Temas de nuestra américa
e-ISSN: 2215-3896.
(Enero-Junio, 2024). Vol 40(75)
DOI: https://doi.org/10.15359/tdna.40-75.8
Open Acces: https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/tdna
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Licencia: CC BY NC SA 4.0
PENSAMIENTO (sección arbitrada)
¿Cuál universidad necesita nuestra América?
Which university does our America need?
Qual universidade precisa Nossa América?
Óscar Alfredo Barboza Lizano
Universidad de Varsovia, Polonia.
Orcid: 0009-0002-6739-3331
Resumen:
En el marco del centenario del natalicio del intelectual latinoamericanista Darcy Ribeiro, se hace más necesario que nunca el reflexionar sobre su idea de Universidad Necesaria.
En la encrucijada que vive la humanidad, esta idea desde la civilización latinoamericana, nos lleva por la ruta correcta para lograr las transformaciones estructurales necesarias en una América Latina con muchas tareas pendientes desde que se alcanzó la independencia. La forma de reconstrucción de las ideas latinoamericanistas sobre unidad, antiimperialismo y confrontación con las que se fundó la idea de América Latina por Bilbao en 1856 son las nociones que deben guiar el proyecto prospectivo de nuestra América. De esta manera la noción de Latinoamérica vendría a fortalecerse desde el concepto de Universidad Necesaria. Este pensamiento va a reforzar esa identidad latinoamericana con nuestra institución real. La que responde al ser de nuestra América. Nuestro trabajo busca el pensarnos como América Latina y el Caribe desde tres dimensiones, 1- un área cultural, 2- una periferia y 3- desde la unidad. Precisamente, para llegar a la unidad Latinoamericana. Siendo desde esta perspectiva donde se inscriben muchos pensadores de nuestra América: Leopoldo Zea, Álvaro García Linera, Horacio Cerutti, Darcy Ribeiro, entre otros. Por lo tanto, buscamos responder a las preguntas: ¿es la Universidad Necesaria la vía para construir el proyecto pendiente de unidad y auténtica independencia? ¿Es la fundación de la Universidad Nacional de Costa Rica y la Universidad de Brasilia lo que consolida la universalidad del intelectual Darcy Ribeiro?
Palabras Claves: Universidad Necesaria, Darcy Ribeiro, latinoamericanismo, historia de las ideas, nuestra América, pensamiento.
Abstract:
On the centenary of the birth of the Latin Americanist intellectual Darcy Ribeiro, it is more necessary than ever to reflect on the idea of the Necessary University that he developed. At the crossroads of humanity, Darcy’s idea leads us along the right path to achieve the required structural transformations in a Latin America that continues with many pending tasks since independence. It is proposed that the perspectives on unity, anti-imperialism and confrontation with which the idea of Latin America was founded by Bilbao, in 1856, should guide the prospective project of our America. The concept of Necessary University is inserted in this liberating project, reinforcing the Latin American identity/s through a true university institution, which responds to the nature of our America. This article seeks to look at ourselves as Latin America and the Caribbean from three dimensions: one, a cultural area; two, a periphery; and three, from unity. It proposes to answer the questions: Is the Necessary University the way to build the pending project of unity and authentic independence in our America? Is the universality of Ribeiro’s idea consolidated with the founding of the National University in Costa Rica and the University of Brasilia?
Keywords: Darcy Ribeiro, Necessary University, Latin Americanism, history of ideas, our America, National University, Costa Rica.
Resumo:
No centenário do nascimento do intelectual latino-americanista Darcy Ribeiro, é mais necessário do que nunca refletir sobre a ideia da Universidade Necessária que ele desenvolveu. Na encruzilhada da humanidade, a ideia de Darcy nos conduz pelo caminho certo para alcançar as transformações estruturais necessárias em uma América Latina que continua com muitas tarefas pendentes desde a independência. Propõe-se que as perspectivas de unidade, anti-imperialismo e confrontação com as quais a ideia de América Latina foi fundada por Bilbao, em 1856, orientem o projeto prospectivo de nossa América. O conceito de Universidade Necessária está inserido nesse projeto libertador, reforçando a(s) identidade(s) latino-americana(s) por meio de uma verdadeira instituição universitária, que responda à natureza de nossa América. Este artigo procura olhar para nós mesmos como América Latina e Caribe a partir de três dimensões: uma, uma área cultural; duas, uma periferia; e três, a partir da unidade. Ele se propõe a responder às perguntas: A Universidade Necessária é o caminho para construir o projeto pendente de unidade e independência autêntica em nossa América? A universalidade da ideia de Ribeiro se consolidou com a fundação da Universidade Nacional da Costa Rica e da Universidade de Brasília?
Palavras chaves: Darcy Ribeiro, Universidade Necessária, latino-americanismo, história das ideias, nossa América, Universidade Nacional, Costa Rica.
Desde el latinoamericanismo sabemos que ninguna universidad del mundo es “ingenua e inocente”, pero sobre todo debemos construir nuestra academia, como bien lo decía Martí:
La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. (Martí,1891, p. 34)
Es pues acá el origen del trabajo de Darcy Ribeiro, sobre crear un concepto que responda a las preocupaciones y a los postulados del apóstol de la Libertad José Martí y Pérez. El profesor Ribeiro plantea el modelo de la Universidad Necesaria, como la única forma de enfrentar la colonización y neocolonización cultural. Nos llama a que seamos capaces de revelar el propósito oculto en los financiamientos de organizaciones y gobiernos extranjeros que direccionan el modelo universitario latinoamericano.
Muchos son los latinoamericanos que llaman a pensarnos desde tres dimensiones: 1- un área cultural, 2- una periferia y 3- desde la Unidad. Precisamente, para llegar a la Unidad Latinoamericana.
Marcos Darcy Silveira Ribeiro, nació el 26 de octubre de 1922 y murió el 17 de febrero de 1997. Durante el año 2022 hemos conmemorado el centenario de su natalicio en diferentes latitudes del orbe. Visitó Costa Rica en 1973, precisamente, para orquestar junto al presbítero Benjamín Núñez Vargas la Universidad Nacional de Costa Rica, como lo destaca en su libro Hacia la Universidad Necesaria el presbítero Benjamín Núñez:
…estuvo con nosotros el pensador brasileño Darcy Ribeiro. Su pensamiento y sus planteamientos concretos, juntos con las corrientes renovadoras que han proliferado recientemente sobre educación superior en los países en proceso de desarrollo, nos estimularon mucho a continuar el esfuerzo de la construcción de la Universidad Nacional. (Nuñez,1974, p. 7)
Por ello, felicitamos que, en este 50 aniversario de la fundación de la Universidad Nacional de Costa Rica, después de algunas décadas de olvido y desconocimiento, atinadamente esta institución, ha decidido brindar dos homenajes: 1- asignar el nombre Darcy Ribeiro a las residencias estudiantiles e instalaciones deportivas del campus Nicoya y 2- otorgarle el Doctorado Honoris Causa “In Memoriam” como homenaje póstumo al arquitecto intelectual de la idea de Universidad Necesaria.
En el ideario de la Universidad Necesaria, el profesor Ribeiro realiza un diagnóstico de la universidad tradicional latinoamericana y construye una propuesta de: cómo transformarla en la necesaria
Nos propone dos principios fundamentales que debe poseer: 1- el compromiso social y 2- la responsabilidad política. Desde el primero propone que la academia debe planificar el crecimiento exponencial de estudiantes, y desde el segundo que, en cuanto más autónomos sean los cuerpos universitarios que la integran, “mayor será el potencial para alterar las estructuras sociales” (Ribeiro,1967, p. 14).
Es decir, que tanto académicos, administrativos y sobre todo sus estudiantes sean capaces de rebelarse para que se asiente la conciencia que la penuria de los pueblos de nuestra América proviene de factores persistentes que llenan de riqueza a las capas dominantes. Darcy decía: “los pobres sostienen la opulencia de los ricos” (Ribeiro, 1971, p. 10). Para Darcy Ribeiro era claro que, los estudiantes universitarios como un estrato privilegiado con relación a la juventud trabajadora, junto a la formación que reciben, poseen una conciencia lúcida y crítica “sobre el carácter retrogrado del orden social vigente” (Ribeiro, 1971, p. 10.).
Por ello son los únicos que se pueden lanzar contra el sistema, expresando su solidaridad con los desheredados y excluidos. Una vez graduados serán alienados por el poder disciplinador del trabajo, la fatiga, la responsabilidad familiar, la compostura profesional, la competencia económica y se convertirán en simples guardianes del orden. Aquello que decía el profesor Cabrera, herpetólogo destacado de la Universidad Nacional, muy jocosamente: “los estudiantes de incendiarios, cuando son reclutados para laborar, se convierten en bomberos”.
El ornitorrinco de la universidad latinoamericana tradicional
La universidad latinoamericana tradicional, para Darcy, es “incapaz de utilizar sus mismos recursos intelectuales para proponerse la reformulación del orden social e incluso para debatir la responsabilidad ética de la ciencia y la técnica” (Ribeiro,1971, p. 11). Por eso en estas conmemoraciones, es atinado abrir el debate sobre las bases de la universidad.
A Darcy, en el marco del proceso de reforma impulsado en toda América Latina en los sesenta y setenta del siglo XX, basándose en los trabajos realizados en el Seminario de estructuras universitarias (1967), el Seminario de política cultural autónoma para América Latina (1968), el plan de renovación de la Universidad Central de Venezuela, el proyecto de la Universidad de Brasilia, entre otros, le permite hacer un diagnóstico sobre los modelos y estructuras de la universidad latinoamericana tradicional.
Según su diagnóstico, la academia está conformada por pueblos consumidores de productos de una civilización ajena a la latinoamericana. La universidad en América Latina es una copia del modelo francés o napoleónico (federativo) del siglo XIX.
Es decir, un modelo centro-periferia, donde existe un centro rector (París) y el modelo se reproduce en las distintas provincias. Creando universidades subalternas. Dentro de estas universidades centrales y periféricas están las facultades, escuelas e institutos, los cuales gozarán del reconocimiento si se aíslan lo suficiente para abstraerse de la universidad, provocando que el rector se convierta en un representante del gobierno que supervisa el funcionamiento administrativo de facultades y escuelas.
En este modelo centro-periferia el proceso de reclutamiento se basa en uno de agregación, donde el erudito formado debe pasar primero por el entrenamiento en la enseñanza media y después regresar a la universidad. Lo positivo es que se logra integrar y articular la enseñanza superior con la media. Lo negativo son los altos costos de labor docente que pasan la factura al talento creador, desgastando a los jóvenes intelectuales en las aulas de la secundaria.
El modelo genera París-centrismos (Pirro-centrismos para el caso de la UNA-CR), burocratismo excesivo, “examinitis agudities”, no ampliación de matrículas y cero integraciones de la enseñanza con la investigación.
Otro modelo que permea la universidad latinoamericana tradicional es el británico, como máxima expresión de la construcción de una sociedad elitista. Oxford y Cambridge son las dos puntas aristocráticas del modelo. En América Latina se refleja en aquellas universidades para la élite: económica, política e intelectual. La cual debe desempeñarse según los papeles de clase dominante. A estos estudiantes de la élite, raramente, se les realizaba exámenes, la idea es más de los clubs sociales británicos, donde se aprende a relacionarse en pro de la clase dominante.
La enseñanza se basa en tutores personales y es especializada, combinando la formación personal-tutorial de cada estudiante y la asistencia a algunos cursos regulares básicos (Ribeiro, 1971). Además, se crearon universidades utilitarias para la clase media. Estas forman cuadros para los oficios de servicio en la sociedad. Lo que se les llama cuadros de tercer nivel. Entonces en el primero científicos e intelectuales (modelo Oxford y Cambridge), en el segundo, profesionales de los servicios dentro de la sociedad y un tercero, operarios altamente calificados.
El tercer modelo es el alemán, que busca liderar los altos niveles tecnológicos, que es autónomo y nacionalista, con un pensamiento científico investigativo empírico inductivo. Se divide en progresismo científico y elitismo burocrático servil a la ideología oficial temporal. Lo que condujo en Alemania, en una primera instancia, a construir un modelo antiimperial que logra romper la dependencia mediante la legitimación de sus pensadores: Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling (1775-1854), Johann Gottlieb Fichte (1762-1814 ), Friedrich Daniel Ernst Schleiermacher (1768-1834), Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander, Freiherr von Humboldt (1769-1859), Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), Max Scheler (1874-1928), Maximilian Karl Emil Weber (1864-1920), los cuales construyen el nuevo modelo de la universidad alemana para lograr tres objetivos: 1- nacionalismo identificado con la política prusiana, 2- la unificación de Alemania como un ente autónomo y 3- valorización de ciencia y técnica para construir su propio modelo de desarrollo autónomo (Ribeiro, 1971).
Es decir, los pensadores propusieron una Alemania autónoma, nacionalista-unionista, reivindicativa y antiimperialista que se comprometió con las tareas de integración. Algo fundamental para lograrlo fue que se hizo desde un mundo académico laico vinculando a la filosofía propia con esfuerzo nacional de desarrollo.
Parafraseando a Ribeiro, el resultado positivo fue una universidad progresista, rigurosa con la certificación, cargada de un espíritu de autoafirmación nacional y compromiso con el desarrollo nacional-autónomo, pero que con el tiempo (lo negativo) se vuelve alienada con el Estado elitista, por lo que termina jerarquizándose.
El reclutamiento de sus profesores es mediante el establecimiento de cátedras propias por parte de los jóvenes talentos hasta establecerse en el lugar que les ofrece las mejores condiciones de trabajo y prestigio, por lo tanto, de esta manera se desarrolla el profesor dentro de una real libertad académica, la cual generará una antítesis dentro de la universidad que acepta servilmente la ideología oficial de turno (clientelismos).
Si estos en el choque de contrarios, se imponen como les sucedió a los alemanes, la universidad se encierra en sí misma y solo se suscribe a indagaciones teóricas y tecnicismos desvinculados de la realidad social, sin pensarla y mucho menos tratar de transformar esa sociedad. Por lo tanto, carecen de responsabilidad política, lo que se llamaría “apoliticismos académicos” (son esos cuadros que promueven el silencio frente al gobierno de turno y dicen ellos que, de esta manera, la universidad no podría tener consecuencias negativas).
El cuarto modelo universitario es el de los Estados Unidos, construcción que refleja una sociedad estratificada social y racialmente. A las mejores universidades entran más blancos ricos que se transforman en las élites académico-universitarias, las cuales reproducirán el modelo al infinito. Por lo tanto, la noción que prevalece y se construye es que la universidad privada es la de alta calidad. Este modelo tiene la particularidad que, como lo desarrolló Ribeiro, responde a la trasferencia de recursos que se hace desde el Pentágono, lo que obliga a crear laboratorios y escenarios apocalípticos. Es decir, son universidades creadas para la guerra.
Las matemáticas y la física son para el diseño de armamento, la biología y la química para la creación de gérmenes, virus, enfermedades y gases alucinantes. La sociología y psicología busca el control estratégico ‒preventivo de las capas sociales mediante el adoctrinamiento masivo. Lo que conlleva a una politización alta de las universidades estadounidenses. El modelo jerarquizado se divide en tres niveles (Ribeiro, 1971):
En primer lugar, la Universidad de Harvard y la John Hopkins, con un peso duro en la investigación científica y actividad cultural. Fundan el modelo de las escuelas de postgrados (maestrías y doctorados).
En un segundo nivel el modelo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) con la enseñanza en investigación científica y tecnológica dedicada a las ingenierías con un alto nivel. Este modelo produce seres solamente prácticos. No hay generación de pensamiento. Sólo son cuadros útiles para sociedades que no piensan, pero que demandan soluciones prácticas desde el encadenamiento productivo.
En el Tercer nivel están: los colegios universitarios comunitarios Colleges, los cuales están al servicio local. Generan cuadros que ocuparán puestos de servicios básicos para la comunidad.
Entonces, el modelo estadounidense se jerarquiza en universidades que generan élites intelectuales cuyo origen es ser blanco y rico, quienes acceden a maestrías y doctorados. Un segundo nivel de colegios universitarios que produce licenciados en letras y ciencias. Los más destacados pueden saltar al nivel más alto por medio de las becas que obtienen. En el tercer nivel existen los junior colleges, cuya duración es de 2 a 4 años para recibir una certificación profesional.
Esta estructura académica jerarquizada se calca en la sociedad estadounidense. Según Darcy, los logros positivos del modelo son: la necesidad que los cuadros superiores de la cultura científica y humanística deben formarse hasta el más alto grado académico.
La inversión y construcción de una serie de campus diseñados como verdaderas ciudades universitarias con el manejo adecuado de la arquitectura y el espacio. El modelo se orienta para servir al interés del Estado federal y su modelo de guerra. El modelo privado de universidad está arraigado a la cultura propia estadounidense.
Aspectos negativos: los financiamientos privados y estatales que imponen condicionamientos que controlan el desarrollo de las actividades. La justificación del status quo anuló y anula cualquier proceso de “generar personas capaces de realizar una evaluación crítica de los problemas cruciales de su pueblo y de la humanidad de su tiempo” (Ribeiro, 1971, p. 90), permitiendo que la juventud entre al modelamiento doctrinal de la máquina estatal y empresarial mediática que genera una supuesta “opinión pública”.
Si se piensa por cinco segundos, este modelo de colonización cultural ha penetrado a América Latina y el Caribe de tal modo que en este momento habría que preguntarse y afirmar: ¿cómo fue que de la Universidad Necesaria de Darcy Ribeiro terminamos en esta copia estructural jerarquizada del modelo universitario estadounidense?
Cincuenta años implica en realidad dos generaciones educativas. Aún estamos a tiempo de retomar el sendero que nos lleve Hacia la Universidad Necesaria, proyecto atinado que escribió Benjamín Núñez adoptando el modelo de Darcy Ribeiro en 1974.
Un quinto modelo que analizó Ribeiro fue el soviético, el cual forma cuadros para la dirección del Estado; para él, este modelo en los años sesenta y setenta había alcanzado en el campo socialista y la URSS el éxito de formar los mejores cuadros según el propósito y eran los más adelantados de todo el mundo; sin embargo, el modelo conducía al dogma que frenaba la creatividad cultural.
El modelo soviético buscaba sustituir la intelectualidad por una nueva, cuya extracción social fuese distinta a la heredada del Imperio zarista. Nunca lo lograron. El carácter señorial jerárquico del profesorado y el nepotismo en las instituciones de enseñanza superior permanecen vigentes en pleno siglo XXI. Sin embargo, el sistema soviético de universidades realizaba una búsqueda de los talentos en la totalidad de la población.
Integró la educación superior con el trabajo productivo. Brindó oportunidades de ascensión social, diferenció la función intelectual de la manual y fomentó en las escalas superiores la responsabilidad social y de trabajo productivo.
El sistema lograba un camino que conducía a la universidad y otro a sistemas subalternos de preparación de una fuerza de trabajo general. Estructuró la formación en tres procedimientos (Ribeiro, 1971):
1. diurnos, intensivos y de dedicación exclusiva,
2. cursos nocturnos para los que realizarían jornadas de trabajo,
3. los programas a distancia.
Se debe recordar que la universidad como estructura, la divide Ribeiro en integradas, enquistadas, funcionales y disfuncionales. Lo peor que le pude suceder a una academia es que se convierta en una estructura enquistada-disfuncional, es decir, que solo un componente crece y que la institución sea instrumento para atrofiar y deformar la sociedad que perpetúan situaciones anacrónicas.
Esto sucede cuando la universidad comienza a responder solo a razones episódicas mediante los intereses de ciertas influencias que están lejos del propósito que inspiraron la fundación. Es decir que, para Ribeiro, la intención no cambia, ya que se basa en el compromiso social y la responsabilidad política.
La forma de permanecer fiel a los dos principios es mediante revisiones periódicas del modelo y las aspiraciones fundacionales. Según Ribeiro, la única manera de transformarlo es que la sociedad cambie, sin embrago, advierte que debe dilucidarse primero los intereses de los diferentes grupos y sus sustentos ideológicos ocultos bajo posturas académicas. Parafraseando a Ralph Linton recordemos que en el núcleo cultural de toda sociedad los cambios no siempre se dan y los caracteres de estos que son aceptados toman mucho tiempo en la dinámica cultural y social. (Linton, 1992)
Durante varias décadas Ribeiro planteaba que el cogobierno estudiantil podría ser la piedra que detiene o impulsa los procesos, ya que este podría decantarse para solo formar redes clientelares político electorales, lo que haría de la universidad una estructura enquistada y disfuncional.
Por otro lado, el cogobierno estudiantil podría crear progresos efectivos, lo que implica generar cuadros desde los órganos deliberativos con una mayor sensibilidad frente a los problemas nacionales, de la enseñanza y, sobre todo, insiste Ribeiro, cuadros que obliguen a la universidad a poner en práctica los principios fundacionales de compromiso social y responsabilidad política. Es decir, Darcy Ribeiro suscribe el postulado de Rodó, que propone a los estudiantes como el verdadero sujeto histórico que nos llevaría a la revolución social.
Otro gran problema que diagnosticó Ribeiro es: cómo la universidad latinoamericana tradicional se enfrenta al mantenimiento del status quo colonial y neocolonial mediante los programas que surgen desde las metrópolis —diríamos de la metrópoli hemisférica—-, los cuales son promovidos por los sectores conservadores del status quo quienes miran y acusan a la universidad de ser un foco de agitación subversiva.
En América Latina, esto ha sido justificante para intervenciones militares, sometimiento, expulsión al exilio, muerte y desaparición de los intelectuales de pensamiento libre, lo que generó perdidas irreparables en esos países.
Y en los países receptores de ese exilio generó, siguiendo el modelo mexicano, contingencia en el sentido aristotélico del término. Es decir, ens contingens se opone al ens necesarium.
Nos explicamos mejor, por ejemplo, en México los intelectuales exiliados llegaron y fueron acogidos e incorporados a las estructuras universitarias, se les permitió debatir desde las diferentes posturas sobre sus países, pero no del orden y status quo de la realidad mexicana en la dictadura perfecta del PRI.
Esto nos llevaría a plantear si ese modelo mexicano se aplicó en Costa Rica. Esto podría darnos explicaciones muy interesantes de la Universidad Nacional, ya que muchos cuadros del exilio suramericano, sobre todo chilenos y argentinos fueron cuadros reclutados en el proceso de fundación de la Universidad Nacional de Costa Rica.
En el diagnóstico de Ribeiro, se presentará la dicotomía entre la universidad teórica y la real, lo que nos llevará a un devenir, el cual llamará universidad necesaria. Precisamente, la que necesita nuestra América.
Para Ribeiro, la universidad teórica solo forma profesionales liberales de alta extracción social y difunde la ideología dominante. Por su parte, la universidad real para los años sesenta presentaba los siguientes patrones:
1. Universidad clientelista y elitista (menos profesores a tiempo completo, menos estudiantes y menos egresados).
2. Universidad masificada y eficaz (mayor cantidad de profesores tiempo completo mayor validez predictiva).
3. Universidad abierta y eficaz (mayor cantidad de profesores tiempo completo mayor posibilidad de cambios en las estructuras sociales).
De lo anterior nos deja claro Ribeiro que hay una correlación significativa entre la cantidad de personas docentes a tiempo completo con dedicación exclusiva y el éxito de graduación de las personas estudiantes para generar los cambios estructurales necesarios en las sociedades desiguales de nuestra América.
Como ya lo hemos mencionado, la universidad latinoamericana tradicional es napoleónica en su “estructura, pero no en su contenido político” (Ribeiro, 1967, p. 63). Por lo que “perpetúa los intereses del patronato colonial” (Ribeiro, 1967, p. 63). Es decir, prepara a los hijos de élites para que estos ocupen los puestos más de prestigio. Por su parte la Universidad Necesaria prepara a las clases populares para lograr transformaciones sociales profundas.
La organización estructural de la universidad latinoamericana tradicional hace que todo se concentre en las escuelas, donde los estudiantes y profesores pasarán la mayor parte de su vida universitaria. Generando campus de feudalización y desplegarán las siguientes líneas estructurales:
1. Organización federativa, sin elementos integradores.
2. Enseñanza en cátedra, como unidad operativa de investigación, docencia y extensión (DIFUSIÓN).
3. Sin escuela magisterial, por lo que el admitir el personal en la mayoría del tiempo pasa por la línea clientelar.
4. Carácter profesionalista, entregar un título para que el estudiante, se despeñe como profesional.
5. Unilineal y paralelas estructuras curriculares, lo que hace imposible al estudiante el reorientarse en la carrera de mayor aptitud.
6. Estrecha variedad de carreras.
7. Carácter elitista mediante el mecanismo de limitación de los cupos de ingreso, y los cursos filtro.
8. Aislamiento interno entre escuelas y facultades, que provoca la desconexión total de la universidad con la sociedad, por falta de recursos para investigar y el no tener instrumentos de comunicación masiva.
9. Perdida del compromiso social al cobrarle a los estudiantes por la enseñanza, establecimiento de bajas compensaciones monetarias al estudiantado, lo que provoca la imposibilidad de la dedicación exclusiva con el estudio.
10. Burocratización dependiente y que se consume el presupuesto proveniente del Estado.
11. Activismo político electoral -estudiantil, con manifestaciones de cierta inconformidad crítica, el cual no se manifiesta a lo interno de la universidad. Atrofiando los impulsos de programas de renovación estructural.
12. El cogobierno estudiantil es la única fuerza que puede actuar en favor del sentido de la reforma necesaria.
Nos dice Ribeiro sobre este último punto que, si no actúa el cogobierno estudiantil será solo un elemento más de la estructura profesionalista, autártica, elitista, estancada, duplicativa y burocrática cuyo principal atributo es la rigidez, el enquistamiento y la disfuncionalidad. Llevándonos a: “la mentalidad académica tradicional enajenada e ingenua tradicional latinoamericana, que solo disfraza el miedo por la afectación de los privilegios” (Ribeiro,1967, p. 67). Por eso esa estructura disfuncional y estancada en la universidad latinoamericana tradicional tiene miedo a la masificación, a la gratuidad total, al planteamiento de la verdadera Universidad Necesaria de Ribeiro para el progreso de América Latina y el Caribe.
Un problema estructural que plantea Darcy Ribeiro en 1967 es la dispersión de recursos que impide la formación de: “verdaderos núcleos de cultivo y enseñanza fecundante” (Ribeiro,1967, p. 68).
Al realizar lo contrario, es decir, invertir en esos núcleos duros y en la enseñanza como lo demanda la universidad necesaria, hará que los sectores reaccionarios, infundadamente, acusen a la universidad de ser una casa sin dueño, construyendo una narrativa falaz de que: a nadie le importa controlar el gasto. Claro es que su ignorancia por el sesgo ideológico les impide ver que no se trata de gasto, sino de inversión y que esa inversión, parafraseando a Ribeiro, no es una carga gravosa para la nación.
Invertir en la Universidad Necesaria, le permite a esta cumplir su función con el principio del compromiso social. Por eso para la Universidad Necesaria de Costa Rica, en el cincuenta aniversario, le es imperativo cazar el mito de la austeridad.
La austeridad y la no inversión en las ciencias humanas provocan, nos dice Ribeiro, “una nebulosa que impide una actividad continua, creadora, y responsable ante la sociedad” (Ribeiro,1967, p. 70).
Incluso, advierte que, por esa senda del mito de la no inversión, por ser austeros, los cuadros que han alcanzado gran prestigio y reconocimiento internacional se verán constreñidos, ya que deben actuar bajo currículos certificadores de profesiones, provocando aislamiento (Ribeiro, 1967). Entonces, el esfuerzo de años se desperdicia en la estreches de la escuela certificadora. Obligando a los cuadros que gozan del prestigio internacional a ligarse y ser representantes de grandes centros científicos, fundaciones y asociaciones ajenas y extranjeras. Incluso a migrar a otras latitudes.
Según Darcy Ribeiro, todas las reformas de la universidad latinoamericana tradicional jamás tocaron la “médula del sistema para un cambio de la estructura” (Ribeiro,1967, p. 72). Por eso denomina las reformas como tentativas. Incluyendo la de Córdoba, Argentina. Destaca la que se realizó en Centroamérica “bajo el patrocinio de la OEA, del BID y de la UNESCO” (Ribeiro, 1971, p. 162). Ya que esta lo que buscaban era imitar la estructura de los juniors colleges de los Estados Unidos estableciendo los Departamentos de Estudios Generales, mismos que se establecieron “en 1958 en la Universidad de Concepción (Chile)” (Ribeiro, 1971, p. 162), el cual se considera como el primer proyecto de americanización de la universidad latinoamericana tradicional.
Estos programas hasta el momento no buscan resolver el establecer investigaciones originales que sean acordes con la realidad de nuestros pueblos para buscar la transformación social y cultural profunda, salvo en algunas excepciones muy particulares y concretas. Entonces, los Estudios Generales son parte del modelo estadounidense, donde el egresado de la enseñanza media accede a los estudios superiores una vez que ha recibido esta preparación. Por lo tanto, habría que proponer dos preguntas: ¿se van a mantener los Estudios Generales al cumplir 50 años de existencia de Universidad Necesaria en Costa Rica? ¿se transformarán en una nueva facultad que se dedique a las humanidades desde una visión interdisciplinar de y para nuestra América?
Lo que debemos erradicar en nuestra América siguiendo lo postulado por Darcy Ribeiro y traduciéndolo a nuestro tiempo es:
1. La universidad elitista, disfrazada de democrática. El centro universitario creciente y las periferias austeras y decrecientes. La existencia de propietarios y proletarios académicos.
2. Erradicar el estilo aristocrático y patriarcal de las cátedras.
3. La burocracia y la doble vara. Por un lado, se elogia a la ciencia y por el otro se es totalmente hostil con la ciencia y los científicos. Ya que se les somete a las condiciones cerradas de los currículos de enseñanza que certifican las licencias de los estudiantes para su graduación. No existe en la praxis la flexibilidad curricular, el ejercicio de la formación mediante el enfoque interdisciplinar y sobre todo se le carga al académico de trabajo certificador de la enseñanza, lo que esclaviza a los cuadros a la docencia, atrofiando todas las capacidades del desarrollo investigativo original.
4. En las ciencias humanas hay un excesivo culto al humanismo formal y a la ilustración, lo que solo genera frutos del saber ajeno. Produciendo una intelectualidad erudita que no crea nada, solo predica el saber ajeno.
Todo lo anterior para Ribeiro es lo que produce, “el carácter alienado de nuestra cultura, llena de contenidos espúreos” (Ribeiro, 1967, p. 84), la cual denomina como “enfermedad de la inteligencia” (Ribeiro, 1967, p. 84). Así, es como la universidad latinoamericana tradicional no cumple el compromiso social ni acepta su responsabilidad política. Esto hace que los centros de investigación científica solo sean “instrumentos locales legitimadores de proyectos foráneos de adoctrinamiento y de espionaje” (Ribeiro, 1971, p. 105). Por lo que la universidad latinoamericana tradicional es solo el reflejo de la entidad nacional, dependiente y permeada por culturas de carácter espúreo.
Todo lo anterior frustra a los cuerpos académicos que solo se resignan y no buscan ni pueden emanciparse hacia una actitud crítica. Cuando se cae en este letargo de la universidad latinoamericana tradicional, parafraseando a Ribeiro, solo por medio del activismo estudiantil se podría liberar a la universidad del atraso que es el vivo reflejo de la sociedad en que está inmersa. Siempre y cuando ese activismo busque realmente transformaciones profundas y no se queden solo en la verborrea agitadora. Ya que ese activismo agitador termina solo adiestrando los futuros cuadros de una clase dirigente que simplemente se acomoda a los papeles prescritos para preservar el orden vigente.
Un desafío crucial que tiene la Universidad Necesaria es resolver la dicotomía de lo espontaneo versus lo planificado, el compromiso social para resolver los problemas del desarrollo versus la erudición académica egoísta. Lo que lleva a la universidad a supuestas formas democráticas de respeto a la diferencia. Pero realmente no permite alcanzar los principios fundacionales de compromiso social y responsabilidad política que oriente a la academia.
La utopía de nuestra América como proyecto universitario
La síntesis diagnóstica de Ribeiro, lo llevó a concretar un proyecto dentro del pensamiento utópico nuestro americano, bajo la filosofía que denominó Universidad Necesaria.
Por lo tanto, la Universidad Necesaria es la auténtica universidad de nuestra América, la cual está en una constante divergencia por continuar el proyecto original pensado por Ribeiro, o el caer en las trampas del ornitorrinco de la universidad latinoamericana tradicional.
Nos propone que la Universidad Necesaria se plantea necesaria para enfrentar la colonización cultural, enmarcándola, totalmente, en la definición de la idea de América Latina y lo latinoamericano desarrollada por el intelectual Francisco Bilbao Barquín en la Conferencia de París del 24 de junio de 1856, en el poema de Las dos Américas de 1857 escrito por Torres Caicedo, publicado en el Correo de Ultramar número 16 y bajo la noción de nuestra América de José Martí.
Ribeiro advierte que la Universidad Necesaria debe planificar en la dirección de responder al crecimiento exponencial, para convertirse en una institución masificadora del saber de nuestra civilización latinoamericana y el conocimiento del saber de las otras civilizaciones. Se le debe dar total autonomía a los cuerpos universitarios para que logren potenciar “los cambios estructurales sociales”. (Ribeiro, 1967, p. 14)
Los problemas estructurales históricos en tiempos de crisis como los que vivimos generan dos grupos en la universidad: 1- los que desean reformarla para hacerla más quieta y conservadora y 2- los que quieren verla como una trinchera revolucionaria.
Para los conservadores reaccionarios la crisis es interna, porque hay falta de cohesión. Para los revolucionarios la crisis es producto de la estructura global. Esto genera en el mejor de los casos confrontaciones que obligan a resolverse por medio de dos caminos: el primero lo denomina Ribeiro como Atenuación que implica modernizaciones parciales, que perpetúan la estratificación social y la dependencia colonial, donde se perpetua el patriarcado nativo para la sujeción neocolonial.
El segundo camino es la Superación que conduce a la restructuración intencional de la sociedad desde la universidad. Ambos procesos son inducidos. Por lo tanto, se debe impulsar un programa capaz de dar un derrotero al movimiento universitario. Para Ribeiro el derrotero se funda bajo dos principios, el compromiso social y la responsabilidad política.
En el siglo XXI, la Universidad Necesaria en América Latina debe ejercer la acción sustantiva de la docencia, investigación y extensión (difusión). En primer lugar, en función de la enseñanza, preparando personas para el progreso social, con capacidades para enfrentar la real imagen del mundo y la sociedad bajo el saber científico. En segundo lugar, formar en la función creativa como condición básica de la docencia y, en tercer lugar, la función en lo social desde la práctica política que vincula la sociedad y las culturas con la universidad.
Así hace de la universidad la auténtica difusora de valores, con calidades propias para que se confronte a todo tipo de enajenación política, religiosa y cultural. Es decir, crear un nuevo sujeto histórico comprometido. Alcanzar esto conlleva el crear institutos permanentes de investigación de las realidades y de los instrumentos de comunicación masiva para que se construya y ejerza un quinto poder real.
La Universidad Necesaria real propone programas de recapacitación y actualización para sus egresados. Solo de esta forma, nos dice Ribeiro, se logrará erradicar los contenidos “alienados que sobrevivieron de la dominación colonial y los que aparecieron en el proceso neocolonialista”. (Ribeiro, 1967, p. 71)
La estructura de la Universidad Necesaria básica para Ribeiro será de cinco grandes facultades (ciencias, tecnologías, ciencias médicas, ciencias agrarias y humanidades, más una dedicada a la pedagogía). En todas ellas se desarrollará:
1. Integración universitaria para implementar y fortalecer el modelo social del Estado.
2. Salario estudiantil, para lograr la dedicación exclusiva y la gratuidad total de la educación superior, así como la masificación en los procesos de admisión que no va a privilegiar a las élites económicas. (La Universidad Nacional de Costa Rica ha hecho un gran avance en este último punto con el modelo de estratificación en la admisión que privilegia a las clases menos favorecidas por el centro de procedencia. Cambio estructural que fue impulsado desde el cogobierno estudiantil en el 2006 y respaldado por la administración Segura Bonilla para acelerar su puesta en práctica.).
3. Aumento de los presupuestos operativos anualmente.
4. Expansión universitaria expandiendo matrícula, regionalizar facultades, aumentar los niveles de la capacidad creadora, vincular los cuadros docentes con centros de alto nivel científico y tecnológico.
5. Anticiparse a las transformaciones sociales para ser instrumento de superación del atraso nacional.
La Universidad Necesaria, debe por medio de su humanismo dotar de un patrimonio artístico que sea capaz de conmover con ideas y valores los debates en la sociedad que se vive. Así pone solución a la dicotomía humanismo/practicismo.
La Universidad Necesaria debe dominar las ciencias de su tiempo en el más alto nivel. Investigar y enseñar bajo el método empírico deductivo. Experimentación, observación y comparación sistémica. Lo que resuelve la dicotomía cientificismo/profesionalismo.
La Universidad Necesaria aplica al máximo las oportunidades de la educación, formando y preparando con alta calificación la fuerza de trabajo que la sociedad requiere en todos los campos. Además, selecciona con criterios rigurosos y objetivos los jóvenes en quienes invertirá en virtud de su capacidad y laboriosidad que los hará alcanzar altos niveles. De esta manera resuelve la dicotomía elitismo/masificación. Sin embargo, advierte Ribeiro que, se debe tener cuidado con que no sean los hijos de clase adinerada los que aprovechen ese proceso selectivo y tomen los puestos en las aulas. Esto solo provocará apropiación del bien público para perpetuar la estructura de poder. Lo que sucedió en el modelo soviético, sucede en el estadounidense, británico y el sistema de la mayoría de los países latinoamericanos.
La Universidad Necesaria invierte en intelectuales, técnicos y docentes para que estos sean multiplicadores culturales y logren su fin fundacional para ejercer el compromiso social y la responsabilidad política. Si por alguna razón se pierden estos intelectuales por el éxodo que provoca la precariedad de las condiciones salariales, científicas o de estabilidad laboral es un daño muy elevado. Si esto sucede nos dice Darcy que: “debe ser condenado moral y explícitamente ante toda la comunidad universitaria”. (Ribeiro,1967, p. 92)
La Universidad Necesaria resolverá los desafíos cruciales de la sociedad mediante la construcción de patrones internacionales del saber con una dedicación imperativa al pueblo. El objetivo es sacarlo del sometimiento de las fuerzas externas e internas que los mantiene en un atraso.
Esto solo será posible mediante el compromiso social y la responsabilidad política. Desde estos dos principios fundacionales, Ribeiro propone un total de 54 a seguir en el camino de la construcción de la Universidad Necesaria. Por razones de espacio solo se mencionará algunos para esta edición del 50 aniversario de la Universidad Necesaria de Costa Rica.
La Universidad Necesaria promueve nuestra responsabilidad, en lo que implica la libertad del pensamiento en estudiantes y profesores.
La Universidad Necesaria siempre lucha porque prevalezca la autonomía universitaria.
La Universidad Necesaria debe vencer todo lo espontáneo, para planificar un proyecto propio de crecimiento.
La Universidad Necesaria debe resolver los problemas de estructura, creando nuevas estructuras.
La Universidad Necesaria debe elevar la proporción de profesores a tiempo completo y dedicación exclusiva.
La Universidad Necesaria debe revisar quinquenalmente la posición docente para otorgar estabilidad. Candidatos fuera de la universidad deben pasar por concursos públicos para incorporarse.
La Universidad Necesaria prioriza en el problema de los recursos naturales y el autoconocimiento de la realidad social.
La Universidad Necesaria debe formular sus planes de estudio con una flexibilización curricular, para que cada estudiante logre construir su subespecialización.
La Universidad Necesaria ofrece oportunidades de madurez intelectual y formación cívico-ideológica.
La Universidad Necesaria debe ser abierta. Formar a los que no aspiran un diploma junto a su población regular.
La Universidad Necesaria debe tener en cada carrera programas autónomos que estimulen el entrenamiento en el servicio social (voluntariado).
La Universidad Necesaria debe ofrecer diversidad de horarios, anuales, semestrales, cuatrimestrales, diurnos, nocturnos y programas de estudio de fines de semana.
La Universidad Necesaria siempre debe defender su régimen democrático.
La Universidad Necesaria coopera con autonomía del desarrollo cultural de cada sociedad.
La Universidad Necesaria establece relaciones externas, sin enajenarse y sin caer en alienaciones culturales neocoloniales.
La Universidad Necesaria, es tripartita. Posee:
Institutos centrales y regionales dedicados a la docencia e investigación.
Facultades que recluta a los estudiantes para darles formación.
Órganos complementarios que prestan servicios.
Los campus universitarios de la Universidad Necesaria deben facilitar residencias para sus estudiantes y profesores, así como sitios de alimentación sana y formación integral.
La Universidad Necesaria debe crear mecanismos para que los estudiantes puedan escoger con mayor madurez la carrera a la que se van a inscribir.
Según lo anterior, se puede afirmar que la Universidad Necesaria es una de las vías para construir el proyecto pendiente de unidad y auténtica independencia. Ya lo reconocía Darcy Ribeiro cuando preguntó: “¿A América Latina existe?” (Ribeiro, 2010, p. 23). Y nos responde con una de sus mejores obras que no solo existe, sino que es una unidad en sí misma en muchas dimensiones históricas, políticas y culturales. Así, dimensiones en plural serán para Darcy Ribeiro las que la Universidad Necesaria profundice en su estudio para que las sociedades logren entender y trascender las islas nacionales y localismos heredados de la colonia.
De allí que Darcy Ribeiro con su filosofía de Universidad Necesaria logra construir un proyecto cultural, formador y emancipador basado en la tradición de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco (1783-1830), Francisco Bilbao Barquín (1823-1865), José María Torres Caicedo (1830-1889), José Julián Martí y Pérez (1853-1895) entre otros suscriptores de la necesaria unidad latinoamericana.
Incluso, como lo destacamos en letras anteriores, es el proyecto de Universidad Necesaria la aspiración de universidad de nuestra América, con el cual Darcy Ribeiro alcanza una universalidad suscrita al dilema entre un universalismo específico e historicista en el pensamiento latinoamericano. De esta manera se afirma Darcy Ribeiro en la autenticidad del filosofar que se alcanza abordando los temas específicos de su propia realidad.
En este caso conceptualizar filosóficamente la auténtica universidad de nuestra América bajo la filosofía de la Universidad Necesaria. Por último, es preciso recordar lo que Darcy Ribeiro concluía en su propuesta. Que aquellas academias y sociedades que acepten el modelo de:
…la Universidad Necesaria deben proponerse la meta de alcanzarlo para cubrir de carnes, piel, sangre y pigmentos a sus huesos descarnados para que llegue a existir un día (…) la universidad que corresponde a las necesidades de un pueblo en el momento de su existencia histórica. (Ribeiro, 1967, p. 113)
Linton, R (1992). Cultura y Personalidad. FCE. Argentina
Martí, J (1891). Nuestra América. Fundación Biblioteca Ayacucho. Venezuela. 34 p.
Núñez, B. (1974). Hacia la Universidad Necesaria. Editorial Heredia. Costa Rica. 69 p.
Ribeiro, D. (1967). Universidad necesaria. Editorial Galerna. Argentina. 113 p.
Ribeiro, D. (1971). La Universidad Latinoamericana. Editorial Universitaria. Chile. 314 p.
Ribeiro, D. (2010). ¿A América Latina existe? Volumen 1 de Coleção Darcy no bolso. Editora Universidad de Brasilia. Brasil. 111.p.
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