Presentación

Presentation

Apresentação

Helmuth Angulo

Editor

La teología se vincula fuertemente con la literatura, tanto por el abordaje de su objeto como en la expresión misma de este abordaje. En cuanto al objeto, este no es más que aquello que ha desafiado al ser humano a dar cuenta de alguna forma: el misterio divino. Sobre la expresión, el uso de los diferentes recursos literarios disponibles en la historia de la teología ha sido fundamental para verbalizar la forma como se da cuenta de ese objeto tan desafiante. En este dar cuenta del objeto y en su correlativa verbalización, se han producido grandes obras que han marcado la historia, tanto de la teología como de la literatura. Las Moradas de Santa Teresa de Jesús o los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, son hitos en el ámbito teológico-literario hispanoamericano que testimonian de este vínculo.

Por otra parte, mediante un análisis detallado de obras literarias es posible establecer puntos de encuentro entre teología y literatura, pues, en definitiva, la literatura refleja la condición del ser humano, sus inquietudes y su forma de dar sentido a las cuestiones que lo asaltan y vehicula valores y principios éticos que encuentran su correlato en la teología. Un análisis realizado a partir de categorías teológicas para sacar a la luz los rasgos de los temas religiosos presentes en las obras literarias. Es la dinámica que se sigue en los artículos publicados en la presente edición de Siwô’ Revista de Teología.

Diego Soto abre esta edición con una crítica a un modelo de comprensión del poder presente en algunas teologías latinoamericanas de la liberación. Esta crítica se propone mediante el comentario de “Lucas, sus pudores”, de Julio Cortázar, partiendo de la pregunta: ¿qué provoca el horror de Lucas? La respuesta muestra cómo la condición de Lucas se vincula con aspectos que se desprenden de la analítica del poder en Michel Foucault, y propone un marco más amplio de comprensión del poder.

En la misma línea de análisis, Jonathan Pimentel aborda la obra de Juan Carlos Onetti a partir de una frase de este autor pronunciada en una entrevista: “El rostro de lo que no sé”. Su finalidad es armar una propuesta en la que Onetti aborda la realidad desde la formación de identidades, la función de la escritura y el fetichismo del dinero.

Por otro lado, el ensayo de Matilde Moros propone un análisis de la descolonialización y de los métodos culturales de resistencia en Latinoamérica. Con ello, la autora quiere rescatar el cuestionamiento a las moralidades decentes impuestas desde hace siglos y que, como lo señalan Walter Mignolo y Enrique Dussel, dieron inicio a la época moderna, a su ideología y a su economía del poder.

Completa el cuadro de la relación entre teología, religión y literatura la entrevista realizada al profesor Francisco Avendaño. Este autor ha trabajado durante años esta temática y en su interesante entrevista presenta los nexos entre los dos ámbitos, sus consecuencias y las perspectivas que se abren.

Como complemento de estos artículos, dos contribuciones más vienen a ampliar horizontes en esta edición. Jonathan Jiménez se atreve a sugerir un desplazamiento del locus de enunciación propio de las teologías latinoamericanas y caribeñas de la liberación, contrastándole con otras formas de pensamiento latinoamericano. Su propuesta la realiza desde un marco interpretativo que parte de los imperialismos y antiimperialismos como elementos fundamentales para mostrar las posibilidades de nuevas teologías desde nuevos lugares.

Finalmente, Milton Calderón propone un análisis de dos matrices civilizatorias que configuran el pensamiento y las prácticas culturales en latinoamérica. A partir de esta aproximación, el autor enfatiza en la necesidad de procesos de diálogo intercivilizatorio orientado a la transmodernidad y que culmine en el acercamiento al paradigma del “Buen Vivir” y a la “Epistemología del Sur”.

Que los puntos de cruce entre religión, teología y literatura presentes en los artículos de esta edición ofrezcan al lector nuevas perspectivas en la apasionante tarea de articular estas tres instancias, rescatando las posibilidades de colaboración y evitando la reducción de unas a otras.