Hipoadrenocorticismo canino: un reto diagnóstico

Autores/as

  • Isabel Hagnauer Universidad Nacional, Costa Rica
  • Marcela Suárez-Esquivel Universidad Nacional, Costa Rica
  • Laura Castro-Ramírez Universidad Nacional, Costa Rica

DOI:

https://doi.org/10.15359/rcv.36-3.6

Palabras clave:

canino

Resumen

El hipoadrenocorticismo, o enfermedad de Addison, representa un gran desafío diagnóstico por su
similitud con varias patologías, tanto en su presentación clínica como en los hallazgos de laboratorio.
Se recibió una perra castrada, French Poodle, con 4 años de edad y 4.8 kg de peso, que presentaba
vómito, anorexia, depresión y temblores musculares durante los seis días previos. La paciente había sido
atendida por otro médico, quien la trató por alteración hepática con fluidoterapia por 24 horas, dieta de
prescripción, protectores hepáticos y la dio de alta. Sin embargo, los signos reaparecieron al tercer día
posterior al tratamiento.
Al momento de ingreso en el Hospital de Especies Menores y Silvestres presentaba mucosas pálidas,
deshidratación leve, disnea inspiratoria, debilidad muscular, taquipnea, sonidos respiratorios
aumentados y bradicardia. Se determinó anemia leve, hipoalbuminemia e hiperkalemia moderada.
El ultrasonido reveló sedimento urinario, un pólipo vesical pequeño, gastritis moderada y colecistitis
leve. La paciente se estabilizó con fluidoterapia (NaCl 0.9 %), una dosis de dextrosa al 25 % para control
de la hiperkalemia, diuréticos y antiácidos. Se monitoreó constantemente y se mantuvo hospitalizada
por estranguria (cultivo bacteriano positivo) e hiporexia por 4 días. Al descontinuar la fluidoterapia
los signos se presentaron nuevamente, con azotemia, hiperkalemia severa e hipocloremia. Dados estos
hallazgos clínicos y por las alteraciones electrolíticas (relación Na + /K + = 15.88) se consideró Addison
como un diagnóstico diferencial. Ante la ausencia de mecanismos diagnósticos accesibles, se instauró
el tratamiento inicial con prednisolona 2 % y de mantenimiento a largo plazo con fludrocortisona oral
y se evaluó la respuesta. Al tercer día hubo remisión de los signos y hasta la fecha, no se ha presentado
recidiva. Este caso ejemplifica la dificultad diagnóstica de una patología compleja que implica una
interpretación minuciosa de los signos clínicos y que, en ausencia de pruebas específicas, se incrementa
el desafío para los clínicos.

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Publicado

2018-12-31

Cómo citar

Hipoadrenocorticismo canino: un reto diagnóstico. (2018). Ciencias Veterinarias, 36(3), 14. https://doi.org/10.15359/rcv.36-3.6

Cómo citar

Hipoadrenocorticismo canino: un reto diagnóstico. (2018). Ciencias Veterinarias, 36(3), 14. https://doi.org/10.15359/rcv.36-3.6

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