Vol 22, N° 43, Enero-Junio 2024
ISSN: 1409-3251, EISSN: 2215-5325

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ENTREVISTA
Es fundamental recuperar la memoria histórica de la lucha comunitaria contra las piñeras en Costa Rica

Entrevista con Erlinda Quesada, líder comunitaria e integrante del Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción de Piña (FRENASAPP).1

DOI: http://doi.org/10.15359/prne.22-43.8

Gerardo Cerdas Vega (GCV):

Saludos doña Erlinda, es un gusto saludarla. Aprovecho para presentarle a mi compañera Mónica, quien trabaja conmigo en la edición de la revista Perspectivas Rurales, aquí de la Escuela de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional. Y bueno también presentar a doña Erlinda, a quien vamos a entrevistar hoy, quien es una persona queridísima, una amiga y líder comunitaria ejemplar, allá en su comunidad y a nivel tanto nacional como internacional, que viene hace muchísimos años trabajando en la resistencia frente a la expansión piñera en Costa Rica. Doña Erlinda, quiero agradecerle mucho su tiempo, yo sé que usted es una persona muy demandada por todas las luchas y todo lo que usted hace, así que le agradezco de todo corazón que nos regale este tiempo para conversar.

Sucede que, en la revista, cuando sacamos un nuevo número, estamos incluyendo una entrevista con alguna persona que se destaca por su papel de liderazgo, de lucha social o porque tiene conocimiento de una cierta temática, que a veces no entra en una revista académica en la forma de un artículo o una publicación, pero que creemos que a través de una entrevista podemos dar voz a muchas luchas, personas y actores de la sociedad civil que vienen haciendo cosas muy importantes, como es el caso suyo.

Entonces vamos al grano, doña Erlinda. Y para comenzar, nos gustaría que usted nos cuente un poco sobre los inicios de su activismo, qué fue lo que la motivó a usted a involucrarse en la lucha contra el monocultivo de la piña; ahí también nos puede contar un poco de sus experiencias personales, de cuando usted era más joven y cómo era la comunidad antes, que fue lo que la motivó a irse involucrando con esta causa. Cuéntenos un poco sobre los inicios de su lucha, porque es importante que quede ese registro histórico, así que vamos a comenzar por ahí.

Erlinda Quesada (EQ):

Perfecto sí. Pues hay cosas que yo de niña tenía, quizás algunas cosas diferentes al resto de los niños, porque me recuerdo de mi madrina que me involucraba en ir a recoger al cura, o sea, ¿por qué donde había tantos niños yo era la metiche que llegaba?, esa es una pregunta que me hago siempre verdad, eso por ahí, era una niña tal vez de 8 o 9 años, luego ya estando más grande estaba terminando mi escuela, por cierto, en ese momento no la pude terminar, tuve que terminarla después, llegaron las plantaciones bananeras a la comunidad de Roxana, en el cruce de Roxana, donde yo vivía, donde nací prácticamente, yo nací en el cantón de Pococí, en el distrito de Roxana y en esa comunidad. No había plantaciones, aquellos eran como finqueros, familias que se conocían entre sí, y bueno, uno niño ni siquiera se percata de lo que está pasando alrededor. Lo que nos dimos cuenta cuando íbamos para la escuela fue que vimos que ya todos los árboles habían caído, que todo andaba por el suelo, los animales, los monos, por ejemplo, hay muchos monos congo y esos animalitos andaban buscando dónde refugiarse.

Y aparecieron las grandes plantaciones bananeras, entonces yo siento que de alguna manera esa acción a mí me marcó para el resto de la vida, me marcó porque fue como muy dramático pasar de ser una comunidad donde todos nos conocíamos, todos nos hablábamos, y era la finca de don Miguel, del otro, y de pronto no, no sabemos quiénes son los dueños, pero sí sabemos que hay unas grandes plantaciones, y usan un tipo de producción diferente a lo que nosotros usamos, eso fue muy dramático, ya no teníamos ni el camino, sino unos cables por los cuales salíamos y entrábamos.

Eso fue como el inicio, yo digo que fue como un shock para mí, luego ya me casé y me vine para el cantón de Guácimo con escasos 20 o 22 años tal vez, inició un proceso en la Pastoral Social Cáritas, o sea, mis inicios fueron ahí en ese proceso, yo empecé con todo lo que es la parte de sensibilidad humana, de ver las ayudas a las personas más necesitadas y de pronto surge la situación de una Carta Pastoral que hace el obispo de Limón sobre la expansión bananera y sus consecuencias, entonces cuando me di cuenta, pues yo estaba inmersa en los grupos formadores de lo que se llamó el Foro Emaús, lanzado en Casa Emaús2.

En Casa Emaús se hizo ese Foro para de alguna manera apoyar al obispo, que estaba siendo muy atacado por la Carta Pastoral, o sea, lo estaban denunciando, decían que era un “obispo comunista”, que no quería el desarrollo, un montón de cosas más, incluso le mandaban cartas al Papa. En ese momento entonces nosotros, como 40 organizaciones, entre ellos la Iglesia Católica y la Pastoral Social realizó esa reunión donde se constituyó como un foro permanente, que fue el Foro Emaús. Se llamaba Foro Emaús porque fue eso, sus orígenes fueron allí en Casa Emaús, imagínate hace ratillo de eso, por ahí fue que inicié.

Luego vinieron muchas, muchas situaciones que se dieron en esos procesos con Foro Emaús, de defensa de los derechos de los trabajadores, de derechos ambientales, contaminaciones, de destrucciones de bosques, de áreas de protección, como el área de los acuíferos, el área de lo que hoy llaman el Parque Barbilla3, en ese entonces era una reserva biológica El Barbilla y estaba en venta, entonces era todo eso pasando. Esa situación de un activismo muy fuerte, fueron muchos años de actividades muy fuertes de lucha a veces por el agua, a veces por los derechos de los trabajadores y en otras veces ante las situaciones de deterioro ambiental que iba muy acelerado.

Entonces por ahí fueron como mis inicios, donde me hice maestra, maestra en el tema, entonces ya pasó todo esto, incluso como parte del Foro Emaús participé en la campaña internacional del banano y yo tuve esa oportunidad con escasos 23, 24 años, de llegar hasta Bruselas sin conocer el idioma, pero el asunto era para para ir a presentar toda la situación que se estaba dando en las bananeras. Incluso fue muy interesante porque sí se llegó a algunos diálogos importantes, no lo que uno quisiera, pero sí que algo se logró, las compañías bananeras hicieron muchos cambios a raíz de esa conferencia internacional del banano, porque les dio mucho temor de perder los mercados internacionales.

GCV:

¿De qué años estamos hablando doña Erlinda? ¿En qué años fue todo eso?

EQ:

Eso estaba en los noventa, todo eso surge a raíz de la Carta Pastoral, así que fue a finales de los ochenta e inicios de los noventa. Fue toda una lucha muy fuerte en el Caribe por la expansión bananera, que fue muy rápida, sin mucha planificación, entonces causó muchos daños ambientales y mucha huelga bananera por la opresión a los trabajadores.

Mónica Ulate Segura (MUS):

Gracias doña Erlinda. Y bueno, más bien quisiéramos que continúe contándonos, más en concreto, sobre cómo llegó usted a involucrarse en la lucha ya ahora contra el monocultivo de la piña…

Mónica Ulate Segura (MUS):

Gracias, doña Erlinda. Y bueno, más bien quisiéramos que continúe contándonos, más en concreto, sobre cómo llegó usted a involucrarse en la lucha ya ahora contra el monocultivo de la piña…

EQ:

Yo siento que es como una herencia del Foro Emaús, cuando el Foro Emaús empezó ya a cerrar las oficinas, porque sí que llegamos en un determinado momento a tener hasta personal con salario para ayudarnos, un promotor que teníamos y alguna gente que ya recibía algún salario, pero siempre había un grupo voluntario, que era el que estábamos ahí.

Bueno, antes de hablar de lo de la piña, fue algo muy interesante también, al menos para mí fue también importantísimo, que en algún momento el obispo de Limón, que era un obispo muy de avanzada, un obispo muy activista, organizó algo que se llamaba la Pastoral de la Mujer. La Pastoral de la Mujer era como las iglesias que tienen otras pastorales como la Pastoral Familiar, pero la Pastoral de la Mujer tenía una característica muy diferente, porque estaba surgiendo lo que era la Ley de Igualdad, entonces, era en esa onda, había mucha, bueno, todavía existe mucha violencia contra las mujeres, entonces había muchos, muchos problemas. Entonces nos encargó el obispo a tres mujeres que constituyéramos una comisión permanente de la Pastoral de la Mujer, ahí estuvimos varios años, hicimos cosas increíbles con esto porque atendíamos a todo tipo de mujeres, no solo a las mujeres católicas, incluso tuvimos la osadía en algún momento, de tener un grupo de mujeres que nosotros le decíamos las egipciacas, que eran mujeres trabajadoras del sexo, eso para algunos obispos era demasiado, pero nosotras las atendíamos porque eran grupos de mujeres que tenían muchos problemas de salud, porque en ese tiempo había tantas enfermedades de transmisión sexual y poca respuesta del sistema de salud, entonces nosotros nos organizábamos para hacerles charlas, para hablar con ellas, incluso para celebrar el día de las madres, algún cumpleaños de los chicos, un poco por ahí. 

O sea, era como un apoyo moral y un poco de información que podíamos manejar para ellas, entonces eso fue muy interesante, porque hicimos varios encuentros con ellas. Algo que me llamó mucho la atención y que me imagino que al padre Gerardo Vargas le debe haber marcado también, fue que una vez hicimos uno aquí en la comunidad de África, y una de las chicas se fue y se sentó a llorar en la línea. Yo le dije “que te pasa” y me dice “es que yo no soy digna de entrar ahí” y yo me volví a ver y volví a ver a todas y le dije “de todas las que están ahí, de todos los que estamos ahí, ¿cuál cree usted que es digno de entrar?” Es como esa cosa que a veces uno dice bueno, las personas son arrastradas hacer cosas que muchas veces no queremos hacer, ellas estaban en un oficio que las marcaba, pero que estaban conscientes de su realidad, incluso a veces más conscientes que el resto de la población, eso a mí me dejó una gran enseñanza.

Bueno ya después de eso como le decía, era como una herencia del Foro, cuando ya el Foro cierra queda una comisión porque ya iniciaba lo de la piña, ya eso era en el 2000, en el 2000 ya iniciaba todo lo de lo de la expansión piñera, nunca creíamos que iba a ser tan fuerte, el obispo siempre sacó una carta, recuerdo que era alto a la expansión piñera pero no, no creíamos que fuera a ser más que las bananeras. Pero no pasaron cuatro años cuando nos dimos cuenta de que el impacto iba a ser más fuerte, más invasivo que las bananeras, y así fue, iniciamos como en el 2007, creo que ya se constituyó el Frente Nacional, primero fue la comisión del Foro Emaús que había quedado sobre la expansión piñera y ahí empezó una lucha muy, muy, muy grande, me recuerdo que una de las más fuertes que se llevaron fue en el cantón de Siquirres y en el cantón de Guácimo. 

En el cantón de Siquirres fue por la contaminación del acueducto de varios poblados, contaminados por la producción de piña y fue algo que a veces uno no se imagina ni cómo puede pasar, porque la gente tenía la captación de agua en la parte más baja, después de la línea, y sembraron toda la parte alta de piña sobre el acuífero, o sea, sobre la parte del acuífero, y se contaminó con bromacil, entonces eso fue terrible porque fueron muchos años de lucha para poder lograr que esa gente dejara de tomar agua contaminada. Primero que el gobierno aceptara que había contaminación, que es toda una cosa terrible, porque me recuerdo de la ministra que, por cierto, todavía está ahí en el Ministerio de Salud, doña María Luisa, ella decía que no, que la contaminación que había era baja, que se podía vivir con ella, no era tan grave, claro, ella no se iba a tomar el agua, porque estaba en San José, pero que se podía sobrevivir con eso.

Pero lo cierto es que ya nosotros habíamos percibido que esas comunidades eran las que más afectación tenían de la salud, tenían problemas de piel, problema de enfermedades gástricas, incluso niños con enfermedades gástricas que eso no es común verdad, que los niños no tan fácil tienen enfermedades gástricas, entonces todo eso nos alertaba de que la contaminación no era muy fuerte, el IRET4 varias veces dijo que está contaminado, pero el estado no quería aceptarlo, o sea, el AyA5 decía que no.

Eso nos llevó muchos años de desgaste, toda la administración de doña Laura Chinchilla me recuerdo que la pasamos con ese problema y en esa administración se presentó una denuncia internacional ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque ya era demasiado, ya no se iba a solucionar en el país esa situación, lo que pasó fue que ya después de todas esas cosas uno a veces pierde la perspectiva, se presentó allá y vamos a ver cuándo llega y de pronto nos llega y le tocó a la administración de don Luis Guillermo Solís enfrentar esa realidad, ir a defender el Estado sobre esa situación de la contaminación de agua y fue muy interesante y muy duro para uno, porque nuevamente cuatro mujeres tuvimos que llegar hasta allá, hasta Estados Unidos, dónde está la Comisión Interamericana, para plantear la situación y eso no es muy bonito porque es como ir a lavar los chuicas sucios fuera de la familia y para peores las personas que mandaron a defender al Estado, de alguna manera eran amigas, conocidas nuestras, entonces era como bueno, lloramos un rato y después vamos a la lucha, porque nos toca, eso fue terrible porque imagínate que yo siempre he tenido muy buena amistad con doña Yamileth Astorga y ella fue la que tuvo que ir a defender al Estado, entonces era “bueno Yami usted va hacer lo suyo y yo lo mío”, ni modo somos amigas y seguiremos siendo amigas, pero esa situación es bastante drástica.

Incluso el embajador llegó así como medio malcriado, todos sacando pecho de macho y diciéndome “pero esto se podía arreglar en casa”, y yo le digo “no papá duramos muchos años para arreglarlo en casa y no se arregló así es que ahora póngale el pecho a las balas” y eso fue bastante importante, se logró que el Estado negociara hacer los acueductos nuevos y ya la gente tiene nuevos acueductos, pero fue muy duro saber que el Estado puso el dinero, o sea, nosotros los costarricenses con nuestros impuestos y con el recibo de la luz, del agua, pagamos esos nuevos acueductos y que los que contaminaron, pues no pagan nada, dijeron que no había forma de cobrarles, que había que hacer un peritaje, que no habían herramientas y bueno un montón de cosas y nunca les cobraron nada, o sea no han pagado nada, solo los nuevos acueductos que cuestan un montón de millones, además de que esto como ustedes recuerdan, muchos años la gente con cisternas, bebiendo agua de cisternas que también era sumamente cara.

 

Otra lucha fuerte que tuvimos fue con Agroindustrial Tico Verde, ya esa era como en el 2007 o 2008, más o menos en el surgimiento de FRENASAPP6 inicia una producción de piña en la parte alta en el cantón de Guácimo, como a 6 km más o menos de donde yo vivo, la parte sur y eso pues tiene pendientes hasta de 40° de inclinación, eso no es apto para piña, bueno para ningún monocultivo, menos piña. Metieron piña y al plazo de año y medio o dos años empezaron a salir todos los problemas de contaminación, problemas de la mosca, de los ríos contaminados, se acercaba mucho allá de La Perla y ya había la experiencia del acueducto de Milano y nuestras antenitas estaban muy sutiles para captar el peligro, entonces fue como tal vez casi 10 años de lucha contra esa empresa, hasta que se logró cerrar. Fue muy, muy fuerte y hubo mucha participación de la comunidad, o sea la comunidad de La Perla tenía mucho liderazgo y muy buen liderazgo, que logró mantenerse todo ese tiempo unido para hacer la lucha.

Y otra faceta que en esos tiempos también tomé fue ser regidora en una municipalidad, siempre he estado, más bien estuve todo el tiempo del otro lado de la acera, pero ya ahí me tocaba meterme en la parte política, entonces fue como otra experiencia aún más dura que la anterior, porque a veces luchar contra los empresarios, contra los que están haciendo las contaminaciones, es un problema, pero ya enfrentar desde la parte política que hay muchos vicios, muchas cosas que ya tienen tejidas dentro de un ámbito político. Y bien, llegué como regidora única del partido en ese momento, entonces era todavía más grave porque tenía cinco compañeros en contra mío, pero me facilitó mucho la experiencia que ya tenía con el trabajo en las comunidades, para poder enfrentar esa realidad, porque ya había crecido mucho y ya tenía más madurez, entonces para mí no fue tan difícil aliarme a la comunidad y decir “bueno si la comunidad quiere esto, se hace, pero yo no puedo hacerlo sola”, fue donde pudimos sacar a Tico Verde en ese momento, porque la municipalidad toda estaba a favor de la industria esas, pero ahí aprendí que realmente el pueblo es el que manda, pero el pueblo no sabe que él es el que manda y tampoco se empodera de esa situación. Yo estuve dos periodos como regidora, estuve seguido, desde el 2007 y hasta el 2017. 

En el segundo periodo que estuve como regidora estábamos en pleno juicio contra Tico Verde, ahí me di cuenta de que la información de verdad tiene poder, porque la comunidad se empoderaba tanto porque yo le tenía la información de primera mano, casi siempre las instituciones le niegan la información a los ciudadanos, pero allí llegaba el piñero a presentar sus cosas entonces yo investigaba qué era lo que quería y yo le decía a la gente “vea él está pidiendo tal cosa para que usted lo apoye”, entonces era esa la estrategia, verdad, por eso en algún momento el mismo círculo político quiso joderme diciendo que estaba no siendo fiel al gremio, porque estaba dando información, que no estaba autorizada para dar información según ellos, pero en realidad toda la información es pública para los ciudadanos, lo que pasa es que ellos querían controlar esa parte.

Esto es apenas una parte de esas luchas tan fuertes que se han dado en estos cantones. Estuvimos ahí en la municipalidad de Pococí, que también hizo, bueno fue Guácimo, en ese tiempo, en ese segundo periodo que estábamos en la lucha contra Tico Verde, sacamos una moratoria para la piña, una moratoria en la parte sur del cantón y los argumentos que usamos era que ante la duda, en la Constitución Política dice que ante la duda se previene, para que no vaya a haber afectación, entonces alegamos de que por ser una zona vulnerable, de nacimiento volcánico, donde están todos los acuíferos, ahí mantuvimos esa moratoria por muchos años. Después intentamos apoyar a Pococí para que la hiciera, que por cierto Gerardo Vargas estaba en eso y él redactó la moratoria, pero Pococí fue demasiado ambicioso y quiso hacerla en todo el cantón, pero eso ya era cosa más seria, entonces le metieron un “salacuartazo”7 y se la tiraron abajo y al ganar por la Sala Cuarta la de Pococí, entonces también se trajeron abajo la de Guácimo, usaron los mismos argumentos para eliminar la de Guácimo.

Desde ahí he tenido una experiencia muy bonita, involucrándome también con toda la parte académica, con la Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional que apoyaron mucho en algunas tesis, algunas cosas que los muchachos hacían, nosotros no teníamos a veces recursos para poder hacer unos volantes, entonces nos ayudaban con volantes y los chicos de TCU venían y hacían ese trabajo, entonces hubo mucha gente que se involucró, Canal 15 haciendo muchas entrevistas a los trabajadores, a las personas afectadas, todo eso nos facilitaba mucho el trabajo. Entonces aprendimos a hacer gestión más allá de lo cantonal, hacia lo nacional, se involucraron mucho lo que fue periódicos o canales independientes y eso pues era una divulgación que se hizo muy fuerte, eso asustaba mucho a los piñeros.

Incluso muchas veces tuve algunos enfrentamientos con el presidente de la Cámara Nacional de Piñeros, con don Abel Chávez, que creo que es el presidente nuevamente, porque él decía que yo lo que quería era que colapsara el país... ¿colapsar el país una pobre mujer? A mí lo que me daba era risa, él lo que decía era “ustedes lo que quieren es colapsar el país, si nosotros nos vamos ustedes se mueren de hambre” y no sé qué cosas más. Todas esas situaciones me han tocado que vivir, me ha tocado crecer mucho realmente, porque al principio enfrentarme a una situación de esas me daba miedo, la verdad sí me daba miedo, me recuerdo las primeras veces que yo tomé un micrófono, temblaba como un conejito, pero ya después no, ya después me fui empoderando, conforme tenía más información y poco a poco éramos un equipo más fuerte al frente de esta lucha.

GCV:

Doña Erlinda, en esa misma línea y para complementar, ¿cuándo y por qué ustedes decidieron fundar FRENASAPP? Porque ustedes venían luchando a partir del Foro Emaús y de todas estas organizaciones que estaban desde antes, que habían trabajado toda la cuestión bananera, pero cuando ustedes dan el paso de establecer una organización que específicamente habla de piña también, ya no solo de banano.

EQ:

Sí correcto, es porque cuando empezamos el trabajo con la piña no teníamos experiencia en el tema, no sabíamos realmente los impactos y las magnitudes del problema, entonces empezamos a aliarnos con la gente del lado de Buenos Aires (Zona Sur) y hacíamos reuniones conjuntas muchas veces, entonces en ese proceso nos dimos cuenta de que ya algunos piñeros se estaban tirando hacia el lado de la Zona Norte, lo que es San Carlos y ahí vimos que ya no era una situación del Caribe, sino que era una situación a nivel nacional. Por eso se llama Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción de Piña, porque al final ya no era una organización solo del Caribe, como era el Foro Emaús, por eso es que se llama FRENASAPP, ya no teníamos ningún vínculo que atara al proceso anterior, porque el foro Emaús era constituido por muchas organizaciones que ya todas se habían ido y los únicos que quedamos éramos mi persona, don Carlos Arguedas de SITRAP que ya el falleció, él era de la Unidad Ambiental del sindicato SITRAP; un chica que teníamos ahí, todavía con lo que quedaba de la oficina del Foro y algunos voluntarios de acá del cantón de Guácimo, de Pococí y después se nos unieron los de Buenos Aires, entonces más o menos empezó a caminar, también discutimos si iba a ser una organización constituida con personalidad jurídica o no, decidimos que no, que iba a ser un espacio abierto para que todo el mundo que se viera afectado, no solo en la producción de monocultivo de piña, también podría ser otro monocultivo en otro momento, pudiera calzar dentro de ese movimiento. [00:34:01] 

GCV:

¿Doña Erlinda, en qué año fue que fundaron FRENASAPP? ¿Se acuerda más o menos?

EQ

Creo que como en el 2007 ya teníamos esa fundación, tal vez un poquito antes. No me recuerdo muy bien, pero como 4 años estuvimos como comisión ahí, después se constituyó el Frente, nosotros hacíamos intercambios entre personas de Buenos Aires que venían acá y nosotros íbamos a Buenos Aires. Después, ya cuando la zona de San Carlos empezó a producir piña, también visitamos algunos para hablar sobre eso, la zona de Upala me recuerdo que nosotros fuimos muchas veces a conversar con el gobierno local para que hiciera algo, pero qué va, era difícil, había muchos intereses. Ha sido un proceso muy duro, pero recuperar la memoria histórica de la lucha comunitaria contra las piñeras en Costa Rica es fundamental.

MUS:

Doña Erlinda, frente a todo este avance del monocultivo que usted nos cuenta y más allá de la resistencia, ¿ha sido posible promover proyectos o iniciativas para promover un desarrollo más equitativo y respetuoso con el medio ambiente, para ir más allá del banano y de la piña en estas regiones?

EQ:

Nosotros seguimos en ese proceso, porque en realidad la piña no ha parado de expandirse, no ha parado de usar las mismas prácticas y más bien ahora es un proceso más agresivo, en el sentido de que llegó a invadir prácticamente algunas comunidades, y eso no lo había hecho la bananera, la bananera tenía sus centros bananeros que estaban dentro de la bananera, que sí, ya eran contaminados, pero ahora la piña llegó a las poblaciones y contamina las poblaciones, o sea lo hizo al revés, no es la población que ellos constituyeron ahí dentro, sino que ya estaba constituida y ellos lo obviaron, eso ha sido muy grave.

Por ejemplo, aquí en Guácimo tal vez había fincas de treinta hectáreas de banano, de cien hectáreas de banano, pero ahora son hasta tres mil hectáreas de piña, imagínese usted lo que son tres mil hectáreas de piña en una zona donde había una bananera pequeña, entonces es caótico.

Hay unas comunidades que desaparecieron, desaparecieron escuelas que se cerraron porque ya la matrícula era muy baja, la gente se asustaba al ver tanto agroquímico y tanta cosa, entonces vendía al piñero para que siguiera sembrando y ellos se iban y eso bajó las matrículas, incluso algunas a cero y hay otras donde quedaron como treinta niños después de que eran como ciento cincuenta niños, bajaba demasiado porque la gente no quería estar de vecino de la piña, pero cada vez iban acercándose más; por ejemplo, hay una comunidad que se llama Villa Franca, que si en algún momento les gustaría verla, pues con mucho gusto les puedo llevar. Y Villa Franca tiene el EBAIS rodeado de piña, la plaza, la iglesia y el cementerio quedó dentro del piñal, entonces esto es impactante, usted llega a esa comunidad y se pregunta ¿qué fue lo que pasó aquí?, esa gente estaba ahí de años, pero como todos fueron vendiendo, los piñeros fueron acercándose, imagínate la magnitud, ah el colegio de Villa Franca está dentro de la piñera, el acueducto está dentro, pues la calidad de esa agua yo no sé cuál es, el AYA dice que está buena pero yo no les creo mucho. Entonces no es posible hacer nada más, muchas veces es solo resistir, pero esas comunidades están enfrentando situaciones demasiado difíciles, no da para pensar en alternativas a la piña muchas veces.

GCV:

Doña Erlinda, es un escenario desolador, lo que usted nos relata muestra cómo esas comunidades han sido completamente fragmentadas, completamente destruidas, aisladas.

EQ:

Sí, es que el país tiene un sistema, por ejemplo, el tema de las asociaciones de desarrollo integral, pero ese sistema es muy político y más bien es de control de la población, o sea, es como que cada cuatro años yo necesito que alguien me jale los votos, dijo un amigo mío que llegó a ser director de DINADECO8, me dice “es que ustedes son el carretillo de jalar los votos”, lo decía así descaradamente y tenía razón, muchas veces esas asociaciones se prestan para ser carretillos de jalar votos. Es cierto que hay otros movimientos que no, que están afuera y son los que sacan la cara, pero el movimiento comunal en el país está muy pasivo. En los últimos años ellos [los piñeros] han usado otras estrategias, hacen fundaciones, organizaciones de ayuda social supuestamente y captan los recursos del Estado para hacer esa relación con la comunidad, por ejemplo, esa misma comunidad de Villa Franca tiene una fundación que dice el señor que es una fundación sin fines de lucro, yo le preguntaba que quiénes son los socios, me dicen que las tres piñeras de él, o sea, esos son los de la fundación.

Y tienen una psicóloga que trabaja con las mujeres, les busca ayudas en el IMAS, entonces es el papá bueno que les trae cosas, tipo plata, comida, pero es la plata del IMAS. Con el MICIT buscaron las computadoras, hay piñeras que tienen 12- 20 computadoras que son del MICIT, todos ellos brindan un servicio a la comunidad de que la gente llegue a aprender, pero todo es con plata del Estado, ellos no están invirtiendo nada, esa es la tal “responsabilidad social” que están haciendo.

GCV:

Doña Erlinda, en esa misma línea, los piñeros siempre dicen (usted lo mencionó antes) que “si nos vamos de aquí ustedes van a quedar sin trabajo y esta comunidad va a hundirse”, ¿pero realmente las personas quieren trabajar en la piña o lo hacen apenas por mera necesidad? ¿qué quieren las personas, cuáles son los sueños de las personas en las comunidades rurales? Porque muchas veces hay un discurso que condena a la persona que vive en una comunidad rural a que acepta esos trabajos o que se muera de hambre. Pero qué quieren las personas, porque había un antes de la piña o del banano, hay un ahora con la piña y el banano, especialmente la piña, pero qué quieren las personas, cómo se imaginan sus vidas, como sociedad no le damos campo a escuchar esas demandas que son completamente legítimas y siempre prevalecen los intereses del gran capital y del gobierno, pero no las de las personas, que quieren las personas con las que usted trabaja.

EQ:

No y es que eso es muy fuerte para la gente, hay algunos que nacieron y crecieron en ese círculo y ya ellos no ven otra salida, o sea, son parte de, y yo los entiendo porque durante catorce años mi marido trabajó para Standard, en las bananeras y es como un círculo vicioso, o sea, se levanta, trabaja, vuelve a amanecer e incluso si no tiene plata saca en el comisariato y cuando llega el pago ya no tiene plata porque tiene que pagar el comisariato, es un círculo que no se sale de ahí, o sea, la gente no tiene como una independencia, ni siquiera de su salario.

En las piñeras yo me he encontrado chicos o adolescentes, incluso con una compañera de la UCR, fuimos a dar unas charlas y decía el profesor “es que estos chicos tienen un problema de indisciplina, vea a ver cómo trabajan ustedes con ellos”, entonces ya empezamos a motivar a los chiquillos a ver que ellos hablaran, y se resistían mucho, incluso les dijimos, nosotros no queremos ni saber cómo se llaman ustedes, porque la gente tiene miedo, o sea, tiene miedo de decir “yo soy el hijo de Juan”, porque al rato a Juan lo botan, que no salga en una lista su nombre, entonces les digo “ustedes no van a salir ni siquiera en una lista”.

Eso era en un colegio de Villa Franca, un colegio ambiental verdad, hasta eso y está dentro de la piñera, uno de los chiquillos al final se abrió y dice “ay señora, le voy a contar la verdad, el profesor ni sabe qué es lo que le pasa a uno, yo soy así como soy y exploto cada rato porque yo siento que aquí no tengo salida, entonces, para qué vengo yo a colegio, yo voy a hacer un piñero, para mí no hay opción, y es más hay veces que a mi papá lo liquidan cada 3 meses y medio y yo no tengo ni siquiera la plata para pagar el examen, la copia del examen, cómo va a venir uno feliz a un colegio así”. Y además me dice “qué opción tengo, si saco el bachillerato, para dónde me voy”. Entonces es eso, la gente ya se siente parte del sistema, sienten que se ahogan, pero no saben cómo respirar, que un chico de 14, 15 años te diga eso es duro, él me decía, “pero si es que vean, yo aquí voy al Ebais tengo que respirar los olores de los químicos, si voy a jugar bola me respiro los químicos, estoy aquí en el colegio también y a veces estoy durmiendo y fumigan”, no qué es eso.

Es eso, la gente no va teniendo ninguna esperanza, vea, antes la gente en las comunidades de Guácimo éramos productores de granos y de tubérculos, pero hubo un momento en que dos famosos expresidentes del partido Liberación Nacional promovían la agricultura de cambio y en la administración de Arias se terminó con los maiceros. La huelga más grande que ha habido en el cantón de Guácimo era de los maiceros, antes de que entrara la piña, yo les decía a mis compañeros “a ustedes se los echó a la bolsa la sonrisa y la paz de doña Margarita Penón”, porque Don Oscar no quiso venir, entonces mandó a Margarita, es una anécdota que siempre está presente en mis recuerdos, verla pasando el puente del Guácimo para negociar que levantaran las barricadas e imponer la agricultura de cambio.

Lo que les decía era que no había que sembrar los granos básicos porque se iba a venir muchos dólares con la exportación de los monocultivos, como la piña y el banano, y nosotros no íbamos a necesitar eso, más bien que había que sembrar otros productos exóticos para exportar, como la macadamia, el cardamomo, maracuyá, cosas que la gente, los campesinos de Guácimo no sabían ni cómo ni para qué servían esos productos, ni sabían que existían, entonces ya dejaron de financiar para maíz, para frijoles, para yuca, para lo que comíamos los guacimeños y financiaban para esas cosas locas.

Por cierto, mi cuñado casi pierde la finca, porque le financiaron yo no sé ni cuanto, si tres hectáreas de maracuyá y se le perdió todo porque le cayeron unas plagas que no sabía cómo controlar, porque él no era productor de eso. Otro sembró macadamia y la macadamia produce a los años unos árboles que caen unas nueces, pero eso no es una cosa rentable, los únicos que quedaron con ese cultivo aquí fueron los Rojas, pero todos los que sembraron macadamia las parcelas se las quitó el banco porque estaban endeudado y el banco recoge todo. Entonces eso sucedió. La gente dejó de sembrar esas cosas y después nos dimos cuenta de que la famosa maracuyá que había sembrado mi cuñado era la que no servía, experimentaban con la gente, entonces qué quedaba, la gente vendió la tierra y se convirtió en obrero piñero, claro, o si no se fueron para San José a gastar su platilla y están en los cordones de pobreza de San José.

MUS:

Doña Erlinda y ya volviendo al asunto de las luchas en que usted ha estado involucrada, ¿cuáles han sido sus principales desafíos?, porque nos has comentado bastante sobre los problemas enfrentados y los logros y sin duda todo nos parece super valioso, pero también quisiéramos saber cuáles han sido los desafíos que ustedes ha tenido, cuáles momentos han sido los más difíciles y cómo ha logrado usted mantenerse motivada para seguir luchando.

EQ:

Sí, ha habido cosas muy duras en el proceso, por ejemplo, en lo fuerte de la lucha piñera en un momento llevaron a la Fiscalía a catorce líderes comunales y yo iba en esa colada, nos acusaron de que habíamos cortado treinta hectáreas de piña en las pendientes que tenía Tico Verde, donde era dificilísimo tan siquiera caminar, que habíamos cortado todo eso a las dos de la mañana y yo solo me ponía a pensar, yo con el físico que tengo subiendo por esa cuesta a cortar piña, qué mujer más carga y todos los demás muchachos. Imagínese que nos acusaron de cortar ni más ni menos que treinta hectáreas de piña en una madrugada. Ellos sacaron unas fotos de unas piñas ahí mal cortadas, pero me imagino que los mismos trabajadores de ellos los pusieron a cortar, ellos tenían seguridad privada que ya nos hubiera acribillado a bala y bueno, ahí tuvimos que cargar con ese proceso judicial, eso es bastante duro, porque imagínese una gente que no está acostumbrada a estar en los tribunales por nada y de pronto esto termina ahí como un grupo vandálico.

Nos volvíamos a ver unos a otros, ¿qué pasó? ¿cuándo fue eso?, y fue tan loca la denuncia que ellos ni sabían los nombres de cada uno de nosotros, yo sí porque estaba expuesta por estar en la política, pero los demás no, entonces agarraron un pobre señor del lado de Siquirres, me imagino que para meter a Carlos Arguedas y alguien más de SITRAP, a don Carlos también lo metieron y el señor cuando llegamos a Guápiles, estamos todos ahí en el juzgado esperando una defensora pública, porque no pagamos defensor, fue una defensora pública, llega y dice el señor “ustedes son los de Guácimo”, y nosotros “sí”… “y por qué demonios yo estoy metido con ustedes en este lío si yo a ustedes no los conozco”, al señor llegaron y lo detuvieron y el pobre estaba bravísimo, con toda la razón porque si ni siquiera conocía Guácimo, o sea, la locura era tanta de meter a la gente. Pero bueno como se hizo todo ese despelote entonces el juez, primero nos llamaron que conciliáramos, entonces nosotros dijimos que no conciliábamos nada porque no habíamos hecho nada, después nos llamaron para dar el veredicto el juez, pues si nosotros conciliábamos es como si hubiéramos hecho algo, nos dijo que él no le veía ningún sentido a esa denuncia, que parecía, cómo le digo, una historia de telenovela, porque imagínese que sin sentido uno a las dos de la madrugada uno volando machete para volarse treinta hectáreas de piña, eso es imposible.

Después, otra cosa que yo viví bastante preocupante fue que uno de los piñeros incluso afiliado a CANAPEP9, me puso un dizque periodista, un chico chileno, por cierto, ahí lo veo a veces en San José, y era como mi sombra, ese hombre si yo llegaba a San José, él llegaba; si yo iba a la UCR, él llegaba ahí. Yo a veces iba a la Asamblea Legislativa a visitar algunos de los compañeros del partido, algunos que estaban ahí, él llegaba… entonces donde quiera que yo estaba, él estaba con su cámara tomándome fotos. Una persecución fatal, era un acoso terrible, de esas cosas horribles, a la Municipalidad llegaba a todas las sesiones a tomar fotos, era como loco verdad, ya de último yo me enojé, un día que me invitaron los chiquillos de la UCR, por cierto, Fabián Pacheco todavía estaba en la U y se cabreó tanto que le iba a pegar, yo no lo dejé que le pegará porque pues iba ir a Fabián a la cárcel.

El tipo llegó y empezó a tomar fotos de acercamiento a mí y a don Carlos Arguedas, entonces yo me paré en la sesión municipal y dije “bueno antes de iniciar quiero decir que si a mí me sucede algo en algún momento, el culpable es este señor de esa cámara porque él me acosa en todo momento y en todo lugar” y dice Carlos “a mí también”, entonces los chicos le iban a pegar y a quitar la cámara, lo que hizo fue que se retiró con la cámara, pero nunca más volvió a aparecer, ya lo habíamos evidenciado y me imagino que terminó el contrato por el dinero, pero imagínese lo que es tener eso, yo no sé si fue un año o más de un año que tuvimos esa situación, ahí uno se cuestiona qué hago, me retiro o enfrento este reto hasta el final.

Otras situaciones que se dan son las amenazas, amenazas a la familia que es bastante grave y uno en esos tiempos pensaba que en Costa Rica no sucedían esas cosas, ahora ya se sabe que suceden en todo lado, a mi casa una vez tiraron una bomba molotov, en el techo de la casa, yo no estaba, estaba mi marido con una norteamericana que vivía aquí con nosotros, dice que esa mujer casi se muere, dice que el salió y vio la botella echando humo, la tiraron desde un carro, esas son cosas amenazantes. Después alguien mandó un mensaje diciendo, dígale a la señora que puede quedar en cualquier parte como han quedado tantas. O sea, todo tipo de amenazas, ahí mi familia me iba a topar todos los días en la bomba y yo les decía que si me fueran a matar lo hacen con ustedes igual.

GCV:

Y a pesar de esas amenazas, doña Erlinda, ¿qué es lo que la ha mantenido a usted motivada para seguir en la lucha?

EQ:

Yo a veces lo que digo es que a nadie le llega el día antes del día que está estipulado para uno, eso es difícil, creo que esas amenazas muchas veces cuando las hacen así, tan públicas, o sea tan directas o evidentes, lo que quieren es asustar para que nos vayamos. A otro compañero mío si lo asustaron mucho, porque a él le dijeron, “sabemos dónde estudia su hija, sabemos que tiene una única hija y que tiene una nieta”, todas esas cosas eran horribles, porque él decía “bueno que me maten a mí, pero a mi hija o a mi nieta eso no lo voy a permitir”, pues son amenazas fuertes, otro compañero fue amenazado muchas veces y nosotros nos reuníamos y decíamos “qué hacemos, ¿salimos corriendo o seguimos?”

Pero la verdad es que estos piñeros no nos van a asustar así, en este momento creo que con la experiencia que tengo y con lo que vive el país, ya lo pensaría uno mucho más todavía, en aquellos tiempos uno pensaba que en Costa Rica no pasaba, aunque ya habían pasado varias cosas, ya había ecologistas que habían sido tomados, sindicalistas que murieron en condiciones que uno no sabe por qué.

Yo creo que eso es algo como un compromiso de lucha que uno trae. Al principio cuando estaba más joven, que tenía chiquillos pequeños, yo me decía “pero por qué estoy sacrificando todo por andar metida en esto”, entonces hay un algo que lo motiva a uno para seguir adelante y cuando uno ve que se da algún logro como los que hemos alcanzado, ahí uno dice “bueno, de algo sirvió todo el sacrificio de luchar contra esta piñera”, aunque a veces se siente tan atado cuando hay compañeros que están sufriendo. Don Héctor me mandó unas fotos ahora del lado de Guatuso, donde está rodeado de piña, y ahora para que él no diga que se le pasa el químico, le pusieron un plástico por todo alrededor y dice que ahora siente que se muere en ese montón de plásticos, le digo que ahora está peor, porque dice que mentiras que eso va a tapar el olor, eso siempre pasa, pero ellos rodearon de plástico los piñales, es caótico. A mí me da pena con don Héctor, y él me, dice “qué hago, la viejita y yo nos vamos a morir aquí tostados con estos plásticos y con el zumo de los químicos”, porque ellos no han querido vender el pedacillo de tierra.

GCV:

Doña Erlinda, en este camino, de todos estos años que ya van, tantos años de lucha, porque el Foro de Emaús se formó en el noventa y dos, estamos hablando de treinta y dos años. En todo este camino, especialmente desde que fundaron FRENASAPP, cuáles han sido esas alianzas, esas redes de apoyo con que ustedes han contado, tanto a nivel nacional como internacional, con cuáles han sido esas redes, esas alianzas, esas organizaciones, esos movimientos sociales que han estado con ustedes ahí para promover la resistencia, para defender la justicia socioambiental para las comunidades.

EQ:

Sí claro, eso también es algo que siempre me motiva para seguir adelante, porque por ejemplo cuando fuimos a Alemania, pues estaba la gente allá de los sindicatos y otras organizaciones, OXFAM y no me acuerdo qué otras, y uno sentía que había un apoyo de parte de la gente que estaba allá en el país consumidor y que eso era importante. Algunos periodistas internacionales que a veces vienen de algunas empresas un poco más solidarias y han pasado algunos videos, se han hecho algunas entrevistas y eso nos ha ayudado muchísimo y yo siento que eso también me motiva.

El apoyo de las universidades estatales, que ha sido genial, tanto en la UNED como la UCR, la UNA, han estado ahí siempre apoyando en lo que se puede, a pesar de todo lo que lo que a veces eso implica para ellos, por ejemplo, a uno de los de Kioscos Ambientales una vez se la quisieron montar para botarlo porque decían que era un instigador. En algunas instituciones, hay personas técnicas que han sido muy importantes porque si bien no nos han apoyado, pero sí han dado por lo menos el criterio técnico cierto para apoyar nuestra lucha. Por ejemplo, cuando estábamos con todo lo de Tico Verde, si no hubiera sido por un chavalo del MAG que vive en el cantón de Siquirres, que probó que el problema de suelos era grave en esa comunidad, gravísimo por ser una pendiente, entonces él demostró que ese suelo se había degradado tanto que era irrecuperable. También un chico del MINAE me recuerdo que fue muy valiente, todo el resto del MINAE estaba en contra y él hizo una valoración de los cuerpos de agua que estaban dentro y eso nos sirvió muchísimo, porque no es lo mismo que “esta gente que están ahí revoltosos” lo diga, dijo la ministra, a que lo diga un técnico.

Entonces uno siente que hay cosas que se pueden hacer y que no todo está perdido, nosotros tenemos una parte institucional con gente buena todavía, aunque hay otros que los presionan para que no lo hagan así, recuerdo que incluso en el juicio, el juez dijo “es que no entiendo esas palabras técnicas”, entonces el señor dice “tráigame una pizarra y una tiza”, a mí me pareció como chistoso y ahí se va a hacer como chiquito de kínder, se lo dibujó. O sea, que de alguna manera yo sentí que ese juez lo que estaba era presionando al técnico para no tener él qué dar el veredicto a favor de nosotros, sino a favor de la empresa.

Internacionalmente ha habido movimientos de compañeros y compañeras que sirven de aliciente, yo las reuniones que estuve con el Grito10 fueron para mí muy motivantes, esos movimientos lo ayudan a uno, tal vez no directamente para el tema de la piña, pero sí es un fortalecimiento, yo participé en Nicaragua en una actividad y fue genial saber que hay otros compañeros que están luchando por otras cosas y que estaban saliendo adelante a pesar de todo lo difícil, digo que el apoyo del movimiento latinoamericano ha sido fundamental, el DEI11 con toda la parte de formación de los grupos que vienen de diferentes partes del mundo y de América Latina, pues es como una escuela que uno ha tenido para poder fortalecerse en este caminar.

MUS:

Claro. Doña Erlinda, ya como para ir finalizando quisiéramos que nos hable un poquito sobre los desafíos y oportunidades ve usted a futuro verdad, en los próximos años, con respecto a este movimiento social y ambiental en el que usted se desarrolla.

EQ:

Bueno, yo incluso estuve un tiempo muy triste, yo les decía ahora que estuve en un encuentro con ellos, estuve triste porque antes de la pandemia con la famosa huelga que hubo12, yo sentí que habían dañado mucho los movimientos, hubo un daño muy fuerte y yo no quiero culpar a nadie, pero yo considero que fue una debilidad de los movimientos permitir que penetrara gente indeseable dentro de ese movimiento, porque ahí no era solo el movimiento que hacía la protesta por las situaciones del país, sino que había políticos, religiosos y demás tratando de coger agua para su molino.

Eso a mí me decepcionó mucho, incluso yo traté de participar porque como yo pertenezco a la FECON13 la gente me decía que participara en Guácimo, Guápiles, yo fui y me metí un poquito, pero cuando vi quiénes estaban yo salí corriendo, porque me daba miedo de estar ahí la verdad, es que no era nuestro movimiento, era un movimiento de otras gentes que nos estaban utilizando y utilizando el movimiento para eso, entonces eso fue muy desgastante para el movimiento social, pues como ya había una herida muy fuerte. Incluso aquí en el cantón había gente que estaba ahí sentada y yo le decía, “usted a quien representa”, y me decían “a mí me trajo un organizador que quiere hacer un proyecto y me sentó y me dijo que me pagaba 10 mil colones”, y un pastor predicando y haciendo todas esas loqueras, yo decía no me suena a nuestros movimientos, yo me retiré y llamé al presidente de FECON y le dije yo no voy a participar en nada de eso, pues mirá no quiero ser cómplice de esa situación. Y creo que eso enfrió mucho lo que fue la actividad social.

Cuando apareció la posibilidad de hacer un taller en San José, hace escasos quince días que se hizo, yo tenía mis dudas si había reacción o no había capacidad de reaccionar y me motivó muchísimo ver que llegaron como 45 personas a participar, la gente pedía, que querían más, que si podía traer a otros, pero la platita que teníamos no alcanzaba para tanto estirar la cobija. Entonces eso motivó mucho, creo que es un gran reto fortalecer ese movimiento que inició en este último encuentro, tengo la tarea aquí con algunos compañeros de la zona de hacer un encuentro regional, vamos a ver si ya vamos a empezar, dijimos que vamos a descansar un poquito y después íbamos a arrancar con ganas, que nos queda un mes para para organizarlo y si logramos hacer eso, pues yo creo que vamos por buen camino, yo creo que las otras zonas pues harán lo suyo, y podemos en algún momento volvernos a encontrar a nivel nacional, yo tengo la fe de que se puede hacer.

Le decía a algunos compañeros que ahora le va a tocar a ellos porque ya yo voy de salida y alguien tiene que seguir en esta en esta lucha, pero hay esperanza, participaron algunos jóvenes, la mayoría eran adultos, pero sí habían algunos jóvenes con mucho entusiasmo y eso pues yo creo que tenemos que empezar a trabajar con los jóvenes para que sigan resistiendo, porque si no hay resistencia las cosas van a seguir cada vez peor.

GCV:

Doña Erlinda, pero usted ve que hay en las comunidades personas jóvenes, como usted cuando comenzó era una persona muy joven, hay personas que estén en esa disposición, o usted siente que hay una dificultad para encontrar nuevos líderes o nuevas líderes en las comunidades que agarren esa bandera y la sigan llevando adelante.

EQ:

Es un poco complicado pues ha costado, yo siento que los jóvenes, ha costado mucho y no sé porque razón, tengo mis ideas de que a veces los adultos acaparamos mucho los espacios, pero son pocos los jóvenes que están participando, tenemos una competencia que es muy atractiva para los jóvenes, que es la que los está matando, eso a mí me da mucho miedo porque ahí es más fácil hacer algo por un puño de dinero, aunque sepan que después los pueden matar.

Pero los movimientos juveniles están bastante bajos, se están incorporando muy pocos jóvenes y hay que trabajar muchísimo en eso, la gente quiere las cosas fáciles y tenemos no solo la competencia que el narco te ofrece, sino la competencia de las redes sociales, del consumismo, por ejemplo, ahora todos los chicos quieren un teléfono de último modelo verdad, y eso por conseguirlo, son capaces de cualquier cosa y a veces alguien se los presenta tan fácil que ellos caen en esa trampa.

Entonces, cómo hacemos para que los chicos sepan que hay que poner sacrificio a veces me preguntan cómo ha hecho usted para poder estar en diferentes lugares del mundo, o ha viajado, sí, pero también me ha tocado muy duro, no es que nadie vino y me dio esa posibilidad sino que han sido muchos años de lucha para tenerlo y ahora estoy en ese proyecto, un proyecto así con las mujeres, igual las mujeres están enredadas en un montón de cosas y de situaciones, que quieren el dinero rápido y fácil, entonces se desintegran los grupos y uno dice “cómo es posible si tenían ya avanzado tanto”, ayer me dolía el alma de ver que unas mujeres que habían conseguido una marca para vender en el aeropuerto, la dejaron caer.

GCV:

Si, es parte de esa misma realidad, doña Erlinda, de cómo las piñeras y otros esquemas de ilegalidad que operan, ahí en la en la economía local, terminan siendo un foco de atracción para las personas jóvenes y los desvían de la lucha y de la mejora en las condiciones de vida comunitarias, pero hay un desafío muy grande colocado, yo me imagino que usted y quienes están con ustedes en FRENASAPP, pues lo tienen claro y están haciendo lo que tienen a su alcance para que de alguna forma la lucha continúe.

Esta entrevista es una manera de apoyar a esa lucha también, porque nosotros creemos que es importante que quede este registro, otras personas podrán en algún momento buscar información sobre usted, sobre su lucha y podrán encontrar esta entrevista que le hicimos hoy. Y tal vez de aquí a un año o dos, o de aquí a diez años, o tal vez ya ni estamos nosotros aquí en este mundo, alguien tal vez pueda leer esta entrevista y diga ok aquí tenemos una memoria, esa memoria es muy importante porque también se pierde a veces la memoria de las cosas, hemos estado en las luchas y esa memoria debe quedar para que otros puedan seguir.

EQ:

Y eso es otro reto, yo hablo es con mis compañeras, nosotros el año pasado recibimos estudiantes, creo que más de 100, creo que fueron como 123 estudiantes, y a cada grupo nosotros le damos una charla, y la charla es sobre estos temas ambientales, sobre la lucha de las comunidades, la defensa del agua y a veces uno se cuestiona, bueno, de estos ciento y resto de chicos que pasaron por aquí, a cuántos les hará ruido lo que les dijimos, o no, pero es parte de ver si los jóvenes no solo reciben la teoría, sino que ponen los pies en la en la tierra en algún momento.

GCV:

Claro que sí, y bueno Doña Erlinda, Mónica y yo le agradecemos mucho, ya Mónica se va a despedir de usted con unas palabras finales.

EQ:

Perfecto, pura vida. Nada más de agradecerles a ustedes también porque yo creo que esos aportes son importantes para que luego en las comunidades podamos trabajar, incluso en algunos momentos nos ha servido mucho porque cualquier trabajito que hiciéramos, yo me recuerdo cuando se hicieron unas láminas del Foro y esas láminas, nosotros las usamos mucho para las capacitaciones en las comunidades. Así que cualquier cosa que tengamos como herramienta, a algunas comunidades les ha de servir para motivación, para motivación de ellos, de las personas que están ahí luchando, para que también se sientan que no están solas, o sea, a veces uno siente, seré solo yo el loco que estoy aquí, esa pregunta me la hice una vez cuando me invitó un movimiento de mujeres en Colombia, y cuando yo veía las mujeres poniendo sobre los diferentes productos que están haciendo lo mismo que hacen las piñeras acá, yo nunca me hubiera imaginado que el eucalipto o la soja, que cosas de esas estaban causando esos daños ambientales y a las comunidades. Entonces uno se da cuenta que el asunto es más serio de lo que de lo que parece, porque uno piensa que eso está pasando solo en el país de uno. Yo pensaba que era solo con la piña que había esos problemas, pero luego vi que la soya causa muchos daños también, todos esos cuestionamientos lo ayudan a uno para crecer más y abrir más el horizonte para saber que hay gente en todo el mundo que está en luchas diferentes y eso nos motiva mucho para no bajar los brazos.

MUS:

Bueno doña Erlinda, muchísimas gracias, para mí un placer conocerla, una mujer super inspiradora, me llena de mucha fuerza y qué orgullo tener a una persona así tan luchadora en este país y tener la suerte de conocerla, de verdad que sí.


1 Entrevista realizada el día 27 de febrero de 2024, a cargo del Dr. Gerardo Cerdas Vega y de la M. Sc. Mónica Ulate Segura, editores de la Revista Perspectivas Rurales Nueva Época.

2 Desde mediados de los años ochenta hubo, en la región Caribe, una intensiva expansión bananera, con graves consecuencias socioambientales y laborales para todas las comunidades impactadas. Ante tal situación, el 25 de noviembre de 1989, el obispo de la provincia de Limón, monseñor Alfonso Coto Monge, lanza la carta pastoral denominada “Alto a la Expansión Bananera Incontrolada”, documento axiológico y programático que es considerado como la base de surgimiento del Foro Emaús, en 1992, como una red más 40 de organizaciones de la sociedad civil orientada a luchar y denunciar las severas afectaciones ambientales y sociales de dicha expansión bananera. El Foro Emaús se mantuvo activo entre 1992 y 2009. (Nota de los editores).

3 Parque Nacional Barbilla, establecido en 1982 como Reserva Biológica y en 1997 como Parque Nacional, perteneciente a los cantones de Siquirres y Matina (provincia de Limón) y Turrialba (provincia de Cartago). (Nota de los editores).

4 Instituto Regional de Estudios sobre Sustancias Tóxicas (IRET), de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Mar, Universidad Nacional, Costa Rica. (Nota de los editores).

5 Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados. (Nota de los editores).

6 Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera, organización de base comunitaria que articula esfuerzos de las comunidades afectadas por la producción de esta fruta, en régimen de monocultivo. (Nota de los editores).

7 Recurso de amparo ante la Sala IV, encargada de asuntos de constitucionalidad en el sistema judicial costarricense. Un “salacuartazo” es expresión popular para designar este tipo de recurso legal. (Nota de los editores).

8 Dirección Nacional para el Desarrollo de la Comunidad.

9 Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña. (Nota de los editores).

10 Grito de los Excluidos Continental. (Nota de los editores)

11 Departamento Ecuménico de Investigaciones. (Nota de los editores)

12 Referencia a la huelga de 93 días promovida por el movimiento sindical costarricense y diversos sectores sociales, entre septiembre y diciembre del 2018, contra el paquete recesivo de reforma fiscal impulsado por el entonces presidente, Carlos Alvarado, en la Asamblea Legislativa. Se trató del conflicto social más extenso de toda la historia de Costa Rica. (Nota de los editores).

13 Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente.

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