R E P E R T O R I O | A M E R I C A N O | |
Segunda nueva época N.° 33, Enero-Diciembre, 2023 | ISSN: 0252-8479 / EISSN: 2215-6143 | |
Poemas
Mateo Desolá
-Sin título-
Iban en procesión
-pálidos-
-encorvados-
-sin párpados-
Pasaron frente a mi casa,
uno se volteó:
“Sube al anda
te adoraremos”.
-Sin título-
Entre callejones,
desperdicios de mercado,
una mujer
sentada en un charco de sangre
abrazaba un feto.
El engendro abrió
uno de los ocelos informes
lloró alas de libélula
-garúa madreperla-
entretanto, yo incoloro observaba.
Lo interpreto así:
Ella era Susán de Ojos Negros
flotaba sobre un lago
asperjado de ninfas,
y yo,
yo era la fiebre.
-Sin título-
El jaguar se detuvo en medio del sendero,
se volteó y exclamó:
“Tus ancestros hicieron de mí una deidad,
estas manchas son los códices del universo,
mi rugido es el dolor de las hembras al parir,
mi piel alba y atardecer de mil soles.
Ten presente esto:
“No sabes si exististe,
no sabes si existirás,
pero este momento fue y será”.
Te has postrado
en el reclinatorio de mis manos
y has contemplado,
mariposa mía, la lumbre voraz
que ha de consumir
tus simples alas de papel satín.
No soy, tampoco fui,
sólo estaré en el altar de Caín,
donde no hay luz,
ahí donde cabe el desprecio de Dios.
Ascuas en cruz
anhelan misericordia del Sol.
Nunca es amor,
solo un rescoldo para compartir
esa canción
que cantarían Zenit y Nadir.
¿Y qué es la verdad?
Si, aunque estuviese de frente
y vistiese de fustán
o túnicas cortas,
¿acaso podríamos reconocerla?
Di Claudia,
¿qué fue lo que viste en aquel sueño?
¿Acaso la nada
a la que temen los humanos?
¡Di maldita perra
qué fue lo que viste!
Abstraída estás.
Paralizada dices:
Deja libre a ese hombre.
¿Contemplaste acaso
las calaveras de las flores de lis?
¿Las estrambóticas luciérnagas que
parpadean en cementerios
haciendo guiños a Morta?
¿Escuchaste el zumbido
de abejas extintas?
¿Descifraste los augurios
en el graznido de aves
emplumadas de luto?
¿Será que tus dedos tocaron las cenizas
de alas
de mariposa,
y entonces pintaste al pastel
un lienzo
donde aparezco
ahogándome
en el Lago Sin Pájaros?
¿¡O acaso miraste
mis impolutas manos arder!?
¿Contemplaste,
mi bella dama,
los cuervos que vuelan de tu cabello
hacia una babilonia en llamas?
Equipo Editorial
Universidad Nacional, Costa Rica. Campus Omar Dengo
Apartado postal 86-3000. Heredia, Costa Rica