ANÁLISIS DEL DISEÑO Y FORMULACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE CURSOS
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
SEDE REGIONAL BRUNCA

ANALYSIS OF THE DESIGN AND FORMULATION OF THE COURSE PROGRAMS OF THE NATIONAL UNIVERSITY SEDE REGIONAL BRUNCA

Alexander Gamboa Martínez,

Universidad Nacional Sede Región Brunca

Académico

alexander.gamboa.martinez@una.cr

https://orcid.org/0000-0001-8012-8255

Erick Madrigal Villanueva,

Universidad Nacional Sede Región Brunca

Académico y Extensionista.

erick.madrigal.villanueva@una.cr

https://orcid.org/0000-0003-4317-3422

Resumen

Este artículo analiza los postulados más recurrentes y significativos del diseño y la formulación en los programas de los cursos de la Universidad Nacional, Sede Región Brunca. La metodología no responde a la estructura de una tesis de grado o trabajo final de graduación de una licenciatura, más bien este articulo apunta a características diferenciadas, como su carácter interpretativo, su afán didáctico y persuasivo, su fundamento ideológico y sus pretensiones literarias. Partiendo de un artículo de opinión, se pretende una relectura crítica de los programas universitarios donde se insta a los docentes a no trabajar para cumplir programas de forma mecánica y, en su lugar proponer tópicos generativos enfocados a priorizar la comprensión, la independencia de juicio, la criticidad y la originalidad en los educandos. Como no se trata de una tesis de grado, no se presentan resultados ni conclusiones estáticos, sino que se espera una interpretación plural de los lectores porque nadie lee el mismo artículo, sino que cada lectura de este se transforma en uno nuevo dependiendo del nivel de lecturas, visión del mundo y cultura de cada lector.

Palabras Claves: Aprendizaje, Enseñanza, docencia universitaria, Tópicos generativos.

Abstract

This article aims to reinterpret the most recurrent and significant postulates in the course programs of the Universidad Nacional Sede Región Brunca. The methodology does not respond to the structure of a degree thesis or final work of graduation of a degree, rather this article points to differentiated characteristics, such as: its interpretive character, its didactic and persuasive desire, its ideological foundation, and its literary claims. Starting from an opinion article, a critical rereading of university programs is intended where teachers are urged not to work to fulfill programs mechanically and instead propose generative topics focused on prioritizing understanding, independence of judgment, criticality, and originality in learners. As it is not a degree thesis, no static results or conclusions are presented, but a plural interpretation of the readers is expected because no one reads the same article, but each reading of it is transformed into a new one depending on the level of readings, vision of the world and culture of each reader.

Keywords: Learning, Teaching, university teaching, generative topics.

Introducción

Dentro de los márgenes de la cultura nacional, el estudio autodidacta podría no ser parte de los hábitos de los educadores. Con frecuencia solo se recurre a un buen libro, a la capacidad de un autor para manejar las propuestas de la didáctica moderna, al dominio técnico del oficio tan complejo que implica enseñar, si se matricula una Maestría en Pedagogía Universitaria o se asiste a una capacitación donde el docente o el propio programa del curso abra la puerta de un libro que permita una nueva mirada al aula, a la pedagogía latinoamericana, a la reinvención de métodos de enseñanza que antes no parecían útiles y aún a las grandes potencialidades que están por descubrir, que solo son visibles con la mirada atenta en los presupuestos estéticos que esconde cada materia y que el educador debe sacar a la luz para el disfrute de sus educandos, ya que es él “quien logrará canalizar lo dispuesto en el diseño curricular, descrito en el programa del curso” (Fonseca Hernández, R., & Herrera Morales, M. 2019)

Un análisis a profundidad de un programa de un curso universitario arroja luz sobre tres conceptos capitales:

  1. Un programa no puede entenderse jamás como una receta de cocina.
  2. Cada programa constituye un enigma que no tiene una sola respuesta, sino muchas, numerosos sentidos escondidos, que cada docente encontrará y resolverá a su manera.
  3. Cada maestro es un estilo, si en realidad es un educador auténtico y es creativo, sincero y audaz en su desempeño.

Este artículo presenta una reflexión que constituye una relectura de los programas de los cursos, con el fin de transformar las prácticas docentes en una oferta más dinámica, a la luz de los postulados modernos en didáctica del aprendizaje en los planes de cursos que se imparten en la Sede Región Brunca de la Universidad Nacional.

Ante lo anterior, el artículo logra sustentar el desarrollo, mejoramiento e innovación continua en los programas de estudios de todos los cursos de todas las carreras que oferta la Universidad Nacional, sobre todo, en aquellas carreras pioneras que buscan fortalecer no solamente la docencia, sino también la investigación, extensión y producción como elementos fundamentales, articulados y trasversales para la enseñanza, que deben ser abordados en programas de curso, bajo los valores de respeto, transparencia, identidad y compromiso social.

En ese orden de ideas, no puede entenderse ni concebirse el programa divorciado del docente y, en última instancia, de los educandos puesto que, en la aplicación de estrategias didácticas innovadoras, permitirán al estudiante desarrollar sus habilidades creativas y criticas dentro del aula (Jiménez Vargas, C., & Guillén Cordero, N. 2018).

Metodología

Este artículo tiene un carácter exploratorio, ya que observó de manera amplia la práctica de la elaboración de un programa de estudi; sin embargo, no pretende brindar resultados concluyentes ya que fue un estudio meramente deductivo, si no que, a raíz de lo estudiado, da recomendaciones que puedan servir como un insumo para los docentes de la Universidad Nacional Sede Regional Brunca.

Para lograr tener un criterio certero y amplio sobre la elaboración de programas, se revisaron un total de 16 programas de estudio de las diferentes carreras que tiene la sede.

La sede tiene cuatro carreras que tienen ya más de 10 años de vigencia, las cuales son Enseñanza del Inglés, Ingeniería en Sistemas Informáticos, Gestión Empresarial del Turismo Sostenible y Administración de Empresas.

Hay otras carreras que se abren no de manera permanente sino de forma más itinerante por un periodo, por lo cual estas no fueron objeto de estudio, si no las cuatro carreras enlistadas anteriormente.

Para la selección de los programas de estudio a evaluar, se utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, pero también se descartaron aquellos programas de estudio que no tuvieran una vinculación colegiada, ya que el marco de acción de los profesores se reduce.

Es claro que cada programa de estudio tiene un profesor asignado para tal curso, por lo que la información que se extrae del programa no podría ser suficiente, es así como el profesor mismo de la asignatura se le involucró en el proceso de observación y evaluación de los programas de estudio, para lo cual se diseñaron las siguientes preguntas que condujeron al análisis:

En resumen, se seleccionaron 16 programas de estudio para ser evaluados en conjunto con los profesores que regularmente dan esos cursos. Ellos fueron la fuente primaria del análisis de los programas, sumado a la revisión bibliográfica pedagógica realizada para los fines de este artículo.

Con lo visto en los programas, con un fundamento teórico a través de literatura y lecturas de autores acerca de pedagogía, programas de estudio, docencia, didáctica y aprendizaje, se busca concluir y recomendar acciones y formas de como diseñar programas de estudio más pertinentes, actualizados y con metodologías actuales y modernizadas.

Marco Teórico

Para lograr tener una mayor comprensión de lo expuesto en este artículo, es necesario reconocer una serie de conceptos esenciales, que permiten poner en contexto, pero además palpar el sentido y esencia misma de la educación y sus componentes.

Cuando se habla de educar, consigo se habla de aprender, y ¿qué es la educación si lo que busca no es un aprendizaje? En sí, se podría decir que es un sinónimo, pero entonces, ¿Qué es aprendizaje? Quizá las respuestas puedan ser tan amplias y abstractas, pero Heredia y Sánchez sintetizan el aprendizaje como “todos aquellos ejemplos de acciones que han implicado que las personas realicen ciertas conductas observables y operaciones mentales, no observables.” (2013, p. 6) es decir, el aprendizaje, trae consigo un proceso de cambio.

Ahora bien, para aprender se es necesario valerse de dos conceptos clave:

Tabla N.º ١
Diferencia entre Pedagogía y Didáctica

Pedagogía

Didáctica

La pedagogía, en efecto, constituye una reflexión teórica que no se limita la transmisión práctica de los saberes ni se detiene lo importante en realidad el currículo y los contenidos, ni a las competencias atinentes al hecho educativo. La pedagogía se ubica en el espacio-tiempo de la sociedad, en sus valores y principios, y se aventura proponer cómo debería llevarse a cabo la educación, en qué condiciones y por qué. (Liscano, A. 2007, p24.)

“La didáctica se ocupa de la relación del sujeto con el aprendizaje, de las representaciones, los medios intelectuales, del cómo aprender…” (Liscano, A. 2007, p24.)

Fuente: Elaboración Propia.

Hay que entender la pedagogía y la didáctica como elementos o herramientas que trabajan de manera conjunta, y no pueden estar separadas una de la otra (para que la educación funcione) pero es posible, que si un educador no entiende lo vital de una u otra, y las mantiene distantes e incluso las contradice en su fundamento práctico, el proceso de enseñanza y aprendizaje por consecuencia podría fallar, ya que la didáctica tiene un efecto o busca entender la realidad, mientras que la pedagogía hace reflexiones de esta.

Ante esa correlación necesaria entre didáctica y pedagogía, es resultado de la educación, que, a partir de ese entendimiento de la realidad y la flexión, la “…Educación pretende dotar de autonomía a los sujetos, lo que resulta central para una cultura democrática.” (Liscano, 2007, p25.) Es decir, que los educandos tengan y cuenten con los criterios necesarios para convivir socialmente y manifestarse.

Sin embargo, ante todo lo anterior, hay un elemento fundamental, ya que la educación, la didáctica y pedagogía no son materias que se trasfieren como ciencia exacta, hay un intermediador, que hace y aplica todo lo anterior, transmite un mensaje y enseña al educando.

Por eso, el educador es fundamental en los procesos, si él o ella, no son conscientes de su relevancia en la sociedad, si sus motivaciones son ajenas a la enseñanza en su sentido más puro, entonces se rompe la cadena de valor de la educación, por tanto, es trascendental, para fines de este artículo entender que según como lo menciona Freire (1989), el educador debe tener ocho virtudes, las cuales son las siguientes:

  1. Ser coherente entre lo que dice y lo que hace.
  2. Saber manejar la tensión entre la palabra y el silencio.
  3. Trabajar críticamente la tensión entre la subjetividad y objetividad.
  4. Diferenciar el aquí y el ahora del educador y del educando.
  5. Evitar el espontaneísmo sin caer en la manipulación.
  6. Vincular teoría y práctica.
  7. Practicar una paciencia impaciente.
  8. Leer el texto a partir de la lectura del contexto.

Por esto, para ser educador, se necesita algo más que ser profesional y saber mucho teóricamente, es necesario otro elemento, la vocación a la enseñanza, “La vocación como llamada tiene en esta época un sentido de servicio a los demás, de dedicación espiritual y alude a un tipo de docente sumiso, adaptativo y desinteresado por los bienes materiales.” (Larroza, 2010, p.45) es decir, que su afán se encuentre más allá de sus intereses personales, sino sobre los intereses de sus educandos.

Análisis

Si se toma como referencia La Época de Oro de la Educación Costarricense, se podría constatar que estuvo representada por más de una decena de educadores que trascendieron su momento histórico, no precisamente por un “programa” genial, sino por una vocación y una entrega total en alma corazón y vida a la docencia, la primera virtud que se debería copiar hoy por hoy es la lectura e investigación incansable (sin estas dos condiciones, no hay docencia ni programa efectivo).

La otra gran diferencia está en las “aspiraciones” que tenían en otras épocas y las de hoy: antes, el gusto por enseñar y educar era innato, mientras que hoy, en términos generales, el objetivo del educador en prepararse profesionalmente tiene una relación directa a una escala salarial mayor (Marín de Sásá, F. 2003), por lo que esto desencadena una decadencia en los caminos de la educación de calidad, que inicia justamente con el profesor y lo que inspira, aunque claramente, hoy por hoy, existen excepciones, como en todo.

Hasta donde se sabe los educadores clásicos costarricenses no dejaron ningún programa que pudiésemos copiar hoy, dejaron una obra escrita auténtica, perdurable y revolucionaria para su época y un ejemplo de vida; sin embargo, si se piensa en diseñar un buen programa de cualquier curso universitario, debería contemplar una propuesta didáctica que apunte al modelo de vida y la vocación de los grandes educadores históricos del país.

En los programas de didáctica del Aprendizaje, sobre todo en cuanto a las concepciones y la teoría se estudia con mediana profundidad la obra de la pedagoga italiana María Montessori y la Cátedra Carmen Lyra de la sede de Heredia, estas siguen los postulados de la cátedra de Literatura Infantil que funda María Isabel Carvajal en la Biblioteca Nacional de Costa Rica; sin embargo, dicha cátedra no existe en la sede Brunca de la UNA.

Resultados

Los resultados de este trabajo están fundamentados principalmente en las preguntas generadores de análisis de los programas de estudio y los profesores asignados a darlos.

¿Qué aspectos esenciales pudieran dificultar hoy tanto el diseño de los programas de los cursos de la Universidad Nacional Sede Región Brunca, como en el desempeño docente en la implementación de dichos programas?

El programa de un curso no puede verse aislado de la materia o asignatura, y mucho menos de los objetivos o del centro universitario, del barrio, del contexto cultural. Nunca algún programa de curso en cualquier tiempo y lugar del universo será efectivo, si no se han enraizado antes dos hábitos capitales: el de la lectura y el del estudio sistemático, sin estudiantes preocupados por actualizarse con la tecnología en los avances contemporáneos de su especialidad, no hay programa que valga.

De ahí la necesidad de la realización del presente artículo, que pretende dar a conocer:

En este orden de ideas, se darán a conocer algunos aspectos de índole metodológico y práctico, de un programa de curso, su estructura, descripción, objetivos, diseño, estrategia metodológica, estrategia evaluativa, rúbricas de evaluación y contenidos del programa de curso; además, se incentivará a los docentes a cambiar sus metodologías de enseñanza.

De la misma forma, se hará referencia al proceso y estructura del cronograma de actividades y se hará una breve referencia de los programas anteriores y la forma en cómo se estaban aplicando, sus estrategias de enseñanza y aprendizaje, las cuales serán procedimientos y objetivos por mejorar.

Para tal efecto, se procede a dar respuesta a las interrogantes planteadas en la metodología.

¿Cuáles son las probabilidades de implementar acciones de mejora en los programas de los cursos universitarios en la sede Brunca de la UNA?

Gráfico N.º ١
Implementación de acciones de mejora

Fuente: Elaboración propia, 2022.

Según las respuestas de los profesores colaboradores, 12 de ellos expresan que sí se pueden implementar acciones de mejora en los programas de cursos, el resto no responde, o bien, indican que no es posible proporcionar mejoras a los programas debido a que ya están definidos.

Lo anterior da pie a entender que siempre existirá oportunidad de mejora, pero lo realmente esclarecedor es que, aun reconociendo la oportunidad de mejora de los programas, se siguen aplicando, al menos en términos generales, las mismas prácticas y modelos de enseñanza.

¿Se pueden diseñar alternativas tanto para la confección del programa, como para su implementación eficaz en el aula?

Según las respuestas de los profesores colaboradores, 12 de ellos expresan que sí se pueden diseñar alternativas, ya que el profesor tiene libertad de catedra, los restantes mencionaron que NO porque los programas ya están diseñados y definidos por cada facultad o centro universitario.

Del mismo modo ante la consulta: ¿Podrían los aspectos esenciales dificultar hoy tanto el diseño de los programas de los cursos de la Universidad Nacional Sede Región Brunca, como en el desempeño docente en la implementación de dichos programas?

Según las respuestas de los profesores colaboradores, 14 de ellos expresan que no habría ninguna dificultad para diseñar los programas y que el desempeño docente se podría ver beneficiado, ya que el profesor tiene libertad de catedra para implementar e innovar, dos dicen que sí, porque los programas ya están diseñados y definidos por cada facultad o centro universitario, lo cual deja muchas dudas de la forma como abordan un tema de tanto interés para la Sede.

Formulación y reinterpretación

La docencia universitaria ocurre en múltiples escenarios, ninguno más significativo que otro. Lo que sucede en la clase es solamente uno de los momentos en los que la acción pedagógica se desarrolla. La preparación de los programas de cursos, la planeación de una sesión específica, el diseño y aplicación de una estrategia evaluativa y la calificación de una prueba dada son los escenarios en los que se ejecuta la docencia. Sin embargo, en el contexto de la educación universitaria influyen también circunstancias ajenas al docente, según Pochet (2013) “las nuevas circunstancias mundiales, nacionales y universitarias demandan una serie de cambios intensos en algunos aspectos y de ajustes en otros”. (p.400)

Dentro de esta panorámica, se desglosan los diseños de los programas de los cursos, que jamás se pueden constituir como una receta de cocina que se pasa de un docente a otro o de un curso a otro, sin mucho cambio o transformación, con planteamientos estandarizados, con modelos de evaluación estructurados, donde debería pesar el contexto cultural, las características de cada grupo de estudiantes, el estilo personalísimo de cada educador y la objetividad y creatividad acorde con cada circunstancia en particular. Porque no existe ningún grupo igual a otro, ni ningún estudiante copia de otro.

Un factor externo que influye tanto en la elaboración de los programas de los cursos como en la metodología que se emplea para llevar el contenido de dichos programas al estudiantado lo constituye la camisa de fuerza de las estructuras administrativas. El problema mayor se centra en que las universidades se han convertido en centros burocráticos, sumamente administrativos y esto conlleva a efectos sumamente negativos en la educación superior. (Pochet, 2013)

El docente universitario debe empoderarse, transformarse y adueñarse de su propio aprendizaje y asumirlo con responsabilidad y entrega a los estudiantes. Esta es la “educación liberadora” o “educación dialógica” (Freire y Shor. 2014) solo de esta manera puede darse un aprendizaje significativo, por medio de la gestión, creación y desarrollo de los programas de cursos, si el docente realmente lo desea y lo procura.

Lo necesario para el diseño de un programa

En los programas de cursos se deben conocer aspectos elementales relacionados con la pedagogía, se debe tener claro las estrategias de enseñanza por utilizar, el docente universitario debe estar actualizado sobre su práctica y temática pedagógica; debe lograr que los contenidos del programa se ajusten al desarrollo y avance de la ciencia y la tecnología, sobre todo, de las nuevas teorías sociales y de las humanidades. Inclusive, el profesor debe ser capaz de manejar las diferentes situaciones que se generan en el transcurso de la clase, por medio de estrategias y técnicas innovadoras. La creatividad es un punto importante que puede ayudar a realizar una clase interactiva, más productiva en términos educativos y mantener al estudiante motivado, con una visión diferente del estudio y del aprendizaje.

García (2006) cita a Piaget, el cual dice que: “la finalidad de la educación es favorecer el crecimiento intelectual, afectivo y social del alumno, pero teniendo en cuenta que ese crecimiento es el resultado de los procesos naturales, donde incide la concepción constructivista del aprendizaje”.

A partir de la teoría consultada, se propone la realización de programas de curso que reúnan todos los aspectos metodológicos y pedagógicos que la Universidad exige, acorde con las nuevas tendencias de la pedagogía actual.

El diseño de los programas debe responder al contexto en el que interactúan los educandos de modo que la metodología debe estar entrelazada con la tecnología que usa el estudiante en su cotidianeidad, por lo que, desde las tabletas, celulares, computadoras portátiles y otros dispositivos, se interactúe con los contenidos en forma universal y tiempo real.

El rol del docente, por otra parte, es propiciar por medio de la gestión de los programas de cursos, la facilitación, espacios y herramientas para que este aprendizaje efectivamente ocurra. “Es necesario aclarar que la motivación es intrínseca al ser humano, por lo que el docente no puede motivar a sus estudiantes sino generar ambientes propicios para que los estudiantes generen motivación hacia el objeto que estudian” (Francis, 2006, p. 39).

Para que el diseño resulte eficiente, el docente debe replantearse una serie de tópicos o medidas entre las que podrían citarse:

  1. El docente universitario debe ser observador, tener la capacidad de percibir el mundo exterior y todo lo que lo rodea.
  2. La creatividad es un punto muy importante, ya que con ella se puede lograr una enseñanza más productiva y mantener al estudiante motivado, activo, con una visión diferente del estudio y del aprendizaje.
  3. La empatía para tener la habilidad de ser consciente, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos y necesidades de las personas que nos rodean.
  4. La capacidad de trabajo en equipo, para lograr metas y entender las estrategias, procedimientos y las metodologías universitarias. Además, tener pasión por el conocimiento, la cultura y la vida.

Se deben priorizar la comprensión y el razonamiento, el análisis y la independencia de juicio por encima del memorismo y la repetición mecánica. Deben estar enfocados al rescate del placer por el descubrimiento, la creatividad, la originalidad, el ingenio y la real comprensión de los contenidos, donde tanto educadores como alumnos deben trabajar a partir de la comprensión, la interpretación, la reflexión y el análisis crítico de lo que se lee o estudia, la creatividad que conduzca a la búsqueda de soluciones.

Es importante indicar la necesidad de cambios en la forma cómo se expresa la pedagogía actual, se debe demostrar lo difícil que resulta poder enfocarse solo en una disciplina, teoría, modelo o método o cualquier otro instrumento que se quiera usar para la interpretación de una realidad específica. Por eso, la nueva forma de hacer Pedagogía Universitaria debe respetar la diversidad, valores y pensamiento del ser humano, y propiciar el diálogo y el intercambio con otros compañeros para lograr enriquecer y complementar nuestra percepción de la realidad que vivimos en la actualidad. En este orden de ideas Calderón (2002) argumenta:

Evidentemente tenemos diversas posiciones y en nuestro contexto no es un secreto que los cambios son urgentes. Pero no se trata del cambio por el cambio, sino de un análisis exhaustivo, una investigación clara y por supuesto una redefinición o verificación, si se quiere de nuestros objetivos educativos, de acuerdo con los fines educativos establecidos en nuestra ley fundamental de educación, los cuales son además constitucionales. (p.294)

Cuando se realiza la gestión y creación de los programas de cursos se debe tomar en cuenta el proceso de enseñanza-aprendizaje, el cual debe ser protagónico, mediante una educación liberadora y una recalificación del rol del docente. Para Jacotot (citado en Cerletti, 2003), es preciso separar las dos funciones del docente: la del conocedor y la del que enseña, pues no se trata de enseñar un saber sino de mostrar que el otro es capaz de aprender lo que quiera; al fin y al cabo, según él, “es posible aprender sin un maestro explicador” (p. 302). Queda claro entonces, que no es solo el docente el que debe enseñar, sino que tanto el profesor como el alumno aprenden juntos y esto podría lograrse con estrategias de enseñanza y aprendizaje tales como trabajos en grupo, redacción de artículos, exposiciones, proyectos, juegos, paneles de discusión, lluvias de ideas, mesas redondas, talleres reflexivos, entre otras.

Por medio del diseño del programa de curso, se puede cambiar la estructura didáctica, ¿de qué manera? Se trata de pasar de una clase magistral y conductista a una clase constructivista, participativa y generadora de conocimiento, por medio de las estrategias de enseñanza, las que se pueden definir como, las prácticas pedagógicas usadas en clase, que buscan implementar nuevos modelos de enseñar, que rompan con el modelo tradicional de clase magistral. Según Sanjurjo (2015), se debe pensar de maneras nuevas y distintas. Asimismo, la misma autora enfatiza la reflexión como el único camino para los paradigmas, de ese “núcleo duro” que limita nuestra visión y nuestra apertura a la transformación.

El objetivo primordial será implementar nuevas estrategias en clase que mejoren el proceso de enseñanza con diferentes elementos como organización del aula, uso de materiales, diversificación en clase. Claro, este propósito no podrá conseguirse a cabalidad sin una autopreparación auténtica, tanto en los contenidos a impartir como en las propias metodologías y la didáctica del aprendizaje.

Una propuesta de mejoramiento en el diseño, formulación y reinterpretación de los programas de cursos universitarios
requiere mayor presencia de liderazgo académico en el sentido más amplio, una forma contemporánea de entender la docencia y de replantear el modelo universitario actual.

Es válido aclarar que, aunque el planeamiento actual de los docentes de la Sede Brunca se sigue diseñando a partir de los contenidos de las asignaturas, se ha ido incrementando la tendencia a tomar en cuenta cada vez más al estudiante y su contexto sociocultural, posición que apoyan quienes escriben este artículo.

Cuando se aborda el tema de la evaluación, regularmente se piensa que se trata de exámenes y tareas, de asignar valor a algo, es decir, juzgar, ya que ese es el sentido etimológico de la palabra evaluar. Muchos docentes, que han trabajado en escuelas y colegios, cuando llegan a trabajar a las universidades no dan el salto, y siguen aplicando las mismas técnicas de evaluación.

El tema de la evaluación en el ámbito universitario debe implicar un posicionamiento pedagógico por parte del docente, con técnicas y estrategias diferentes. Aunque en las carreras de bachillerato y licenciatura, la evaluación con exámenes normalmente lleva un porcentaje del 50% de la nota final, la evaluación, en la mayoría de los cursos es muy estructurada y deja poca oportunidad al docente para generar cambios. Los cursos ya tienen una guía que se debe respetar, con porcentajes muy altos de evaluación para cada técnica, lo cual no debe ser impedimento para buscar nuevas estrategias.

Conclusiones

  1. Se debe partir del hecho de que para los costarricenses la educación es un elemento simbólico de la nacionalidad, así como la innegable relación de la educación con la cultura general de un país, en particular, en las últimas cuatro décadas la educación universitaria ha alcanzado un gran protagonismo.
  2. La autopreparación constante en la que debe involucrarse todo académico universitario para tener una visión más plural de la pedagogía y la didáctica hoy, no solo en el país, sino en el mundo.
  3. No tiene sentido elaborar un modelo de programa que sea una receta de cocina para todo el personal docente de la sede, no es correcta la idea de situarse en un diseño “modelo”, el cual siempre sería discutible por la pluralidad de carreras que existe y más aún por la diferentes opiniones y estilos de trabajo del cuerpo docente de la Institución
  4. Se puede decir, que no hay, no habrá un programa de estudio para cualquier curso, de cualquier carrera, que sea perfecto, pero pueden realizarse los ajustes necesarios para acercarse a programas de curso, actualizados, pertinentes, interesantes y ajustados a los contextos actuales y reales de la sociedad actual.
  5. Los programas de curso son instrumentos que guían no solo al docente, sino también al estudiante, dan una ruta clara de cada curso y permite, además, visualizar no solamente contenidos, sino estrategias, actividades, modelos y formas de enseñar.
  6. Los programas de curso no deben atender única y exclusivamente las necesidades, objetivos y contendidos del curso, sino que deben ser diseñados de manera transversal, de modo que, tengan una implicación directa e indirecta con el resto de los programas de curso de una carrera en específico, en búsqueda de mayores competencias integrales al estudiante, mayor sentido a los contenidos del programa.

Recomendaciones

  1. Que los profesores se den la oportunidad de acercarse al pensamiento didáctico, de la enseñanza y el aprendizaje de grandes autores a nivel internacional, a través de la lectura y la búsqueda del mejoramiento de la práctica docente.
  2. En la confección de un programa de estudios se debe proponer algunos Tópicos Generativos que se puedan considerar a la hora de diseñar los programas de los cursos. Algunas interrogantes pueden devenir en una guía para el educador.
  1. ¿Cuáles son los temas más recurrentes del curso que se pretende impartir?
  2. ¿Qué comprensiones, habilidades o conceptos, deben emerger una vez aplicado el programa del curso?
  3. ¿Cuáles son los aprendizajes más importantes que el docente quiere que se lleven consigo sus alumnos al terminar el curso o semestre que se imparte?
  4. ¿Cuáles son las metas que tienen los estudiantes en relación con el curso y la relación con su carrera en general?
  1. Sin importar la materia particular que se imparta, el programa de un curso universitario debe ir enfocado a priorizar la comprensión, el razonamiento, el análisis y la independencia de juicio en lugar del memorismo y la repetición mecánica.
  2. La enseñanza comprensiva es aplicable a todas las materias y a todos los niveles escolares.
  3. No se debe trabajar para cumplir programas, sino para buscar metas que faciliten la comprensión y permitan que las lecciones sean dinámicas e interesantes en lugar de aburridas y esquemáticas.
  4. Cualquier tema que se imparta debe vincularse con la vida y las experiencias particulares de los alumnos.
  5. Deben evitarse las preguntas que posean una única respuesta, una buena pregunta tendrá tantas respuestas como alumnos tenga la clase.
  6. Jamás se debe limitar la creatividad, la originalidad y la pluralidad de puntos de vista de los educandos, ya que memorizar no significa comprender, ni significa aprender.
  7. En cualquier proceso de enseñanza y, en el diseño de cualquier programa, la comprensión deberá ocupar el primer plano.
  8. Es necesario que los docentes, puedan capacitarse, con la intención de tener un refrescamiento de cómo, a través de un programa de estudio, se puede evaluar, enseñar y generar conocimiento.
  9. Se debe crear una cultura en el docente, que investigue no solamente problemas que se dan en su área de conocimiento, sino también sea capaz de investigar su método de enseñanza, los efectos, consecuencias, oportunidades de mejora y fortalezas, así como medir resultados, avances y el aprendizaje.

Lo anterior requiere de un esfuerzo adicional del docente: primero de salir de su zona de confort, segundo, tener la capacidad de reconocer las áreas de mejora en su ejercicio docente y tercero, saber que no se trata solo de saber mucho de los contenidos, sino también del cómo abordarlos, de modo que se logre un verdadero aprendizaje.

Referencias

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