R E P E R T O R I O | A M E R I C A N O | |
Segunda nueva época N.° 31, Enero-Junio, 2021 | ISSN: 0252-8479 / EISSN: 2215-6143 | |
Poemas
Claudio J. Regidor Fernández
El mundo a dos brazos
es tan lindo...
Uno se siente
como importante...
Ah, pero en el mundo a dos brazos
corrés el riesgo de contraer
el virus de la ternura.
Es mejor el mundo a dos piernas
con tal de huir
de la cursilería y el ridículo del amor profundo,
ese que te hace sentir
como en las nubes,
lleno de maripositas estomacales.
Allí, a dos piernas,
es más fácil enfrentar el mundo,
quizá porque es más sencillo y pusilánime
correr del empeño de ser mejor;
quizá porque el mundo a dos brazos
es más difícil de sostener
y queremos evitarnos ese cansancio...
* * *
Viven entre migajas
sudando por el sustento.
Amasan la masa ,
seFERMENTAN,
Y CON cariño,
Y SIN QUERER,
PROCREAN elNUEVO pan
QUE SON SUS HIJOS.
* * *
Entiendo que ya mi panorama de colores
esté limitado a la oscuridad,
y que habrá mucho en lo que haya que orientarme,
para luego caminar por mí mismo,
imaginando que estoy viendo
los lugares por los que transité
como los dejé en mis recuerdos.
Sé que nunca llegarán
a mis ojos
las imágenes de los libros que mi olfato hace que añore leer,
ni los afectos autografiados de las obras de mis amigos escritores,
ni la sabiduría que reflejan las canas de mi esposa,
ni siquiera las arrugas de mi rostro
o los cambios en los de mis dos hijos,
que permanecerán como chiquillos en mi retina.
Ya los portentosos cumulus nimbus que tanto disfrutaba,
las oníricas obras de principio del XX,
los misteriosos ojos de mi amada,
o las sonrisas reveladoras de mis hijos
cuando han perpetrado una inocente travesura,
son imágenes repetidas
por las sinapsis de mi mente.
Sólo hasta que
una cascada de luz caiga sobre mi entendimiento,
y sepa cabalgar un simple pollino,
sabré recibir humildemente,
por tu Pasión,
una Cruz Redentora que Resucite
mi vista.
* * *
Desplegaré a los cielos
estas alas vagabundas
y trazaré en el azul embriagador
una veta infinita de humanidad.
Cuando ya todos recobren sus sueños,
y el párpado de mi noche haya caído,
me fugaré de mi dolor
en el viaje que anhelo.
* * *
A él le encantaba
caminar descalzo
por el jardín.
Sin embargo, a ella,
-solo pensarlo-,
la hacía enfermarse.
A ella, le fascinaba
comer jocotes verdes
con sal.
Pero a él,
-solo pensarlo-,
le daba naúseas.
En toda pareja,
las mañas se comparten:
Entonces
a él,
solo pensar en
caminar descalzo,
le hacía sentir naúseas.
Pero a ella,
solo imaginarse comiendo
jocotes verdes,
la enfermaba.
Al final,
quienes gozaron comiendo
jocotes verdes con sal
mientras caminaban descalzos por el jardín,
fueron sus hijos.
* * *
A la pintura, que no veo con los ojos sino de la imaginación.
Ya sé que me ha sido exorcizado el color,
Que ya no existen sonrisas misteriosas que ver,
Ni castillos dibujados en el aire.
Ya sé que han desaparecido
Esos elefantes altos y arácnidos
Que llevaban obeliscos mágicos.
Ya sé que no reverberan en puntitos
Tantos girasoles que buscan el astro rey,
Ni mirás por la ventana
Hacia el mediterráneo.
Y sin embargo,
Toda aquella luz
Persiste en mi memoria.
* * *
Lleva una procesión por dentro,
Una procesión de viernes santo,
Una procesión de santo entierro…
El de su vida.
Pocos lo saben,
Porque su rostro,
Su sonrisa,
Son de domingo de Pascua,
Son de Resurrección.
No sabe el porqué,
Nadie podría entenderlo,
Sólo se resigna a que
es así.
Equipo Editorial
Universidad Nacional, Costa Rica. Campus Omar Dengo
Apartado postal 86-3000. Heredia, Costa Rica