma el deseo entendido como el objet petit lacaniano, el cual es buscado infructuosamente en la realidad positiva a pesar de la imposibilidad de “lo real”.
Al respecto, tal como lo indica Cala (2013) en relación con el “sublime objeto de la ideología”, ante la imposibilidad constitutiva del conocimiento de lo real surge la fantasía ideológica que coloca objetos sublimes donde no existe nada. Es decir, una suerte de operación de simbolización de lo real mediante la creación de objetos sublimes tales como dios, nación, democracia, libertad e igualdad, entre otros, a pesar de su desconocimiento constitutivo. Si lo real está caracterizado por su imposibilidad en tanto desconocimiento constitutivo, la ideología lejos de ocultar algo, lo que oculta es una nada mediante el mecanismo denominado anamorfosis ideológica, el cual puede ser designado como un error de perspectiva, en tanto el elemento que representa se transforma en puro significante. En ese sentido, se percibe como un punto de “suprema plenitud”, generando procesos de subjetivación basados en una obediencia externa, autómata y sin sentido en virtud de su carácter inmanente.
Es este proceso de anamorfosis ideológica, sustentado en un error de perspectiva, lo que le permite a la ideología borrar su propio rastro de “sin sentidos” y de esta forma totalizar todos los significados a su alrededor. Es decir, está referido a un mecanismo de sujeción del sujeto a mandatos arbitrarios, al transformar lo contingente en necesario, lo particular en universal y lo inmanente en trascendente, eliminando así las incongruencias y distorsiones sociales:
Implica una doble operación: por un lado, denuncia que la ideología encarna como necesarios y eternos contenidos que son contingentes e históricos, lo que Žižek denomina falsa universalización, pero por otro lado, supone una operación complementaria, más profunda quizás, que supone advertir que los contenidos que encarna la ideología no sólo abjuran de su carácter histórico sino que eluden y tratan de suturar el núcleo traumático y Real de la lucha de clases. (Cala, 2013, p. 27)
Sin embargo, es este mismo mecanismo de distorsión o “error de perspectiva” el que le brinda su eficacia ideológica, en el sentido de que el proceso de llenar este vacío es en sí mismo irracional y es dicha irracionalidad la que debe ser reprimida mediante la sublimidad de algún objeto ideológico, que se ocupará de ocultar este traumatismo primigenio de su imposibilidad.
En consecuencia, es sobre esa sujeción sin sentido que operan los mandatos ideológicos, con el fin de borrar o al menos intentar ocultar las huellas de ligadura a diferentes formas de obediencia externa, expresadas mediante prácticas sociales, rituales, actos e instituciones estatales entre otros, los cuales son visualizados por los sujetos como medios para alcanzar los objetos sublimes predispuestos de antemano. Una cuestión de importancia extrema que surge en este punto sería intentar comprender las razones que ligan los sujetos a las formas de obediencia externa mencionadas. Dicho de otra manera, para Žižek (1994), la reproducción de prácticas económicas, legales, políticas o sexuales (entre otras), al corresponder a la dimensión del hacer y no del pensar, podrían erróneamente ser consideradas como “no ideológicas”; mientras que desde la noción marxiana del “fetichismo de la mercancía”, responderían más bien a una dimensión compleja de presupuestos y actitudes implícitas en dichas prácticas, actos y rituales.
Para explicar mejor el rol del fetichismo en los procesos de sujeción de los sujetos a los objetos sublimes, Žižek hace referencia al análisis que realiza Sohn-Rethel, en cuanto a la relación que se establece entre los sujetos y el dinero, para ejemplificar mejor cómo se construye socialmente el carácter sublime de un objeto. Al respecto, los objetos sublimes están simbolizados por significantes amos que no requieren de afirmaciones objetivas para su reconocimiento, por lo que tienen la capacidad de borrar sus huellas temporales, lo que les garantiza una autoridad simbólica trascendental caracterizada por una consistencia indestructible y de inmaculada belleza:
Para entender bien esto, hemos de recordar el ejemplo que hemos mencionado de “acolchado” ideológico: en el espacio ideológico “flotan” significantes como “libertad”, “Estado”, “justicia”, “paz”. . . y entonces la cadena de estos se complementa con algún significante amo (“Comunismo”) que retroactivamente determina el significado (Comunista) de aquéllos: la “libertad” es real únicamente mediante la superación de la libertad formal burguesa, que es meramente una forma de esclavitud; el “Estado” es el medio por el cual la clase gobernante garantiza las condiciones de su gobierno... (Žižek, 2003, p. 143)
Como conceptos amos, tienen la peculiaridad de subjetivizar la cadena de significantes a su alrededor, al hacer referencia al objeto sublime, en tanto responden a una corporalidad inmaterial que depende desde una perspectiva psicoanalítica “del cuerpo dentro del cuerpo”, sustentada en un cuerpo sublime indestructible e inmune a la corrupción por el paso del tiempo, lo cual le brinda autoridad simbólica en función a su “garantía de inmutabilidad”. No obstante, como indica el mismo Žižek, ese “cuerpo dentro del cuerpo” requiere ser reconocido desde su exterioridad, por ejemplo la nación en el color de piel, la democracia en el sufragio, la igualdad en el “Estado de derecho”, garantizado por la constitución política o “Dios” en la iglesia. Dicho de otra manera, el objeto sublime desde el cual operan los significantes amos hace referencia a ese “gran Otro”, caracterizado por una agencia oculta e inmaterial de poderes inmanentes, a la vez que materialmente reconocible desde su exterioridad.
Por otro lado, el trauma primigenio de lo “real” que atraviesa todo objeto sublime conlleva una confrontación de la imposibilidad de toda fantasía ideológica, un traumatismo que se manifiesta mediante la aparición del síntoma que surge como una forma de interpelación ideológica del deseo del sujeto por alcanzar ese objeto sublime. Desde una perspectiva lacaniana, lo “real”, se concibe como un núcleo duro que se resiste constantemente a su simbolización y dialectización. Es decir, los sujetos generan estructuras simbólicas cuyo objetivo es domesticar o gentrificar los diferentes síntomas que obstaculizan la consecución de su deseo latente. Es acá, donde lo “real” cobra toda su vitalidad trascendente, en tanto entidad que permite explicar las diferentes deformaciones constitutivas de las estructuras simbólicas construidas, más no por ello eliminar los núcleos traumáticos primigenios de su imposibilidad. En tal sentido:
La paradoja del Real lacaniano es, pues, que éste es una entidad que, aunque no existe (en el sentido de “realmente existente”, que tiene lugar en la realidad), tiene una serie de propiedades –ejerce una causalidad estructural, puede producir efectos en la realidad simbólica de los sujetos … Esta sería entonces la definición precisa del objeto real: una causa que en sí no existe –que está presente solo en una serie de efectos, pero siempre de un modo tergiversado, desplazado. Si lo Real es imposible, es precisamente esta imposibilidad la que se ha de captar a través de sus efectos. (Žižek, 2003, pp. 213-214)
De tal forma, y siguiendo a Žižek, se puede hallar en el judío “el síntoma del corporativismo fascista; para América Latina, podemos agregar nosotros, el indio y el comunista han sido los síntomas sobre los cuales la fantasía ideológica ha explicado la imposibilidad de la nación en el capitalismo dependiente” (García; Aguilar Sánchez, 2008, p. 09). Como señalan los mismos autores, el síntoma toma forma de intrusión ajena y perturbadora ante la contingencia de lo “real”, y a pesar de que los hechos contradigan la “realidad”, es esa misma intrusión del síntoma la que le garantiza su efectividad ideológica, pues es la barrera que desvía los trayectos trazados por los significantes amos hacia lo “real”.
Construcción social del significado
La estructura metodológica del corpus de los memes propuestos se diseñó a partir de la perspectiva analítica sustentada en la construcción social del significado. Desde un “enfoque social” se puede afirmar que el lenguaje como texto y retórica construye mundo, en la medida que está integrado por palabras que se activan en función a las relaciones establecidas por las personas, por lo que adquieren poder en todo proceso de intercambio relacional. En ese sentido, la carga de implicaciones pragmáticas del lenguaje se encuentra ligada a las complejas formas de interacción en que este se produce y reproduce, por lo que las palabras (las imágenes para el caso de este trabajo) adquieren su significatividad, solamente dentro de las configuraciones sociales y los diálogos específicos de los cuales forman parte (Gergen, 2005).
En estos términos, la comprensión del mundo mediante la construcción de sentido es un producto histórico y culturalmente situado, donde las palabras e imágenes se constituyen como artefactos sociales que no son controladas por el mundo sino por quienes las utilizan, en función a ciertos patrones de relación. De esta manera, las palabras adquieren significado en el juego social en el cual estén implicadas por medio de procesos de socialización culturalmente constituidos. Al respecto, tal como lo apunta el mismo Gergen (2005), la construcción del significado se produce en los juegos de lenguaje microsocial, por lo que es el resultado de modos específicos de vida en una interacción constante basada en relaciones de control y dominación.
Desde la relación de contexto y cultura, Van Dijk (2014) agrega aspectos importantes de contemplar en esta aproximación relacional entre afecto y construcción de significado. Los contextos, según el autor, son configurados por los participantes por lo que “se constituyen socialmente y se mantienen interactivamente”; sin embargo, responden también a constructos subjetivos determinados por categorías que intervienen en la generación de discursos como intenciones, planes, objetivos, creencias, conocimientos, reflexividad y conciencia entre otras.
Este tipo de categorías les permite a los sujetos percibir, comprender y representarse la otredad, permitiéndoles establecer el marco necesario dentro del cual interactuarán con los otros. Desde el contexto, el significado se construiría a partir de la manera en que los sujetos interpretan su situación comunicacional, mediante la elaboración de enmarques interpretativos sujetos a interacciones intersubjetivas que les permiten, a los participantes, negociar “un contexto en común”, dentro de una performática sujeta a transformación. En otras palabras, los contextos representan experiencias cotidianas en las que los sujetos participan mediante la interacción y el discurso, interviniendo directa e indirectamente en lo que se dice e interpreta de las acciones y mensajes de las otras personas.
Los aspectos anteriores, permiten establecer principios metodológico relacionados con los “contextos comunes” que posibilitan diferentes modos culturales compartidos y constitutivos de marcos naturalizados desde los cuales se observa e interpreta la otredad, generando con ello determinadas construcciones de significado, a partir de aproximaciones relacionales particulares. En consecuencia, para el proceso analítico de este trabajo se establecen las siguientes etapas, con el propósito de construir un mecanismo de comprensión de los estados subjetivos que posibilitan la producción y reproducción de este tipo de memes, vehiculizando lenguajes y reacciones consideradas como “socialmente aceptables”:
a)Proponer un modelo de comprensión alternativo que desde la forma y el contorno del meme permita trascender el contenido explícito de estos mismos.
b)Reconocer en el color de piel y los fenotipos utilizados en este tipo de memes diferentes síntomas que impiden la consecución de diferentes fantasías ideológicas.
c)Establecer el patrón de poder común que atraviesa cada uno de los objetos sublimes constituyentes de las fantasías ideológicas interpeladas en los casos analizados.
El corpus de análisis y sus criterios de selección
El corpus de esta investigación está compuesto por ocho memes seleccionados aleatoriamente, los cuales circularon en Costa Rica por WhatsApp durante el período comprendido entre los años 2019-2020, cuyos contenidos explícitos se enfocan en aspectos trans y homofóbicos, fenotípicos y de condición socioeconómica. Como podrá observarse, resulta evidente que el contenido explícito del “chiste” de cada uno de ellos, gira alrededor de condiciones de vulnerabilidad relacionadas con género, preferencia sexual y condición socio-económica, así como también con características fenotípicas, entre otras. Sin embargo, como se analizará posteriormente cada uno de ellos presentan algunas coincidencias relacionadas más con la forma del marco en que son presentados, que con el “chiste” manifiesto en sí.
Más allá de que la gran mayoría de los casos utilizan imágenes de mujeres y los contenidos de los chistes opera explícitamente desde un patrón heteropatriarcal, el criterio de selección que atraviesa cada uno de los memes seleccionados parte de una matriz de poder común basada en la racialización de las imágenes de las personas que son utilizadas para tales efectos; pero que puede pasar desapercibida desde su contenido explícito.
Descripción del corpus del trabajo en función al contenido explícito
A continuación, se realiza una descripción básica de los principales elementos observados en los contenidos explícitos de los memes seleccionados.
Selección de memes enfocados en aspectos homo y transfóbicos
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Nota: Elaboración propia a partir de capturas de pantalla en WhatsApp durante el período comprendido entre los años 2019-2020.
•Descripción general de la Figura 1: El primer meme de izquierda a derecha muestra una persona transgénero y el mensaje “busco a Jonathan”, ¿alguien sabe dónde está? En este caso, se coloca el nombre específico de la persona a quien quiera hacerse la broma. En el segundo meme, su estructura e intencionalidad es muy similar al anterior solo que se utiliza la imagen de un hombre.
Selección de memes enfocados en aspectos fenotípicos
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Nota: Elaboración propia a partir de capturas de pantalla en WhatsApp durante el período comprendido entre los años 2019-2020.
•Descripción general de la Figura 2: El primer meme de izquierda a derecha mezcla la imagen del cuerpo de una mujer voluptuosa, con una dentadura prominente y deformada; al lado, presenta el texto “cuando la conocí tenía tapabocas... ¿qué hago?”. En el segundo meme en formato de video, se muestra una mujer con estrabismo y la música de fondo cuyo estribillo dice “esa mirada me enamora, esa sonrisa encantadora”. El tercer meme muestra la imagen de un hombre dentro de un corazón y el texto “Se renta para dar celos este 14 de febrero”. El cuarto meme, muestra la imagen de una mujer y el texto en la parte superior que indica “Por fin dio la cara”, haciendo alusión a su peinado y el COVID 19.
Selección de memes enfocados en aspectos socioeconómicos
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Nota: Elaboración propia a partir de capturas de pantalla en Whatsapp durante el período comprendido entre los años 2019-2020.
•Descripción general de la Figura 3: El primer meme de izquierda a derecha es en formato de vídeo, en este caso se le consulta a una mujer rodeada por su familia, sobre una fórmula matemática considerada como básica o elemental, solamente con el propósito de exhibir públicamente su error. El segundo meme está compuesto de dos imágenes una al lado de la otra; la de la izquierda se refiere al planeta Marte y la derecha de una joven. Por último, el mensaje en la parte superior indica “Terrenos en Marte//Precaristas”.
Análisis del corpus desde el modelo de evocación y la fantasía ideológica
Como puede observarse, desde la descripción del corpus de los memes seleccionados, el reconocimiento de la matriz de poder compartido que opera en ellos se torna infructuoso desde los enfoques analíticos tradicionales. En contraposición, la importancia del “modelo de evocación” trasciende las explicaciones unidimensionales del “encuadre”, en tanto no los considera como modelos internalizados de representación de la realidad ni tampoco como objetos pasivos alineadores de sujetos con pensamientos similares. En contraposición, este modelo plantea que las respuestas de los sujetos ante un marco específico pueden variar ampliamente al depender de los diferentes esquemas personales que son evocados, por lo que el proceso de encuadramiento responde más a procesos subjetivos del individuo.
En esta línea, la pertinencia del “modelo de evocación” reside en explicar el “encuadre” como una construcción subjetiva del individuo, a partir de la relación de marcos y esquemas, donde los primeros son entendidos como estructuras materiales de carácter situacional y público, que tienen la particularidad de “evocar” esquemas de cultura personal de los sujetos. No obstante, aunque el principio de evocación resulta de vital importancia para el propósito de este trabajo, no se asocia explícitamente con hábitos, prejuicios y habilidades relacionados con la cultura declarativa y no declarativa aprendida por el sujeto.
Dicho de otra forma, tal como ya había sido indicado anteriormente la producción y reproducción de este tipo de memes no representan una prueba de que las personas que realizan este tipo de acciones compartan posiciones discriminatorias. Por esta razón, esta propuesta construye su eje de análisis, a partir de la articulación entre la evocación y la dimensión sublime de la ideología propuesta por Žižek (2003), en tanto la perspectiva žižekiana permite preguntarse las razones que impedirían a las personas que participan de este tipo de manifestaciones culturales no lograr reconocer en ellos patrones de poder racializados que los inhibirían de realizar tales acciones.
En ese sentido, desde las “fantasías ideológicas”, se pueden reconocer en los elementos racistas, heteropatriarcal o de condiciones de vulnerabilidad física o económica presentes en el contenido explícito de estos memes, el “síntoma” que interpela “la fantasía ideológica” del sujeto. Es decir, vistos estos elementos explícitos del meme como síntomas, desde la perspectiva lacaniana žižekiana, la explicación se hallaría en la forma y no en el contenido manifiesto del meme. En otras palabras, la intrusión ajena y perturbadora de la fantasía ideológica no se encuentra en el contenido explícito mismo del “chiste”, relacionado con la homosexualidad de una persona trans, la “deformidad” de una dentadura, la “fealdad” en el estrabismo o la “ignorancia” ante una operación matemática básica.
En el caso de estos memes, es en la forma en cómo está enmarcado el chiste lo que permitiría un mejor acercamiento analítico a este tipo de objetos culturales. Como puede observarse en todos los casos, independientemente del “chiste”, el “humor” pretendido está enmarcado en colores de piel y fenotipos de grupos subalternos y vulnerables. Para comprender mejor este punto, es necesario hacer mención nuevamente a Žižek (2003), en cuanto a que la interpretación de los sueños debe analizarse en el trabajo que le tomó al sueño para articular el deseo inconsciente en una forma determinada, expresada en los olvidos, recuerdos, asociaciones y resistencias que genera. Si aplicamos este principio al corpus seleccionado, la cuestión giraría más en cuanto al “trabajo” que le tomó al meme articular ese deseo inconsciente de “lo real”, en forma de síntomas objetivados en determinados colores de piel y fenotipos específicos, todos caracterizados por ser “no blancos” y que impedirían la consecución fantasiosa de lo sublime.
Dicho de otra forma, la pertinencia teórica de esta perspectiva de análisis reside “en penetrar del contenido manifiesto a su “núcleo oculto”, a los pensamientos oníricos latentes. Consiste en la respuesta a la pregunta: ¿por qué los pensamientos oníricos latentes han adoptado esta forma, por qué se traspusieron en forma de sueño?” (Žižek, 2003, p. 35). En consecuencia, el análisis de los memes propuestos no debe enfocarse en la capa más externa representada en el contenido manifiesto del “chiste”, sino en la forma en cómo este es articulado, a partir de patrones de imágenes enmarcados en colores de piel y fenotipos caracterizados por factores de vulnerabilidad y subalternidad claramente definidos y que explicados desde la fantasía ideológica žižekiana representarían ese síntoma que impediría el acercamiento a “lo real”, expresado en diferentes objetos sublimes como la belleza, la heterosexualidad o la inteligencia, entre otros.
Como corolario y en relación con el propósito y objetivos trazados para este trabajo, el acercamiento analítico permite afirmar cuatro aspectos esenciales. En primera instancia, que los memes presentan diferentes capas de lectura, pero que hasta el momento la mayoría de los enfoques provenientes de la teoría del encuadre que se han preocupado por estos objetos culturales de carácter digital se han concentrado en el contenido explícito de los mismos. En segunda instancia, desde el modelo de evocación y la búsqueda de “fantasías ideológicas”, fue posible articular una propuesta analítica desde la “forma y el contorno” del meme, en contraposición del contenido explícito que los integran. En tercera instancia, es posible identificar en todos los casos seleccionados un patrón común de poder de carácter racializado. En otras palabras, aunque el color de piel y el fenotipo de las personas forman parte de las imágenes y videos de estos memes, no se encuentran en relación directa con el contenido explícito del “chiste”, pero sí forman parte del contorno en que la “fórmula humorística” es presentada.
Cuarto, el patrón común de poder de carácter racializado de este tipo de memes puede identificarse como el síntoma que interpela fantasías ideológicas de los sujetos, es decir, es reflejo de la intrusión ajena y perturbadora sobre la fantasía ideológica. Este síntoma ha sido objetivado y enmarcado en diferentes colores de piel y fenotipos de grupos subalternos y vulnerables, e impedirían el acercamiento a “lo real”, expresado en diferentes objetos sublimes como la belleza, la heterosexualidad o la inteligencia entre otros. En consonancia, esta propuesta teórico-analítica, más que penetrar en el aparente “significado oculto”, permitió enfocarse en la forma de los contornos de los memes, a partir del deseo inconsciente (Roggerone, 2015).
Si los memes, tal como lo indica Ballesteros (2019), representan el principal objeto de la cultura visual en la actualidad, vale la pena que la reflexión académica posibilite vías alternas de análisis, que favorezcan una comprensión desde otros ángulos del rol que los memes como artefactos discursivos desempeñan en la construcción y reproducción de subjetividades e imaginarios sociales. En ese sentido, posibilitar otras miradas, a partir de la forma y no del contenido de los memes, contribuirá a profundizar la comprensión de la función social de este tipo de manifestaciones culturales.
Desde una perspectiva pedagógica y en relación directa con el aprendizaje de los estudios sociales, el ejercicio académico desarrollado en este trabajo invita a reflexionar el rol de la persona docente en cuanto a su capacidad para incorporar diferentes objetos culturales, propios de las cotidianidades donde se desenvuelve su estudiantado que, al estar constituidas por estructuras simbólicas de lo “real”, posibilitan con ello el análisis de las matrices de poder que las atraviesan. No obstante, esto implica que el profesorado cuestione la episteme de su quehacer profesional desde una perspectiva interdisciplinaria, a partir de la integración de la teoría social a las inquietudes y líneas de investigación de la didáctica propia de las ciencias sociales.
En consecuencia, los estudios sociales como área de trabajo académico requieren de una reflexión profunda y constante en relación con el qué, cómo y para qué de su razón de ser. Para la consecución de este objetivo, resulta imprescindible una formación teórico-práctica de carácter interdisciplinario que permita generar procesos contextualizados de aprendizaje a partir de las realidades educativas donde se desempeña el personal docente.
Por último, si bien es cierto este esfuerzo académico se concentró en el análisis de los memes, valiéndose de acercamientos teórico metodológicos como la “teoría del encuadre” y la “fantasía ideológica”, lo importante es reconocer que la problematización de las cotidianidades, para la generación consciente de acciones transformadoras (sustentadas en procesos de sensibilización, reflexión y el análisis desde cuestiones socialmente relevantes) por parte del estudiantado, requiere de una caja de herramientas útil para la praxis docente de los estudios sociales.
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* Costarricense. Magister Scientiae en Educación a Distancia por la Universidad Estatal a Distancia (UNED), San José, Costa Rica. Docente e investigador de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica (UNED), San José, Costa Rica. Correo electrónico: asancheza@uned.ac.cr ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8762-9471
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