Vol 16, No 31, Enero-Junio 2018 ISSN: 1409-3251 EISSN: 2215-5325

 

 

 

 

 

 

 

Buscando pertenecer:

estudiantes latinos de primera y segunda generación en la

Universidad de Purdue, Indiana

Looking to belong: first- and second-generation Latino students at Purdue University, Indiana

DOI: http://doi.org/10.15359/prne.16-32.1

 

Marylin Veiman Echeverría

Independiente, Costa Rica.

marylin.veiman@gmail.com

 

A. Justin Nowakowski

University of California, Davis, Estados Unidos.

ajnowakowski@ucdavis.edu

 

Fabio Rojas Carballo

Universidad Nacional, Costa Rica.

faro_1954@yahoo.es

Recibido: 13/01/2016 Aceptado: 17/09/2018 Publicado: 30/12/2018

 

Resumen

Los estudiantes latinos, hijos de inmigrantes (segunda generación) e inmigrantes, que se han criado en comunidades locales en exclusión, como los enclaves, descubren que integrarse a la comunidad universitaria es una transición que va más allá del reto académico. Su bagaje cultural y posición socioeconómica los diferencia en un contexto sociocultural predominantemente caucásico y de clase media. Los estudios señalan que lograr un sentido de pertenencia a la comunidad universitaria es clave tanto para la consecución como para la persistencia académica y la falta de esta experiencia se asocia a un alto porcentaje de deserción de los estudios por parte de latinos.

Reconociendo que el carecer de un sentimiento de comunidad en el campus es una causa de la deserción, en este proyecto se investigan algunos de los elementos que producen la experiencia de un sentido de pertenencia en el estudiante latino de la Universidad de Purdue en Indiana, EE.UU. Se solicitó la participación voluntaria de parte del grupo de interés y se aplicaron dos instrumentos: una entrevista a profundidad (indagando en una selección de indicadores como las comunidades de origen, el idioma del hogar y la percepción de inclusión o exclusión en el ambiente universitario) y una encuesta de valor numérico para analizar el “sentido de pertenencia”, cuyos resultados se combinaron con el promedio ponderado, en busca de relaciones con la persistencia académica.

Palabras clave: sentido de pertenencia, estudiantes, latinos, Universidad de Purdue.

 

Abstract

Latino students, immigrants whether first or second generation, who have been raised in local excluded communities such as enclaves, find that integrating into the university community is a transition that goes beyond the academic challenge. Their cultural background and socioeconomic position differentiate them in a predominantly Caucasian middle-class sociocultural context. Studies show that attaining a sense of belonging to the university community is key to academic achievement and persistence, while the lack of this experience is associated with a statistically high Latino college desertion.

Acknowledging that the lack of a sense of community on campus is a cause for desertion, researchers analyze here some of the elements that produce the experience of a sense of community in Latino students at Purdue University in Indiana, USA. Two instruments were applied to the interest group of volunteers: in-depth interviews to explore indicators such as community of origin, language used at home, and perception of college inclusion or exclusion, and a quantitative survey to analyze the “sense of belonging”. Results were combined with the grade point average in search for associations with academic persistence.

Keywords: sense of belonging, students, Latinos, Purdue University.

 

Introducción

Las estadísticas demuestran que el estudiante latino tiene menor satisfacción académica y mayores problemas para finalizar sus estudios académicos superiores que cualquier otro de sus colegas. El abandono de los estudios tiene razones muy complejas, pero la falta de un sentido de pertenencia (SP) a la comunidad universitaria es un área de estudio asociada al abandono de los estudios superiores por parte de latino-estadounidenses.

El concepto de SP se comprende como una afiliación, una relación que nos identifica con otros, en la que hay un compartir de creencias, historia o experiencias comunes, e incluye saber que somos parte de un grupo que atiende nuestras necesidades (Sánchez, Colon y Esparza, 2005). Autores como Tinto (1997), Hurtado y Carter (1997), Itúrbide, Rafaelli y Carlo (2009), Walton y Cohen (2011) son algunos de los que afirman que el encuentro de grupos sociales, los cuales apoyen al estudiante durante la época universitaria, son claves para su continuación y éxito académico.

Este proyecto parte de la idea de que los estudiantes latinos de primera y segunda generación de inmigrantes tienen mayores retos de integración al sistema y a la comunidad universitaria que sus pares caucásicos. Consideremos que cuando los inmigrantes buscan integrarse y formar comunidad lo hacen bajo un concepto liberal que elimina de la ecuación al territorio, pero no deja de integrar aquellos elementos culturales que “viajan” con ellos, por ejemplo, la música, la comida y la religión. Además, los actuales medios de comunicación facilitan un contacto internacional con la familia del país de origen, formando un concepto transnacional de comunidad que mezcla elementos de la cultura de origen con adopciones de la cultura dominante.

La teoría asimilacionista clásica espera que los inmigrantes absorban totalmente la cultura de la sociedad receptora, dejando de lado sus propias costumbres culturales, hasta que desaparezca su condición de diferente; es decir, hasta que la sociedad dominante los “adopte” como de los suyos. Pero hay excepciones a la regla, las comunidades inmigrantes de latinos en Estados Unidos han perpetuado sus patrones culturales (Checa y Arjona, 2008). El inmigrante tiene una tendencia a segregarse de la comunidad dominante, formando espacios que están en exclusión social y económica, llamados enclaves o guetos. Estos se conforman por grupos minoritarios y tienen un carácter multicultural, donde se motiva la retención del idioma y cultura de origen (Marcuse, 1997). Así, podríamos decir que el SP del inmigrante latino parte de la diferenciación y no de la homogeneidad que por décadas ha dictado el concepto de asimilación. Sin embargo, si esta diferencia fuera aceptada plenamente por la sociedad general, podríamos argumentar que la diversidad cultural existiría libre de prejuicios y discriminaciones, pero la realidad es que la inmigración produce reacciones y corrientes hostiles hacia los inmigrantes, las cuales se perciben como una amenaza a la identidad de las sociedades anfitrionas.

El ambiente universitario no está exento de esta influencia de prejuicios y discriminaciones que crean ambientes hostiles para grupos minoritarios como los latinos. Por esto es que el encuentro de comunidad —en su multiplicidad de relaciones, como el compartir de espacios, recursos, información, experiencias comunes, ideas y afectos— es clave para el bienestar del estudiante. La integración social es el primer paso al encuentro de comunidad y algunos estudios nos indican que son necesarias las experiencias positivas en las relaciones, que creen un sentir de que no hay presión basada en diferencias normadas. Hurtado y Carter (1997), Tinto (1997), Itúrbide, Rafaelli y Carlo (2009), Walton y Cohen (2011) confirman que, en ambientes sociales estigmatizados por la identidad étnica y donde se percibe que “no se pertenece”, el bienestar de la persona se ve afectado negativamente en el ambiente universitario y la consecuencia es un impacto desfavorable en el rendimiento académico.

El concepto de comunidad implica un SP que se forja a través de interacciones, las cuales se gestan en la vida cotidiana, en las relaciones sociales y la afiliación de grupos, como actividades recreativas, religiosas, económicas y culturales. Una comunidad integrada fortalece y estimula la identidad, y se convierte en el pilar para resolver conflictos provenientes del contexto que la rodea; en este caso, es el espacio donde mayor tiempo invierte el estudiante: el campus universitario.

 

Metodología

Participaron, de forma voluntaria, doce estudiantes latinos de primera y segunda generación en entrevistas a profundidad, un diálogo guiado por temas relevantes y preguntas abiertas al objetivo de estudio. Las entrevistas se grabaron y se tomaron notas durante las narraciones, que luego fueron transcritas. De los entrevistados, siete son hijos de inmigrantes y cinco migraron de niños; cuatro cursan doctorados, dos maestrías y seis son de bachillerato; llevan varias carreras, incluyendo Fotografía, Genética, Física y Desarrollo Humano. Su tiempo de estudiar en Purdue también varía entre seis meses y once años (en el caso de doctorados). En cuanto a género, cinco de los entrevistados son hombres y siete son mujeres. Seguidamente, se aplicó una encuesta llamada Sense of Belonging Instrument-Psicological (SOBI-P) a veinticuatro estudiantes del grupo de interés, quienes también participaron de forma voluntaria. El instrumento fue desarrollado por Bollen y Hoyle (1990) y citado por Hurtado y Carter (1997), el cual se trata de una encuesta de dieciocho preguntas; a cada una se le asigna un valor numérico en una “escala de acuerdo”, en la que cinco corresponde a “totalmente de acuerdo” y uno a “totalmente en desacuerdo”. Los resultados se correlacionaron con el promedio ponderado (Grade Point Average o GPA, en inglés). La aplicación del SOBI-P es demostrativa, porque reafirma información obtenida de las entrevistas y nos permite valorarla frente al GPA, que es significativo en el sistema académico estadounidense, al extremo de ser el punto de referencia para becas, empleos dentro de la universidad y la contratación por parte de empresas al finalizar los estudios.

 

Análisis

El análisis de las entrevistas se hizo en varias fases. Primero se transcribieron todas las entrevistas, incluyendo errores denotados con (sic); expresiones y traducciones se explican entre paréntesis cuadrados. Segundo, se codificaron los comentarios y se observaron las tendencias, es decir, los temas recurrentes y de mayor relevancia. Finalmente, para el SOBI-P, se utilizó un método estadístico llamado T-test y se correlacionó con el GPA, un promedio que la universidad provee a sus estudiantes; para medir su éxito académico.

 

Resultados

 

La compleja integración: factores de exclusión

 

La comunidad de origen

En este estudio se observó que los rasgos tan específicos y diferenciados de las comunidades de origen son limitantes de la integración del estudiante latino. Recordemos que los guetos o enclaves son zonas en exclusión económica; estas agrupaciones ascienden al nivel universitario solo cuando logran romper barreras asociadas al bajo estatus económico, educativo y lingüístico, así como sentimientos de exclusión y racismo. Alberto nos cuenta un poco de su historia al llegar a EUA desde Perú, las características de su comunidad enclave en Nueva York y la experiencia que “lo preparó” para Purdue:

Primero cuando nos vinimos a EUA no hablaba ni una palabra de inglés, no conocía la cultura para nada, y en realidad no entendía, a esa edad yo no entendía por qué tenía que salir de mi país y mi familia a venir a este mundo... Me tocó mucho tiempo aceptarlo, de que yo me iba a quedar en este país, no como visitante, sino como residente…

…la vida en esa época [se refiere a su infancia en Nueva York], la comunidad estaba habitada mayormente por latinoamericanos o hispanos y afroamericanos, pocos, pocos eran blancos… Mi tercer año de secundaria, mi secundaria cerró… La ciudad donde yo vivo es una ciudad que no tiene mucho dinero, la economía de la ciudad es baja, varios son pobres… La secundaria era una secundaria católica y por falta de fondos tuvo que cerrar.

Yo, por haberme esforzado tanto los primeros años, me dieron una beca para irme el cuarto y último año de secundaria a otra secundaria, que era a una hora, hora y media de mi casa. Esa universidad [se confunde quiere decir secundaria] era rica, y por ello, los miembros también era gente mayormente blancos. Ese cambio, creo yo, era necesario para mí, porque me preparó, me preparó.

La narrativa de Alberto nos describe el tiempo y espacio de su vida en el enclave y el shock del contexto opuesto, que vivió al transferirse de secundaria; para él fue una conmoción, la cual, años después, siente que lo preparó para navegar el ambiente dominantemente caucásico y conservador de Purdue. Alberto estuvo a punto de abandonar sus estudios allí, pero encontró en un grupo de latinos católicos el nicho que le motivó a continuar.

 

El idioma y otros rasgos culturales

Gonzales (2002) realizó una investigación sobre abandono de los estudios universitarios en alumnos chicanos. El autor explica que quienes son los primeros en su familia en ingresar al nivel universitario (de familias de clase trabajadora), hablan español en el hogar y provienen de comunidades en las que predominan grupos étnicos minoritarios son los que estadísticamente tienen mayor probabilidad de abandonar sus estudios. Esto se asocia a la diferenciación sentida al ingresar a un ambiente sociocultural dominantemente caucásico, que dificulta generar un SP. Orlando describe claramente la diferenciación que sintió al ingresar a Purdue con descripciones como “el único hombre de color café”:

Hablábamos español en la casa, pero es más la mezcla de los idiomas que sólo uno, era una mezcla de las culturas. Yo conozco mucho sobre la cultura latina, la cultura puertorriqueña porque crecí con muchos puertorriqueños y mexicanos en mi comunidad.

En las clases [en la Universidad] era el único hombre de color “café”, eso era muy diferente para mí, porque, aunque si viví en una comunidad predominantemente blanca no era a la magnitud de Purdue. ¡Y fue como “guau!”, estoy acostumbrado a escuchar español de mis amigos mexicanos, todo es spanglish, y vienes a Purdue y no hay spanglish. Así que eso fue diferente para mí... Y otras cosas pequeñas, como la comida. Comía de los comedores todo el tiempo, así que pasé de arroz con gandú a papas… no es “hogar”, no es a lo que estaba acostumbrado.

Para el latino que habla español, hay espacios idiomáticos e identificaciones personales idiomáticas. El español es preferido en la intimidad de su hogar, con la familia y amigos cercanos, pero en el campus universitario el estudiante latino se transforma en angloparlante. También están los casos comunes del latino que ha perdido el idioma, lo cual es muy común en el de segunda generación, su identidad responde a otros rasgos, como el color de su piel, género y cultura culinaria.

Los latinos que llegan a la educación superior son los que rompen paradigmas; están dispuestos a superar sus limitaciones y trascender hacia algo más intercultural. El lenguaje coloquial y aún en el colegio es muy permisivo, pero el oral y escrito que exige el nivel educativo superior requiere estructuración mental.

En la escuela que tenía en el Bronx había un programa bilingüe, tú te identificabas con los profesores, pero luego en la universidad primero fui a Manhattan, y aquí no, aquí 100% inglés. Hacer la transición a lo más técnico, ¡ay Madre Mía! La escritura ¡ayy! [dice quejándose de forma jocosa]. Salí del colegio siendo la mejor, mis notas altísimas. Ingresé a la Universidad y…¿Mi “A”?, ¿Dónde están mis “A’s”? [Una A equivale a una nota entre 90 y 100 puntos]. Estoy haciendo todo lo mejor que puedo, pero no es suficiente. Aquí tuve conflictos con mi escritura, tuve que tomar tutores.

Vencer la limitación idiomática y dominar el lenguaje técnico le permiten al latino tener mayores oportunidades de graduarse, obtener un buen empleo, pagar sus deudas generadas por los estudios. Al dominar el idioma, se pueden formar relaciones de mayor profundidad social, así como lidiar con lo intercultural en el seno de la inclusión laboral y la participación ciudadana.

 

El racismo

Este fue un tema incómodo para los entrevistados, quienes lo asocian directamente a su sentimiento de exclusión. Algunos estudiantes entrevistados relataron experiencias como recibir insultos, al ser escuchados hablando español, ser tratados de forma desigual en empleos fuera de la universidad e incluso al hacer un esfuerzo por cambiar su vestidura y forma de hablar, para no ser estigmatizados como latinos o “de gueto”.

El problema es que aquí estamos en Indiana, que Indiana es algo conservativo (sic) ¿verdad?… La verdad, es que son racistas… hay muchos estudiantes aquí que son racistas, no les gusta la gente de otro lado, no tienen interés y mucha, mucha antinmigración...

La política conservadora está fuertemente asociada a las políticas de exclusión de inmigrantes, la competencia laboral, la limitación del acceso a recursos médicos y la promoción de la falsa idea de que la violencia es generada por inmigrantes. El carácter conservador de Indiana permea la universidad a través de los ideales sociopolíticos de algunos profesores, directores y otros integrantes.

 

Oportunidades de integración

 

Recursos

Purdue provee recursos económicos, como empleos, becas y préstamos. En lo académico, ofrece clases de equiparación, equipo, libros y otros como el hospedaje, alimentación y recreación. Todo esto apoya el proceso de integración del estudiante, al facilitarle espacios personales y sociales aparte del académico, el más importante es probablemente el trabajo. Eduardo explica:

El que más me involucra es mi departamento, el ir a ferias de trabajo y decir que es parte de Purdue, el prestigio. Eso le provoca a uno querer involucrarse más en la universidad. Otra cosa que me involucra a mí es el Teaching Asistanship (TA) [Asistente de profesor], me siento que de verdad estoy haciendo algo no sólo para mí, sino contribuyendo a otros.

En contexto, la posibilidad de enseñar en la universidad presenta varios beneficios; reduce la presión y deuda económica, y a la vez genera el beneficio psicológico de sentirse bien sobre sí mismo, lo cual apoya la integración.

 

Las organizaciones universitarias

 

Vega (2012) menciona que el voluntariado o la participación en grupos y asociaciones universitarias que forman “enclaves” son factores que apoyan el SP del estudiante y mejoran su estado psicosocial. Actualmente, la universidad de Purdue cuenta con más de mil organizaciones estudiantiles, así que no es sorprendente que los entrevistados encontraran un sentido de comunidad en estas; lo que sí es interesante es que son integrantes de agrupaciones relacionadas con su identidad cultural. Así, encontramos que, por ejemplo, pertenecen al Centro Cultural Latino, Latino Alliance, Ingenieros Latinos, Graduados Latinos, Centro Cultural Negro y similares. Itúrbide et al. (2009) sugieren que los estudiantes encuentran su comunidad al segregarse en grupos de similares que refuerzan esa identidad cultural. Anabel relata su experiencia:

Cuando vine aquí no me gustó, me sentí sola en una gran Universidad, pensé en irme… Después me empecé a involucrar con una organización que se llama Latino Alliance, y fue ahí, con una amiga, empecé a conocer todos los latinos que hay aquí, y fue por ahí que conocí el Latino Cultural Center, bueno, hice las amistades que tengo ahora. Fue difícil.

Durante este estudio, se dieron sucesos de racismo en la universidad, los cuales originaron marchas y protestas coordinadas por las organizaciones estudiantiles que presentaron solicitudes ante la dirección, con el fin de implementar sanciones y códigos de conducta para quienes cometen actos de prejuicio, solicitar un aumento en la representación estudiantil y facultad de grupos minoritarios, al igual que crear un curso obligatorio sobre etnia y racismo. Esto demuestra el valor de estas organizaciones para darles una voz a los estudiantes y permitirles un nivel de acción política en un espacio de relaciones verticales.

 

Resultados del SOBI-P

 

Sentido de pertenencia y rendimiento académico

Los resultados del instrumento de SP mostraron que los estudiantes con un mayor SP a la universidad tienen un mejor rendimiento académico, lo cual es consistente con la literatura. En el gráfico 1, se observa un incremento en el rendimiento académico, cuando hay un aumento en el SP y el gráfico 2 muestra que los estudiantes de doctorados tienen un mayor promedio ponderado que los de bachillerato y maestría. Con respecto al segundo resultado, es importante observar que los estudiantes de doctorado tienen más experiencia, la cual les ayuda a navegar el sistema universitario, obtienen más recursos como becas y empleos como asistentes de profesor o de investigación, que les dan estabilidad económica y los integran al sistema universitario. En su documento Universidades como Comunidades, Tinto (1997) explica que las instituciones donde las carreras son de cuatro años y más, el encuentro de comunidad es crucial. Estos estudiantes probablemente no hubieran llegado al grado académico que tienen sin lograr un SP a la comunidad universitaria.

 

Figura 1. Promedio ponderado y SP

Nota: Elaboración propia

 

 

Figura 2. Nivel de estudio y SP

 

Conclusión

La universidad de Purdue está enmarcada en un ambiente conservador que permea el campus a través de sus integrantes, y aunque algunas de sus acciones buscan integrar al estudiante latino, la realidad es que hay prejuicios y situaciones de racismo que lo hacen sentirse excluido, porque no tienen la libertad de mostrar su cultura si no es desde los pequeños refugios de sus amigos latinos u organizaciones como el Centro Cultural Latino. Se ha logrado identificar algunos de los espacios y rasgos socioculturales que el joven latino busca activamente para integrarse y que le dan un sentimiento tanto de pertenencia como de bienestar, el cual a su vez le permite ejercer todo su potencial académico. Con esta información, las universidades pueden potenciar estos espacios y, desde los relatos de los estudiantes, reconocer aquellas características de su pasado y presente que los distinguen, así como atender con mayor efectividad sus necesidades y así reducir su deserción.

Promover un campus que acepte la multiculturalidad que en él existe es un gran reto, pero no es imposible. La segmentación en organizaciones no debería ser un escondite ante un espacio percibido como adverso, sino un recurso desde el cual se proyecta la diversidad cultural, en el que exista un intercambio, una creación de conciencia; transformar su función podría ser una forma de empoderar sectores tradicionalmente invisibilizados. Para el latino que viene de comunidades enclaves y guetos, este tipo de ambiente podría ser un sueño, pero es un paso importante que debe existir para la convivencia pacífica y empatía entre grupos.

 

 

Referencias

Checa, J. C. y Arjona, Á. (2008). La integración de los inmigrantes de “segunda generación” en Almería. Un caso de pluralismo fragmentado. Revista Internacional de Sociología (RIS), 67 (3), pp. 701-727.

Gonzales, K. P. (2002). Campus culture and the experiences of Chicano students in a predominantly White university. Journal of Urban Education, 37, pp. 193-218. Recuperado de http//uex.sagepub.com

Goodrich, A. (2012, 27 de noviembre). Students demand more action against racism at Purdue. The Exponent. Recuperado de http://www.purdueexponent.org/campus/article_

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Hurtado, S. y Carter, F. D. (1997). Effects of College transition and perceptions of the campus racial climate on Latino college students sense of belonging. Sociology of Education, 70, pp. 324-345. Recuperado de www.jstor.org

Itúrbide, M. I.; Rafaelli, M. y Carlo, G. (2009). Protective effects of ethnic identity on Mexican American college students psychological wellbeing. Hispanic Journal of Behavioral Sciences, 31(4), pp.536-553

Marcuse, P. (1997). The Enclave, the Citadel, and the Ghetto: What has changed in the Post-Fordist U.S City. Urban Affairs Review, 33 (2), pp. 228-264 . Recuperado de http://uar.sagepub.com/content/33/2/228

Sánchez, B.; Colon, Y. y Esparza, P. (2005). The role of sense of schools belonging and gender in the academic adjustment of Latino students. Journal of Youth and Adolescence, 34(6), pp. 619-628.

Tinto, V. (1997). Classrooms and communities: Exploring the educational character of student persistence. The Journal of Higher Education, 68 (6), pp. 599-623. Recuperado de http://www.jstor.org/stable/2959965

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Vega, S. (2012). The Politics of everyday life: Hoosiers and ethnic belonging at the crossroads of America. City and Society, 24 (2), pp. 196-217.

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Buscando pertenecer: estudiantes latinos de primera y segunda generación en la Universidad de Purdue, Indiana
Marylin Veiman Echeverría, A. Justin Nowakowski y Fabio Rojas Carballo

 

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